jueves, 27 de abril de 2023

Por la gracia de Giffey



Los socialdemócratas entregan Berlín a Wegner, primer alcalde conservador desde 2001


Marina Ferrer


El conservador Kai Wegner se convirtió en el alcalde-gobernador de Berlín, con los socialdemócratas como aliados, entre signos de descontento entre las filas de su socio menor y apoyos de la ultraderecha. La hasta ahora alcaldesa, Franziska Giffey, pasa a la segunda posición al frente de Economía, un puesto clave en una capital atenazada económicamente, con una creciente precariedad y donde el déficit de vivienda a precios asumibles es el principal quebradero de cabeza de sus 3,6 millones de habitantes.

Wegner precisó tres rondas de votaciones en la cámara regional berlinesa para lograr su elección, pese a que entre su Unión Cristiadenomócrata (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) tenían una mayoría holgada -86 escaños, frente a los 73 de la oposición-. Pero parte del SPD repudiaba la gran caolición y hubiera preferido ver a Giffey al frente del tripartido con Verdes y La Izquierda, como en los dos años anteriores. En la votación definitiva aparentemente contó con apoyos de la ultraderechista Alternativa para Alemanya (AfD), partido con el que la CDU, como el resto del espectro parlamentario, rechaza toda cooperación.

Son muchas las circunstancias anómalas que han precedido al regreso al poder en la capital alemana de la CDU. Wegner, de 50 años, se impuso con más de diez puntos a Giffey en los comicios del pasado febrero. Era en realidad la repetición de los celebrados en 2021, que fueron invalidados a raíz del caos logístico en que derivaron, con irregularidades administrativas en unos 200 locales.

A Giffey no se la podía responsabilizar de lo ocurrido, puesto no estaba al frente de la alcaldía al generarse ese caos, sino su correligionario, Michael Müller. Pero su coalición con los Verdes y La Izquierda nació con el pie torcido. La política socialdemócrata, que había sido ministra de la Familia bajo la canciller conservadora Angela Merkel, representa el ala más centrista del SPD. De haber podido, habría firmado ya en 2021 una coalición con los liberales, pero le falló la mayoría.

La repetición electoral la destronó a la segunda posición, tras la CDU. Matemáticamente habría sumado los suficientes escaños para seguir al frente de su tripartito con los Verdes y la Izquierda. Pero sus relaciones con la que fue su segunda en esa alianza, la verde Bettina Jarasch eran públicamente nefastas. En febrero, Jarasch estuvo a punto de quedar segunda tras Wegner, hasta que el recuento de voto le dio la ventaja a la aún alcaldesa por 53 votos. Fue una humillación para Giffey, que acabó de envenenar el ambiente entre ambas.

Buena parte del SPD expresó su rechazo a la decisión de Giffey en la consulta a las bases previa a la firma del pacto de coalición: salió el sí por el 54,3 %, reflejo de ese descontento.

El rechazo entre las filas socialdemócratas a una gran coalición liderada por los conservadores va más allá del caos que rodearon las regionales de 2021 o la frustración por los malos resultados de la alcaldesa en la repetición de estos, el pasado febrero.

Wegner recupera para la CDU el liderazgo de el gobierno en la capital y ciudad-estado alemana. El último alcalde conservador fue Eberhard Diepgen, quien perdió el puesto en 2001 tras abandonar los socialdemócratas la coalición. Fue una ruptura precipitada por un escándalo financiero que dejó a la capital al borde de la bancarrota. Su origen fueron los negocios especulativos de una sociedad bancaria -Bankgesellschaft-, de la que Berlín era accionista mayoritario, y que dejaron un agujero de 8.000 millones de marcos –unos 4.000 millones de euros-

El responsable del desastre fue la CDU y el ganador de la partida fue el socialdemócrata Klaus Wowereit, el alcalde que acuñó la frase de “pobre, pero sexy” como señal de identidad de la capital alemana.

El problema es que Berlín ya no es la capital atípica y barata de tiempos de Wowereit -en el cargo hasta 2014-. De capital de los prodigios, con alquileres increiblemente bajos para una capital europea, se pasó a ver cómo se disparaban los arriendos hasta lo insostenible. Verdes e Izquierda apostaban por llevar a la práctica el resultado de la consulta popular de 2021, en que se impuso la propuesta de expropiar bloques de pisos a grandes inmobiliarias para paliar la escasez de vivienda protegida. La gran coalición de Wegner y Giffey rechaza esa opción y propone urbanizar parte del gran parque ciudadano que es el antiguo aeropuerto de Tempelhof o desmantelar los llamados “huertos urbanos” que se reparten por toda la ciudad.

lunes, 24 de abril de 2023

Papelón histórico

 


Cuarenta años de los diarios de Hitler, precursor artesano de los “fakes” de hoy

Marina Ferrer


Los presuntos diarios de Adolf Hitler quedarán custodiados en el Archivo Federal alemán como lo que son: un monumental “fake” que hundió en el descrédito a “Stern”, el semanario que los lanzó al mercado para marcar hitos históricos o humanizar al monstruo . Así lo anunció el grupo mediático Bertelsmann, tras cerrar la investigación científica en torno a un escándalo ocurrido hace 40 años.

Fue el 25 de abril de 1983. Ese día, su reportero estrella, Gerd Heidemann, presentó ante una abarrotada conferencia de prensa los cuadernos negros con sello rojo adquiridos a un coleccionista llamado Konrad Kujau. Eran los primeros del total de 60 cuadernos teóricamente escritos por el Führer, reveladores de planes de guerra o incluso descomposiciones intestinales. Heidemann llevaba dos años en tratos con Kujau, al que había llegado a través de coleccionistas de parafernalia nazi y anticuarios.

La sensación periodística duró diez días. Incluso menos. En la misma conferencia de prensa, y mientras el director de “Stern”, Peter Koch, sostenía que los diarios harían “reescribir” la historia del Tercer Reich, hubo quien formuló dudas acerca de su autenticidad. Del cuestionamiento se pasó a una revisión del Archivo Federal, junto con la Fiscalía alemana y la Policía de lo Criminal.

Habían pasado décadas desde la Capitulación del Tercer Reich, en 1945. Nadie del entorno del “Führer”, quienes vivieron sus últimos días encerrado en el búnker berlinés o prestaron testimonio en los procesos aliados de Nuremberg hablaron nunca de la existencia de unos diarios. La primera revisión reflejó ya incongruencias cronológicas y situaciones que no casaban con la historia.

“Stern” no había pasado los cuadernos adquiridos por Heidemann por ningún proceso verificador. Ansioso de presentar al mundo el prodigio, avanzó la publicación de los avances editoriales a un lunes, ese 25 de abril, en lugar del jueves, el día en que habitualmente llegaba a los quioscos.

El 6 de mayo, finalmente, los tres estamentos federales --Archivo, Fiscalía y Policía-- desmantelaron el engaño. Los 60 cuadernos adquiridos por “Stern” no podían haber sido escritos por Hitler. No solo por los contenidos, sino porque el papel, el hilo de poliester para coser los cuadernos ni otros materiales utilizados existían en tiempos del Reich, sino ya entrada la posguerra.

Fue un “tierra-trágame” que aún hoy pesa sobre “Stern”. El reportero Heidemann y el falsificador Kujau acabaron ante la justicia. El primero, por estafa –nunca se supo el destino de parte de los 4,7 millones de marcos que “Stern” pagó por la exclusiva. El segundo, condenado a cuatro años y medio de cárcel por falsificación.

La historia de los falsos diarios dio para muchas portadas, libros, incluso una película --”Schtonk”-- y sucesivos reportajes. La televisión pública ARD estrenó ahora una serie en tres capítulos. Además de recordar la pifia periodística, se concluye que el falsificador Kujau no actuó únicamente para hacer negocio, sino que estaba más implicado en el entorno neonazi de lo que se creyó. Había empezado a escribir los falsos diarios en 1978. “Escribía orientado a lo que sus lectores de esa escena querían leer de Hitler”, asegura el historiador Magnus Brechtken.

La serie de la ARD incluye fragmentos de una entrevista de Kujau en la cárcel, así como Heidemann, con 91 años y sumergido en delirios. Reconstruye también el entorno de “Stern” y de su fundador, Henri Nannen, al frente de la publicación entre 1948 y 1983. A ese periodo se dedica el estudio encargado por Bertelsmann, incluidos los vínculos del editor con el nazismo.

“Stern” no es la única gran revista alemana que ha pagado con grietas en su credibilidad el no haber verificado lo que publicaba. Hace cuatro años, “Der Spiegel”, semanario político de referencia, despidió a su periodista estrella, Claas Relotius, tras revelar otro colega del mismo medio que se inventó testimonios y reportajes considerados “de investigación”.

La revisión ahora de los diarios “fake” de Hitler se produce en un momento de debate en torno a otras formas de engaño: los derivados de la inteligencia artificial. El mayor escándalo surgió la semana pasada, a raíz de una entrevista falsa generadas por la IA al excampeón mundial de Fórmula Uno Michael Schumacher, de quien no se tiene ni una imagen desde que en 2013 sufrió un accidente de esquí en los Alpes franceses. Su familia preserva celosamente su esfera privada. La directora de la publicación, Anne Hoffmann, fue despedida el domingo por el grupo editor, Funke, que pidió perdón a los lectores y a la familia por un producto “que nunca debió publicarse”.

Más que brisa marina


 

La “coalición del Mar del Norte” activa el mega-parque eólico europeo

Marina Ferrer


Los 175.000 kilómetros de costa que suman los países de dan al Mar del Norte, desde Francia a Noruega e incluidos Reino Unido, Irlanda, Bélgica, Países Bajos, Dinamarca y Alemania, se convertirán, según sus líderes actuales, en el mayor parque eólico marino de Europa entre 2030 y 2050. Su centro neurálgico y certificado de bautismo está en Bélgica, el país con menos extensión de litoral de la llamada “coalición del Mar del Norte”, ya que apenas tiene 67 kilómetros de costa. Pero teniendo en cuenta que en la alianza hay aún un noveno miembro sin mar –Luxemburgo--, hay que entender la iniciativa de esos nueve países europeos como una proclamación de apoyo a la energía eólica, uno de los puntales en el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2050.

“Nuestra franja litoral es modesta. Pero, en relación a nuestra población, nuestro parque eólico marítimo el segundo puesto en cuanto a rendimiento europeo”, afirmó desde Ostende (Bélgica), el primer ministro belga, Alexander de Croo. El primero corresponde a Dinamarca, aunque en términos absolutos el liderazgo europeo en infraestructuras eólicas marítimas corresponde a Reino Unido, con 14 gigavatios (GW). Alemania le sigue con ocho GW, mientras que Países Bajos, Dinamarca y Bélgica están sobre los dos o tres. De esa situación, con un total de 30 GW de 2022, se propone saltar la coalición del Mar del Norte a los 134 GW para 2030 y a los 300 para 2050. Es decir, multiplicar por diez el total de energía que generaron los parques eólicos marinos de esos nueve países el año pasado y suministrar la electricidad a 120 millones de hogares ya en 2030.

“La invasión de Ucrania precipitó una crisis energética en la que fue preciso recurrir a alternativas rápidas para garantizar el suministro al ciudadano y a la industria”, recordó la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, desde Ostende. Se respondió con eficacia a ese desafío; el siguiente objetivo es alcanzar un desarrollo de las renovables suficiente para lograr la descarbonización. “La Casa Europea es la casa de las renovables, del desarrollo del hidrógeno verde y de la energía eólica”, añadió.

“Con el apoyo de nuestros socios y aliados nos desprendimos de la dependencia energética respecto a Rusia”, apuntó por su parte el canciller alemán, Olaf Scholz. Aludía así a la búsqueda acelerada emprendida por su gobierno de alternativas al gas ruso. Noruega jugó ahí un papel fundamental como sustituto de urgencia de los envíos de energías fósiles que dejaron de llegar de Rusia. Seguirá desempeñándolo ahora a través de las renovables, garantizó el primer ministro, Jonas Gahr Store, quien antes del “bautismo” en Ostende del mega-parque eólico suscribió con von der Leyen un acuerdo para integrarse en la “alianza verde” del bloque comunitario, desde su posición de país extracomunitario.

En la coalición del Mar del Norte son así dos los países fuera de la UE –Noruega y Reino Unido--, lo que obligará a suscribir muchos y muy detallados protocolos para el desarrollo del parque eólico.

Habrá que armonizar normativas entre países con grandes diferencias en cuanto a planes energéticos. Alemania tiene marcado el objetivo de lograr que, para 2030, un 80 % del consumo energético del país más poblado de Europa proceda de las renovables, con la eólica como puntal prioritario. Francia, potencia atómica europea, aportó el año pasado 0,5 GW al total de 30 GW de energía eólica citados.

“Cada país tenemos nuestros planes. Pero el objetivo común es compartido: la energía limpia y la neutralidad climática”, aseguró el presidente francés, Emmanuel Macron, en la comparecencia compartida con von der Leyen, el belga de Croo, el alemán Scholz y la danesa Mette Frederiksen.

A 45 kilómetros en alta mar de Ostende quedará instalada una isla artificial a modo de nudo de conexiones entre los distintos brazos del parque eólico marino. Será uno de los puntos más relevantes del proyecto, pero no el único. Para lograr el rendimiento propuesto de los 300 GW deberán garantizarse una interconectividad a distintos niveles, con plataformas de conexión en alta mar cuya seguridad es uno de los grandes retos del parque.

El germen de la coalición formalmente suscrita en Ostende surgió hace once meses, en la isla danesa de Esbjerg, entre Alemania, Bélgica, Países Bajos y Dinamarca. Unos meses después, en septiembre de 2022, se produjo el sabotaje que inutilizó el gasoducto germano-ruso Nord-Stream, con explosiones coordinadas en tres de sus cuatro conductos. Lo ocurrido activó las alarmas y descartó la posibilidad de un “reencuentro” energético entre Moscú y Berlín. Ocurrió en aguas bálticas, cerca de la isla danesa de Bonholm. Son múltiples las versiones que circulan en los medios en torno a su autoría –incluida una supuesta trama pro-ucraniana--. Lo único que no se cuestiona es que el sabotaje evidenció la vulnerabilidad de las infraestructuras energéticas, como objetivo crítico de primer orden.

viernes, 21 de abril de 2023

A Ramstein no va uno a disfrutar

 

La OTAN entreabre un poco más la puerta a Ucrania, pero sin fecha


Marina Ferrer


La OTAN está dispuesta a entreabrir un poco más la puerta a un futuro ingreso de Ucrania, pero sin marcarse fechas concretas y sugiriendo que ésto ocurrirá cuando haya ganado una guerra en la que la Alianza está, de facto, cada vez más implicada.

“Ucrania tiene un puesto en la OTAN. Ahora lo fundamental es que gane”, afirmó su secretario general, Jens Stoltenberg. Para ello es fundamental “abordar una y otra vez algo tan aburrido como la logística”, añadió en la apertura de la reunión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania. Se celebraba como en las anteriores citas en Ramstein, la mayor base militar de EEUU en Europa. Acudían ministros, secretarios de Estado y otros representantes de 50 aliados occidentales de Kiev -entre ellos, la titular española de Defensa, Margarita Robles-.

Por logística entienden Stoltenberg, como el resto de los presentes, material militar. Tanques, munición o, en el caso de los socios polacos, también los cazas de fabricación soviética MiG-29.

El ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, cerró la sesión anunciando un supertaller para los “Leopard” en territorio polaco, cerca de la frontera con Ucrania. El secretario de Estado de EE.UU., Lloyd Austin, avanzó que en pocas semanas llegarán a territorio alemán los “Abrams”, los carros de combate de fabricación estadounidense equivalentes a los “Leopard” germanos. Desde ahí se brindará la instrucción previa a soldados ucranianos en su manejo, como se hizo con los “Leopard2” antes de enviarlos a Kiev. Tanto Pistorius como Austin insistieron, cada uno por su lado, en que lo prioritario es apoyar la defensa antiaérea ucraniana. Algo que para Varsovia o Kiev remite a la lentitud exasperante en la toma de decisiones que desde el inicio de la guerra se atribuye principalmente a Berlín.

En Ramstein confirmó Stoltenberg que había invitado al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para acudir a la próxima cumbre de la OTAN en Vilnius, la capital lituana. Que acuda o no el invitado estará obviamente sujeto a la situación en el frente.

La reunión en la base estadounidense estaba precedida por la visita “sorpresa” de Stoltenberg a Kiev el jueves. Que el secretario general de la Alianza estrechara la mano a Zelenski en la capital ucraniana fue rápidamente utilizado por Moscú para alimentar su argumentario de que se está tratando de “arrastrar” a ese país al bloque euroatlántico.

“La OTAN sigue mostrando su esencia agresiva, de la que advertíamos antes del inicio de la operación militar especial”, afirmó desde Moscú un portavoz del Kremlin este viernes, en paralelo a la reunión de Ramstein.

La llegada de Stoltenberg a esa base militar estadounidense, convertida en cuartel general operativo para el apoyo militar a Ucrania, dio continuidad a los contenidos expresados el día anterior en Kiev. Ahí confirmó el secretario general de la OTAN la invitación a Zelenski para la cumbre en Lituania, país que, como el resto de los bálticos y Polonia, reclaman el máximo apoyo a Ucrania e incluso un ingreso “exprés” en el bloque.

“Le invité a la reunión y me alegro de que haya aceptado”, afirmó Stoltenberg la reunión del Grupo de Contacto. “El futuro de Ucrania está en la familia euroatlántica”, añadió a continuación. A modo de mensaje de saludo, el secretario de Defensa estadounidense Austin insistía en la determinación de los aliados occidentales a mantener todo el apoyo a Kiev “para protegerse de los misiles rusos”.
En Vilnua debe formalizarse cómo se abre esa puerta a Ucrania, aunque el camino será distinto al iniciado el año pasado, en Madrid, con Finlandia y Suecia.

Con estos dos socios de la Unión Europea (UE) la cuestión era relativamente fácil: cumplían objetivamente todas las condiciones previas para su integración, además de tener de antemano la condición de país “asociado”. Finlandia logró la adhesión como miembro de pleno derecho en un tiempo récord -unos diez meses- y su bandera fue izada junto a las de los otros 30 socios el pasado mes de marzo. Suecia sigue pendiente de que Hungría y Turquía retiren sus objecciones a su ingreso. Ankara insiste en exigir de Estocolmo la extradición de lo que considera “terroristas” kurdos, entre otros, acogidos en territorio sueco.

Pero incluso sin haberse consumado aún la incorporación de Suecia como miembro de pleno derecho, el país nórdico participa activamente en las operaciones de la OTAN en su flanco nórdico y báltico. Esta semana se iniciaron las mayores maniobras desde hace 25 años en territorio sueco, con participación de 26.000 soldados de 14 países. Las operaciones discurren tanto en el sur como en el norte del país, incluida la estratégica isla de Gotland, en el Báltico.

Asimismo de facto se ha reforzado toda la frontera con Rusia o su aliada Bielorrusia desde los países afectados. Finlandia había empezado a construir sus 200 kilómetros de valla -del total de 1.340 kilómetros compartidos con Rusia- antes de convertirse formalmente en miembro de la OTAN. Polonia ha empezado a electrificar y reforzar asimismo la vigilancia en la franja compartida con el enclave ruso de Kaliningrado. Y los estados bálticos hicieron ya lo propio en la que les corresponde con Bielorrusia a raíz de la llamada “guerra híbrida”, meses antes del inicio de la invasión rusa de Ucrania, cuando desde Minsk empezó a “impulsarse” la llegada de refugiados hacia esos miembros de la UE, la mayoría de los cuales quedaron atrapados en tierra de nadie.


jueves, 20 de abril de 2023

Torpeza canallesca

Los Schumacher se revuelven contra la IA “usurpadora” del culto al ídolo ausente

Marina Ferrer




“Michael Schumacher: la primera entrevista”, era el título de portada de “die Aktuelle”, una de tantas revistas del mercado alemán donde se mezcla prensa del corazón y cotilleos sobre las monarquías europeas. Que el siete veces campeón del mundo de Fórmula Uno –cinco de ellas, con Ferrari- hubiera elegido a un medio de esas características para volver a la vida pública era más que improbable. De Schumacher no ha trascendido ni una sola imagen desde que en diciembre de 2013 sufrió un accidente de esquí en Méribel, en los Alpes. Ya entonces, su esposa Corinna y su manager, Sabine Kehm, orquestaron una férrea tenaza informativa en torno al ídolo, que quedó en coma inducido en un hospital de Grenoble mientras medios de todo el mundo trataban de “apropiarse” de cualquier información sobre su estado. El circo mediático no pudo romper el cerco familiar. Ni entonces ni cuando Schumacher salió del coma y fue trasladado a su chalet suizo de Gland y luego a su residencia familiar.

De eso hará pronto diez años y el silencio en torno al ídolo se mantuvo. Hasta que la Inteligencia Artificial, IA, trató de romperlo por la vía de una publicación ajena a la denominada prensa seria o de cierta calidad. La “primera entrevista” anunciada en la portada como “sensación mundial”, con un subtítulo en letra más menuda en que se advierte de que ésta suena “engañosamente cierta”, consiste en unos párrafos generados por la IA. Al margen de la sensación o no de realidad, su publicación sustenta las alertas lanzadas desde diferentes ámbitos sobre lo que puede dar de sí su uso incontrolado.

Los Schumacher, por lo pronto, han anunciado que se querellarán contra un medio que obviamente se ha saltado muchas reglas. La tenacidad con que Corinna Schumacher y Sabine Kehm se han aplicado en estos casi diez años a preservar al “kaiser” alemán de la Fórmula Uno de miradas indiscretas no deja margen de duda. La familia exige respeto a la esfera privada y control absoluto sobre la situación del excampeón del mundo.

Así ha sido incluso en el momento en que Mick Schumacher empezó a seguir los pasos de su padre en los circuitos, cuando dio el salto a la Fórmula Uno o cuando ingresó como "auxiliar" en Ferrari. El hijo del ídolo se ha referido en alguna ocasión al estado de Michael con frases alusivas al “apoyo” o “inspiración” que representa para él la figura de su padre, sin revelar ni un detalle sobre su evolución, si puede comunicarse con él o de qué forma. Hay una cuenta oficial de Michael Schumacher en twitter, administrada por la familia y con 385.000 seguidores, consagrada a recordar sus éxitos. E incluso una serie en Netflix volcada a su culto. Ofrecen, en cualquier caso, imágenes del pasado y la carrera del piloto, que se había retirado de los circuitos un año antes del trágico accidente en la estación de esquí francesa.

En los días y semanas siguientes, fueron varios los intentos de sucesivos paparazzis para captar imágenes del ídolo en coma. Uno incluso trató de irrumpir en la UVI disfrazado de cura, pero fue interceptado. La revista mencionada recurrió ahora a la IA para jugar al engaño, a través de una frase entre ridícula y absurda, por evidente, a modo de señuelo para una entrevista “fake”: “Mi vida ha cambiado totalmente”.

No es el primer revuelo que se genera en Alemania a raíz de la IA. Hace unos días trascendió el caso del fotógrafo Boris Eldagsen, quien renunció al prestigioso premio Sony Wordl tras admitir que la imagen ganadora se había generado por IA. Su renuncia se consideró ejemplar. La revista “die Aktuell” ahora mismo se ha convertido en paradigma de malas prácticas.

miércoles, 19 de abril de 2023

Ende gut

 Alemanya completa el "nein, danke" atòmic



El símbol de l’“Atomk­raft? Nein, Danke!” –“Ener­gia atòmica? No, gràcies”– que va mobi­lit­zar suc­ces­si­ves gene­ra­ci­ons de la família eco­lo­gista euro­pea, no només l’ale­ma­nya, va arri­bar dis­sabte a l’objec­tiu mar­cat: la des­con­nexió de les tres últi­mes plan­tes que que­den en un país, que des dels anys sei­xanta ha tin­gut 37 reac­tors, inclo­sos els dos que va ins­tal·lar al seu ter­ri­tori la República Democràtica Ale­ma­nya (RDA), l’Ale­ma­nya comu­nista. Ha estat un camí llarg i amb unes quan­tes sotra­ga­des, que acaba en un moment en què bona part d’Europa aposta per l’ener­gia nuclear.Els fran­ce­sos la defen­sen com a irre­nun­ci­a­ble i argu­men­ten, fins i tot, que sense aquesta font no es com­pli­ran els objec­tius de reducció de les emis­si­ons de CO2. Val a dir, però, que el grau de dependència nuclear fran­cesa no és com­pa­ra­ble amb la dels ale­manys: França té 19 cen­trals i 56 reac­tors, que pro­por­ci­o­nen un 80 % del con­sum elèctric del país; les tres últi­mes plan­tes ale­ma­nyes només en pro­por­ci­o­na­ven el 2022 un 6,4 %. Per a França, l’ener­gia atòmica és una mena de senyal d’iden­ti­tat i garan­tia d’inde­pendència energètica.

Dependència de Rússia


Ale­ma­nya, fins a la invasió d’Ucraïna, tenia una relació de dependència del gas que rebia de Rússia. A la guerra d’agressió de Mos­cou sobre Kíiv Berlín hi va res­pon­dre amb una reducció dràstica d’aquesta dependència. No ho va fer només per con­vicció, sinó forçat per la decisió del govern de Mos­cou de tan­car els sub­mi­nis­tra­ment que envi­ava pel gaso­ducte Nord-Stream que, al damunt, va que­dar inu­ti­lit­zat pels sabo­tat­ges d’auto­ria no acla­rida.

Berlín podria haver seguit la dinàmica d’altres socis, com Suècia, que han fet marxa enrere en el seu adeu a l’ener­gia atòmica. També Finlàndia està en ple “retro­ba­ment” amb les cen­trals nucle­ars, en les seves ver­si­ons més segu­res i tècni­ca­ment per­fec­ci­o­na­des. Els dos països nòrdics no han de témer els pro­ble­mes deri­vats de la sequera que l’estiu pas­sat va obli­gar els fran­ce­sos a dei­xar en sus­pens la mei­tat de les seves cen­trals, amb els rius secs i sense pos­si­bi­li­tats de pro­ce­dir a la refri­ge­ració dels seus reac­tors. Polònia, per la seva banda, es pre­para per ingres­sar al grup dels països amb cen­trals atòmiques.

El comiat ale­many a l’ener­gia nuclear és un adeu con­tra cor­rent. Pro­ba­ble­ment una altra cons­tel·lació de govern dife­rent de l’actual –el tri­par­tit del soci­al­demòcrata Olaf Scholz amb els verds i els libe­rals– hau­ria fet que Ale­ma­nya també s’ho replan­tegés. La presència dels verds en la coa­lició ha fet que es man­tingués l’essència del calen­dari amb una única pròrroga de tres mesos i mig, adop­tada per decisió per­so­nal de Scholz, sense comp­tar amb els socis, la tar­dor pas­sada. En aquells moments, hi havia una tensió extrema entre el minis­tre d’Eco­no­mia i Pro­tecció del Clima, el verd Robert Habeck, i el de Finan­ces, el libe­ral Chris­tian Lind­ner. El pri­mer defen­sava man­te­nir el 31 de desem­bre de 2022 com a data per a l’apa­gada de les últi­mes tres cen­trals nucle­ars. El libe­ral insis­tia, com l’opo­sició con­ser­va­dora, que s’havien de dei­xar ni que fos en situ­ació de reserva. Aler­tava que es podien pro­duir pro­ble­mes de sub­mi­nis­tra­ment en un hivern sense gas rus per escal­far el país més poblat de la Unió Euro­pea (UE), amb més de 82 mili­ons d’habi­tants.

Decisió de Scholz

Olaf Scholz va actuar en soli­tari i va anun­ciar la pròrroga fins al 15 d’abril. Habeck ho va aca­tar, men­tre Lind­ner con­ti­nu­ava remu­gant –com encara fa– que quin mal hi ha a dei­xar tres cen­trals de reserva.

Pels Verds, la defensa del calen­dari de l’apa­gada era més que una qüestió de tos­su­de­ria. El par­tit eco­lo­gista ha hagut d’encai­xar mol­tes renúncies durant aquest any i escaig de crisi energètica. Habeck ha hagut de bus­car alter­na­ti­ves cares al gas pro­ce­dent de Rússia i, un pecat encara més greu per al seu par­tit, ha hagut de tor­nar a acti­var explo­ta­ci­ons de carbó per garan­tir el sub­mi­nis­tra­ment d’ener­gia a tot el país. És a dir, Ale­ma­nya con­ti­nua inver­tint en ener­gia fòssil i alta­ment con­ta­mi­nant, en espera del ple desen­vo­lu­pa­ment de les reno­va­bles.

Reno­va­bles enca­lla­des

En els setze anys al poder d’Angela Merkel, les reno­va­bles no aca­ba­ven d’enge­gar –esta­ven enca­lla­des en un 35 % del total del con­sum elèctric–. Amb Scholz a la can­ce­lle­ria ale­ma­nya, i Habeck com a vice­can­ce­ller, es va arri­bar al 42% –el 2021– i es va con­ti­nuar pujant al 46,5% -–el 2022–. L’objec­tiu del tri­par­tit és que les reno­va­bles arri­bin al 80% d’aquí a l’any 2030.

Ter­mini assu­mi­ble

La pròrroga dels tres mesos i mig era un preu assu­mi­ble pels verds ale­manys. El pla per a l’adeu a aquesta font d’ener­gia ha estat objecte d’unes quan­tes vari­a­ci­ons des que, el 2002, l’ales­ho­res govern del soci­aldèmocrata Ger­hard Schröder amb els verds pac­tes­sin amb la indústria el tan­ca­ment pro­gres­siu de totes les cen­trals. L’última s’havia de des­con­nec­tar el 2022. Amb el govern de la demo­cris­ti­ana Angela Merkel van venir dues vari­a­ci­ons en dos anys de diferència. El 2009, en for­mar coa­lició amb els libe­rals, la can­ce­llera va deci­dir per­llon­gar la vida de les cen­trals més moder­nes –n’hi havia dis­set en actiu–. Qua­tre dies després de la catàstrofe nuclear de Fukus­hima se’n va des­dir per recu­pe­rar el pla ori­gi­nal. De cop va que­dar palès que una catàstrofe de con­seqüències incon­tro­la­bles no només pot pas­sar en llocs com Txernòbil el 1986 sinó també en un país alta­ment tec­ni­fi­cat com el Japó, el 2011.

Hipo­teca gene­ra­ci­o­nal

Les cen­trals nucle­ars han gene­rat ener­gia durant una sei­xan­tena d’anys, però dei­xen una hipo­teca per a 30.000 gene­ra­ci­ons, argu­menta una altra minis­tra verda de Scholz, la de Medi Ambi­ent, Steffi Lemke. Els resi­dus atòmics han de que­dar enter­rats durant un període d’un milió d’anys, segons la nor­ma­tiva vigent. I Ale­ma­nya no té un cemen­tiri defi­ni­tiu. Entre els resi­dus acu­mu­lats fins ara per les cen­trals ja des­con­nec­ta­des i els pro­ce­dents de les tres últi­mes hi ha uns 300.000 metres cúbics de dei­xa­lla alta­ment radi­o­ac­tiva.

La qüestió d’on enter­rar-los és una gran assig­na­tura pen­dent. El dipòsit tem­po­ral de Gor­le­ben, al cen­tre del país, ha estat esce­nari de bata­lles cam­pals entre mani­fes­tants i poli­cia sem­pre que s’hi han trans­por­tat con­te­ni­dors de resi­dus pro­ces­sats a França o el Regne Unit.

L’àmbit polític ale­many està com­promès a deci­dir-ne un destí final abans de l’any 2030 i de tenir-lo a punt per rebre les dei­xa­lles el 2050. El “Nein, Danke!” serà motiu de cele­bració en el movi­ment anti­nu­clear ale­many. Però queda per resol­dre la bata­lla per les dei­xa­lles atòmiques.

En Varsovia

 Steinmeier, de la vergüenza por los crímenes nazis a la condena a la "guerra de agresión" de Putin



Marina Ferrer


Un presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, con una estrella de David en la solapa, como las que los nazis obligaron a llevar a los judíos, y pidiendo perdón desde Polonia por los crímenes del Tercer Reich: la imagen, en el 80 aniversario del levantamiento del gueto de Varsovia, no tenía la carga emocional de la que desplegó Willy Brandt, en diciembre de 1970, arrodillado ante el monumento a los héroes de la revuelta judía. El gesto del entonces canciller alemán fue espontáneo, silencioso y probablemente la mejor expresión del arrepentimiento y la vergüenza alemana por el horror del nazismo.

Steinmeier plasmó en un discurso el mismo sentimiento que Brandt, socialdemócrata como él. Aseveró que la responsabilidad alemana por los crímenes del nazismo persistirá aún por varias generaciones venideras.

“Los crímenes cometidos aquí por los alemanes me hunden en una profunda vergüenza”, afirmó, en una ceremonia marcada por el sonar de las sirenas con que en Varsovia se recuerda todos los años a las 12.00 del mediodía la revuelta del 19 de abril de 1943. Esa mañana los confinados se levantaron a la desesperada contra su deportación. De los 450.000 judíos que habían vivido hacinados en los tres kilómetros cuadrados del gueto quedaban apenas 50.000 en verano de 1942, con el inicio de las deportaciones masivas al campo de exterminio de Treblinka. El levantamiento fue brutalmente sofocado y quienes seguían en sus casas murieron abrasados, con el gueto en llamas.

“Estoy ante ustedes para pedirles perdón por los crímenes cometidos por los alemanes”, resumió Steinmeier. El mensaje del presidente no difiere mucho de otros discursos pronunciados tras la histórica genuflexión de Brandt por otros líderes alemanes, sea en Polonia o en Israel. Le acompañaban en los actos del 80 aniversario el presidente polaco, Andrzej Duda, y el israelí, Isaac Herzog. Steinmeier elogió no solo el “valor inimaginable” de los judíos del gueto que, sin apenas armas y depauperados, plantaron cara a los soldados nazis. También condenó la actual “guerra de agresión” que sacude Europa, en la vecina Ucrania, y proclamó la determinación alemana a apoyar, como lo hace Polonia, a Kiev.

Al margen de las expresiones de unidad frente a Rusia o de reconciliación sobre las heridas del pasado, la presencia en Varsovia de los presidentes alemán, israelí y polaco se producía en un momento de tensiones a múltiples bandas, no solo históricas. Polonia reprocha cada vez que surge la ocasión a Berlín su lentitud en el apoyo militar a Kiev. Y sigue reclamando de Alemania reparaciones por los estragos de la ocupación nazi –que el ultranacionalista partido gubernamental Ley y Justicia (PiS) sitúa en 1,3 billones de euros--. Berlín considera que esa deuda quedó zanjada con la renuncia de la propia Polonia, en 1953, a ser indemnizada por la República Democrática Alemana (RDA). Varsovia argumenta que fue una decisión forzada desde Moscú sobre la entonces Polonia comunista.

Entre Israel y Polonia, por otro lado, sigue escociendo la herida provocada el año pasado por la ley aprobada pro Varsovia que impedía la restitución de cualquier bien incautado por los nazis a sus herededos. Una medida que el entonces primer ministro, Yair Lapid, calificó de “antisemita e inmoral”.

lunes, 17 de abril de 2023

Club de fans

 


Merkel recibe el máximo honor alemán entre amigos e incondicionales


Marina Ferrer

La excanciller alemana Angela Merkel recibió de manos del presidente del país, Frank-Walter Steinmeier el máximo honor que se dispensa en su país a un político, la Gran Cruz del Mérito. Lo hizo rodeada de incondicionales y en ausencia de antiguos rivales, incluidos lo internos.

Steinmeier, quien fue ministro de Exteriores de Merkel antes que presidente, el ahora canciller y extitular de Finanzas en su último mandato, Olaf Scholz, o la presidenta de la Comisión Europea (CE), su exministra de Defensa, Ursula von der Leyen, ocupaban los puestos de honor. Algo más en la retaguardia estaban rostros ajenos al ámbito político, como el exseleccionador de fútbol Jürgen Klinsmann, algún familiar y también colegas del mundo científico, al que perteneció Merkel antes de llegar a la política y al que sigue perteneciendo su esposo, el catedrático de Química Joachim Sauer.

Más que esas presencias, la comidilla de la ceremonia fue la ausencia del líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU, Friedrich Merz, así como del resto de la cúpula actual del partido que la excanciller dirigió durante 18 años.

Steinmeier se extendió en los méritos y logros políticos de Merkel, recordó su liderazgo europeo a través de sucesivas crisis, así como varias características de su personalidad -la discreción, la ausencia de vanidad y su talento para el consenso. La homenajeada dedicó una breve alocución a agradecer la presencia de sus invitados, empezando por Scholz.

Fue una ceremonia sobria, pese a ser la Gran Cruz del Mérito la máxima distinción que se otorga en Alemania. Existe otra Gran Cruz de rango mayor, pero que la recibe de forma automática todo presidente al acceder a ese cargo, por lo que no tiene el rango de un reconocimiento.

Hasta ahora la Gran Cruz del Mërito solo la habían recibido Konrad Adenauer, en el poder entre 1949 y 1963, y Helmut Kohl, en el cargo de 1982 a 1998. Que tanto estos dos excancilleres como Merkel pertenecieran a la CDU y que, por contra, no la recibieran ni el socialdemócrata Willy Brandt ni su sucesor y correligionario Helmut Schmidt ha sido ya motivo de reflexión estos días.

La ceremonia en el Palacio de Bellevue fue de carácter más bien reducido, pero había trascendido la lista de los 20 invitados convocados por la condecorada. Entre ellos destacaban algunos de sus exministros más cercanos -como el exjefe de la Cancillería, Helge Braun, y el del Interior, Thomas de Maizière- dos asesoras y secretarias que fueron casi parte de su familia –Eva Christiansen y Beate Baumann-. Y otro puntal en sus años en el poder, su exportavoz del gobierno, Steffen Seibert.

Pero, al margen de estas figuras reconocibles como de su “entorno”, lo más clamoroso fue la ausencia de Merz, a quien Merkel arrinconó al asumir las riendas de la CDU, en el 2000. En cuanto la excanciller se retiró de la vanguardia política, su antiguo rival volvió a la carga.

De Merkel se dijo en sus 16 años en el poder -2005 a 2021- que “socialdemocratizó” a la derecha moderada alemana. Un año y medio después de su retirada política, en la CDU apenas quedan huellas del centrismo que representó Merkel.

domingo, 16 de abril de 2023

Cuidado con el campo

El campo polaco se revuelve contra la UE y colapsa el cereal ucraniano

Marina Ferrer



Las protestas de los agricultores polacos contra la decisión de la Unión Europea (UE) de eximir de aranceles a los productos agrícolas de Ucrania ha derivado en un colapso del tránsito de cereales y otras mercancías ucranianas hacia territorio europeo. Tras semanas de tensiones, el gobierno de Varsovia, dirigido por el ultraconservador partido Ley y Justicia (PiS), optó este fin de semana por prohibir no solo la importación de grano y otros productos agrícolas, sino también el tránsito por su territorio, al menos hasta el 30 de junio. Casi de inmediato, Hungría adoptó la misma decisión, lo que dificulta hasta casi la paralización el transporte terrestre de los cereales de Ucrania, potencia mundial exportadora de grano.

La vía a través del Mar Negro funciona solo a trompicones, pese al acuerdo alcanzado con Rusia, por mediación de Turquía y la ONU, para que se respeten unos corredores marítimos para esos transportes. La prórroga acordada hace unas semanas entre Kiev y Moscú es precaria, puesto que ambos países mantienen versiones distintas sobre su duración y alcance. La decisión ahora de Varsovia deja en el aire la viabilidad de la principal alternativa terrestre, por la que desde el inicio de la invasión rusa habían circulado dos tercios de las exportaciones de grano ucraniano.

El gobierno del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, insiste en que la medida es temporal y que no va en contra de Kiev, sino de la decisión de la UE de liberar de aranceles el grano ucraniano sin pensar en las consecuencias a escala nacional. Ello desató las protestas del campo polaco, que ve cómo se acumulan en su país esos productos a precios ventajosos, mientras no encuentra salida para los propios No se trata únicamente del cereal, destinado a otros países europeos o hacia África, sino también de frutas y verduras, lácteos y una larga lista de productos.

Las protestas del campo se cobraron ya la cabeza de un ministro de Agricultura, Henryk Kowalczyk, quien presentó su dimisión hace diez días. Fue coincidiendo con la visita a Varsovia del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Era su primer viaje oficial desde el estallido de la guerra a la capital de Polonia, el principal aliado europeo de Kiev. Varsovia ha brindado hasta ahora un apoyo inquebrantable al país agredido, tanto en lo que se refiere a la acogida de millones de refugiados como a la ayuda militar, incluidos carros de combate “Leopard2” y cazas “Mig-29”.

Zelenski fue recibido entonces por su homólogo polaco, Andrzej Duda, entre expresiones de máxima solidaridad y el compromiso de nuevos envíos de esos aviones de combate. Ambos trataron de pasar de puntillas sobre el conflicto del campo, pese a que ese mismo día Kowalczyk era relevado en el puesto por el nuevo titular de Agricultura, Robert Telus.

El malestar del campo es algo que no puede permitirse el PiS en este año electoral. En otoño se celebrarán elecciones legislativas en Polonia, país eminentemente agrícola. El ultraconservador partido de Morawieki –y de Duda, aunque formalmente accedió a la presidencia como independiente-- ganó los comicios parlamentarios de 2019 pero no tiene la mayoría del Senado. Siente la presión de la opositora Plataforma Cívica (PO), entre cuyos aliados estuvo hace cuatro años el llamado Partido de los Campesinos (SPL).

El PiS no puede fallarle al campo, pero tampoco puede dejar colapsado el grano ucraniano. A Hungría le viene bien compartir la prohibición, puesto que no está exactamente entre los aliados occidentales de Kiev. En busca de una solución para desbloquear al menos el tránsito de mercancías se espera este lunes la visita a Varsovia del ministro de Agricultura ucraniano, Mykola Solskyi.

viernes, 14 de abril de 2023

Na, endlich


La razón o la sinrazón del apagón nuclear “contracorriente”


Marina Ferrer


“Este sábado se apagan los tres últimos reactores. Es la victoria de 50 años de lucha. Y que no nos vengan con dejarlos en reserva: un reactor no se apaga o enciende dándole al interruptor, es un proceso mucho más complicado. Los 60 años de uso de esa energía dejan una hipoteca de basura atómica para las próximas 30.000 generaciones”. Helge Bauer, del colectivo “Ausgestrahlt. Gemeinsam gegen Atomenergie” --”Radioactivado. Juntos contra la energía atómica”--, resume así para El Periódico sus sensaciones y también temores ante el apagón final, este 15 de abril. Sensación de victoria, por un lado. Y temor ante las voces que una moratoria para una fuente de energía que están reactivando países avanzados como Suecia. Su alusión a las 30.000 generaciones remite al millón de años que deben quedar enterrados los residuos dejados por las 37 centrales atómicas que ha tenido Alemania en los 62 años de uso civil de esa fuente de energía.

“El apagón nuclear ahora es una cabezonería de los Verdes. Han preferido reactivar explotaciones de carbón, una energía fósil que hace inviable el cumplimiento del objetivo de reducción de emisiones de CO2. El apagón no es sensato, mientras no se consiga un desarrollo suficiente de las energías renovables. El 15 de abril es un día negro en la lucha contra el cambio climático”. El exministro de Sanidad, Jens Spahn, eterno aspirante a liderar a los conservadores alemanes, sintetizaba así estos días ante medios alemanes o extranjeros el parecer de quienes, habiendo compartido en otros tiempos el objetivo del apagón, consideran que es éste el peor momento posible para consumarlo.

Para Bauer, que se declara “activista antinuclear, desde que tengo uso de razón”, el término seguridad no es aplicable a ninguna central atómica. En caso de accidente, la catástrofe “escapa a todo control”. Se remite no solo a Chernobyl, la central ucraniana bajo estándares soviéticos cuya explosión en 1986 desató todas las alarmas. Japón, un país altamente tecnificado, vivió su propia catástrofe en 2011, en Fukushima. “Europa está ahora en guerra y nadie puede desconocer la vulnerabilidad de otra central ucraniana, Zaporiyia, ocupada por los rusos”, prosigue el activista.


Diversificación desnuclearizada

“La seguridad energética no puede darse por garantizada. Los Verdes insisten en el término diversificación, tras el periodo de la dependencia energética rusa que afortunadamente hemos dejado atrás. Pero rechazan el uso de una energía limpia y prefieren dotar a Alemania de una terminal de GNL tras otra, además de seguir explotando el carbón”, añade Spahn. El exministro intentó repetidamente alcanzar la jefatura de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido que Angela Merkel dirigió durante 18 años, para ver como finalmente se alzó con el puesto su líder actual, Friedrich Merz, representante como él mismo del ala más derechista del partido.

El activista Bauer recuerda que la energía atómica proporcionaba en esa fase final apenas un 6 % del consumo eléctrico del país. Y que la propia Alemania exportó electricidad a Francia el año pasado, en medio de la sequía que paralizó la mitad de las centrales atómicas francesas. Reprocha a los Verdes, el partido del ministro de Economía y Protección del Clima, Robert Habeck, sus “concesiones” en el último tramo hacia el apagón -o incluso traiciones, en opinión del activismo climático más radical--. Los Verdes, socios del canciller socialdemócrata Olaf Scholz, han incurrido en sucesivas contradicciones internas. En parte, obligados por el tercer socio, el Partido Liberal (FDP) del ministro de Finanzas, Christian Lindner; pero en parte, como representantes de la vía pragmática del ecologismo. Frente a las críticas a la reactivación de explotaciones carboníferas en reserva, mantienen el calendario de adiós al carbón para 2030 --o, a más tardar 2038--. Prometen a avanzar en el desarrollo de las renovables, que en 2022 proporcionaban un 46 % del consumo y para 2030 deben llegar al 80 %, según los objetivos reconocidos por el tripartito de Scholz.

Malos tiempos para el apagón


Que el apagón nuclear se produce en un mal momento se refleja en la opinión pública. Si durante décadas hubo consenso sobre el adiós a esa fuente de energía, ahora un 59 % de la población se pronuncia en contra del apagón, según un sondeo de la televisión pública ARD. Los precios disparados de la factura eléctrica son la principal preocupación de los ciudadanos.

En 2002, cuando el gobierno del socialdemócrata Gerhard Schröder, con los Verdes como aliados, pactó con la industria el apagón nuclear progresivo, la gran familia ecologista europea celebró como un hito la decisión política de la primera economía europea. Ahora Alemania va contra corriente. No solo respecto al vecino francés, con 19 plantas o 56 reactores. Si no también respecto a Suecia, cuyo gobierno de centro-derecho revirtió el calendario del adiós para plantear la construcción de nuevas centrales. Finlandia planifica asimismo con la energía atómica como para cumplir con los objetivos climáticos. Y Polonia tiene en programa construir sus primeras plantas.

“Ir contra corriente no es estar equivocado”, sostiene el activista Bauer. La desconexión este sábado de las tres últimas centrales no es el fin de su lucha. Alemania tiene aún que decidir qué hace con los 120.000 metros cúbicos de residuos atómicos, de alta o media radioctividad, que sumados a los de las últimas plantas desactivadas o los materiales de las que están en proceso desmantelamiento suponen 300.000 metros cúbicos. Hasta 2030 tiene que decidir dónde construye su cementerio definitivo. Otra gran asignatura pendiente de sucesivos gobiernos.


Fechas clave hasta el adiós a la energía nuclear:


1961 Entra en servicio en Baviera la primera central nuclear de la República Federal de Alemania (RFA). En paralelo la República Democrática Alemana (RDA) construye la primera en su territorio.

1975 Surgen las primeras protestas en el sur del país, que se extenderán al resto de la RFA.

1986 La explosión del cuarto reactor de Chernobyl, en Ucrania, convierte en masivas las protestas antinucleares. Las autoridades de la RFA ordenan mediciones de la nube tóxica que alcanza su territorio, mientras las de RDA sentencian que no hay peligro para la salud de la población.

1990 Con la reunificación alemana y la absorción del territorio de la RDA en el de la RFA se sella el fin de las plantas atómicas en la Alemania comunista, consideradas inseguras.

2002 El gobierno roji-verde de Gerhard Schröder pacta con la industria el cierre progresivo de las centrales atómicas. Las últimas deberán desconectarse en 2022.

2010 La canciller conservadora Angela Merkel decide con sus socios liberales ampliar los plazos de actividad de las centrales más modernas, aunque mantiene el objetivo del cierre.

2011 Bajo la conmoción de la catástrofe de Fushima, Merkel ordena el cierre en tres meses de las centrales más antiguas y recupera la fecha del 2022 para el apagón definitivo.

2022 En medio de la crisis energética precipitada por la guerra en Ucrania, el canciller socialdemócrata Olaf Scholz decide una prórroga de tres meses y medio para la desconexión de las tres últimas plantas, inicialmente prevista para el 31 de diciembre.


2023 El 15 de abril se desconectan las tres últimas plantas: Isar 2, en Baviera (sur), Neckar 2 en Baden Württemberg (sur) y Emsland en Baja Sajonia (centro).

jueves, 13 de abril de 2023

Reliquias a precio de saldo

 

Berlín da luz verde al envío a Ucrania de cinco MiG-29 polacos procedentes de la RDA

Marina Ferrer



Berlín no ha dudado está vez y ha autorizado por la vía rápida a Polonia a enviar a Ucrania cinco cazas MiG-29 procedentes del ejército de la extinta República Democrática Alemana (RDA), la Alemania comunista. El ministro de Defensa, Boris Pistorius, ha dado el visto a esta operación como prueba de la “fiabilidad” de Alemania hacia sus socios. “La petición llegó hoy mismo a nuestro departamento y nos satisface haberle dado la aprobación”, informó Pistorius, a través de un comunicado. En el texto se recuerda que el presidente polaco, Andrzej Duda, avanzó el propósito de su país de entregar más aviones a Kiev durante la reciente visita a Varsovia de su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski.

Los cinco MiG-29 proceden de la partida de 22 unidades adquirida a Alemania en 2002, tres años después de la reunificación alemana y de la incorporación de la RDA al territorio de la República Federal de Alemania (RFA). De acuerdo con lo estipulado en el contrato, Varsovia debía solicitar esa autorización a Berlín en caso de querer venderlos o cederlos a un tercer país.

Es un caso parecido al ocurrido meses atrás, entonces con los carros de combate “Leopard2”, de fabricación alemana. La diferencia es que entonces Berlín tardó semanas en tomar una decisión al respecto, en medio de fuertes presiones de Kiev y de Varsovia. Finalmente dio luz verde tanto al envío de los tanques de su propio ejército como a los que tienen en sus fuerzas armadas otros aliados de la OTAN.

Con el visto bueno alemán se posibilitó el envío de los “Leopard2” que Ucrania venía reclamando como imprescindibles para una ofensiva terrestre. Junto a las 18 unidades entregadas por Berlín, se comprometieron a participar en esos envíos Polonia, Finlandia, España, Portugal y Canadá, entre otros aliados occidentales. Estados Unidos, por su parte, aportará los “Abrams”, equivalentes a ese modelo pero de fabricación propia.

Berlín, como Washington, han descartado hasta ahora entregar aviones de combate a Ucrania por considerar que ello implicaría una participación activa de pilotos en la OTAN en la guerra contra Rusia. Sin embargo, de acuerdo a los mencionados medios, el gobierno de Olaf Scholz no ve un problema en lo que respecta a los MiG-29, de fabricación soviética y que sí pueden pilotar soldados ucranianos. Entregar cazas de fabricación occidental, por contra, sería un salto cualitativo, según Berlín.

Polonia entregó a Ucrania a finales de marzo los primeros cuatro MiG-29, que no formaban parte de la partida adquirida a Alemania, según aclaró entonces Varsovia. El gobierno de Mateusz Morawiecki ratificó ahí su intención de suministrar de forma inmediata otros seis y, a medio plazo, un número indeterminado de más cazas, presumiblemente los de la RDA.

Varsovia considera que ello no merma la capacidad de las fuerzas aéreas polacas, que en 2020 firmó un contrato para la adquisición de modernos cazas F-35 de fabricación estadounidense. Polonia recibirá en 2025 los primeras unidades de los 32 aviones de combate de ese modelo adquiridos.

miércoles, 12 de abril de 2023

El porro roloaded

 Alemania, hacia la despenalización controlada del cannabis

Marina Ferrer




Comprar hasta 50 gramos de cannabis al mes tener tres plantas en casa dejará de estar prohibido en Alemania previsiblemente a partir de finales de este año. También quedarán autorizados los llamados “Clubs” de cannabis, sin fines lucrativos y con capacidad para hasta 500 socios, que podrán sembrarlo ahí. Se venderá de manera limitada, con cantidades de hasta 50 gramos al mes o 25 gramos al día –para los mayores de 21 años- o de 30 gramos –para adultos entre 18 y 21 años--. Por debajo de esa edad seguirá estando prohibido.

La regulación fue presentada por el ministro de Sanidad, el socialdemócrata Karl Lauterbach, y el de Agricultura, el verde Cem Özdemir. El primero, que ejerció como médico antes de acceder a la política y fue durante la pandemia una presencia habitual en tertulias como defensor de la línea dura contra la covid, fue en el pasado contrario a la legalización del cannabis. Consideraba que su consumo podía ser dañino entre los jóvenes.

Özdemir dio asimismo en el pasado que hablar por su relación con el cannabis. En su caso al revelarse en un vídeo difundido por él mismo la presencia de una planta de cannabis en su balcón. Eso fue hace nueve años, pero en Alemania se sigue recordando el revuelo causado por ese video con el diputado del Bundestag (Parlamento) con la planta prohibida.

Por entonces no se hablaba de despenalizar en Alemania el consumo con fines recreativos de esta substancia. Con la llegada al poder del socialmócrata Olaf Scholz, con los Verdes y los Liberales como aliados, quedó incluido en el pacto de coalición el objetivo de su legalización. Los tres socios compartían ese parecer. A Lauterbach le ha correspondido poner en marcha el proyecto de ley, mientras que Özdemir le encargará lo correspondiente a la regulación de su cultivo.

Será un consumo, posesión y venta absolutamente regulado y con el fin de que combatir su mercado negro. Solo se podrá adquirir en comercios con la correspondiente licencia, aunque sí se permitirá la posesión de hasta tres plantas en casa. Tampoco se podrán fumar porros en las cercanías de escuelas, guarderías o zonas peatonales antes de las 20.00 horas, según el documento presentado por los ministros.

Lauterbach había presentado en 2022 un anteproyecto amenos restrictivo. Pero lo modificó posteriormente, tras someterlo a consulta previa de la Comisión Europea (CE) para evitar tropiezos con la regulación comunitaria.   Junto a la prohibición para los menores de 18 años seguirá asimismo sin autorizarse ningún tipo de publicidad acerca de los clubs de cannabis u otras posibilidades de consumo, cultivo, etc. “El consumo de cannabis existe. Criminalizándolo no se ha logrado apartar a la gente de su consumo, sino que solo se ha logrado generar un mercado negro”, resumió Özdemir.