El choque entre el presidente y Tusk eleva la tensión en Polonia
Joana Serra
La confrontación entre el gobierno europeísta de Donald Tusk y la presidencia polaca, dominada por los ultraconservadores, entró en la línea de la confrontación directa a raíz de la detención de dos políticos del gobierno anterior. Para el presidente Andrzej Duda, afín al derrotado partido Ley y Justicia (PiS), los dos detenidos -uno de ellos, el exministro del Interior, Mariusz Kaminski- son "presos políticos", los primeros desde la llegada de la democracia a Polonia, en 1989.
Duda, quien llegó a la presidencia en 2015 como candidato del PiS, compareció ante los medios acompañados de las esposas de los dos políticos. Habían ingresado en prisión poco antes, tras ser detenidos el día anterior en el propio palacio presidencial, donde habían acudida en busca de la protección del jefe del Estado. La detención fue calificada por Duda de "provocación" alimentada por el nuevo gobierno de Tusk.
Contra ellos pesaba una condena por corrupción y abuso de poder dictada en 2015, pero que no fue en firma hasta ahora. Duda ha anunciado que procederá a indultarlos, mientras que los dos presos se encuentran en huelga de hambre, según informaron sus familiares.
El caso de los dos políticos del PiS, el partido que cayó derrotado en las elecciones del pasado octubre, evidencia la difícil cohabitación entre el bloque europeísta liderado por Tusk y la presidencia del país.
Tusk tardó dos meses en superar los trámites parlamentarios hasta acceder al poder, ya que Duda encargó primero la formación de gobierno al exprimer ministro Mateusz Morawiecki, pese a que no tenía el respaldo parlamentario necesario.
El líder europeísta se ha comprometido a revertir la controvertida reforma judicial y despolitizar los medios públicos, que el PiS controló en sus ocho años ininterrumpidos en el poder. La etapa de dominio ultraconservador estuvo marcada por los encontronazos entre Varsovia y Bruselas, mientras que Tusk, expresidente del Consejo Europeo, representa el retorno a la familia del bloque comunitario. De su gestión se espera además el desbloqueo de los fondos post-pandemia, congelados por Bruselas.
Uno de los primeros pasos de Tusk tras acceder al poder fue el cese de las cúpulas de la radiotelevisión estatal y de la agencia de prensa pap. La justicia polaca, modelada asimismo por el PiS desde el poder, ha declarado ilegítimos los nuevos cargos.
La tensión política en Varsovia es enorme, tanto a escala institucional como en la calle. El Parlamento polaco ha suspendido sus sesiones hasta la próxima semana, en parte para evitar confrontaciones con los asistentes a las manifestaciones de protesta convocadas por el PiS.
Según fuentes de la alcaldía de la capital, a la concentración de este jueves ante el Sejm (Parlamento) asistieron unas 35.000 personas. Hay convocados asimismo actos de solidaridad ante la cárcel donde ingresaron los políticos detenidos.
