Die Linke miran a Grecia y a España en busca de su propio rescate
Gemma Casadevall
Berlín, 24 may (EFE).- La Izquierda alemana -Die Linke- mira a sus partidos hermanos de Grecia, España y Francia en busca de su "rescate", necesitada de recuperar el electorado perdido en medio de su crisis de liderazgo y del acoso de los efervescentes Piratas.
"No hemos sabido revitalizarnos pese al descrédito del capitalismo porque Alemania no sufre el azote de la crisis como Grecia o España, pero también porque nos hemos perdido en guerrillas internas", admitía hoy Sahra Wagenknecht, vicepresidenta de la formación y representante de su ala más radical.
A "Die Linke" le corresponde "seguir el ejemplo de los partidos hermanos griegos, españoles o franceses", prosigue Wagenknecht, en un encuentro con medios extranjeros, previo al congreso de La Izquierda para renovar su cúpula, el 2 y 3 de junio.
Wagenknecht, originaria de la Plataforma Comunista del este alemán, considera "teóricamente posible" un golpe interno como el que en 1995 catapultó a Oskar Lafontaine a la presidencia del Partido Socialdemócrata (SPD), con una contra-candidatura de última hora que derribó al débil líder de entonces, Rudolf Scharping.
Lafontaine sacudió de nuevo a la socialdemocracia cuatro años después con su doble dimisión -como líder del partido y como ministro de Finanzas de Gerhard Schröder, en desacuerdo por su línea centrista-, a lo que siguió la fundación de La Izquierda.
Ni ella ni Lafontaine -su actual compañero sentimental- se dicen dispuestos a repetir el golpe de entonces -"demasiado arriesgado, es deseable una cúpula que cohesione, no que desintegre", apunta-.
Lafontaine renunció hace dos días a presentar su candidatura a presidir Die Linke, mientras que Wagenknecht dice estar dispuesta a respaldar, pero no a liderar, una candidatura consensuada "que saque al partido de su desastrosa situación actual".
Wagenknecht admite "sana envidia" hacia ejemplos como Izquierda Unida, en España, y el Frente de Izquierdas de Jean-Luc Mélenchon, en Francia, que han "revitalizado el anticapitalismo", así como la Coalición griega de la Izquierda Radical (Syriza) de Alexis Tsipras.
El líder de Syriza, que podría convertirse en el partido más votado en las nuevas elecciones griegas del 17 de junio, estuvo en Berlín hace dos días, invitado por Die Linke.
"A su lado, nosotros parecemos envejecidos. Y no me refiero a cuestiones de edad", admite la izquierdista alemana respecto a Tsipras, de 37 años, al que en algún medio germano se le atribuyó tras su paso por Berlín el atractivo de un Antonio Banderas.
Wagenknecht, a punto de cumplir los 43, podría ser esa figura atractiva y mediática que precisa Die Linke, pero reconoce "no poder representar" a la formación, por identificársele con el poscomunismo del Este al que medio país etiqueta aún como heredero de la República Democrática Alemana (RDA) que levantó el Muro de Berlín.
"Die Linke" nació cinco años atrás, después de un laborioso proceso de consenso entre la disidencia del SPD en torno a Lafontaine y el Partido del Socialismo Democrático (PDS) de Gregor Gysi.
Entre ambos lograron sacar al PDS del reducto de fuerza regional, que lograba sus diputados en el Bundestag (parlamento federal) gracias a sus bastiones del antiguo territorio germanooriental, pero no conseguía más que resultados pírricos en el oeste.
Gysi pasó a la retaguardia tras varios infartos, Lafontaine lo hizo tras sufrir un cáncer. Ambos han regresado a la palestra más o menos puntualmente, pero ahora no parecen dispuestos a un nuevo "rescate" de un partido con 79 diputados en el Bundestag.
"Los Piratas tienen, como lo tuvo el PDS, el encanto de lo nuevo. Y de la indefinición programática, lo que les ayuda a arrebatar electorado a todos los partidos. Nosotros somos los primeros perjudicados, por ser los más debilitados", apunta Wagenknecht.
Los Piratas entraron en cuatro cámaras regionales en los últimos nueve meses, mientras que la izquierda alemana "salvó" posiciones en el Sarre -estado del que Lafontaine fue jefe de Gobierno, entre 1985 y 1988-, pero quedó fuera de dos "Länder" este mes de mayo, Schleswig-Holstein y Renania del Norte-Westfalia.
"Hasta el congreso hay que definir una cúpula capaz de invertir esa tendencia", apunta Wagenknecht. Que ella esté en esa cúpula es "teóricamente posible". EFE
gc/jcb/ih