viernes, 31 de octubre de 2025

Vamos mal


Letonia abandonará la Convención de Estambul contra la violencia sobre la mujer a propuesta de la ultraderecha



El presidente de Letonia, Edgars Rinkevics. / BERND VON JUTRCZENKA / DPA

Gemma Casadevall

Berlín31 OCT 2025 

Letonia ha acordado retirarse del llamado Convenio de Estambul, considerado un puntal para la lucha contra la violencia sobre la mujer, tras prosperar una moción de la ultraderecha respaldada por la oposición y por un partido del Gobierno de centro-izquierda. Es la primera vez que adopta esta decisión un miembro de la Unión Europea (UE). Hasta ahora solo Turquía había abandonado el tratado, en 2021.

Uno de los argumentos esgrimidos en la moción del partido Letonia Primero (LPV), integrado en el grupo de los Patriotas para Europa de la Eurocámara, es que la convención está fundamentada en la "ideología de género".

Su propuesta fue respaldada por 56 diputados del Saeima, el Parlamento letón, frente a 32 en contra. Entre los partidos que la apoyaron hay formaciones opositoras nacionalistas, prorrusas y centristas, así como la Alianza de Verdes y Campesinos, socio del tripartito de la primera ministra, Evika Silina.

La decisión letona ha desatado críticas a escala parlamentaria de países nórdicos --Suecia, Dinamarca, Finlandia, Noruega e Islandia--, así como de la Asamblea del Consejo de Europa (APCE). Según su presidente, Theodoros Rousopoulos, la retirada de un país de la UE, de consumarse, será "un retroceso sin precedentes", "altamente preocupante" y basado en argumentos "alimentados por la desinformación". El tratado fue auspiciado por el Consejo de Europa en 2011 como instrumento continental contra la violencia de género y fue ratificado desde entonces por 39 países.

Algunos argumentos de los impulsores de la moción no difieren de los dados por Turquía al retirarse. Consideran que "incentiva" a la homosexualidad o la transexualidad a los jóvenes. Defienden asimismo que son regulaciones impulsadas "desde el exterior", lo que vulnera la soberanía nacional. Aseguran finalmente que Letonia tiene su propia legislación contra la violencia de género, por lo que la convención es redundante.

El país báltico había ratificado la Convención de Estambul en 2023. La formalización de su salida está pendiente de la firma del presidente del país, Edgards Rinkevics, quien a través de X indicó que "analizará" el texto sin tomar en cuenta cuestiones "ideológicas o políticas", sino "jurídicas". En caso de que lo refrende, Letonia deberá notificar su retirada al Consejo de Europa y a los tres meses se considerará que el país se ha desvinculado de la obligación de ceñirse a esas medidas.

jueves, 30 de octubre de 2025

Nefertiti, ciudadana berlinesa

Restituir o no restituir, el dilema de las potencias europeas con el arte



La reina Margarita de Dinamarca admira el busto de Nefertiti durante su visita al Nuevo Museo de Berlín, en 2014. / BRITTA PEDERSEN / EFE


Gemma Casadevall    Irene Savio    Lucas Font   Leticia Fuentes

30 OCT 2025 

Alemania, del busto de Nefertiti al expolio nazi

Alemania ha aplicado voluntad política y recursos a la tarea de restituir a sus legítimos propietarios el arte expoliado por los nazis principalmente a los judíos. Pero se maneja a trompicones cuando se trata de de devolver los tesoros robados a sus antiguas colonias. Y descarta entregar a Turquía el Altar de Pérgamo o a Egipto el busto de Nefertiti, dos señales de identidad de la Isla de los Museos de Berlín.

La restitución del arte expoliado bajo el nazismo tardó décadas en organizarse. Se encarriló con la Declaración de Washington de 1998, que reconocía la obligatoriedad de devolverlo a los supervivientes del Holocausto o sus herederos. Desde el estamento público se ha investigado el pasado de decenas de miles de piezas. Un banco de datos coordinado por la Conference of Jewish Material Claims y el Archivo Federal alemán logró completar hace diez años un registro con hasta 20.000 piezas expoliadas a los judíos, solo en Francia y Bélgica. La restitución a sus dueños, sea en Europa, en Israel o en Estados Unidos, pasa por un largo proceso de verificación, como ocurre también en Austria y Suiza.

“La repatriación del patrimonio artístico y los restos humanos procedentes de contextos coloniales funciona de un modo absolutamente insuficiente”, denuncian las plataformas ‘Berlin postcolonial’ y ‘Decolonize Berlín’. Son iniciativas volcadas tanto a la restitución de estos tesoros como a erradicar del callejero nombres que remiten al pasado colonial. Pese a algunos logros, lamentan la tacañería institucional o hasta el trato degradante que han recibido delegaciones de antiguas colonias, como Namibia, hasta recuperar lo que les perteneció. Por parte del gobierno, se exhibió como exponente de su buena voluntad la restitución en 2023 de los veinte primeros bronces de Benin. Se estima que en Alemania hay más de 1.000 piezas en diferentes museos, entre los miles de bronces saqueados por los soldados británicos en la actual Nigeria y subastados en Europa.

La restitución a supervivientes del Holocausto o sus descendientes discurre lenta, pero afianzada. La de los tesoros de colonias africanas es más tortuosa. Para Nefertiti, la reina del Nilo descubierta en el Valle de Amarma en 1912 por el alemán Ludwig Borchadt, la respuesta es un rotundo no. Alemania se aferró al busto más hermoso del mundo ya en tiempos de Adolf Hitler, como lo hace en la actualidad. El ‘nein’ es también la respuesta a Turquía cuando reclama el Altar de Pérgamo, de 113 metros de largo por 2,3 de alto. La pieza fue excavada por Karl Humann y Alexander Conze y llegó a Berlín por un acuerdo entre el ‘kaiser’ alemán y el imperio otomano.

Italia devuelve a Etiopía aviones, no obras de arte

En Italia, la descolonización de los museos ha comenzado en Roma. En la capital italiana, el Museo de las Civilizaciones trabaja desde hace casi una década en la revisión histórica de todas las colecciones que pertenecieron al antiguo Museo Colonial, una institución creada en 1923 por Benito Mussolini con fines de propaganda cultural y clausurada definitivamente en 1971.

El camino aún es largo, ya que los especialistas están reclasificando una por una las obras —durante años olvidadas en los depósitos— y redactando nuevas cédulas explicativas para sustituir el lenguaje propagandístico e ideológico del fascismo por términos que condenen los actos de violencia cometidos en aquellos años contra las naciones sometidas por Italia. Además, también están reconstruyendo la historia de muchas piezas y de sus autores, ya que en numerosos casos ni siquiera se respetaron esos datos básicos.

Con algunas de las obras ya reclasificadas, en 2023 se inauguró Opacità I, una exposición que hacía referencia directa a la opacidad con la que el país ha afrontado hasta ahora el pasado racista de su etapa colonial, especialmente en lo referido a África. Este año también vio la luz Opacità II, que parte de la misma idea.

Con todo, las iniciativas del Museo de las Civilizaciones, influidas también por el movimiento Black Lives Matter, no son las únicas actualmente en curso en la ciudad. En noviembre del año pasado, el Ayuntamiento de la capital italiana modificó las leyendas explicativas de 24 calles y plazas cuyos nombres hacen referencia a las guerras coloniales italianas en Eritrea, Libia, Somalia y Etiopía, entre finales del siglo XIX y la Segunda Guerra Mundial.

Un aspecto reseñable es que —a diferencia de otras expotencias coloniales como el Reino Unido— Italia nunca ha estado particularmente presionada para devolver lo robado a los países invadidos por Roma en la etapa fascista (o incluso antes). Por el contrario, lo único que solicitaron en tiempos recientes las autoridades de Etiopía fue un avión: el A VII Ethiopia Tsehai, un ejemplar único utilizado por la aviación etíope en los años treinta para vuelos de entrenamiento y transporte. Giorgia Meloni se lo devolvió en 2024.

En otro ámbito, que nada tiene que ver con el colonialismo, Italia tampoco ha mantenido grandes disputas entre sus regiones por obras o artefactos sustraídos o trasladados de un territorio a otro. Mucho menos —como en el caso de Sijena— esas disputas se han prolongado tanto en el tiempo o han requerido la intervención del Vaticano, como ocurrió en su momento con este patrimonio.

Los ingleses, a favor de devolver los mármoles del Partenón

El Reino Unido se ha visto envuelto en numerosas disputas con terceros países por el origen controvertido o la apropiación colonial de obras de arte. Una de las más polémicas está relacionada con los mármoles del Partenón, expuestos en el Museo Británico de Londres desde 1817. Grecia reclama desde hace décadas su devolución, pero los sucesivos gobiernos británicos se han negado, amparándose en una ley —la British Museum Act de 1963— que impide al museo desprenderse de sus colecciones de forma definitiva. El actual Ejecutivo laborista ha mantenido esta postura y ha insistido en que cualquier acuerdo de cesión temporal debe ser negociado directamente entre el Museo Británico y las autoridades griegas.

Otra pieza en disputa, expuesta en el mismo museo, es la piedra Rosetta. Considerada un objeto clave para la decodificación de jeroglíficos, fue descubierta en 1799 y cayó en manos del Reino Unido tras la derrota de Napoleón en Egipto a principios del siglo XIX. Su restitución ha sido solicitada por expertos egipcios, que la consideran una parte fundamental del patrimonio cultural del país, pero el Museo Británico asegura que no ha recibido ninguna petición formal por parte del Gobierno egipcio para su devolución.

El apoyo de los británicos a la devolución de estos objetos a sus países de origen ha ido en aumento en los últimos años. En el caso de los mármoles del Partenón, un 56% se muestran a favor de devolverlos de forma definitiva a Grecia frente a un 22% que defiende mantenerlos en el Reino Unido, según una encuesta realizada el pasado septiembre por la compañía JL Partners para The Parthenon Project, una organización que defiende la entrega de las obras a Atenas. En términos más amplios, una encuesta elaborada por el centro demoscópico YouGov en 2021 señala que más de la mitad de los británicos están a favor de devolver todas las piezas de arte arrebatadas a terceros países. El Reino Unido se ha negado por ahora a hacerlo, pero sí ha llegado a acuerdos de cesión temporal de algunas obras, entre ellos la entrega a Ghana, a principios de 2024, de decenas de joyas del antiguo reino Asante por un período inicial de tres años prorrogables.

Francia y la "inalienabilidad" de sus colecciones públicas

Francia es uno de los paises europeos con más obras expoliadas. Se estima que el país galo alberga alrededor de 90.000 objetos procedentes de África subsahariana, de los cuales unas 70.000 están en el Musée du Quai Branly. Durante más de un siglo, el país ha construído grandes museos, como el Louvre, con obras y objetos sustraídos a otros países, mediante un contexto de dominación colonial.

A pesar de que hay muchas voces que abogan por devolver todas estas piezas, Francia aún muestra cierta reticencia, aunque en los últimos meses ha adoptado un proyecto de ley que facilita la restitución de objetos coloniales, pero mantiene el principio de “inalienabilidad” de las colecciones públicas, y pone condiciones estrictas para la devolución.

Entre los casos más polémicos, se encuentran las obras de Benín. Tras años de reclamos diplomáticos, en 2021 el gobierno francés devolvió una veintena piezas a Benín pertenecientes a los ‘Tesoros reales de Abomey’. En un acto que el presidente Emmanuel Macron calificó como “un gesto de amistad y reparación histórica”. Aún así, el país africano sigue reclamando miles de objetos.

Las claves, con el empate aún coleando

Vuelco en Países Bajos: ¿qué aliados buscarán los Demócratas 66 de Jetten y por qué Wilders ha sido destronado?



Rob Jetten, líder de Demócratas 66, durante la noche electoral en Leiden. / PETER DEJONG / AP

Gemma Casadevall  La Haya30 OCT 2025 

Las elecciones parlamentarias de Países Bajos, precipitadas por el hundimiento de la coalición dominada por el trumpista Geert Wilders, marcan el probable regreso a la vía de un progresismo constructivo y moderado de este socio fundacional de la UE y aliado de la OTAN. El recuento de votos, con el 98,4 % escrutado, colocan al PVV de Wilders y los Demócratas 66 de Rob Jetten empatados en porcentajes y escaños --un 16,7% y 26 escaños para cada uno--. Son cifras idénticas, pero que para Wilders reflejan el fracaso de su proyecto político, tras el hito marcado en los comicios de noviembre de 2023 al obtener 23% y 37 diputados. En cambio, a Jetten le impulsan hacia el puesto de primer ministro: se disparó 10 puntos por encima de lo obtenido hace dos años y ganó 17 diputados más. Son resultados contra pronóstico, tras meses con Wilders liderando con claridad los sondeos. Se demuestra una vez más la volatilidad del voto neerlandés. El alza del progresismo liberal de Jetten estuvo acompañada de un crecimiento espectacular de los democristianos de CDA y la capacidad de resistencia de los liberales. Por contra, quedó hundido en el cuarto puesto el bloque izquierdista y verde del veterano Frans Timmermans.

Estas son las claves del vuelco en Países Bajos y de qué puede pasar a partir de ahora:

¿A quién representa Jetten?


Según los análisis del instituto Ipsos, el ascenso de D66 de Jetten se debió a su capacidad de reclutar votos en el resto de los partidos, desde los otros representantes del progresismo que es la alianza de Timmermans al centro o incluso la ultraderecha de Wilders. Jetten, de 38 años y ministro de Medio Ambiente en la última etapa como primer ministro de Mark Rutte, ha rescatado a su partido de la casi irrelevancia hasta lograr su mejor resultado histórico. Se le identifica con la regeneración, el dinamismo y el espíritu constructivo. También con un pragmatismo que aplica tanto a la búsqueda de propuestas contra la escasez de vivienda asequible, como a una política migratoria que en Países Bajos dejó atrás hace tiempo la línea de la acogida generosa. En lo privado representa además el modelo de sociedad abierta defendido por los neerlandeses: vive abiertamente su homosexualidad, lo que le coloca en el polo opuesto de la homofobia de Wilders y demás trumpismo europeo.

¿Qué aliados buscará para gobernar?

Los 26 escaños logrados por Jetten quedan muy por debajo de los 76 que precisa para dotarse de una mayoría estable en un Parlamento con 150 escaños. Su aliado natural o hasta "lógico", según sus propias palabras, es la alianza GroenLinks-PvdA de Timmermans. Pero no le bastan los 20 diputados logrados por este bloque. Buscará apoyos entre los democristianos de CDA, con 18 puestos, y los 22 procedentes de los liberales del VVD, el partido que lideró Rutte antes de convertirse en secretario general de la OTAN. Pero la actual jefa de los liberales, Dilan Yesilgöz, rechazó en campaña una eventual alianza que incluya a Timmermans. Son 15 los partidos con escaños en el nuevo Parlamento y muchas las constelaciones posibles en un país acostumbrado a experimentar con alianzas que parecían imposibles. A los neerlandeses no les asustan las transiciones largas con gobiernos en funciones en minoría, como el que mantiene con vida el primer ministro saliente, Dick Schoof. Rutte tardó 299 días hasta atar su último ejecutivo, mientras que entre la victoria de Wilders de 2023 y la formación de su alianza con tres socios pasaron ocho meses.

¿Por qué perdió ímpetu Wilders?


A Geert Wilders, con un largo recorrido como figura que marca pautas en la política neerlandesa, le traicionaron su carácter histriónico y sus ansias de dominio. Se había resignado a regañadientes a no tener cargos en el Gobierno de Schoof, por imperativo de sus socios centristas. Pero hundió a la coalición en el caos con exigencias no asumibles en materia migratoria. Demostró ser un líder de una ultraderecha insaciable que, de llegar al poder, se comporta como un actor incontrolable. El empate final con Jetten le deja herido, aunque sería prematuro darle por finiquitado. El siguiente riesgo del PVV es la aparición de otras dos fuerzas pujantes del espectro ultra, JA21 y FvD, ambas en el grupo de partidos que aumentaron escaños y porcentajes.

¿Qué significa el ascenso del progresismo neerlandés para Europa?


Los socialdemócratas y socialistas europeos no podrán cantar victoria a través de Timmermanns, que aspiraba a recuperar para su familia política el poder perdido en La Haya hace más de 20 años. Pero un regreso de Países Bajos al terreno de la moderación y el centro a través del progresismo liberal de Jetten allanará asperezas en el cada vez más crispado panorama político del bloque comunitario.

D66 es un partido comprometido con el apoyo a Ucrania, como se encargó de transmitir el propio Jetten la misma noche electoral, al catapultarse como vencedor moral de los comicios. "Kiev debe seguir contando con el apoyo europeo", afirmó. Wilders, como otros trumpistas, se propuso incluso desmantelar las ayudas a Ucrania, aunque mientras el PVV formó parte de la coalición relativizó su rechazo al apoyo a Kiev obligado por sus socios.

¿Qué significan estos comicios para los Patriotas de Orbán?

El grupo de los Patriotas para Europa, comandado por el ultranacionalista húngaro Viktor Orbán y con la francesa Marine Le Pen y el español Santiago Abascal entre sus filas, confiaba en que su afiliado Wilders defendería claramente su posición de primera fuerza. El empate les salva formalmente la papeleta. Pero el descalabro expresado en la fuerte caída porcentual y por escaños es difícil de disimular, incluso para el socorrido automatismo ultra de recurrir al victimismo como fuerza "bajo acoso". Orbán exhibe como propio cualquier triunfo de su familia política, como el logrado por el magnate Andrej Babis en las recientes elecciones checas. El líder húngaro, adorador de Donald Trump y amigo de Vladímir Putin, necesita reforzarse ante su propia campaña electoral. En abril de 2026 luchará por una reelección con los sondeos cuesta arriba. Babis presentará probablemente la próxima semana su pacto de coalición con dos aliados euroescépticos y antisistema. Wilders en cambio está descartado como socio, lo que reactiva de facto una especie de cordón sanitario que parecía suprimido en Países Bajos.

miércoles, 29 de octubre de 2025

Tiovivo holandés


Países Bajos castiga al ultra Wilders y abre paso al rejuvenecido progresismo liberal de Demócratas 66





El líder del Partido por la Libertad (PVV), Geert Wilders, vota en un colegio electoral de La Haya, este miércoles. / KOEN VAN WEEL / EFE



Gemma Casadevall

La Haya29 OCT 2025 

El Partido de la Libertad (PVV), la ultraderecha islamófoba y euroscéptica de Geert Wilders, sufrió un fuerte descalabro en Países Bajos y quedó empatado tanto en votos como en escaños con el progresismo liberal de Demócratas 66 (D66), según datos oficiales, escrutados un 98,4 % de los votos. El D66, liderado por el exministro de Medio Ambiente Rob Jetten, de 38 años, se convirtió en el vencedor moral, ya que tendrá 26 escaños en la nueva cámara, 17 más de los que tenía. El partido de Wilders, por contra, pierde once diputados. Ambos partidos quedaron equiparados además en porcentajes, con un 16,7 % de los votos.

La tercera fuerza del Parlamento, con 22 puestos, serán los liberales del VVD, el partido que dirigió hasta convertirse en secretario general de la OTAN Mark Rutte. Su líder actual es Dilan Yesilgöz, la única mujer entre los candidatos de los principales partidos . El gran derrotado de las elecciones parlamentarias neerlandesas fue, sin embargo, el bloque de la izquierda y verdes de Frans Timmermans, al que se auguraba un segundo o incluso primer puesto, pero quedó en la cuarta posición con 20 escaños.

La respuesta de este veterano político, exvicepresidente de la Comisión Europea (CE), fue anunciar su retirada como líder de su alianza, GroenLinks-PvdA, tras saltar las primeras proyecciones. "Es el momento de dejar paso a la nueva generación", dijo, entre ovaciones de sus seguidores concentrados en un antiguo silo de cereales de Rotterdam.

Las primeras proyecciones habían sido demoledoras para Wilders, al que se situaba de pronto por detrás de Jetten. Estaba de por sí descartado que pudiera liderar otro gobierno, incluso si hubiera defendido la posición de primera fuerza que alcanzó en noviembre de 2023. Las elecciones se celebraban por anticipado después de que Wilders hubiera pulverizado el pasado mes de junio la coalición de la que era fuerza dominante. Su comportamiento errático llevó al caos y finalmente al hundimiento a la coalición de gobierno capitaneada por el PVV, 11 meses después de su formación.

"Los neerlandeses han dicho adiós a la política del miedo y han elegido a fuerzas positivas", afirmó Jetten ante sus militantes. Su propósito es lograr un gobierno "estable", con "todas las fuerzas constructivas del centro". Jetten está en las antípodas de Wilders tanto en lo político como en lo personal. Aspira a catalizar un dinamismo constructivo, frente a la toxicidad del trumpista ultra. Vive abiertamente su homosexualidad, mientras que para Wilders solo hay dos sexos, hombre o mujer.

Wilders, por su parte, admitía su decepción por los resultados del PVV -"una pérdida importante", dijo-. Sigue siendo "uno de los más grandes del país", añadió, mientras advertía de que el resultado final podía aun mantenerlo como el más votado.
En busca de intrincadas mayorías

Se perfila un camino complejo para la formación de una nueva mayoría, en un Parlamento muy fragmentado con un total de 150 escaños. Entre D66 y el bloque de Timmermans sumarán 46 escaños y se necesitan 76 para alcanzar la mayoría. Al veto compartido por los grandes partidos a Wilders, se suma que algunas formaciones del centro descartaban opciones demasiado progresistas o dominadas por el izquierdismo.

Entre los partidos del centro a tantear por Jetten están los liberales de VVD, que parecían debilitados pera lograron el honroso tercer puesto. También celebraron un fuerte asecenso los democristianos de CDA, que dispararon sus espectativas hasta obtener 18 diputados, trece más de los que tenían.

La caída de Wilders ha ido paralela al crecimiento de otras dos formaciones del espectro ultra, los euroescépticos de Ja21 y la derecha radical de FvD, con 9 y 7 diputados, respectivamente.
Resultados contra pronóstico

El ascenso de D66 fue contra pronóstico. Hasta la víspera de las elecciones no se contaba con Jetten como aspirante a primer ministro. Pero ante la jornada electoral empezaron a circular nuevas estimaciones, inclusive la posibilidad de que Wilders quedase apeado como primera fuerza tras habérsele dado durante semanas como favorito. A Timmermans se le otorgaba el segundo puesto, como teórico aglutinador del voto joven y urbano. Finalmente fue Jetten quien se ganó a este puesto, aupado como representante de un dinamismo regenerador.

En las parlamentarias de noviembre de 2023, se alzó su PVV por primera vez en la historia como la fuerza más votada. Tardó luego ocho meses en ponerse de acuerdo con tres formaciones centristas, cuya condición fue que Wilders renunciara a estar en el Ejecutivo. Se consensuó que el puesto de primer ministro lo ocuparía el tecnócrata Dick Schoof, quien sigue en funciones con un equipo reducido desde que el propio Wilders retiró a sus cinco ministros.
Empate técnico en el último sondeo

La campaña se cerró la víspera de la jornada electoral con un debate televisado entre los candidatos de los principales partidos y un Wilders desencajado y nervioso. Repetía su mantra de que la culpa de la escasez de vivienda es de los tres millones de inmigrantes, según sus cuentas, llegados a Países Bajos en los últimos años.

Empezaron a cruzarse ya entonces nuevas estimaciones de voto, en que el PVV de Wilders estaba prácticamente empatado con los ecologistas y socialdemócratas de Timmermans, mientras subían las opciones de Jetten. Se desinflaron asimismo las opciones a un primer puesto para la derecha moderada de CDA, liderada por Henri Bontenbal. Y recuperaban terreno los liberales del VVD bajo el nuevo liderazgo de Yesilgöz.

Wilders aprovechó el momento de depositar su voto, en el Ayuntamiento de La Haya, para lanzar una última arenga por la victoria. Algo que, en rigor, no es anómalo en Países Bajos, donde incluso en la jornada electoral reparten los voluntarios de los partidos sus papeletas de propaganda. Había millones de indecisos potencialmente reclutables.

Con la sensación de que todas las posibilidades estaban abiertas había arrancado la jornada que, al caer en mitad de la semana, como es habitual en Países Bajos, discurrió con la normalidad propia de los comicios nacionales neerlandeses. Eran 13,4 millones de ciudadanos los convocados a las urnas. Los electores acudían a votar en puestos instalados en estaciones de tren, librerías, almacenes de bicicletas o ayuntamientos. Tenían ante sí una papeleta en formato 'sábana', con 25 partidos en liza, y el también tradicional lápiz rojo neerlandés habilitado en cada cabina para marcar su opción.

Crispación en familia


La polarización adopta en Países Bajos perfiles de disputa en familia. Es un país con un espectro parlamentario volátil y cambiante. En su década y media en el poder, el liberal Rutte experimentó todo tipo de constelaciones políticas y bordeó a menudo la ingobernabilidad. A la fracasada coalición con el PVV como partido dominante había precedido otro corto periodo, entre 2010 y 2012, entre , en que Rutte confió en Wilders como "aliado táctico". Acabaron enemistados para siempre. Varios de los candidatos en las presentes elecciones estaban avalados por anteriores experiencias de gobierno. En el caso del veterano Timmermans, fue ministro de Exteriores entre 2012 y 2014 en una gran coalición de Rutte. En el caso de Jetten, fue titular de Medio Ambiente en la última etapa con Rutte como primer ministro.

Toque de retreta para Frans


Elecciones en Países Bajos: Timmermans, la retirada del soldado leal del progresismo neerlandés y europeo



El líder de la lista GroenLinks-PvdA, Frans Timmermans, durante un debate de campaña. / SEM VAN DER WAL / EFE

Gemma Casadevall

La Haya29 OCT 2025 
Frans Timmermans es, para muchos neerlandeses, sinónimo de experiencia y serenidad en tiempos convulsos. Pero también se le identifica como un político castigado a ejercer de segundo de otro líder. Desde esta condición, que parece no estorbar al exvicepresidente de la Comisión Europea (CE) y candidato del bloque reformista en las elecciones parlamentarias de Países Bajos, aspiraba a recuperar para los socialistas el liderazgo de un gobierno en La Haya, por primera vez desde hace más de 20 años. Se le pronosticaba el segundo puesto en las parlamentarias neerlandesas, por detras del ultraderechista Geert Wilders, descartado por su toxicidad como socio de otro gobierno.
Pero nada ocurrió como pronosticaban los sondeos. Wilders quedó empatado en votos y escaños con el progresismo, pero no el que representa Timmermans, sino otro más joven y vigoroso, los Demócratas 66, Rob Jetten. "Es el momento de dejar paso a la nueva generación", reconoció Timmermans, al anunciar su dimisión como líder de la alianza GroenLinks-PvdA, una hora después del cierre de los colegios electorales.
Nada es fácil de predecir en el volátil panorama neerlandés, un país que ha experimentado con todo tipo de alianzas políticas. Tampoco que a Timmermans (Maastricht, 1961) iba a surgirle en la recta final un rival como Jetten. El líder de Demócratas 66, de 38 años, despuntó de pronto, como aglutinante del voto joven y del progresismo liberal. Demócratas 66, o D66, fue el partido originario de Timmermans, hasta que en 1990 ingresó en el laborismo neerlandés.
Timmermans se hace a un lado, tras haberse comportado en su carrera como un soldado leal para su familia política o como segundo de otros líderes. Fue ministro de Asuntos Exteriores entre 2012 y 2014, en el gobierno de gran coalición con el liberal Mark Rutte como jefe del Ejecutivo. Desde esa posición pasó a eurocomisario para convertirse en la mano derecha de Jean-Claude Juncker en la CE.
En 2019 fue designado candidato del Partido de los Socialistas y Socialdemócratas Europeos (PSE) para la presidencia de la CE. El puesto fue finalmente para la conservadora Ursula von der Leyen. Se quedó, de nuevo, con un premio de consolación, la vicepresidencia. La nueva presidenta le confió la defensa del Pacto Verde, lo que en esos tiempos parecía iba a ser el sello de identidad del mandato de Von der Leyen.

Voto joven y urbano

Renunció Timmermans a seguir en Bruselas en 2023 para tomar las riendas de la lista conjunta entre socialistas y verdes, GroenLinks-PvdA. Su propósito era conquistar la jefatura de un gobierno que el progresismo neerlandés no ha ocupado desde tiempos de Wim Kok, en el poder entre 1994 y 2002. Obtuvo el segundo lugar y tuvo que ver cómo el representante del trumpismo islamófobo lograba "convencer" a los socios centristas que precisaba para hacer del PVV la fuerza dominante del nuevo Gobierno.
En su nueva campaña electoral, Timmermans se había orientado hacia el voto joven y urbano. Planteó soluciones a la crisis de la vivienda que atenaza a jóvenes y a familias de bajos ingresos. Y buscó líneas convincentes para conciliar la necesidad de construir rápido con compromisos medioambientales irrenunciables.
Timmermans es enemigo declarado del populismo derechista. Desde su puesto de eurocomisario bajo Juncker impulsó sucesivos expedientes contra Hungría y Polonia por sus respectivas derivas autoritarias. El ultranacionalista húngaro Viktor Orbán no se lo ha perdonado. Si hay algo que sí parece descartable en Países Bajos es una cooperación entre Timmermans y Wilders, miembro de los Patriotas para Europa, el grupo de Orbán, la francesa Marine Le Pen y el español Santiago Abascal, entre otros.

El ocaso de Geert


Elecciones en Países Bajos: Wilders, el trumpista dinamitador del poder




El líder del Partido por la Libertad (PVV), Geert Wilders, durante la cumbre de Patriotas, el pasado 8 de febrero en Madrid. / RICARDO RUBIO / EUROPA PRESS


Gemma Casadevall

La Haya29 OCT 2025 

Geert Wilders, de 62 años y con dos décadas en el Parlamento neerlandés, buscaba este miércoles su segunda victoria consecutiva en unas elecciones parlamentarias neerlandesas. En lugar de eso, su Partido de la Libertad (PVV) perdió hasta once escaños, de los 37 que tuvo, y quedó empatado con el vigoroso progresismo de la izquierda liberal de Rob Jetten. Un revés para Wilders y para el conjunto de los 'Patriotas para Europa', el grupo del ultranacionalista húngaro Víktor Orbán.
Incluso de haberse mantenido en primer posición en solitario, las posibilidades del PVV de tocar el poder eran más bien remotas. A Wilders se debió el fin prematuro de la legislatura, el pasado junio, al retirar a los cinco ministros de su Partido de la Libertad (PVV) de una coalición en la que fue la fuerza dominante. Sonaba descabellado pensar que el resto del espectro derechista no había salido escarmentado. Wilders estaba formalmente fuera de esa alianza, por el veto de sus coaligados a darle un puesto en el Gobierno. Pero fulminar una coalición "desde dentro" y pretender seguir siendo imprescindible para la política de Países Bajos no era aparentemente incompatible para este trumpista que practica la islamofobia sin complejos.
Wilders (Venlo, 1963) es el único líder del PVV, un partido unipersonal que fundó en 2006 tras dejar las filas liberales. Se le conoce como "el trumpista neerlandés", aunque los orígenes políticos de este viejo zorro de la ultraderecha europea son anteriores al primer acceso del republicano a la Casa Blanca. El apodo se le asigna por su parentesco ideológico con los devotos de Donald Trump que son los Patriotas para Europa de Orbán. A la cercanía política se suma su carácter histriónico y la melena rubia platino, tan asociada a su imagen como el tupé anaranjado de Trump.
Hace casi dos años, en noviembre de 2023, logró una primera victoria contra pronóstico. Elevó al PVV al puesto de fuerza más votada en unas elecciones parlamentarias neerlandesas. Obtuvo 37 escaños, del total de 150 de la Cámara de La Haya. Se hizo en primero lugar una selfie de autobombo con sus diputados, para negociar a continuación una alianza de gobierno con tres socios.
Aspiraba a acceder al puesto jefe de Gobierno que ocupó durante 14 años el liberal Mark Rutte. Era una revancha hacia el avezado político neerlandés, quien entre 2010 y 2012 le convirtió en aliado de uno de sus ejecutivos. Aquella asociación estalló tanto en lo político como en lo humano. Wilders y Rutte se despidieron como enemigos encarnizados. Wilders y su partido quedaron durante años descartados en los múltiples ejercicios de equilibrismo con los que Rutte se mantuvo en el poder, antes de convertirse en secretario general de la OTAN.
A la victoria de Wilders de 2023 siguió una coalición de la que el PVV llevaría las riendas, aunque la jefatura del Gobierno quedó en manos del tecnocrata Dick Schoop. Sus socios vetaron su presencia en el Gabinete, lo que Wilders encajó como un sacrificio mas bien formal. Desde el minuto cero, Wilders manejó desde fuera el Gobierno.

La línea dura elevada a lo impracticable

Los 11 meses que aguantó la coalición de Schoop fueron exponente de unas exigencias insostenibles incluso en estos tiempos de línea dura mayoritaria a escala europea. La bandera de este ultraderechista furibundo, hijo de un neerlandés y una mujer de origen indonesio, es la batalla contra el Islam, la inmigración, el asilo y la lucha contra el cambio climático. Ha moderado algo su discurso. Ha aparcado algunas de sus obsesiones pasadas, como el cierre de las mezquitas o la prohibición del Corán. Pero mantiene el cerrojo a una inmigración que, en su ideario, amenaza a la sociedad abierta neerlandesa. Una sociedad abierta en la que, para Wilders, solo caben dos sexos, hombre o mujer. A su islamofobia ha incorporado la fidelidad hacia Israel.
Es el político más amenazado de un país que en dos ocasiones ha vivido los asesinatos de dos enemigos del Islam: el líder ultraderechista Pim Fortuyn, en 2002, y el cineasta Theodoor van Gogh, dos años después. En la presente campaña, suspendió temporalmente algunos actos, incluido un debate televisado, por amenazas consideradas reales, pero sin consecuencias.

La ensaladera electoral neerlandesa

Países Bajos vuelve a las urnas en unas elecciones precipitadas por la voracidad del ultra Geert Wilders



De izquierda a derecha, los candidatos a las elecciones de Países Bajos Frans Timmermans (GroenLinks-PvdA), Eddy van Hijum (NSC), Rob Jetten (D66), Geert Wilders (PVV), Dilan Yesilgoz (VVD) y Henri Bontenbal (CDA), durante un debate televisivo. / REMKO DE WAAL / EFE
La Haya29 OCT 2025 

Apoyar a una ultraderecha que ve el país "a punto de reventar" por la inmigración o confiar el Gobierno en quienes buscan soluciones a la escasez de vivienda o la crisis climática: este es el escenario político de los 13,4 millones de electores de Países Bajos convocados este miércoles a las urnas para elegir su nuevo Parlamento. Son elecciones anticipadas, tras el hundimiento de la coalición dominada por la ultraderecha de Geert Wilders. Todo apunta a que el siguiente Ejecutivo no lo liderará quien conquiste más votos, sino quien logre la segunda posición.

Los sondeos pronostican una victoria en votos para el trumpista e islamófobo Wilders y su PVV, una formación muy arraigada entre la familia ultra neerlandesa y europea. Sería su segundo triunfo consecutivo tras haber logrado en noviembre de 2023 el puesto de fuerza más votada por primera vez en su historia. Pero parece descartado que logre los socios necesarios para gobernar. Difícilmente podrá convencer a otras fuerzas de la derecha, tras haber pulverizado el gobierno que comandó el PVV durante 11 meses.

El beneficiado por esta situación será tal vez quien quede segundo. Una posición que hasta la recta final de la campaña estaba en disputa entre los democristianos de CDA y el bloque de socialdemócratas y verdes del veterano Frans Timmermans, GroenLinks-PvdA. Otra formación del centro progresista, Demócratas 66, ha despegado en los sondeos a última hora, mientras que los liberales del VVD, el partido que lideró en el pasado Mark Rutte, está algo debilitada después de haber sustentado la coalición ahora fracasada.

El PVV de Wilders se ha mantenido en toda la campaña en primera posición, pero su ventaja ha ido rebajándose hacia el final. Se le estima una horquilla de entre 26 y 29 diputados, frente a los 37 que logró en 2023. A la CDA, al progresismo de Timmermans y a Demócratas 66 se les pronostican entre 22 y 26 escaños. El fragmentado Parlamento de La Haya está integrado por 150 diputados, repartidos ahora entre 15 formaciones. Son muchas las constelaciones políticas en liza. Hay una nueva 'estrella' entre el radicalismo derechista, JA21, en pugna por su espacio político.

Ha sido una campaña relativamente tranquila, sin grandes mítines, pero sí movilizaciones ilustrativas del grado de división ciudadana: más de 250.000 personas salieron a la calle en Ámsterdam en solidaridad con Palestina --opción que representa a Timmermans--; otra manifestación en contra del asilo, y por tanto favorable a Wilders, puso patas arriba la habitualmente tranquila capital, La Haya. Hubo amenazas calificadas de reales por la policía contra Wilders, que canceló un debate pero luego reanudó su campaña. También se produjo un amago de intimidación en una entrevista televisiva contra Timmermans, sin consecuencias.

El desafío del radicalismo derechista

Parece contradictorio que pueda lograr de nuevo el primer puesto alguien como Wilders, quien en sus 20 años en el Parlamento ha fulminado dos coaliciones de las que formaba parte. Primero fue en sus tiempos de aliado de uno de los gobiernos de Rutte, en 2012. El pasado junio amplificó su desafío al forzar la retirada de sus cinco ministros en un gobierno a cuyo frente se había colocado al tecnócrata Dick Schoof, ya que sus coaligados habían vetado la presencia de Wilders en el Ejecutivo. Pero en la órbita global de la antipolítica proliferan este tipo de escenarios.

Wilders dedicó los 11 meses de vida de la coalición a estorbar desde dentro y demostrar que su voracidad antiinmigración es insaciable. El Gobierno de Schoof arrancó con un programa que recrudecía la política migratoria, de por sí dura desde los últimos tiempos de Rutte en el poder. Ni eso contentó al insaciable líder del PVV, que exigía más y más medidas reconocibles como no aplicables por sus socios.

Schoof sigue como primer ministro en funciones al frente de un Ejecutivo con solo dos socios, los liberales y el partido de los campesinos BBB, que suman una veintena de escaños. No está claro cuánto tiempo deberá continuar en esas condiciones, en un país acostumbrado a transiciones entorpecidas por la debilidad política.

Países Bajos, socio fundacional de la UE y miembro de la OTAN, seguirá bajo la influencia del PVV, actor de peso en la política neerlandesa aunque quede en la oposición. Wilders forma parte de los Patriotas por Europa del ultranacionalista húngaro Viktor Orbán. Es un grupo acostumbrado a capitalizar como hito compartido cualquier éxito electoral. Lo celebran, incluso si no logran formar un gobierno, como le ocurrió al austríaco Herbert Kickl, en la oposición tras haber conquistado el primer lugar en los comicios del país alpino de septiembre del año pasado.

Timmermans o el nuevo centrismo

Las opciones para un giro frente a la antipolítica de Wilders están entre el veterano Timmermans, de 64 años y exvicepresidente de la Comisión Europea, o Henri Bontenbal, un político de 43 años que había reclutado el voto perdido por los liberales desde que Rutte dejó la política neerlandesa para convertise en secretario general de la OTAN. Demócratas 66 podría dar la sorpresa.

Timmermans es la gran esperanza para la familia de los socialistas y socialdemócratas europeos. A escala neerlandesa, ha integrado en su bloque a los verdes, apoyado en la labor que desempeñó desde Bruselas en la lucha contra el cambio climático. A esa apuesta se suman sus promesas de movilizar fondos para la construcción de vivienda. Como en el resto de Europa, la escasez de pisos a precios asumibles es el principal quebradero de cabeza. La derecha de Bontenbal cuestiona la viabilidad de los planes del progresismo neerlandés.

El gran problema de Timmermans es que está descartado por ciertos partidos del centro, que lo consideran demasiado izquierdista. A la derecha de Bontenbal la aúpa su incremento espectacular en intención de voto. Son las terceras elecciones parlamentarias en cinco años, en un país que ha probado ya muchas alianzas, incluido el experimento con Wilders llevando las riendas de un gobierno del que no formaba parte.

lunes, 27 de octubre de 2025

Explorando La Haya


Els Països Baixos tornen a les urnes sota el domini de l’ultradretà Wilders




Gemma C. Serra - Berlín


Se sor­tirà amb la seva Geert Wil­ders, el trum­pista i islamòfob neer­landès que ja va gua­nyar les elec­ci­ons ante­ri­ors en aquest mem­bre fun­da­ci­o­nal de la Unió Euro­pea? Els son­de­jos asse­nya­len una nova victòria en les legis­la­ti­ves d’aquest dime­cres del seu Par­tit per la Lliber­tat (PVV).

En els comi­cis ante­ri­ors, del novem­bre del 2023, el par­tit de Wil­ders ja va ser el més votat. Es va col·locar, per pri­mer cop, com la força domi­nant en un govern naci­o­nal als Països Bai­xos. Wil­ders va haver de renun­ciar a tenir un càrrec en la coa­lició per impo­sició dels socis vir­tu­als. Que l’aliança entre ultres i dre­tes més mode­ra­des, amb el tecnòcrata Dick Schoof com a cap del govern, acabés ful­mi­nada el mes de juny pas­sat per l’aban­do­na­ment en bloc dels minis­tres de Wil­ders no sem­bla moles­tar l’elec­tor.

El PVV ha per­dut empenta en les dar­re­res set­ma­nes, segons les enques­tes. Però obtindrà un 20% i tindrà entre 31 i 35 escons, per sota dels 37 actu­als. Costa de creure, però, que trobi de nou ali­ats polítics per bas­tir una majo­ria al Par­la­ment de la Haia, amb 150 escons. Els seus antics socis deuen haver que­dar escal­dats després d’aquesta legis­la­tura esquer­dada, amb un Wil­ders que manava des de fora i que exi­gia mesu­res cada cop menys assu­mi­bles per a la resta de l’equip.


La segona posició està en joc entre la dreta mode­rada de CDA, que tindrà entre 22 i 26 escons, i el bloc del veterà Frans Tim­mer­mans, l’aliança entre esquer­res i verds Gro­en­Links-PvdA. Molt més avall hi ha el libe­ral VVD, el par­tit que va encapçalar l’actual secre­tari gene­ral de l’OTAN, Mark Rutte, i que sota el nou lide­ratge de Dilan Yesilgöz podria caure per sota dels 15 escons. Hi ha una altra for­mació de la dreta xenòfoba en crei­xe­ment, la JA21. Però encara que acon­seguís el màxim de 13 escons que se li pro­nos­ti­quen no donarà a Wil­ders la majo­ria que busca. Queda un ampli ven­tall de peti­tes for­ma­ci­ons, que tam­poc no ofe­rei­xen pers­pec­ti­ves d’una coa­lició esta­ble.

La situ­ació no és tan estra­nya per als neer­lan­de­sos. Rutte, en els seus gai­rebé catorze anys com a pri­mer minis­tre, va tei­xir les coa­li­ci­ons més com­ple­xes pos­si­bles, fins i tot amb Wil­ders com a aliat, i va supor­tar tran­si­ci­ons llarguíssi­mes al cap­da­vant de governs en fun­ci­ons. Schoof con­ti­nua com a cap de govern, igual­ment en fun­ci­ons, des de l’enfon­sa­ment de la coa­lició, amb una coa­lició que, a més de la fugida del PVV, va patir l’aban­do­na­ment d’un altre soci, el cen­trista NSC. Ha con­ti­nuat tots aquests mesos i pro­ba­ble­ment n’hagi d’aguan­tar algun més en el seu for­mat de govern “reduït” que només repre­senta 32 escons al Par­la­ment.

Les difi­cul­tats per lli­gar un nou govern es pro­du­ei­xen en un moment de gran tensió política. La poli­cia ha reforçat la pro­tecció sobre l’esquerrà Tim­mer­manns, exvi­ce­pre­si­dent de la Comissió Euro­pea, arran d’un epi­sodi d’inti­mi­dació e n directe men­tre era entre­vis­tat. Sobre Wil­ders hi havia ame­na­ces d’una cèl·lula islàmica a Bèlgica.

La pola­rit­zació es palesa al car­rer i en la gestió del govern. Ams­ter­dam va viure fa unes set­ma­nes una mani­fes­tació pro­pa­les­tina amb unes 250.000 per­so­nes. Uns mesos abans, el govern dretà de Schoof havia estat entre els socis de la UE con­tra­ris a les san­ci­ons con­tra Israel. Una altra mani­fes­tació, aquesta de caire ultra i con­tra l’asil, va aca­bar en alda­rulls i trom­pa­des con­tra el dis­po­si­tiu anti­a­va­lots.

Wil­ders no és un nou­vin­gut a la família dels radi­cals. El seu par­tit, el PVV, és una força molt arre­lada en el pano­rama polític neer­landès i euro­peu. Des de fa dues dècades repre­senta la isla­mofòbia sense com­ple­xos. Demana el tan­ca­ment de les mes­qui­tes i l’adeu a l’asil. S’ha inte­grat, a més, al grup dels Patri­o­tes per Europa fun­dat pel pri­mer minis­tre hon­garès, Vik­tor Orbán, on també hi ha la fran­cesa Marine Le Pen i l’espa­nyol San­ti­ago Abas­cal. Qual­se­vol tri­omf elec­to­ral d’un mem­bre d’aquesta família és cele­brat com a èxit comú, fins i tot si que­den fora del govern per falta d’ali­ats, com l’austríac Her­bert Kickl. Tenen molt recent la victòria a la República Txeca d’Andrej Babis, que actu­al­ment nego­cia la for­mació d’una aliança de govern amb altres ultres i anti­sis­tema. Ara volen arro­do­nir aquests èxits amb una nova victòria de Wil­ders. La següent gran cam­pa­nya serà pro­ba­ble­ment a França. O pot­ser la lluita per la ree­lecció el 2026 d’Orbán, l’amic estratègic tant de Donald Trump com de Vladímir Putin.

Wil­der va acon­se­guir en les par­la­mentàries del 2023 els millors resul­tats de la seva història i un lloc domi­nant en la coa­lició per al seu par­tit. Abans d’aquesta experiència, havia estat soci de govern amb Rutte, entre el 2010 i el 2012. En van sor­tir escar­men­ta­des les dues ban­des, fins al punt que Rutte el va vetar com a aliat en els governs següents. Dos anys enrere, Wil­ders es va resig­nar a no entrar per­so­nal­ment al govern. Però va mar­car les pau­tes des de l’inici de la legis­la­tura amb un endu­ri­ment de la política migratòria, en un país que, amb Rutte al poder, ja havia dei­xat enrere la línia de l’aco­llida amb què s’havia iden­ti­fi­cat abans els Països Bai­xos.

Quan li va sem­blar oportú, va fer miques la coa­lició. A par­tir d’aquí, va ence­tar una cam­pa­nya basada en mesu­res com­par­ti­des per tot el trum­pisme euro­peu, des del vet al burca fins a la pro­hi­bició dels movi­ments Antifa.

sábado, 25 de octubre de 2025

Lladres i serenos

Cooperación con la policía, guardias con armas...: así gestionan la seguridad los museos del mundo tras otros 'robos del siglo'




Colas para entrar en el museo del Louvre de París, el miércoles en su reapertura tras el robo sufrido el fin de semana anterior. / EDGAR SAPIÑA MANCHADO / EFE


Gemma Casadevall   Irene Savio    Lucas Font    Idoya Noain

25 OCT 2025 

El espectacular robo del pasado domingo en la galería Apolo del Museo del Louvre de París, en el que los ladrones se colaron por una ventana a través de un camión con una escalera extensible y en apenas siete minutos se llevaron joyas de los últimos años de la corona francesa de un "valor histórico incalculable", ha puesto sobre la mesa el debate sobre la seguridad de este tipo de edificios y la pregunta de cómo otros museos de renombre se enfrentan a estas contrariedades.

Este es un repaso por las principales galerías y pinacotecas del mundo que también han sufrido robos de película y cómo gestionan su seguridad:

Adaptarse al ritmo de los criminales

Alemania ha sufrido un par de "golpes del siglo", con pocos años de diferencia y atribuidos a un mismo nombre, el clan Remmo, el apellido de familia numerosa de origen árabe. Aparentemente les resultó fácil burlar los dispositivos de seguridad de dos museos de relevancia nacional. Uno de ellos fue en 2017 en el Bode, parte de la Isla de los Museos de Berlín, el corazón museístico de la capital. De ahí "desapareció" la mayor moneda de oro puro del mundo, de 100 kilos de peso. Dos años después, varios miembros del clan Remmo irrumpieron en la Bóveda Verde de Dresde, la llamada Florencia del Elba.

Para el robo de las joyas de la corona en Dresde, los ladrones cortaron los cables del alumbrado público frente al Palacio de Dresde. Arrancaron luego la reja de una ventana y entraron en la Bóveda. Destrozaron las vitrinas con las joyas, se llevaron 21 piezas con un total de 4.300 diamantes valorados en 115 millones de euros. Eran parte del tesoro del 'Rey Sol de Sajonia', Augusto el Fuerte. Huyeron en un coche que apareció después incendiado en un aparcamiento. La primera alarma saltó horas después, de madrugada, al detectarse el incendio en la caja de conexiones del museo.

Cinco miembros de la banda fueron apresados y condenados unos años después. Curiosamente, la investigación llevó a la policía hasta otro proceso contra varios miembros del mismo clan árabe Remmo, el más activo entre las bandas criminales que operan en la capital. En el banquillo se sentaban varios implicados en el robo de la moneda de oro del Boden.

En el caso de la Bóveda Verde hubo al menos un final más o menos feliz. Se recuperaron parte de las joyas gracias a un acuerdo entre la defensa y la fiscalía. Reaparecieron algo maltrechas y así se exhibieron en su reestreno. De la moneda de oro del Bode, de medio metro de diámetro y tres centímetros de grosor, nunca más se supo. Había sido donada a Berlín por Canadá y estaba valorada en un millón de euros. Se supone que los ladrones la fundieron, dividieron y vendieron por partes, lo que probablemente multiplicó por cuatro su valor nominal. Es, por tanto, irrecuperable. Tampoco aquí fueron necesarias grandes maniobras técnicas: los ladrones ingresaron en el museo con ayuda de una escalera desde la calle y a través de una ventana.

Las autoridades museísticas dicen haber aprendido la lección, actualizado su seguridad e incrementado la cooperación con las fuerzas policiales. "La seguridad al 100%, lamentablemente no existe (...) Nosotros reforzamos nuestros equipos, pero también lo hacen los criminales", ha admitido el vicepresidente de la Fundación del Patrimonio Prusiano, Gero Dimter. De su institución dependen 25 museos públicos y archivos de Berlín, incluido el Bode y resto de la Isla de los Museos.

El doble robo de una obra de Klimt que llevó a extremar las precauciones


Uno de los robos más misteriosos e intrincados en la historia de los museos en Italia ocurrió en febrero de 1997. Ese año, una valiosa pintura de Gustav Klimt, 'Retrato de una dama' (1917), se encontraba en la galería Ricci Oddi de Piacenza, en el norte del país. Lo irónico es que la obra acababa de ser recuperada. De hecho, poco antes de su robo, un estudio con rayos X había desvelado que la pintura del famoso artista austríaco estaba escondida debajo de otra, tras años de permanecer en paradero desconocido.

Una buena noticia que duró poco. De hecho, su hallazgo había provocado un gran entusiasmo en Piacenza, y las autoridades finalmente habían decidido organizar una exposición especial. Fue entonces cuando el cuadro desapareció. Al principio, nadie se dio cuenta, ya que el Klimt había sido colocado en una zona en obras: las puertas no estaban cerradas, la gente entraba y salía, y el sistema de seguridad no estaba conectado.

Para más inri, también es curioso cómo se recuperó el cuadro. Ocurrió en 2019, cuando tres jardineros, de forma fortuita, fueron encargados de cortar una hiedra en el jardín del museo. Al ejecutar su tarea, los tres hombres se toparon con una trampilla que contenía, además de varios desechos, una bolsa de basura negra con la pintura robada.

Tal fue la sorpresa que, al principio, se pensó que no era auténtica, pero finalmente se comprobó que lo era, y se planteó la hipótesis de que los ladrones la habían abandonado allí con la esperanza de recuperarla más adelante, algo que nunca lograron. En cualquier caso, tras este incidente, las medidas de seguridad de muchos museos italianos se reforzaron. En el caso concreto de la galería Ricci Oddi, tras la recuperación del Klimt, se instaló una vitrina de alta seguridad para su exposición y un sistema de monitoreo más riguroso.

El más reciente robo en el Louvre también ha reabierto este debate. En particular, expertos en criminología y seguridad italianos han señalado que el uso de métodos de baja tecnología por parte de los ladrones del Louvre demuestra que incluso los sistemas más avanzados pueden ser vulnerables si no se mantienen adecuadamente.

Reino Unido

En la historia reciente se han producido varios robos importantes en los museos del Reino Unido. Uno de los más sonados fue el de 18 piezas de jade chinas que formaban parte de la colección permanente del Fitzwilliam Museum, en Cambridge, valoradas en cerca de 15 millones de libras (unos 17,2 millones de euros). El golpe se llevó a cabo el 13 de abril de 2012, pero no fue hasta cuatro años después cuando un tribunal condenó a 14 personas vinculadas a la banda conocida como los Rathkeale Rovers, responsable también de otros robos en museos británicos.

Los condenados recibieron penas de entre 15 meses y más de seis años de cárcel, aunque nunca se llegaron a recuperar las piezas sustraídas. Se estima que el conjunto de robos atribuidos a la banda podría haber alcanzado un valor de hasta 57 millones de libras en el mercado negro.

Otro robo importante ocurrió en la Nochevieja de 1999. Mientras la gente celebraba el cambio de milenio, unos ladrones entraron en el Museo Ashmolean de Oxford y se llevaron el cuadro 'Auvers-sur-Oise' de Paul Cézanne, valorado entonces en 3 millones de libras esterlinas. Fue un robo orquestado por profesionales: se utilizó una escalera de cuerda, un pulverizador de humo para evitar cámaras y, al igual que en el Louvre, el golpe se llevó a cabo en menos de 10 minutos. Actualmente figura en la lista del FBI sobre los 10 robos de arte sin resolver más importantes.

Pero sin duda el caso que más ha dado que hablar en los últimos años ha sido la desaparición de hasta 2.000 piezas de arte del Museo Británico, revelada en 2023. Los investigadores sospechan que fue Peter Higgs, antiguo responsable de la colección de arte griego del museo, quien sustrajo durante años los objetos, muchos de los cuales no estaban catalogados. A pesar de que ninguno de ellos tenía un valor especialmente elevado, se calcula que la suma podría superar el millón de libras. Más de la mitad de las piezas siguen todavía en paradero desconocido.

Armas de fuego y análisis de inteligencia


El caso de robo de arte más sonado en Estados Unidos, y uno de los mayores del mundo, data de marzo de 1990 y ocurrió en el museo Isabella Stewart Gardner de Boston. Dos ladrones que llegaron disfrazados de policías en respuesta a un supuesto incidente redujeron a los guardias de seguridad, uno de los cuales había cometido un error de protocolo dejándoles entrar.

Con los guardias esposados y silenciados en un sótano, los ladrones estuvieron 81 minutos en varias salas, donde las alertas de los sistemas de detección de movimientos fueron inútiles. Después de dos viajes a su coche acabaron llevándose 13 piezas, entonces valoradas en 500 millones de dólares, que incluyeron cinco trabajos de Degas, una obra de Manet tres cuadros de Rembrandt y un Vermeer. Se marcharon a las 2.45 de la mañana y la policía no llegó hasta las 8.15.

El arte robado, que está en los Archivos Nacionales de Arte Robado que mantiene el FBI, nunca fue encontrado y el museo, que mantiene los 10 millones de dólares de recompensa, sigue exponiendo los marcos vacíos.

En el museo más comparable al Louvre por sus dimensiones y relevancia, el Metropolitan de Nueva York, mientras, el último gran golpe se produjo en 10 minutos en el día de San Valentín de 1979, cuando uno o varios ladrones (nunca identificados) aprovecharon un cambio de turno de los guardias para llevarse una cabeza de mármol de Hermés de 2.500 años de antigüedad. Unos días después alguien llamó a la policía y avisó de que la obra estaba en una consigna en Grand Central.

Algo similar hoy sería impensable en el Met, cuya titularidad, a diferencia del Louvre y como sucede con la mayoría de grandes museos en EEUU, es privada y no estatal. La pinacoteca neoyorquina, que alberga más de un millón de obras de arte y objetos, tiene un departamento de seguridad con más de 500 empleados.

Al frente está desde 2021 Regina Lombardo, que previamente fue directora en funciones de la oficina de Alcohol, tabaco, armas de fuego y explosivos del gobierno y ahora supervisa y organiza a distintas divisiones y operaciones de análisis de inteligencia, investigadores y equipos de respuesta de incidentes. Según la web de Kaseware, una empresa de software de gestión de investigaciones y casos de la que Lombardo forma parte, su trabajo en el Met se basa en el pilar de la "respuesta rápida" y el de uso de datos y tecnología, que incluye el uso de inteligencia artificial, para "prevención proactiva".

Otra gran diferencia entre EEUU y Francia es la normalización en EEUU del uso de armas de fuego en labores de seguridad. En 2023, por ejemplo, cuando el Met colgó una oferta de empleo para un Gestor de Respuesta de Incidentes, entre los requisitos que se pedían figuraban tener permiso de armas de Nueva York, licencia de guardia armado y al menos 15 años de experiencia previa en agencias del orden.

Junto a instituciones privadas como el Met que tienen sus propias juntas directivas y sus contratos de seguridad privada, EEUU tiene una red de titularidad pública que son los museos del Smithsonian, de cuya seguridad se encarga la Oficina de Servicios de Protección, que sigue protocolos federales.

viernes, 24 de octubre de 2025

Espías en el cementerio marino


La OTAN sospecha que el espionaje ruso usa los restos del 'Estonia', un ferry hundido en 1994 con 852 personas



Secretario General de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) / Europa Press/Aaron Schw

Gemma Casadevall
Berlín24 OCT 2025 

La OTAN tiene sospechas de que Rusia está utilizando los restos del ‘Estonia’, el ferry hundido en aguas de Finlandia en 1994, como base de operaciones para el espionaje submarino en el Báltico. Se trata de una zona de exclusión para el submarinismo, por respeto a los 852 muertos en la mayor catástrofe marítima de Europa desde el fin de la II Guerra Mundial.

Rusia estaría vulnerando el preceptos del respeto a esas víctimas y colocado en el casco del barco hundido sus sensores y otros aparatos para la observación de la zona, según informaciones de las televisiones públicas alemanas WDR y NDR, así como del diario ‘Süddeutsche Zeitung’.

El recuerdo del ‘Estonia’ es un trauma para los ciudadanos nórdicos. El ferry se hundió en medio de una tempestad la madrugada del 28 de septiembre de 1994, cuando cubría el trayecto entre las capitales de Estonia y Suecia, Tallin y Estocolmo. Viajaban más de 900 personas a bordo. Muchos de los cadáveres de las víctimas siguen desaparecidos. Los restos del barco están a unos 35 kilómetros de la isla finlandesa de Utö y a 80 metros de profundidad. Tienen rango de ‘cementerio’. Ahí quedó, tras romperse la rampa de la proa, supuestamente debido al fuerte oleaje.

La zona es de exclusión para toda actividad submarina, tal como acordaron los gobiernos de Suecia, Estonia y Finlandia, un año después de la catástrofe. Se trataba de respetar el reposo de las víctimas. Pero, según esos medios, el departamento de espionaje ruso conocido por GUGI -o Dirección Central de Investigación de Aguas Profundas- lo utiliza como base de entrenamiento para sus operaciones y deposita ahí sensores y aparatos de espionaje.

La OTAN tiene constancia de estos movimientos, afirman dichos medios alemanes. Y varios miembros de la Alianza Atlántica han recibido información acerca de la presencia de aparatos de gran precisión, drones y robots. Los aliados occidentales han ido reforzando su presencia en la región báltica desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, en 2022.

El GUGI existe desde la década de 1960 y no depende de la Marina, sino del ministerio de Defensa ruso. Se le atribuyen no solo operaciones de espionaje, sino también de sabotaje en infraestructuras submarinas y gasoductos.

Las informaciones de estos medios alemanes se suman a otras difundidas a principios de octubre por la televisión pública noruega NRK sobre la presencia de dos buques espía rusos maniobrando en zigzag en aguas del Ártico. Supuestamente estaban siguiendo las operaciones de barcos de la marina alemana que operan en aguas noruegas.

Las mujeres de Reikiavik

Islandia, 50 años después de una "huelga de mujeres" que sí cambió todo



La presidenta de Islandia, Halla Tomasdottir, en un encuentro sobre mujeres en China. / ICHIRO BANNO / POOL / EFE


Gemma Casadevall

Berlín24 OCT 2025 

"Me acuerdo muy bien de ese día. Tenía once años y fui a la plaza de Reikiavik con mi madre. Las emociones estaban a flor de piel. No sabíamos qué pasaría. Pero ese día cambió todo", explicaba la cineasta islandesa Hrafnhildur Gunnarsdóttir, en el estreno en Alemania de su documental 'Un día sin mujeres'. Se refería a la "huelga de las mujeres" del 24 de octubre de 1975, un hito tanto para Islandia como para el feminismo en su globalidad. Mientras que en otros países cultural, social o políticamente comparables, las movilizaciones de esta índole han tenido a veces un efecto simbólico, en Islandia hubo un antes y un después que hicieron de este país gélido y volcánico un paradigma de la paridad.

Un 90 % de las mujeres islandesas secundaron la convocatoria a tomarse un "día libre". Desde amas de casa a estudiantes, pasando por campesinas, azafatas y chicas de la limpieza. La plaza de Reikiavik se quedó pequeña para las entre 20.000 y 30.000 mujeres, más algún hombre. Exhibían pancartas a veces irónicas, junto a otras reclamando el fin de la brecha de género. El objetivo era demostrar que Islandia, sin ellas, se paralizaba. Ese día, a los hijos les pondrían la cena sus padres, no se limpiarían los camarotes aunque lo ordenara el capitán, ninguna mujer lavaría la vajilla, ninguna telefonista atendería su centraliza, las camareras no servirían el café ni las empleadas del banco estarían tras su ventanilla.

Mientras a escala mundial, el Día Internacional de la Mujer es el 8 de marzo, en Islandia la fecha "en que todo cambió" es el 24 de octubre de hace 50 años. Cambió para esa niña que luego fue cineasta, como para Vigdís Finnbogadóttir, la muchacha feminista que quería ser capitana de barco y que en 1980 se convirtió en la primera mujer en todo el mundo que alcanzaba la presidencia de una democracia. También para activistas del ‘Redstocking Movement’ o ‘Movimiento de las Medias Rojas’, las jóvenes que no querían vestir ni maquillarse como sus abuelas o sus madres.

Cómo se preparó el terreno

Juntar en una plaza a 20.000 o 30.000 personas, en una capital que entonces apenas tenía 80.000 habitantes, ilustra la situación de un país que se había adelantado a otros en derechos de la mujer. Había implantado el sufragio universal en 1915, antes que en la mayoría de los países europeos -Alemania lo hizo en 1918, Francia en 1940 y Suiza esperó hasta 1971-. Siete años después, una mujer conquistaba el primer escaño parlamentario, Ingibjörg Bjarnason. En 1975, la representación femenina en el Parlamento islandés apenas alcanzaba el 5 %. Todo iba demasiado lento tanto para las activistas como para la mayoría de islandesas.

La huelga se fraguó en un congreso femenino celebrado en junio de 1975 en Reikiavik con participación de cinco organizaciones de mujeres del país. Y se materializó tras acceder las feministas más concienciadas a una concesión hacia mujeres más conservadoras o de clase alta: no se llamaría "huelga", término de connotaciones obreras, sino "día libre", mucho más inclusivo.

Arrancó así una movilización en los medios, círculos familiares o puestos de trabajo. Dos diarios nacionales dedicaban una vez por semana una página entera a cuestiones relacionadas con la paridad. Las activistas llevaban su mensaje a sindicatos, organizaciones vecinales y demás asociaciones. Se distribuyeron decenas de miles de octavillas con respuestas a la pregunta "¿Por qué un Día Libre para la Mujer?", mientras se sucedían mensajes parecidos en la radio. Empezaron a circular en paralelo los malos chistes sexistas. Pero nada detuvo a las mujeres de un país con una brecha salarial estimada entonces en el 25 %.

El 24 de octubre era un viernes. Sobre Reikiavik caía una lluvia tenue. Las únicas mujeres excluidas de tomarse el "día libre" fueron las del sector sanitario.

Paridad plasmada en leyes

En Islandia se recuerda el 24 de octubre como el catalizador del que partió el empuje a todo el feminismo. Pero todo ese ímpetu tal vez se hubiera diluido si no hubiera ido acompañado de leyes. La primera normativa con la equiparación de derechos como objetivo fue aprobada en 1976. Cuatro años más tarde, Finnbogadóttir ganaba las elecciones presidenciales islandesas. Ejerció la jefatura del Estado durante 16 años.

Islandia ocupa desde hace doce años el primer puesto en el Índice de la Paridad del Foro Económico Mundial (WEF), con una tasa del 95 %. Lo ha logrado apuntalada en leyes que garantizan una educación desde la escuela primera a la universidad regida por el principio de la igualdad, así como la regulación de un reparto equitativo de los permisos de maternidad y paternidad. El principio de la igualdad rige también sobre el deporte y demás actividades de la vida pública islandesa.

Se actúa también contra la explotación sexual. Desde 2007, está prohibido pagar por servicios sexuales. Quien los ofrece está considerado víctima de la prostitución, mientras que se penaliza a quien recurre a sus servicios. También están proscritos los clubes de striptease, ya que ningún patrono debe beneficiarse de la exhibición de su personal desnudo.

La equiparación salarial está regulada por ley. Desde 2021 está en vigor una última normativa según la cual queda formalmente prohibido que una mujer cobre menos que un hombre. De existir diferencias, el patrono debe demostrar que no es por razones de sexo.

Lo que empezó con un 'Día Libre' ha cristalizado en esa isla de 370.000 habitantes en la sociedad más paritaria del mundo occidental. En el ámbito político, la representación parlamentaria de la mujer se sitúa en el 48 %. El largo mandato presidencial de Finnbogadóttir no fue un capítulo excepcional. Actuamente hay otra mujer en la jefatura del Estado, Halla Tómasdóttir. Tres han sido las mujeres que han dirigido un Gobierno islandés: Jóhanna Siguroardóttir (2009.2013), Katrín Jakobsdóttir (2017-2024) y Kristún Frostadóttir.

Ni la determinación de las islandesas de hace medio siglo ni los avances posteriores han logrado, sin embargo, erradicar la gran lacra de la violencia de género, recordaron este viernes en el centro de Reikiavic miles de manifestantes. En el considerado "mejor país del mundo para la mujer", una de cada cuatro ciudadanas ha sido al menos en un momento de su vida víctima de violencia sexual, según la plataforma Kvennaár (Año de la Mujer), aglutinante de 60 organizaciones.

miércoles, 22 de octubre de 2025

La Haya versus Israel

La Corte Internacional de Justicia recuerda a Israel su "obligación" de facilitar la labor de la UNRWA, agencia vetada por Netanyahu



Los jueces de la Corte Internacional de Justicia leen su opinión sobre las obligaciones de Israel de garantizar la llegada de ayuda humanitaria a los territorios ocupados palestinos, este miércoles en La Haya. / PETER DEJONG / AP



Gemma Casadevall

Berlín22 OCT 2025 

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) lanzó este miertcoles el siguiente aviso a Israel al dictaminar que como "fuerza ocupante" tiene la "obligación" de facilitar las actividades de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés). Estableció, asimismo, que la parte israelí no ha podido "fundamentar" que entre el personal de esa agencia humanitaria hay miembros de Hamás, como sostuvo el Gobierno de Binyamín Netanyahu al vetar sus actividades. Y señaló que el bloqueo de los convoyes de ayuda "durante periodos prolongados" ha tenido "consecuencias catastróficas" para la población gazatí. Israel no puede "utilizar el hambre de la población civil como método de guerra", concluyó la CIJ, máximo tribunal de la ONU.

La audiencia de la Corte, la primera desde el alto el fuego en Gaza, se había abierto con una declaración del juez japonés Yuyi Iwasawa declarándose competente para dictaminar sobre las obligaciones de Israel sobre los territorios palestinos. Rechazó a continuación el argumento israelí de que con ello la CIJ incurría en "abuso o instrumentalización" de un proceso judicial internacional.

El pronunciamiento de la CIJ siguió a la audiencia del pasado mes de abril, en que representantes de unos 40 países y organizaciones abordaron ante esa corte las responsabilidades de Israel para posibilitar la presencia y actividad de las agencias de ayuda humanitaria.

Israel vetó la presencia de la UNRWA tras vincular a varios de sus empleados con las matanzas y toma de rehenes de Hamás del 7 de octubre de 2023. Desde la ONU se advirtió de antemano que no se puede bloquear la acción de estos agentes sin más, además de recordar la ilegalidad de la ocupación de los territorios palestinos.

Israel sostenía que la cooperación con la UNRWA implica un grave riesgo sobre su seguridad. La ONU se comprometió a investigar la acusación contra los miembros de su equipo y despidió a nueve de ellos. Pero el Gobierno de Netanyahu no se dio por satisfecho y bloqueó de facto la labor de la UNRWA tanto en Gaza como en la Cisjordania ocupada.

Varias delegaciones presentes en la audiencia de abril, entre ellas Sudáfrica, habían calificado de "insustituible" la labor de la UNRWA. España, como Colombia y otros países latinoamericanos, respaldaron este parecer. Miles de niños sufren los estragos de la malnutrición, mientras un centenar de ONG reclamaban poder entrar en Gaza con suministros de ayuda.

El doble frente jurídico sobre Israel

La Haya se ha convertido en los años de devastadora ofensiva sobre Gaza en epicentro de causas judiciales contra Israel en un contexto de creciente presiones internacionales sobre Netanyahu. Ya en diciembre de 2023, Sudáfrica presentó su demanda acusando a Israel de genocidio. La Corte respondió con medidas cautelares y el apremio a Netanyahu a “evitar cualquier acto de genocidio”.

El dictamen de este miércoles es el tercero de la CIJ relativo a Israel. Anteriormente concluyó que los asentamientos violan el derecho internacional y calificó de "ilegal" la presencia permanente de Israel en Palestina.

Sus pronunciamientos no son jurídicamente vinculantes, pero tienen gran peso político. Incluso tras la liberación de los últimos rehenes y de centenares de presos palestinos, las agencias de ayuda humanitaria han denunciado que los convoyes que Israel permite entrar em Gaza son insuficientes.

A los pronunciamientos de la CIJ se han sumado las decisiones de la Corte Penal Internacional (CPI), asimismo con sede en esa ciudad holandesa. La principal de ellas fue la orden de detención emitida contra Netanyahu por presuntos crímenes de guerra y lesa humanidad en Gaza.

Las órdenes de arresto sí son vinculantes para los países miembros, entre los que no se encuentran Israel ni tampoco Estados Unidos o Rusia. La orden de la CIJ no impidió el pasado abril al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, recibir con honores militares Netanyahu. Fue una manifiesta expresión de apoyo al líder israelí y de desprecio hacia la CPI. Unas horas antes de la llegada a Budapest de su invitado, el Gobierno de Orbán había anunciado su retirada del Estatuto de Roma, por el que se creó la CPI.

lunes, 20 de octubre de 2025

En busca del 'Stadtbild' perdido


Merz ataca a la inmigración en busca de estrategias contra la ultraderecha



El canciller alemán, Friedrich Merz, este lunes durante una reunión de la CDU en Berlín. / CLEMENS BILAN / EFE


Gemma Casadevall

Berlín20 OCT 2025

Por un lado, frenar a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), un partido que "quiere destruirnos" y con el que "no compartimos nada". Por el otro, culpar a la inmigración de generar un "paisaje urbano" inseguro, ante lo cual debe responderse con expulsiones. Esta es la doble estrategia con la que el canciller alemán Friedrich Merz y su bloque conservador quieren plantar cara al ímpetu de la AfD, a la que algunos sondeos sitúan ya como primera fuerza en intención de voto.

"Pregunte a sus hijos, pregunte a sus hijas, pregunte a sus amigos. Todos le confirmarán que hay un problema, que tienen miedo, a más tardar cuando oscurece", fue la respuesta del canciller este lunes, ante preguntas de los periodistas sobre qué quiso decir hace unos días al sostener que en Alemania hay un problema con el "paisaje urbano". Fue en un acto en el este del país, al citar como éxito la reducción en un 60% de las solicitudes de asilo y asegurar luego que debían "ampliarse las deportaciones" para atajar el problema que, a su parecer, supone la inmigración para el "paisaje urbano".

Las palabras del canciller han desatado críticas del Partido Socialdemócrata (SPD), su socio de coalición, que advierte del peligro de "hacerle el juego" a la ultraderecha. Desde la oposición verde e izquierdista se le ha acusado de racista, mientras en redes sociales se recuerda que el ministro de la propaganda nazi, Joseph Goebbels, culpó a los judíos de "pudrir el paisaje urbano". Incluso el alcalde Berlín, Kai Wegner, de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merz, se distanció del canciller. Afirmó que su ciudad está orgullosa de ser "diversa y cosmopolita" y advirtió de que no debe vincularse la criminalidad con determinados orígenes. Por contra, la AfD aprovechó las palabras de Merz para difundir imágenes catastrofistas de barrios con dominio de población migrante.

La CDU de Merz celebró este domingo una reunión entre su cúpula y los poderes regionales para perfilar las estrategias ante los comicios en cinco 'länder', estados federados, que tendrán lugar en 2026. La AfD, resumió el canciller este lunes, es el "principal rival político" en ese año electoral. No solo en el este, donde se le pronostican resultados sobre el 38%, sino también en el oeste. "No se puede tender la mano a un partido que quiere destruirnos", afirmó. No hay "absolutamente ningún punto en común con la AfD", añadió. Y está descartada "toda cooperación política" con ese partido.

sábado, 18 de octubre de 2025

Todos con Frans


El progresismo europeo arropa al neerlandés Timmermans, en una campaña cuesta arriba contra la ultraderecha



El líder del partido GroenLinks-PvdA, Frans Timmermans junto a Yulia Navalnaya, esposa de Alexei Navalny, en el congreso de los socialistas europeos, este sábado en Amsterdam / Efe


Gemma Casadevall

Berlín18 OCT 2025 

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el conjunto de la familia socialista europea arroparon a su correligionario neerlandés, Frans Timmermans, ante una recta final de las elecciones en Países Bajos que se presenta cuesta arriba frente a la ultraderecha de Geert Wilders. “Eres figura de referencia para el progresismo europeo”, en "un contexto que nos confronta con la ultraderecha” y ante el que no se puede dar “ni un paso atrás”, sentenció Sánchez en dirección a Timmermans y ante los 250 delegados del congreso del Partido de los Socialistas Europeos (PSE). La "derecha convencional se ha rendido", se ha convertido en "satélite" de una ultraderecha que avanza a base de "bulos y mentiras", añadió Sánchez. De seguir por esa vía, acabará "en sus fauces", sentenció el líder español desde la ciudad neerlandesa.

La cita del progresismo europeo se celebraba estratégicamente en Amsterdam, a once días de las parlamentarias en los Países Bajos. “Los problemas complejos tienen soluciones fáciles como sostienen los populismos”, advirtió Timmermans, tras destacar el “coraje y las respuestas” ofrecidas por el PSOE en España, ante asuntos acuciantes como la violencia de género o el acceso a la vivienda. El lema del congreso era una llamada a la “Movilización Progresista”. A ese espíritu apeló Tiemmermans en pos de la victoria el 29 de octubre de su bloque de la izquierda ecologista GroenLinks-Pvda.

Las elecciones neerlandesas siguen a las celebradas en septiembre en la República Checa, que ganó el populista Andrej Babis. Esa victoria amplía la influencia del trumpismo representado por los ‘Patriotas por Europa’, el grupo capitaneado por el húngaro Víktor Orbán y con la francesa Marine Le Pen entre sus miembros, además del Vox de Santiago Abascal y el propio Wilders.

Sánchez representa en el PES el contrapeso progresista frente al dominio de los populares en el Parlamento Europeo y la esperanza de recuperación de posiciones de liderazgo. Fue recibido a su llegada a Amsterdam, la noche anterior, como exponente del “liderazgo que necesita Europa”. Su intervención ante los delegados del PES era el plato fuerte de un congreso en que habían intervenido, entre otros, el presidente del Consejo Europeo, António Costa.

Timmermans tiene ante sí un duro final de campaña. Los sondeos dan como vencedor al ultraderechista Wilders. En las anteriores parlamentarias, en 2023, el PVV de Wilders ya fue la fuerza más votada. Su partido se convirtió así, por primera vez en su historia, en la fuerza dominante del gobierno de La Haya. Wilders tuvo que renunciar a ocupar un puesto en el nuevo gobierno, una coalición derechista, ya que sus socios vetaron su presencia. Pero ha manejado desde fuera el ejecutivo, que el pasado junio colapsó por la dimisión de cinco ministros del PVV, lo que precipitó la convocatoria de elecciones.

Países Bajos y Suecia como objetivos

El veterano Timmermanns, exvicepresidente de la Comisión Europea (CE), tiene ante sí el desafío de conseguir el mejor resultado posible p ara su bloque izquierdista. El siguiente reto para el progresismo europeo, en 2026, será recuperar el poder en uno de sus bastiones tradicionales, Suecia.

La ex primera ministra sueca, Magdalena Andersson, llamó también desde Amsterdam a luchar por la victoria. Los sondeos colocan a su partido en el primer lugar de intención de voto. Ser la fuerza más votada, sin embargo, no le garantiza recuperar el poder. En las elecciones de 2022, los socialdemócratas lograron el primer puesto, pero quien se convirtió en primer ministro fue el conservador Ulf Kristersson, quien gobierna al frente de una coalición de derechas con el apoyo externo de la ultraderecha. El congreso del PES reelegió como presidente a otro peso pesado de esa familia política, el exprimer ministro sueco Stefan Löfven, antecesor de Andersson en el gobierno de Estocolmo y representante de los buenos tiempos para la socialdemocracia nórdica.

La Barcelona de Collboni y el azote del populismo

La delegación española dominó desde la primera jornada hasta su cierre del congreso del PES. España es el único entre los principales socios de la UE con un gobierno liderado por los socialistas, la segunda fuerza en el bloque comunitario tras los populares. El otro socio destacable con un gobierno socialdemócrata es Dinamarca, pero su líder, Mette Frederiksen, ausente en el congreso, defiende una línea dura en materia migratoria muy cercana a los conservadores.

Asimismo gobernada por los socialdemócratas está Noruega. Pero en su calidad de país extracomunitario, Noruega no puede paliar la pérdida de peso del PES en la Eurocámara. Completa el mapa de gobiernos del PES en el bloque comunitario Malta. El congreso de Amsterdam expulsó de su familia política, entre fuertes ovaciones, al eslovaco SMER, el partido del populista prorruso Robert Fico.

Sánchez acudió a Amsterdam al frente de una poderosa delegación española. Ahí estuvieron, además de la presidenta de los socialistas en la Eurocámara, Iratxe García, la vicepresidenta de la CE, Teresa Ribera, el portavoz en el Congreso español, Patxi López, así como el presidente de la Generalitat catalana, Salvador Illa, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni.

En la primera jornada del congreso Collboni incidió en la necesidad facilitar el acceso a la vivienda, actualmente el gran problema de muchos ciudadanos y un caldo de cultivo que la ultraderecha instrumentaliza a su favor. Sintetizó así una situación compartida por muchas grandes ciudades europeas, desde la propia Amsterdam a Berlín, Barcelona o Madrid.