viernes, 31 de enero de 2025

Traspiés de Merz


El candidato de la CDU fracasa y no logra aprobar su ley migratoria pese al apoyo de los ultras



Friedrich Merz, líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Alemania / Michael Kappeler/dpa

Gemma Casadevall
Berlín 31 ENE 2025 

El líder del bloque conservado alemán, Friedrich Merz, fracasó en su obstinado intento por implantar una ley migratoria de línea dura, en plena carrera hacia la Cancillería alemana y aceptando que con ello rompía el cordón sanitario sobre la ultraderecha. Ni el apoyo cerrado de la extremista Alternativa para Alemania (AfD) le dio la mayoría parlamentaria que precisaba para un proyecto de ley planteado desde su puesto de líder de la oposición.

Fue una jornada parlamentaria caótica y tensa, donde las miradas estaban no tanto en el voto de la AfD, que Merz tenía asegurado, sino en cuántas disidencias se le escaparían del bloque conservador o entre las filas liberales. Su proyecto de ley obtuvo 338 votos a favor, frente a 349 en contra y 5 abstenciones. Entre el bloque conservador, la AfD, los liberales y la izquierda prorrusa de Sahra Wagenknecht, los partidos que respaldaban públicamente a Merz, suman 372 escaños. Hay además otros nueve ‘independientes’ originarios de la AfD.

La votación se produjo dos días después de que sí prosperara una moción similar, no vinculante, y de que se dispararan las críticas sobre Merz, incluidas las de la excanciller Angela Merkel, alertando contra el peligro de dejarse apoyar por los ultras. La aprobación de esa moción había sido acogida entre vítores y signos de victoria de la AfD, que daba por roto el cortafuegos existente sobre su partido.

¿Traspiés en campaña?

La andanada de Merz se produjo a tres semanas de unas elecciones generales que, según los sondeos, ganará su bloque conservador, con la ultraderecha en segunda posición y los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz en la tercera. Ha sido una jugada arriesgada, que ha terminado en derrota y que ha impactado en una campaña electoral que hasta ahora discurría tranquilamente para Merz.

Los sondeos le colocan en el primer puesto con un 30 % de los votos, diez por encima de la AfD y el doble que a los socialdemócratas. Se le veía encarrilado a ser el próximo canciller con los socialdemócratas o incluso con los verdes como socios menores. Ahora la negociación de la futura constelación de gobierno se perfila más compleja.

Merz ha caído en el descrédito, tras jurar casi a diario que nunca colaborará con la AfD. No puede descartarse, recuerdan sus rivales políticos, que no acabe aceptando los votos de la ultraderecha para convertirse en canciller.

Su proyecto contemplaba la abolición de la reagrupación familiar para peticionarios de asilo rechazados, pero que reciben protección subsidiaria. Habría ampliado las competencias a la policía en la retención de los inmigrantes irregulares. No incluía, sin embargo, los puntos más duros de la moción del miércoles, como son las expulsiones en caliente y los controles permanentes en las fronteras.
Nerviosismo en un Parlamento a punto de finiquitarse

La sesión del Bundestag, última de la presente legislatura, fue de las más tensas que se recuerdan. Quedó interrumpida durante casi cuatro horas justo cuando iba a abrirse el debate por la propuesta de los liberales de devolver el proyecto a la comisión de Interior y buscar consenso con socialdemócratas y verdes. Se sucedieron a partir de ahí las idas y venidas de los jefes de los diferentes grupos parlamentarios en busca de acuerdos.

Se barajó un posible retraso de la votación para dejarla aparcada hasta la siguiente legislatura a propuesta de los liberales, ex socios de Scholz, ansiosos de redimirse como ‚salvadores de la situación‘.

No fue así. Merz insistió en la votación y aludió, como imperativo, a los sucesivos ataques mortales cometidos por refugiados a los que no se expulsó por obstáculos administrativos. “Está a tiempo de evitar que se abra la puerta del infierno”, le argumentó el jefe del grupo parlamentario socialdemócrata, Rolf Mützenich, en alusión al erosionado cortafuegos.

“Europa nos contempla. El miércoles ya dimos el espectáculo, con la ultraderecha haciéndose selfies y festejándose”, apuntó la ministra de Asuntos Exteriores, la verde Annalena Baerbock.

Se le recordaron a Merz las críticas recibidas de la excanciller Merkel y los apremios de las iglesias católica y protestante, además del sinsentido de tratar de llevar adelante un proyecto que puede quedar bloqueada en la cámara alta, Bundesrat. Hay varios barones conservadores regionales que han anunciado su rechazo. Que la opinión de Merkel no iba a impactar en Merz era previsible. Es pública su recíproca e histórica hostilidad. Merz responsabiliza del auge la AfD a Merkel y a la política de acogida de refugiados que practicó siendo canciller.

La derrota de Merz se produce en medio de las protestas masivas registradas desde el miércoles en todo el país, con decenas de miles de manifestantes ante las oficinas de la CDU, su partido. Para el próximo fin de semana haz convocadas nuevas marchas. Un mal panorama para Merz, que el lunes presentará ante el congreso de su partido una plan para sus primeros 100 días como canciller.

jueves, 30 de enero de 2025

La impecable Angela

El voto 'cómplice' de los ultras desata las críticas sobre Merz



Friedrich Merz.

Gemma Casadevall, Berlín 30 ENE 2025 

La aprobación gracias al voto de la ultraderecha de una moción parlamentaria presentada por el líder del bloque conservador, Friedrich Merz, ha desatado críticas de la excancillera Angela Merkel y de un centenar de artistas, mientras que un destacado superviviente del Holocausto, Albrecht Weinberg, ha renunciado a su Cruz del Mérito Federal, en protesta por ese voto cómplice.
Weinberg, de 99 años, ha decidido devolver esa distinción, la más alta que concede el Estado alemán, porque le es "imposible seguir llevándola". Le fue concedida tras regresar hace cuarenta años a Alemania procedente de Estados Unidos, donde se exilió tras su liberación de un campo de concentración nazi.
La excanciller Merkel, por su parte, ha abandonado su habitual discreción en plena campaña electoral alemana, para criticar sin paliativos a Merz por dejarse apoyar por la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Es algo excepcional para la excanciller, quien desde su retirada evita pronunciarse sobre política interna o sobre el líder actual de la CDU, el partido que lideró durante 18 años.
“Considero incorrecto que haya permitido, por primera vez, que una votación del Parlamento alemán prospere con los votos de la AfD”, afirma la excanciller, en una declaración difundida por su oficina. En el texto recuerda que en noviembre de 2024 expresó su respaldo a Merz. Alude ahí a una declaración del político en el Parlamento, donde aseguró que nunca buscaría una mayoría apuntalada en la AfD. Merz ha descartado reiteradamente toda cooperación y alianza con la AfD, partido aislado por el resto del espectro parlamentario.

Moción sobre la política migratoria

Pese a esa promesa, Merz presentó este miércoles una moción sobre la política migratoria ante el Parlamento, que logró la aprobación con los votos de los diputados de AfD. La moción pedía las expulsiones en caliente de migrantes irregulares. Está previsto que este viernes Merz defienda ante el Bundestag un proyecto de ley similar, que de prosperar será vinculante.
“Todas las fuerzas democráticas deben actuar conjuntamente, a pesar de sus divisiones políticas, y no por pura maniobra táctica”, en busca de soluciones ‘'correctas" y "acordes al derecho europeo”, afirma Merkel. El plan migratorio de Merz vulnera la legislación comunitaria, según recordó ayer en el Bundestag el canciller socialdemócrata Olaf Scholz.
Merz, quien según los sondeos será el próximo canciller tras las elecciones del 23 de febrero, se convirtió el líder del bloque conservador tras la retirada del poder de Merkel, en 2021. Ambos habían sido rivales históricos , ya que la excanciller representó al centrismo, mientras que Merz es derechista. Sus relaciones siempre fueron tensas y la hostilidad mutua es pública, pero recientemente escenificaron su reconciliación en un acto por el 70 cumpleaños de la excanciller.
Al voto parlamentario del miércoles siguió esa misma noche una manifestación espontánea de protesta de unas mil personas ante la sede de la CDU. Este jueves, un centenar de artistas, entre ellos el actor germano-español Daniel Brühl, firmó un manifiesto de rechazo ante la "flagrante ruptura de un tabú histórico", como es el llamado cortafuegos contra la AfD.

El San Martín de Momika

Aparece muerto en Suecia el iraquí autor de quemas del Corán



El refugiado iraquí Momika se dispone a prender fuego a un Corán en Suecia 2023. / EFE

Gemma Casadevall, Berlín 30 ENE 2025 

Salwan Momika, un iraquí de 38 años que en 2023 desató la ira del mundo islámico por sus quemas públicas del Corán en Suecia, ha aparecido muerto a tiros en su casa, en la región de Estocolmo. El ataque se produjo el miércoles por la noche, cuando realizaba unas conexiones en directo para redes sociales, y hay varias personas detenidas, según informan medios del país nórdico.
Momika debía comparecer este jueves ante un juzgado de la capital sueca para escuchar sentencia por un caso de incitación al odio derivado de sus quemas del libro sagrado. Las autoridades suecas llevaban meses tratando de expulsarle del país, al que llegó en 2019. No se le había prolongado el permiso de residencia temporal, pero no llegó a hacerse efectiva su deportación por razones de seguridad.
El iraquí, de origen cristiano aunque se declaraba ateo y simpatizante de la ultraderecha sueca, llevó a cabo varias quemas del Corán en 2023. Una de ellas la materializó ante una mezquita de Estocolmo, otra ante la embajada iraquí y una más ante el Parlamento sueco. Le movía su islamofobia y la convicción de que el Corán es un libro tóxico.

Adhesión a la OTAN

Sus actos provocaron airadas quejas en varios países de mayoría islámica, disturbios y protestas a escala diplomática. Llegaron a entorpecer el proceso de adhesión de Suecia a la OTAN, ya que Turquía bloqueó su ingreso durante varios meses por considerar que el país nórdico protegía a enemigos del Islam.
El primer ministro sueco, el derechista Ulf Kristersson, llegó a decir que el país se encontraba ante un grave peligro de seguridad, como no se vivía desde la II Guerra Mundial, después de centenares de manifestantes asaltaran la embajada sueca en Bagdad. Las protestas se extendieron hacia Dinamarca, país cuyo Parlamento aprobó la penalización de las vejaciones a los libros sagrados, a pesar de que hasta entonces, al igual que Suecia, considera que estos actos estaban amparados por la libertad de expresión.
Las acciones de Momika se inscriben en una ola de actos islamófobos parecidos en todo el ámbito nórdico. En paralelo a su caso cobró relevancia un neonazi sueco-danés llamado Rasmus Paludan que llevó a cabo varias acciones de este tipo en barrios con un alto porcentaje de población inmigrante o ante mezquitas.

miércoles, 29 de enero de 2025

Todo es empezar

La CDU acepta los votos de la ultraderecha en plena campaña 



El líder de la oposición alemana, Friedrich Merz, ante el Bundestag / Michael Kappeler/dpa

Gemma Casadevall, Berlín 29 ENE 2025 

A tres semanas de las elecciones nacionales alemanas, la derecha dicha moderada del conservador Friedrich Merz logró hacer prosperar ante el Parlamento alemán (Bundestag) una moción de cinco puntos, incluidas las expulsiones en caliente de migrantes irregulares, gracias al apoyo de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Era una moción sin efectos prácticos, a la que seguirá el próximo viernes un proyecto de ley migratorio que, de alcanzar la mayoría, sí será vinculante. Fue una victoria muy estrecha de 348 votos a favor por 345 en contra. Para el canciller, Olaf Scholz, y sus socios Verdes, así como la Izquierda, Merz rompió así el cortafuegos que ha mantenido políticamente aislados a los ultras. "No hay garantías de que no buscará una mayoría entre su bloque y la ultraderecha tras las elecciones", sentenció Scholz.
Merz ha insistido desde que asumió el liderazgo de su bloque, en 2021, en que bajo su liderazgo no habrá ningún tipo de cooperación con la AfD. Sostiene ahora que el cordón sanitario no se ha roto, ya que era una moción propia para la que había pedido explícitamente el respaldo de todas las fuerzas, menos de los ultras. Además de la AfD logró el apoyo de los liberales, exsocios de gobierno de Scholz. Alice Weidel, la líder de la AfD, celebró con euforia el triunfo de una moción que es, asegura, 'calcada' a los postulados de su partido.
El plan de Merz incluye controles fronterizos permanentes, su cierre de facto a los inmigrantes irregulares y la ampliación de competencias policiales. Scholz llevaba semanas insistiendo en que el plan de Merz vulnera tanto el derecho europeo como las leyes alemanas. Aseguró ante el pleno, en una sesión que se había abierto con un acto solemne por las víctimas de Auschwitz, que algo así solo se lo ha permitido el ultranacionalista Víktor Orbán en Hungría. “Será un mensaje fatal que el país más grande de la UE incumpla su legislación”, afirmó el canciller. Ningún líder conservador alemán hizo algo así, señaló Scholz, para citar explícitamente a Konrad Adenauer, a Helmut Kohl y Angela Merkel, los más ‘históricos’ cancilleres de la conservadora CDU.

La política migratoria como puntal electoral


Scholz lanzó sus advertencias en una declaración previa de gobierno, centrada en el ataque de Aschaffenburg, en Baviera, en que un refugiado afgano mató a cuchilladas a un niño de dos años y a un adulto de 41 años. El atacante estaba en tratamiento psiquiátrico y había solicitado regresar a Afganistán, pero no se materializó su retorno por errores administrativos en serie. Su caso sigue al ataque de un saudí contra un mercadillo navideño de Magdeburgo, con seis muertos, o al de Solingen del verano pasado contra una fiesta popular por un yihadista sirio. Es una cadena de ataques mortales, cometidos por refugiados cuya expulsión o retorno fracasó.
El ataque de Aschaffenburg ha tocado aún más la fibra, puesto que se dirigió contra un grupo de niños de una guardería. Scholz, como Merz, coinciden en que estos casos no pueden ‘normalizarse’, pero difieren en cómo actuar. El canciller insiste en que se trata de implementar las medidas existentes y optimizar la coordinación entre los estamentos y administraciones implicados. Merz pretende implantar la línea más radical en materia migratoria, parte sustancial de su campaña para los comicios del próximo 23 de febrero. Su bloque conservador lidera los sondeos, con más del 30 % de los votos, diez puntos por encima de la AfD, y el doble que los socialdemócratas de Scholz, en el tercer puesto.
La sesión parlamentaria adoptó así formato de mitin electoral desde todos los flancos. Scholz atacó a Merz por dejarse apoyar en la AfD y aludió a Austria, donde los conservadores pasaron de rechazar categóricamente toda cooperación con la ultraderecha a negociar una coalición liderada por el radical Herbert Kickl. Merz argumentó que su plan no ha nacido súbitamente, sino que lo presentó hace meses y que buscó, sin éxito, el consenso con socialdemócratas y verdes. Y la ultraderechista Weidel insistió en su mantra de que el cortafuegos no es democrático, ya que implica ‘excluir’ a millones de votantes.

martes, 28 de enero de 2025

De Auschwitz al presente

 Clam a Auschwitz contra l’antisemitisme actual

El món viu un “tsu­nami d’anti­se­mi­tisme”, segons Marian Turski, pre­si­dent del Comitè Inter­na­ci­o­nal d’Auschwitz. Ningú no pot saber exac­ta­ment quants jueus van morir assas­si­nats a la “fàbrica de la mort” que va ser el camp d’exter­mini nazi, cons­truït a la Polònia ocu­pada, segons Janina Iwanska, una super­vi­vent de l’Holo­caust de 95 anys. I Israel, “l’única democràcia de la regió”, ha de con­ti­nuar llui­tant per la seva existència, segons Tova Fri­ed­man, de 87 anys. Aquests van ser els mis­sat­ges dei­xats per aquests tres antics pre­sos del camp, que van sobre­viure a les mar­xes de la mort orga­nit­za­des pels nazis fins al seu alli­be­ra­ment, quan l’exèrcit soviètic s’apro­pava a la ciu­tat d’Oswi­e­cim, el nom polonès d’Auschwitz.

Però pro­ba­ble­ment qui va tocar més la fibra de tot­hom, jueus o no, va ser Leon Wein­traub, un polonès de 99 anys. Va anar més enllà de la des­cripció de les con­di­ci­ons infra­hu­ma­nes que va patir al camp o del que va venir després, com a tre­ba­lla­dor esclau, fins que va ser eva­cuat cap a un altre camp en ter­ri­tori ale­many. Va adver­tir con­tra els “auto­pro­cla­mats naci­o­na­lis­tes” del seu país, que prac­ti­quen com els nazis el racisme, l’homofòbia i l’anti­se­mi­tisme. I també va adver­tir que els ene­mics de la democràcia imple­men­ten tot allò que han emprat com a con­sig­nes polítiques un cop arri­ben al poder. Una alerta glo­bal, que pot inter­pre­tar-se com a al·lusiva als Estats Units o a democràcies euro­pees. És a dir, models de democràcies moder­nes i avançades, on les ultra­dre­tes for­men part del govern o li donen suport, com passa a la coa­lició dre­tana de Suècia, el país on viu.

“M’adreço a la gent de bones inten­ci­ons, espe­ci­al­ment els joves. Tin­gueu cura de les expres­si­ons d’into­lerància cap a per­so­nes dife­rents, sigui pel color de la pell, religió o ori­en­tació sexual”, va dir Wein­traub, i va afe­gir que en el món digi­tal actual és difícil de vega­des dis­tin­gir entre inten­ci­ons genuïnes i popu­lis­mes. El mis­satge d’aquests super­vi­vents va con­fe­gir, d’una banda, un retrat de la mons­tru­o­si­tat inclas­si­fi­ca­ble que va des­ple­gar el Ter­cer Reich. També va ser una advertència envers els qui fins fa poc cre­ien que el “mai més” amb què a Ale­ma­nya es vol donar per enter­rat l’Holo­caust implica real­ment una garan­tia que no es repe­tirà.

La impla­ca­ble ofen­siva isra­e­li­ana sobre Gaza ha des­fer­mat nous cor­rents d’anti­se­mi­tisme arreu d’Europa i a la resta del món. I democràcies dites avançades, com els Estats Units, han impul­sat al poder líders com Donald Trump, que en la seva pri­mera set­mana ins­tal·lat de nou a la Casa Blanca ha posat en marxa la maquinària de depor­ta­ci­ons mas­si­ves que havia promès en cam­pa­nya.

A Ale­ma­nya, una ultra­dreta molt més radi­ca­lit­zada que l’espa­nyola de Vox o la fran­cesa de Marine Le Pen rep el suport en cam­pa­nya del mul­ti­mi­li­o­nari aliat de Trump que és Elon Musk. I el talla­focs o cordó sani­tari ale­many, que fins ara feia que es des­cartés qual­se­vol coo­pe­ració política amb Alter­na­tiva per Ale­ma­nya (AfD), comença a esquer­dar-se per la deter­mi­nació de la dreta mode­rada de Fri­e­drich Merz d’impul­sar les expul­si­ons en calent de migrants irre­gu­lars.

Les ter­gi­ver­sa­ci­ons de la líder d’AfD, Alice Wei­del, segons la qual Adolf Hit­ler era comu­nista, no els han fet per­dre pes en els son­de­jos, que situen aquest par­tit en segona posició per a les elec­ci­ons gene­rals del pro­per 23 de febrer. El pro­per can­ce­ller serà pro­ba­ble­ment el dretà Merz.

El desen­vo­lu­pa­ment d’esde­ve­ni­ments polítics que, fins fa poc, sem­bla­ven impos­si­bles con­tras­tava amb la sobri­e­tat de l’acte d’Auschwitz. Només 56 super­vi­vents van aple­gar-se aquest any en una com­me­mo­ració que pot­ser serà per a molts d’ells l’última opor­tu­ni­tat de tras­lla­dar de viva veu el seu mis­satge a les gene­ra­ci­ons futu­res i als líders polítics actu­als. La volun­tat d’expli­car al món el que van viure con­ti­nua en tots ells. Però les for­ces s’esva­ei­xen, segons pale­sa­ven en les seves inter­ven­ci­ons per­so­nes com Marian Turski. A molts d’ells els acom­pa­nyava algun fami­liar o per­sona de con­fiança. Als seus dis­cur­sos va seguir una des­fi­lada fins al cen­tre de la carpa on se cele­brava la cerimònia, pre­si­dida per un vagó dels trens que por­ta­ven els depor­tats a Auschwitz. Cadascú por­tava una espelma a la mà, que van dipo­si­tar en per­fecte ordre, pri­mer els super­vi­vents i després els líders polítics i altres con­vi­dats.

La memòria d’Auschwitz no es pot ritu­a­lit­zar cada cop que toca un ani­ver­sari rodó ni degra­dar a una “visita turística”. El Museu d’Auschwitz-Birke­nau rep gai­rebé 1,9 mili­ons de visi­tants l’any i el perill de caure en ruti­nes és alt.

Les xifres del que va pas­sar dar­rere el car­tell Arbeit macht frei (“El tre­ball alli­bera”) no poden ser més esfereïdores: Auschwitz, el nom en ale­many de la ciu­tat polo­nesa d’Oswi­e­cim, va ser el més gran entre 1.500 camps de con­cen­tració nazis, dels quals sis van ser prin­ci­pal­ment d’exter­mini. Els pri­mers pre­sos van arri­bar a Auschwitz-Birke­nau el 1940 i eren bàsica­ment ciu­ta­dans polo­ne­sos. A par­tir del 1941 van començar a ser-hi empre­so­nats jueus o ene­mics del règim, com ara mili­tants comu­nis­tes. Un any més tard, un cop dis­se­nyada l’ano­me­nada “solució final” a la Con­ferència de Wann­see, prop de Berlín, van començar les depor­ta­ci­ons mas­si­ves de jueus de tot Europa. Unes 900.000 per­so­nes van anar a parar direc­ta­ment del tren sinis­tre que els por­tava a aquest lloc de la Polònia ocu­pada a les cam­bres de gas.

Mal­grat tot, el nega­ci­o­nisme s’ha encar­re­gat de ter­gi­ver­sar la història. His­to­ri­a­dors ultra­dre­tans, com el britànic David Irving, sos­te­nen des de fa dècades que no hi ha pro­ves de l’existència de les cam­bres de gas ni cre­ma­to­ris.

Les dis­tor­si­ons històriques són grans i el ritme de les xar­xes de desin­for­mació fa témer les dimen­si­ons que adop­tarà el nega­ci­o­nisme en un futur no gens llunyà. També va ser gran la para­doxa que es va donar en els actes del vui­tantè ani­ver­sari, fruit de les guer­res actu­als. El camp d’Auschwitz, on van morir assas­si­na­des més d’un milió de per­so­nes, majo­ritària­ment jue­ves, va ser alli­be­rat el 27 de gener del 1945 pels sol­dats soviètics, però a la cerimònia no hi havia con­vi­dada cap dele­gació de la Rússia actual. Sí que hi era el pre­si­dent ucraïnès, Volodímir Zelenski, així com reis i rei­nes euro­peus, des de Felip VI i Letícia fins a Car­les d’Angla­terra, els reis dels Països Bai­xos, així com el pre­si­dent francès, Emma­nuel Macron. Per part ale­ma­nya hi eren tant el can­ce­ller, Olaf Scholz, com el pre­si­dent, Frank-Wal­ter Stein­me­ier, tots dos soci­al­demòcra­tes. Tots dos han aler­tat aquests dies en dife­rents for­mats dels perills de la ultra­dreta actual.

lunes, 27 de enero de 2025

Streaming in situ

Auschwitz alertan contra el antisemitismo del presente



80 aniversario de la liberación de AuschwitzVer galería

80 aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio nazi alemán de Auschwitz-Birkenau por el Ejército Rojo, en Oswiecim, Polonia, el 27 de enero de 2025. / AFP/LUDOVIC MARIN

Gemma Casadevall
Oswiecim 27 ENE 2025

“Tomémonos en serio lo que predican los enemigos de la democracia. Están determinados a implementarlo en cuanto alcanzan el poder. Evitemos los errores de la década de 1930, cuando el régimen nazi planificó un estado libre de judíos, de gitanos, de disidentes y de aquellos que consideraban indignos para vivir. Os imploro a que intensifiqueis vuestros esfuerzos para evitar genocidios como el que recordarmos hoy”: Leon Weintraub, de 99 años, fue el último entre los supervivientes del campo de exterminio de Auschwitz que intervino en el 80 aniversario de su liberación. Y resumió así, ante la cincuentena de líderes mundiales, lo que a su parecer debería ser la lección de vida surgida de la monstruosidad del nazismo. Deportado a Auschwitz en 1944, pasó la brutal experiencia de la desinfección, despojo de toda su ropa y pertenencias al llegar al campo de la muerte, tras ser arrancado del gueto polaco. En lugar de ir a la cámara de gas, se le seleccionó como hábil para el trabajo. Cuando fue liberado, en abril de 1945 y tras una tortuosa marcha de la muerte, pesaba 35 kilos.

Su mensaje seguía a los de otros tres supervivientes -Marian Turski, el presidente del Comité Internacional de Auschwitz, así como Janina Iwanska y Tova Friedmann-. Dejaron sus testimonios de viva voz sobre la ‘metamorfosis’ de Auschwitz, que de ser organizado en 1940 como un campo de presos polacos en la Polonia ocupada pasó a recibir las deportaciones masivas de judíos de toda Europa en 1942. Fueron mensajes muy centrados en sus alertas contra el ‘tsunami’ de antisemitismo, en palabras de Turski, las condenas al negacionismo del Holocausto o a Hamás. Pero Weintraub fue más allá de la mera defensa de Israel para hablar de la humanidad en general y más concretamente de la democracia. También, refiriéndose a la Polonia actual, alertó contra ‘autoproclamados nacionalistas’ que, como hicieron los nazis, 'convirtieron en virtud' el racismo, el antisemitismo y la homofobia.

Protagonismo de los testimonios vivos

Fue una ceremonia sobria, celebrada en una carpa junto al acceso de Auschwitz II-Birkenau y presidida por uno de los vagones que transportaban a los presos hasta el que fue “la fábrica de muertes”, en palabras de Iwanska, superviviente polaca católica de 95 años.

Estaba claro que el 80 aniversario de la liberación del que fue el mayor campo de exterminio nazi no iba a ser una repetición de ceremonias anteriores. El director del Museo de Auschwitz-Birkenau, Piotr Cywinski, había explicado que la intención era entregar todo el protagonismo a los supervivientes y no a los líderes del medio centenar largo de delegaciones asistentes. “Es más necesario que nunca contar con su relato. Quién sabe lo que ocurrirá cuando ellos no puedan contar en primera persona la verdad de la maquinaria de la muerte del régimen nazi”, recordó.

El aniversario estaba muy marcado por la situación global, en un mundo en que se hace política con deportaciones masivas, sea en las democracia europeas o bajo Donald Trump en EEUU. Y donde la devastadora guerra israelí sobre Gaza ha desatado nuevas formas de antisemitismo.

Entre los líderes asistentes estaba el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pero ninguna delegación oficial de Rusia, pese a que el Ejército Rojo el que liberó el campo. De Israel no acudió Benjamin Netanyahu, a pesar de que el presidente polaco, Andrzej Duda, originario del ultranacionalista partido Ley y Justicia (PiS), había obtenido garantías del gobierno de que, de acudir, no se le aplicaría la orden de arrestro emitida por el Tribunal Penal Internacional (TPI). La mera posibilidad de que el primer ministro israelí acudiera al máximo exponente del genocidio nazi, Auschwitz, había obligado a reforzar hasta lo casi impracticable las medidas de seguridad.

Asistían unos 3.000 invitados entre los 50 supervivientes y sus acompañantes, así como jefes de Estado o de gobierno. Entre ellos estaban los reyes Felipe VI y Letizia, los de Países Bajos, algunas monarquías nórdicas, así como el presidente francés, Emmanuel Macron. Por Alemania acudieron tanto el canciller Olaf Scholz como el presidente Frank-Walter Steinmeier. La participación del conjunto de los líderes, políticos o reyes, se limitó al desfile final, cada uno portando una vela, hasta depositarla ante el vagón.

Se rindió así un homenaje al más del millón de muertos en Auschwitz, de los cuales un 90 % eran judíos. 900.000 de los deportados a Auschwitz murieron a las horas de llegar al campo. De los trenes fueron conducidos a las cámaras de gas y de ahí a los crematorios.

El Museo de Auschwitz-Birkenau documenta ampliamente la crueldad de una maquinaria de la muerte orquestada para ejecutar la llamada ‘solución final’ diseñada en la Conferencia de Wannsee, en las afueras de Berlín, en 1942. Fueron unos seis millones de judíos los que asesinó el régimen nazi, entre Auschwitz o los restantes cinco campos de exterminio nazi, además de lo que murieron fusilados, de enfermedad, en condiciones infrahumanas, de hambre o víctimas en los experimentos en humanos, en los restantes 1.500 campos de concentración que tuvo en el nazismo.

Cuando los soldados soviéticos entraron en Auschwitz quedaban ahí apenas unos miles de presos depauperados, ya que los nazis habían empezado a evacuar y dinamitar crematorios y destruir pruebas meses antes. Los pedidos de Zyklon B, el gas letal fabricado por una filial de la empresa alemana IG Farben, no han impedido que historiadores ultraderechistas nieguen desde hace décadas los gaseamientos masivos que se practicaron desde 1941 en ese lugar o la existencia de los crematorios.

El auge de la ultraderecha y el revisionismo

Todo está documentado en museos como el de Auschwitz o de otras partes del mundo, libros de historia y formatos digitalizados. El museo de Auschwitz, a las puertas de la ciudad de Oswiecim, su nombre en polaco, recibe anualmente 1,8 millones de visitantes.

Pero la pregunta de qué ocurrirá cuando ya no queden las voces de los supervivientes planeaba sobre el aniversario. El revisionismo se extiende por media Europa, a través de partidos como Alternativa para Alemania (AfD), segundo en intención de voto de cara a las elecciones generales germanas del próximo 23 de febrero.

Auschwitz empezó a funcionar en 1940 en la Polonia ocupada como campo de exterminio, como lo fueron los de Treblinka, Sobibor y Majdanek. La cúpula nazi estaba obsesionada en la ampliación de sus capacidades. El primer campamento se convirtió en Auschwitz I en 1943, le siguió Birkenau o Auschwitz II, Monowitz y hasta una docena de otros campamentos por los que se repartía la mano esclava que recibía la industria colaboradora alemana. Ahí fueron a parar no solo judíos, sino también presos políticos u otros ‘enemigos del régimen’, incluidos comunistas o socialistas.

Eso no ha impedido a la líder de la AfD, Alice Weidel, asegurar en un chat compartido con Elon Musk que Hitler fue un comunista. Para Musk, la AfD es la ‘última esperanza de salvación de Alemania’. A menos de un mes para los comicios alemanes, el magnate amigo de Donald Trump se dirige por video a los mitines de Weidel llamando a los alemanes a ‘dejar atrás la culpa’ y a ‘mirar hacia delante’ con patriotismo.

domingo, 26 de enero de 2025

Explicar un horror en multimedia

Auschwitz

La extrema derecha en auge en Alemania minimiza el horror nazi 80 años después de la liberación del campo de exterminio






Por Gemma Casadevall

El 27 de enero se cumplen 80 años de la liberación de Auschwitz. Ese día entraron en el que fue el mayor campo de exterminio nazi, en la Polonia ocupada, los soldados del Ejército Rojo. Llevó décadas investigar y sacar a la luz un horror indescriptible. Por la vía aproximativa de las cifras se plasma en más de un millón de muertos, en su mayoría judíos.

El relato, la voz y la mirada de los supervivientes ha sido esencial para explicar el funcionamiento de un concepto de muerte 'industrializada', que incluía cámaras de gas y crematorios. Cada vez son menos los supervivientes que podrán seguir contándolo de viva voz a las generaciones siguientes. En paralelo se extiende por Europa una ultraderecha envalentonada y, con ella, nuevas versiones del revisionismo y la negación del Holocausto.


EL BLANQUEO ULTRA


En Austria, país natal de Adolf Hitler, han emergido figuras como Herbert Kickl, líder del FPÖ o Partido de la Libertad, fundado en los años 50 por recalcitrantes nazis. El FPÖ había formado ya parte de varios gobiernos federales, aunque hasta ahora como socio menor de la derecha moderada. El pasado septiembre se alzó por primera vez como fuerza más votada en unas elecciones nacionales, con un porcentaje que se acerca al que llevó a Hitler al poder en 1933. Casi un 30% de los votos obtuvo el partido de Kickl, cuya campaña incluyó consignas hitlerianas. Incorporó términos de las corrientes identitarias extraparlamentarias, como 'remigración', una palabra procedente del ideario nazi y alusiva a la deportación de millones de extranjeros. Y triunfó en las urnas tras presentarse como el nuevo 'canciller del pueblo' o 'Volkskanzler', como se hizo llamar Hitler.

Estas connotaciones no intimidaron al electorado austríaco. Aparentemente pesaron en el ánimo del elector dos años de recesión en un país acostumbrado a la prosperidad. Kickl ha recibido el encargo de liderar el nuevo gobierno y materializar su aspiración a ser el 'canciller del pueblo', con los conservadores como socio menor. El término 'remigración' que enarbola ya no se orienta hacia los judíos, un colectivo minoritario formado por unas 15.000 personas, sino hacia la inmigración irregular, principalmente musulmana, a la que Kickl responsabiliza de todos los males, económicos y sociales, del país.

El FPÖ austriaco incorporó en la última campaña electoral términos de las corrientes identitarias extraparlamentarias, como 'remigración', una palabra procedente del ideario nazi y alusiva a la deportación de millones de extranjeros.

En Alemania, el país donde el nazismo planificó lo que debía ser el exterminio de los judíos de Europa, todo apunta a que la ultraderecha se convertirá en la segunda fuerza a escala nacional en las elecciones generales del próximo 23 de febrero. La líder de Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, ha dejado atrás todo propósito de aparentar moderación para presentar en campaña la versión más virulenta de sí misma.

También ha hecho suyo el término 'remigración', cuyo uso era hasta hace poco un tabú en ese país. Se ha ganado como aliado a Elon Musk, el multimillonario propietario de una red social que la AfD maneja mucho mejor que el resto del espectro parlamentario alemán. Y ha entrado sin tapujos en el terreno de las mentiras sobre el nazismo. En un chat compartido con Musk aseguró que Hitler era un comunista, ya que bautizó su partido como "nacionalsocialista". Una tergiversación histórica flagrante, ya que Hitler no solo prohibió el Partido Comunista, sino que deportó a sus militantes a campos de concentración. Los comunistas, como los socialistas, eran enemigos del régimen nazi y su única vía de supervivencia fue el exilio.




Agentes de policía aguardan a los manifestantes que llevan una pancarta que dice "Contra la política de extrema derecha" en una protesta contra una reunión del AfD, en Hamburgo. REUTERS/Fabian Bimmer


Como el líder del FPÖ, Herbet Kickl, en Austria, el término 'remigración' lo dirige a los migrantes irregulares o refugiados. Para Weidel son "delincuentes, violadores y asesinos", abusadores del sistema social alemán y parte de una "invasión descontrolada", principalmente musulmana.

La AfD de Weidel está políticamente aislada tanto en Alemania como por el resto de la extrema derecha europea. El bloque conservador de Friedrich Merz, probable nuevo canciller según los sondeos, la descarta como aliada. La pregunta es cuánto tiempo aguantará el cortafuegos alemán.

En paralelo a los brazos parlamentarios de la ultraderecha, se han implantado tanto en Alemania como en Austria movimientos subterráneos como los Identitarios del austriaco Martin Sellner, propagadores del neonazismo en estado puro, o los Reichsbürger, Ciudadanos del Reich, a cuyos cabecillas se juzga por pretender derogar el orden constitucional actual. Protagonizaron un conato de asalto al Reichstag, la sede del Parlamento, en agosto de 2020. Posteriormente se reveló una rocambolesca trama, capitaneada por un empresario que se hace llamar Heinrich XII o Príncipe Reuss y con el apoyo logístico de una exjueza y diputada de la AfD.

Los Reichsbürger, movimiento que no reconoce las fronteras ni autoridades actuales alemanas, dejaron de ser una corriente más bien estrafalaria para representar un peligro para la seguridad nacional. El número de militantes de los movimientos ultraderechistas extraparlamentarios subió de los 33.000 de 2019 a 46.600 en cuatro años, según cifras del Ministerio de Interior. El de los ultraderechistas dispuestos a utilizar la violencia para sus fines ascendió asimismo de los 13.000 de entonces a los 14.500 actuales.

Al aniversario de la liberación de Auschwitz seguirá en mayo el de la Capitulación del Tercer Reich. En ambos casos, la plana mayor de la política alemana entonará el 'Nie wieder' (nunca más). Una frase que las movilizaciones masivas contra la ultraderecha han convertido en un 'Nie wieder ist jetzt' (el nunca más es ahora), con la que se pretende reflejar lo imperativo de combatir a partidos como la AfD o a los movimientos neonazis extraparlamentarios.

La pregunta de cómo no se ha aprendido las lecciones de la historia planea sobre los aniversarios. Un estudio de la Conference on Jewish Material Claims Against Germany (Claims Conference), presentado estos días, revela que un 61% de los alemanes cree que el Holocausto puede volver a ocurrir. El porcentaje de los austríacos que comparten esa preocupación está en el 62%, el de los polacos en el 54% y el de los estadounidenses en el 74%.

La desinformación o las lagunas de conocimiento en los más jóvenes, atribuidas a déficits en los sistemas educativos de sus países, ha encendido las alarmas de la Claims Conference. La distorsión y el revisionismo se extienden. El porcentaje entre los encuestados de entre 18 y 29 años que afirman no haber oído hablar nunca del Holocausto o no estar seguros de haberlo hecho se sitúa en un 12% en la Alemania actual, mientras que en Austria está en el 14%.

EL HOLOCAUSTO DE AUSCHWITZ

Auschwitz-Birkenau fue el mayor campo de exterminio construido por el Tercer Reich. Ocupó 200 hectáreas de terreno junto a la ciudad de Oswiecim, el nombre en polaco de Auschwitz y se calcula que fueron asesinadas ahí más de un millón de personas, en su gran mayoría judíos, del total de seis millones de víctimas del Holocausto.




La entrada principal del antiguo campo de exterminio nazi de Auschwitz en Oswiecim, Polonia, con la inscripción "El trabajo os hará libres". AP/Markus Schreiber

El régimen nazi empezó a organizar su construcción en la Polonia ocupada en 1939 y fue ampliándolo en los años siguientes, mientras en paralelo levantaba los de Treblinka, Dachau, Sobibor o Majdanek, hasta el millar que llegó a tener el Tercer Reich entre el territorio alemán y los países ocupados.

Auschwitz es el símbolo de la monstruosidad del Holocausto, un campo destinado al exterminio de los deportados no hábiles para ser empleados como mano de obra esclava por la industria 'amiga' del Tercer Reich

Auschwitz es el símbolo de la monstruosidad del Holocausto, tanto por sus dimensiones como por el hecho de que, a diferencia de los llamados campos de concentración, estaba destinado al exterminio de los deportados no hábiles para ser empleados como mano de obra esclava por la industria 'amiga' del Tercer Reich.


Campos de exterminio nazis



Deliana Rademakers, una de ls prisioneras en el campo de exterminio de Auschwitz.


Unos 900.000 entre el total de 1,3 millones de personas que fueron deportadas al campo de exterminio de Auschwitz o los campos vecinos de Birkenau y Monowitz fueron trasladadas directamente desde sus trenes a las cámaras de gas.

Otros 200.000 murieron de enfermedad, desnutrición, torturas, fusilados o víctimas de los experimentos humanos que llevaba a cabo el médico Josef Mengele. Procedían de toda Europa, así como de la Unión Soviética.

El 27 de enero de 1945 fue liberado por los soldados del Ejército Rojo soviético. Para entonces, la mayoría de los confinados que aún seguían vivos había sido trasladados a otros campos, en las llamadas 'Marchas de la Muerte'. Dentro del campo quedaron unos centenares de presos que miraban con pánico a los soldados soviéticos y sin entender que entraban a liberarlos, según explicó décadas después el cámara ruso Alexander Woronzov. Las imágenes que captó fueron, admitió, lo más terrible que había visto en toda su trayectoria como reportero de guerra.


SOBREVIVIR PARA CONTARLO

Albrecht Weinberg
99 años. Superviviente de Auschwitz



Albrecht Weinberg, superviviente del campo de exterminio de Auschwitz. GEMMA CASADEVALL

"Mientras me quede un hilo de voz vendré a contar mi historia a los niños de hoy. Cada vez somos menos los que podemos hacerlo", explica a EL PERIÓDICO Albrecht Weinberg, superviviente de la maquinaria mortal industrializada que fue Auschwitz. Casi ciego, bastante sordo y a punto de cumplir los 100 años, el próximo marzo, este hombre menudo no tiene este día ante sí a alumnos de Leer, una ciudad de Frisia Oriental (norte de Alemania), sino a un grupo de corresponsales extranjeros llegados de Berlín. Les recibe en su antigua escuela judía. Ahí se exponen también fotos de su familia, libros y la Estrella de David que los nazis les obligaron a coserse a sus ropas antes de arrancarles de su casa para deportarlos primero a Berlín, luego al campo de Theresienstadt y finalmente a Auschwitz. Le usaron como mano de obra esclava y sobrevivió así Auschwitz, como sus hermanos, Dieter y Friedel. Nunca más vio a sus padres.

"Nos trataron como animales; me quitaron hasta el nombre"

"Éramos una familia normal, pero empezamos a notar cambios en el trato de nuestros vecinos en 1936. Ya no podía ir a la misma escuela que los católicos. Tras la Noche de los Cristales Rotos (los primeros pogromos nazis de 1938) todo se precipitó. Nos desposeyeron de todo, nos deportaron. Éramos apátridas, nos quitaron hasta la nacionalidad alemana", relata, sin dramatismos, consciente de que su biografía es una entre el millón largo de judíos que fueron a parar a Auschwitz, pero con la diferencia de que él vivió para contarlo.



Albrecht Weinberg muestra su número de identificación tatuado en su piel. GEMMA CASADEVALL

"No todos eran criminales. Había gente corriente", dice, refiriéndose a los soldados nazis o sus funcionarios. Pero trataban "como animales, porque eso puede ser el hombre", a mujeres, niños y adolescentes. Sobrevivió, emigró con su hermana Friedel a Estados Unidos y no regresó a su país natal hasta los 80, por invitación de la ciudad de Leer. Lo hizo por razones de subsistencia, con su hermana gravemente enferma y sin recursos económicos. Nunca se casó, no quería "traer a más judíos al mundo".




Recuerdos y fotografías de Albrecht Weinberg, superviviente del campo de exterminio de Auschwitz. GEMMA CASADEVALL

Rehizo su existencia en Leer junto a Gerda Dänekas, su cuidadora, amiga y "compañera de convivencia", 20 años más joven. A ella le corresponde rellenar los huecos en el relato de Weinberg, cuando le falla la memoria o el oído. Termina el superviviente su relato mostrando el número que sigue tatuado en su brazo: 116.927. "Me quitaron hasta mi nombre, para ellos solo era un número". El nombre lo recuperó, pero desistió de buscar la restitución de su nacionalidad de origen, ante los lastres impuestos por la burocracia "típicamente alemana", según Dänekas.





Estrellas amarillas que los gobiernos fascistas obligaron a llevar a los judíos expuestas en las Galerías del Holocausto del Museo Imperial de la Guerra de Londres. EFE/EPA/NEIL HALL






Algunos de los 7.000 prisioneros que sobrevivieron al campo de exterminio nazi de Auschwitz. REUTERS/MUSEO HO-AUSCHWITZ REUTERS




Oficiales superiores de las SS y funcionarios nazis en el campo de concentración de Auschwitz en 1944. AP/USHMM






Cabezas junto a cuerpos en el campo de concentración de Auschwitz. AFP PHOTO/ YAD VASHEM FILES




Barracón de mujeres del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. EFE
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Margot Friedländer
103 años. Superviviente de Auschwitz




Margot Friedläender en la conmemoración del 80 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, en Berlín. REUTERS/Annegret Hilse

"Nunca pensé que, tras el Holocausto, pudiéramos vivir en Alemania algo parecido", afirmaba Margot Friedländer, la superviviente de Auschwitz más conocida de Alemania, en una reciente recepción del presidente Frank-Walter Steinmeier. Cumplió 103 años en noviembre y representa, como Weinberg, a los supervivientes que superaron el miedo y regresaron a Alemania.

En su caso, para hablar de reconciliación. Su compromiso le ha valido la más alta distinción de la República Federal de Alemania (RFA), la Gran Cruz del Mérito Civil. También fue recientemente una atípica portada de la edición alemana de 'Vogue'. Su rostro simboliza la reconstrucción de la comunidad judía en el país del Holocausto, un empeño compartido por sucesivos gobiernos de Alemania, que siguen a rajatabla la línea de la máxima solidaridad con Israel. La recepción a Friedländer en el palacio presidencial ocurrió unos meses después del ataque y toma de rehenes de Hamás del 7 de octubre de 2023. Acudían otros representantes del compromiso con la reconciliación, en este caso entre musulmanes y judíos.




El canciller alemán Olaf Scholz saluda a la superviviente del Holocausto Margot Friedländer en la ceremonia para conmemorar el 80 aniversario de la liberación de Auschwitz. AP

Frienländer, quien regresó a su Berlín natal con 88 años, recorre escuelas y foros juveniles con su testimonio. Al igual que Albrecht Weinberg, desde octubre de 2023 precisa protección policial. "Las emociones, el dolor, la ira o la rabia están a flor de piel", explica Dänekas, la compañera doméstica del superviviente de la algo recóndita ciudad de Leer. Expresa comprensión hacia esos sentimientos de "nuestros conciudadanos musulmanes". Pero no hacia el odio antisemita desatado contra los judíos, sea en Alemania o resto de Europa.

"Nunca pensé que, tras el Holocausto, pudiéramos vivir en Alemania algo parecido"

Friedländer se apellidó de soltera Bendheim. Junto a la puerta de la Skalitzerstrasse número 32 de Berlín hay cuatro 'Stolpersteine', las placas o 'adoquines de la memoria' que se colocan en recuerdo de los judíos deportados. Junto a la suya, Margot Bendheim, están las de su hermano Ralph y su madre Auguste, muertos en Auschwitz, lo mismo que otra inquilina, Rachela Meisner



La fachada de la vivienda de Margot Friedläender, y delante de su portal, los cuatro 'Stolpersteine', 'adoquines de la memoria' que se colocan en recuerdo de los judíos deportados. GEMMA CASADEVALL

Es una de tantas fachadas cubiertas de grafitis del multiétnico barrio de Kreuzberg. El mismo distrito donde discurren virulentas manifestaciones propalestinas en que se mezclan solidaridad, dolor o ira por los muertos de Gaza con brotes de antisemitismo de simpatizantes de Hamás. Uno de los barrios de Berlín por los que la policía recomienda no pasearse con la kippa ni otros símbolos judíos.





Cuatro 'Stolpersteine', 'adoquines de la memoria' que se colocan en recuerdo de los judíos deportados. Junto a la suya, Margot Bendheim (apellido de soltera de Margot Friedländer), están las de su hermano Ralph y su madre Auguste, muertos en Auschwitz, lo mismo que otra inquilina, Rachela Meisner. GEMMA CASADEVALL


DOCUMENTOS PARA LA MEMORIA


Trilogía de
Auschwitz
PRIMO LEVI

Obra esencial del escritor italiano, superviviente de Auschwitz, que plasmó el horror de los campos desde la perspectiva personal o en forma de ensayo. Son tres los libros que se engloban en el volumen, relacionadas con su experiencia, las condiciones infrahumanas del campo y la degradación del ser humano revelada por la monstruosidad del Tercer Reich. “Tuve la suerte de no ser deportado a Auschwitz hasta 1944. Por entonces, y a causa de la escasez de mano de obra, los alemanes habían decidido prolongar la vida de los prisioneros antes de eliminarlos”, empieza el texto de ‘Si esto es un hombre’, escrito entre 1945 y 1947. Completan la trilogía ‘La tregua’, de 1963, y ‘Los hundidos y los salvados’, de 1986.



El niño con el
pijama de rayas
JOHN BOYNE

Novela que se convirtió en ‘best seller’ y fue traducida a 30 idiomas, centrada en la amistad entre el hijo de un oficial de Auschwitz y un niño judío tras las rejas del campo de exterminio. El título remite a lo que fue la primera impresión de tantos deportados a Auschwitz: quiénes eran esas personas vestidas con una especie de pijama a rayas y el descubrimiento de lo que implicaba ser uno de los portadores de ese uniforme. El relato parte de Bruno, el hijo del oficial nazi, de 9 años, que se traslada con su familia a ese lugar. 'El niño con elpijama de rayas' desató polémica entre la comunidad judía, que consideró que se dulcificaba a través de los ojos de ese niño la realidad del campo.



KL. Historia de los campos
de concentración nazis
NIKOLAUS WACHSMANN

Es una obra monumental y exhaustiva, a modo de crónica desde los primeros campos, en 1933, a su liberación, en 1945. Es un libro de referencia tanto para historiadores como para el lector corriente que desee ir más allá de lo conocido respecto a Auschwitz. Refleja los precedentes de los campos de concentración nazis, la planificación del régimen del Tercer Reich de una pieza esencial para su ‘solución final’ o plan de exterminio masivo de los judíos. También la evolución y crecimiento de esos campos, en medio de las presiones desde la cúpula nazi para avanzar, por un lado, en sus objetivos genocidas y, a la vez, seguir dotando a su industria ‘amiga’ de la mano de obra esclava.

Nuit et Brouillard
Alain Resnais (1956)

Fue uno de los primeros intentos de explicar en cine qué fue Auschwitz. Es una película documental que recoge tanto material de archivo como filmaciones sobre el terreno posteriores. No se limita a Auschwitz, sino que se extiende a otros campos. Es un intento de recopilar las huellas de lo ocurrido, apenas 10 años después del fin de la Segunda Guerra Mundial y cuando las investigaciones sobre los crímenes contra la humanidad nazis estaban aún en sus inicios. Aún así, logra un recorrido cronológico sobre la planificación y construcción del campo de exterminio y las deportaciones no solo de judíos, sino de otros colectivos a los que el Tercer Reich declaró ‘enemigos del régimen’, incluida la resistencia francesa, comunistas y socialistas. El filme termina con un mensaje de alerta a las generaciones futuras.

La lista de Schindler
Steven Spielberg (1993)

Probablemente el mejor y más conocido filme de ficción sobre el campo. Es una película magistral, basada en la vida del empresario Oskar Schindler, quien ante el horror de lo que presenció en Auschwitz optó por una vía entre lo pragmático y lo idealista: salvar el máximo número posible de vidas, reclamando para su empresa a trabajadores forzosos confinados en el campo. Fueron unos 1.000 los judíos que logró rescatar por esta vía. Un grano de arena, ante la inmensa catástrofe del más de un millón de muertos en ese campo, pero que ejemplifica las posibilidades de actuar como individuo frente a un inmenso crimen colectivo. Liam Neeson, Ralph Fiennes y Ben Kingsley dan vida a los protagonistas de un filme en blanco y negro, que incluye el homenaje de 128 supervivientes al ‘hombre bueno’ alemán.







La zona de interés
Jonathan Glazer (2023)

Acercamiento a la ‘banalidad del mal’ a través del comandante del campo, Rudolf Höss, y la vida tranquila de su familia a las puertas de Auschwitz. Es una producción internacional, basada en una novela de Martin Amis y que valió a la actriz alemana Sandra Hüller su consagración a escala mundial. Interpreta el papel de la esposa del comandante nazi, que cuida con mimo su jardín y su bebé, en contraste con el horror de la maquinaria de exterminio nazi. Triunfó en su estreno en el Festival de Cannes y obtuvo el Oscar a la mejor película internacional de 2024.






Dies Irae (Oratorio de Auschwitz)
Krzysztof Penderecki (1967)

Oratorio para soprano, tenor, bajo, coro y orquesta que fue compuesto en 1967 en homenaje a las víctimas de Auschwitz. Krzysztof Penderecki (1933-2020), maestro de la música atonal, plasma ahí sus sentimientos ante el recuerdo de lo ocurrido en ese lugar, en una pieza repartida en tres partes que combina textos bíblicos, poesía contemporánea y clásicos griegos.
Esta gran obra musical fue estrenada en abril de 1967, unos meses después de su composición y conmovió por su fuerza aterradora, la inclusión de sirenas alusivas al campo de exterminio de Auschwitz y sonidos de cadenas.




Orquestas en Auschwitz
El precedente

Auschwitz-Birkenau tuvo dos orquestas oficiales, una masculina y otra femenina. Sus miembros eran músicos confinados en el campo, que con su inclusión en la orquesta evitaron convertirse en trabajadores forzosos o ir directamente a la cámara de gas. La de mujeres estuvo dirigida desde 1043 hasta su muerte, en abril de 1944, por Alma Rosé, la sobrina del compositor Gustav Mahler. Entre sus miembros más destacados tuvo a Esther Bejarano, superviviente del Holocausto quien, hasta poco antes de su muerte, en 2021 y con 96 años, se dedicó a llevar su testimonio a las generaciones futuras, inclusive al frente de una banda de hip-hop. En la orquesta masculina destacó el neerlandés Louis Bannet.

miércoles, 22 de enero de 2025

A plena luz y en un parque

El ataque a cuchilladas de un afgano, con un niño de dos años y un adulto muertos, pone en jaque a las autoridades alemanas



La policía acordona el parque de Aschaffenburg donde se han producido los apuñalamientos, este miércoles. / HEIKO BECKER / REUTERS

Gemma Casadevall

Berlín 22 ENE 2025 

Alemania se ha visto de nuevo sacudida por un ataque mortal a cuchilladas, esta vez cometido por un refugiado afgano de 28 años, que se lanzó contra un grupo de niños de una guardería y mató a uno de ellos, de dos años y marroquí, así como a un hombre de 41 que trató de salirle al paso. Otras tres personas resultaron heridas de gravedad, entre ellas otro niño, que sufrió cortes de cuchillo en el cuello.
El ataque ocurrió a plena luz del día en un parque de la ciudad de Aschaffenburg, en el suroeste de Alemania. Su presunto autor fue detenido poco después, tras haber intentado huir. Se trata, según confirmaron las autoridades bávaras, de un afgano que llegó a Alemania en 2022 por Bulgaria, país al que debería haber sido devuelto, lo que no ocurrió por causas aún no concretadas. Existen antecedentes policiales por tres agresiones y aparentemente sufría transtornos psíquicos. Hace unos meses había solicitado la repatriación voluntaria a Afganistán, lo que tampoco se materializó.
Se lanzó sobre el grupo de niños sobre las 11.45 en el parque Schoental, en el casco urbano de esa ciudad bávara. Se trata de una zona considerada peligrosa, por ser un punto frecuentado por traficantes de droga y delincuencia común, por lo que hay permanentemente patrullas policiales. Varias personas resultaron heridas al tratar de detenerle, como fue el caso del hombre que murió en el ataque.
El semanario 'Der Spiegel' ha identificado al agresor como Enamullah O., nacido en 1997 y residente en un albergue de refugiados. Presuntamente sufría trastornos psíquicos o se habían observado en él comportamientos que apuntan en esa dirección, de acuerdo con ese medio.
El canciller alemán, Olaf Scholz, expresó a través de un comunicado su "horror" por un "inconcebible acto de terror", así como su indignación ante el hecho de que "cada par de semanas nos veamos sacudidos por actos de violencia así". Recordó que sus autores eran "personas llegadas a Alemania en busca de protección" y exigió el esclarecimiento de las circunstancias que llevaron a que siguiera en el país, pese a sus antecedentes.
"Las palabras no bastan. Hay que pasar a las consecuencias", añadió.

Antecedentes

El caso de este afgano con antecedentes de comportamiento violento sigue a la conmoción causada por el atropello múltiple del pasado diciembre en Magdeburgo. Su autor era un psiquiatra saudí, que dejó seis muertos y 200 heridos al lanzarse con un potente automóvil contra los asistentes a un mercadillo navideño de esa ciudad del este de Alemania. Salió luego a relucir que tenía un abultado expediente por agresiones o amenazas, que simpatizaba con la ultraderecha y que aparentemente actuó movido por la islamofobia.
El pasado verano, un refugiado sirio, en este caso yihadista, mató a cuchilladas a tres personas en una fiesta popular de Solingen, en el este del país. Como el atacante de este miércoles de Baviera, contra el refugiado se había emitido una orden de expulsión a Bulgaria, que no llegó a ejecutarse.
La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), segundo partido en los sondeos ante las elecciones generales del 23 de febrero, ha responsabilizado de estas situaciones al 'descontrol' de las autoridades alemanas sobre los refugiados. El bloque conservador de Friedrich Merz, en primera posición en intención de voto, exige las expulsiones en caliente en las fronteras alemanas y la aceleración de los procesos de expulsión de migrantes irregulares sin perspectivas de integración.

domingo, 19 de enero de 2025

Nuuk, lejana y fría



Groenlandia: una remota isla helada elevada a actor global

Gemma Casadevall
Berlín 19 ENE 2025

"La decisión compete a los groenlandeses“, es la frase más recurrente escuchada a escala de líderes estos días, desde que Donald Trump ratificó su voluntad de hacerse con el control de Groenlandia. Se escucha desde Copenhague a Bruselas, Berlín, Washington, Moscú o, por supuesto, Nuuk, la capital del territorio autónomo danés. Los intereses de quienes la pronuncian son distintos o hasta antipódicos. Pero es un reflejo de cómo la remota isla ártica se ha convertido en un inusitado actor global, con apenas 56.400 habitantes, el 2 % de la población del Reino de Dinamarca.

La agenda internacional ha descubierto a Múte Bourup Egede, el discreto primer ministro groenlandés, en el cargo desde 2021. De 37 años, Egede lidera el izquierdista partido Inuit Araqatigiit. Su horizonte, de cara a los comicios legislativos del próximo abril, es avanzar hacia la independencia de un territorio cuyo estatuto de 2009 le reconoce el derecho a la autodeterminación. El camino está marcado, pero no es realista que lo pueda consumar a corto plazo, advierte Michael Paul, experto en la región ártica de la Fundación Ciencia y Política (SWP), de Berlín. Groenlandia no tiene las estructuras administrativas ni de poder precisas para alcanzar ese objetivo ahora, afirma. Necesita, al menos, una década.




Egede reafirma casi a diario que "Groenlandia pertenece a los groenlandeses“, frase que no le discute la primera ministra de Dinamarca, la socialdemócrata Mette Frederiksen, consciente de lo establecido en el estatuto de 2009. Esa misma idea da alas a Trump, tal vez porque considera más fácil o más barato 'convencer‘ a Nuuk de la conveniencia de dejarse comprar por Estados Unidos que insistir ante Copenhague. Trump ha llegado a decir que no descarta la vía militar, algo que estando Dinamarca en el bloque de los aliados más profundamente atlantistas de la OTAN ha encendido las alertas europeas.

No forma parte de la UE

Groenlandia vivió varios intentos colonizadores vikingos, incluido el de su 'descubridor‘, el noruego Erik el Rojo. Lleva siglos integrada en el reino danés, aunque Estados Unidos asumió su defensa durante la ocupación nazi del país nórdico. Dejó de ser colonia danesa en 1952 para avanzar hacia su régimen autonómico actual. No forma parte de la UE, ya que su estatus especial admite esta excepción. Pero desde el año pasado Bruselas tiene una representación permanente en Nuuk orientada a fomentar las inversiones en transición energética y digitalización, otro de los ámbitos donde son claves la explotación de tierras raras. De Copenhague percibe la isla unos 600 millones de euros anuales, considerados imprescindibles para su subsistencia. Una cantidad irrisoria, a ojos de Trump, si su administración de decide a tratar de seducir al independentismo por la vía de hipotéticos provechos económicos.

El hijo de Donald Trump, Donald Trump Jr., dió un barniz turístico a su reciente visita a la isla, obviamente envuelta en un notable revuelo mediático. Como un turista más se dejó fotografiar ante el monumento al pastor luterano Hans Egede, el misionero noruego que en el siglo XVIII se enfrascó en la tarea de evangelizar a la población inuit, que actualmente representa un 80 % de sus habitantes.

El equipo de Trump J. difundió esa imagen, que para muchos groenlandeses actuales remite no solo al "apóstol de Groenlandia“, sino al desprecio con que Copenhague ha mirado a la etnia inuit o a escándalos de la historia reciente. Salieron a relucir robos de bebés, destinados a generar una élite étnica formada en Dinamarca. O esterilizaciones forzosas de miles de groenlandesas, a las que se implantó sin su consentimiento dispositivos intrauterinos. Se practicó entre 1960 y 1970, pero no salió a relucir hasta 2022 por la vía de una investigación periodística, en medio de denuncias de genocidio.

Los agravios históricos o actuales han dado alas al independentismo. El gobierno de Nuuk ha respondido a los repentinos intentos de seducción de las grandes potencias mostrando interés en estrechar lazos económicos con Estados Unidos. Desde Moscú, el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov incidió estos días en el derecho a la autodeterminación de los groenladeses, aunque con un matiz cínico: "Hay que escuchar la voz de los groenlandeses. Tal como nosotros hicimos con los habitantes de Crimea“, afirmó, en alusión a la anexión de la península de Ucrania, en 2014, convenientemente aderezada por un dudoso referéndum por el Kremlin.


viernes, 17 de enero de 2025

Manfred Weber nos visita


El PPE se erige en defensor de Europa frente a un Trump que mima a los ultras



El líder de la CDU, Friedrich Merz, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, este viernes en la reunión del PPE en Berlín. / FILIP SINGER / EFE



Gemma Casadevall
Berlín 17 ENE 2025

"Nadie en la Unión Europea quiere un conflicto comercial con Estados Unidos. Pero si llega a ocurrir tenemos que dar la respuesta adecuada", afirmó el alemán Manfred Weber, líder del Partido Popular Europeo (PPE), ante la cumbre celebrada en Berlín para respaldar a Friedrich Merz, candidato de los conservadores alemanes a las elecciones generales del 23 de febrero. La cita, cuya agenda de trabajo se centra en la lucha contra las trabas burocráticas, reunió a una docena de líderes nacionales de esa familia política, además de la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y la del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.

El objetivo de los asistentes, entre ellos el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, y líderes en la oposición, como el español Alberto Núñez Feijóo, era mostrar cohesión en torno a Merz. Pero la división entre esa familia política europea respecto a la ultraderecha complica la anhelada imagen de unidad. A ello se suma el trato preferencial que da Donald Trump a las distintas ramas del derechismo radical europeo, estén o no en el poder, mientras ningunea al centrismo o la derecha moderada. Su lista de invitados a la toma de posesión del lunes incluye a aliados políticos como la jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni, quien todavía no ha confirmado su asistencia, o el líder del español de Vox, Santiago Abascal, así como a una delegación de Alternativa para Alemania (AfD).

"Los populares fuimos el único partido del centro que ganó escaños en las pasadas elecciones europeas", recordó Weber en un encuentro con corresponsables extranjeros. Corresponde al PPE tomar la iniciativa y plantear sus ofertas a Trump, por ser este, a juicio del político bávaro, el mandato de los electores europeos.

Tras esos mensajes de cohesión, sin embargo, planea la división entre los conservadores europeos respecto a la ultraderecha. Merz, que según los sondeos será el próximo canciller, ha dado su palabra de que su bloque conservador mantendrá estrictamente el cortafuegos sobre la extrema derecha. La AfD está absolutamente descartada por el conjunto del espectro parlamentario alemán como aliado. Pero frente a esa determinación germana pesa el hecho de que el cordón sanitario no se mantiene ni en España ni en otros países europeos, sean Países Bajos, Suecia o Finlandia, mientras que a Meloni se la ve como un posible puente de acercamiento a Trump.

El giro de Austria

Para Merz es especialmente comprometedor el giro dado por Austria, cuya derecha moderada, el ÖVP, ha pasado de descartar categóricamente al ultraderechista FPÖ a negociar una coalición comandada por los radicales.

Para el PPE, esa situación no es comparable con la alemana. En primer lugar, porque la AfD es una formación aislada políticamente no solo en su país, sino también por el resto de los populismos derechistas europeos por su extremismo. El FPÖ austriaco, además, fue la fuerza más votada en las elecciones del pasado mes de septiembre, con Herbert Kickl como aspirante a la cancillería.

El bloque conservador de Merz lidera las encuestas con unos 10 puntos de ventaja sobre la AfD, se recuerda entre el PPE. La constelación más plausible tras los comicios del próximo febrero es una coalición con los socialdemócratas como socios.

Pese a estos argumentos, el giro político austríaco ha empantanado la campaña de Merz, quien a diario se ve interpelado por la pregunta de hasta cuándo se mantendrá en Alemania un cortafuegos que ya cayó en otros países equiparables europeos.

miércoles, 15 de enero de 2025

Más palos a Habeck


La economía alemana se contrajo un 0,2% en 2024 y encadena el segundo año de recesión




Archivo - Planta de Audi en Alemania. / AUDI - Archivo


Gemma Casadevall

La economía alemana se contrajo un 0,2 % en el conjunto de 2024, según los datos adelantados publicados este miércoles por la Oficina Federal de Estadística (Destatis), y encadena así el segundo año consecutivo de recesión. Se confirman así los pronósticos anticipados por expertos e institutos económicos, mientras persiste la incertidumbre sobre si se trata de una enfermedad crónica o un efecto de la indefinición política actual. En noviembre se hundió la coalición de gobierno entre socialdemócratas, verdes y liberales del canciller Olaf Scholz, marcada desde sus inicios por los disensos entre sus socios en materia económica.

"Las cargas coyunturales y estructurales se interpusieron en el camino hacia un mejor desarrollo económico en 2024", señaló la presidenta de Destatis, Ruth Brand, quien agregó que, entre ellas, figuran la creciente competencia para la industria exportadora alemana en mercados de venta importantes, los elevados costes de la energía, unos tipos de interés persistentemente altos y unas perspectivas económicas inciertas.

Brand agregó que, "en este contexto, la economía alemana volvió a contraerse en 2024". Corregidos los efectos de calendario, la caída del PIB fue también del 0,2 % en 2024.

Debilidad económica e indefinición política


Desde el gobierno alemán, y especialmente su titular de Economía, el verde Robert Habeck, se insiste en responsabilizar de la debilidad económica actual al lastre dejado por la guerra de Ucrania y especialmente por la necesidad acelerada de desprenderse de los suministros rusos. Con el inicio de la invasión de Ucrania, en febrero de 2022, Alemania se vio obligada a emprender una carrera rápida en busca de sustitutos más costosos, tras décadas de fuerte dependencia energética de Rusia. Le correspondió además ponerse al día con fuertes inversiones en Defensa, mientras siguen presentes los déficits en infraestructuras y digitalización.

La oposición conservadora, liderada por Friedrich Merz, considera sin embargo que han sido precisamente los desaciertos de Habeck los responsables de que Alemania no logre remontar. Los disensos entre los verdes y los liberales derivaron en el hundimiento de la coalición, que según Merz fue además incapaz de presentar soluciones a las crisis de sectores clave, como la automoción.

Merz encabeza los sondeos de cara a las elecciones generales anticipadas del próximo 23 de febrero. El Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz ocupa la tercera posición, por detrás de la derecha moderada y de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Los verdes de Habeck están en tercera posición, mientas que los liberales, el partido del extitular de Finanzas, Christian Lindner, podrían no alcanzar el mínimo del 5 % de los votos preciso para tener escaños.

La recuperación como asignatura pendiente

En 2023, la economía alemana ya se había ralentizado un 0,3 % -un 0,1% eliminados los efectos de calendario- mientras que, para este año, los expertos pronostican, a lo sumo, un ligero crecimiento.

El valor agregado bruto (VAB) ajustado a los precios para el conjunto de la economía disminuyó el año pasado un 0,4 %, con claras diferencias entre los distintos sectores económicos.

En la industria manufacturera, el VAB cayó un 3,0 % respecto al año anterior y se redujo la producción de sectores relevantes, como la ingeniería mecánica y la industria del automóvil.

En las industrias con un consumo intensivo de energía -la química y la metalúrgica, por ejemplo- la producción se mantuvo a un nivel bajo, después de que en 2023 descendiera considerablemente como consecuencia de la fuerte subida de los precios energéticos.

En la construcción, el VAB retrocedió un 3,8 % en comparación con el año anterior, mientras que el sector servicios evolucionó en términos generales de forma positiva, al crecer un 0,8 %, aunque de forma desigual.

La formación bruta de capital fijo disminuyó en su conjunto un 2,8 %, mientras el consumo público aumentó un 2,6 %, más que el privado, que sólo creció un 0,3 %.

La difícil situación económica de 2024 también se reflejó en el comercio exterior, con una caída de las exportaciones de bienes y servicios del 0,8 %, frente a un ligero aumento del 0,2 % de las importaciones.

Según las primeras estimaciones basadas en datos todavía incompletos, el PIB alemán se contrajo un 0,1 % en el cuarto trimestre de 2024 respecto a los tres meses anteriores, corregidos los efectos de precios, estacionales y de calendario.