
El canciller alemán, Friedrich Merz / Carsten Koall/dpa
Gemma Casadevall, Berlín 08 AGO 2025 12:57Alemania no exportará armas a Israel "susceptibles de ser utilizadas en Gaza": con esta decisión respondió el canciller Friedrich Merz a la ofensiva anunciada por el Gobierno de Binyamín Netanhayu para hacerse con el control de la Ciudad de Gaza. Es un giro de gran relevancia para Berlín, que hasta ahora ha rechazado adoptar las sanciones a escala europea impulsadas por otros socios de la UE y también interrumpir los suministros de armas a Israel. Tampoco se plantea, por el momento, un reconocimiento de Palestina, como sí han anunciado Francia o Reino Unido.
"Israel está en su derecho de defenderse frente al terror de Hamás. La liberación de los rehenes y la consecución de una tregua es asunto prioritario para nosotros (…) Hamás no puede desempeñar ningún papel en el futuro de Gaza", establece el comunicado difundido por Merz, de acuerdo a la línea de su Ejecutivo de expresar en primer lugar su apoyo a Israel.
El plan de Netanyahu cierra aún más las posibilidades de avanzar hacia estos objetivos, sostiene a continuación el líder alemán, para justificar así su decisión, con efectos inmediatos, de no suministrar armas "utilizables" para esa nueva ofensiva. "El Gobierno alemán está profundamente preocupado por el sufrimiento de la población civil de Gaza", insiste Merz, quien reitera además su apremio a Netanyahu para no dar "ni un paso más" en dirección a una anexión de Cisjordania.
Alemania ha sido hasta ahora uno de los grandes exportadores de armas a Israel, con un 30 % del total que adquiere ese país. Desde el inicio de la ofensiva israelí, tras la toma de rehenes de Hamás, el 7 de octubre de 2023 y hasta el pasado mayo, Berlín ha autorizado ventas de armamento a ese país por 485 millones de euros, según cifras recientes del ministerio de Economía.
Bloqueo a la acogida de menores gazatíes
La decisión de Merz sigue no solo a las alarmas internacionales sobre la hambruna que padecen especialmente los niños de Gaza, sino también al creciente rechazo entre la opinión pública a la ofensiva israelí. Un 80 % de los alemanes desaprueba el proceder del gobierno de Netanyahu en Gaza. En medio de ese giro, ha causado extrañeza el bloqueo del Gobierno de Merz a la acogida de grupos reducidos de menores enfermos o heridos. "Son iniciativas generosas, pero para atenderlas tenemos que resolver una serie de problemas de seguridad", afirmaron fuentes del Ministerio de Interior, ante las críticas de ciudades como Hannover, Berlín, Bonn y Leipzig por ver bloqueada su oferta de acogida. Alemania ha ido evacuando de Gaza a ciudadanos de nacionalidad germana o sus familias, aunque con enormes restricciones y en grupos muy reducidos.
El Gobierno de Merz da prioridad "a la ayuda sobre el terreno", argumentan las fuentes de Interior. Se remiten para ello tanto al llamado "puente aéreo" o lanzamiento desde aviones militares de paquetes de ayuda humanitaria, que se activó a finales de la semana pasada, como a la atención sanitaria sobre el terreno. Lo primero, el lanzamiento aéreo de toneladas de alimentos, topa con las críticas de onegés, que advierten de sus riesgos, mientras que el propio Ejecutivo alemán admite que es un sistema caro y poco eficaz, que en ningún caso puede sustituir al transporte terrestre. La atención sanitaria en Gaza es prácticamente imposible, porque los ataques de Israel han devastado los hospitales de la Franja.
Hannover fue la primera ciudad en ofrecerse a atender en sus hospitales a niños enfermos de Gaza. "Queremos lanzar una señal humanitaria", afirmó su alcalde, Belit Onay, del partido Los Verdes e hijo de inmigrantes turcos. A su iniciativa siguieron similares ofertas de Berlín, Hamburgo y otras ciudades del país. La primera respuesta desde el gobierno de Merz fue negativa: "Es una idea electoralista y no se trata de hacer campaña con estas cuestiones", afirmó la secretaria de Estado de Exteriores Sepat Güler, de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merz, sin concretar a qué comicios alude. Próximamente solo hay convocatorias a escala municipal en el ‘land’ de Renania del Norte-Westfalia, al que no pertenece Hannover.
Los obstáculos planteados desde Interior se producen en un momento en que la opinión pública alemana está claramente decantada en contra del compromiso casi incondicional hacia Israel que practica el gobierno alemán. No es una posición nueva de Merz, sino que se inscribe en la llamada "razón de estado" a la que se ciñe desde hace décadas Alemania por responsabilidad histórica tras los seis millones de judíos asesinados por el nazismo. Desde el Partido Socialdemócrata (SPD), su socio de coalición, se apremia al bloque conservador de Merz a replantear su histórico apoyo incondicional.
Protestas a la deportación de menores yazidíes
La incomprensión por el bloqueo a la atención de niños gazatíes se suma a la provocada por la deportación a Irak de una familia de yazidíes, incluidos cuatro menores. El caso ha levantado protestas en Lychen, la población de Brandeburgo donde estaban acogidos. Llevaban años en esa ciudad del 'land' que envuelve Berlín y los menores estaban escolarizados ahí, pero las autoridades de Inmigración habían rechazado su petición de asilo. Finalmente lograron una orden judicial para impedir ‘in extremis’ su expulsión. Pero la notificación se produjo cuando ya estaban en el vuelo de deportación.
El tribunal administrativo de Brandeburgo considera "irreversible" su expulsión e implanteable su regreso al país. Mientras, un grupo de escolares de Lychen ha entregado una petición con 35.000 firmas al Parlamento regional de Brandeburgo reclamando el regreso de la familia.