jueves, 29 de octubre de 2015

La indefensión de un niño


Bildergebnis für mohammed flüchtlinge berlin





Secuestro y muerte de Mohamed, un refugiado bosnio de 9 años, sacude Alemania 

Gemma Casadeevall

Berlín, 29 oct (EFE).- El hallazgo en el maletero de un auto del cadáver de Mohamed, un niño bosnio de 4 años secuestrado en el centro de registro para peticionarios de Berlín, golpeó hoy a Alemania como exponente de la indefensión de un menor en medio del drama colectivo de los refugiados.
El rostro del pequeño era conocido en todo el país, ya que tras su desaparición de ese centro -el 1 de octubre- su foto había sido difundida por la policía, junto con las imágenes de vídeo captadas por las cámaras de vigilancia, andando de la mano de un hombre.
A la policía y fiscalía de Berlín les correspondió hoy informar, en una breve comparecencia ante los medios, de que el cadáver hallado este jueves en un maletero, medio cubierto de arenilla para gato, era el de Mohamed.
Poco antes, la edición digital del popular diario "Bild" había avanzado que había sido detenido un hombre, de 32 años, como presunto autor del secuestro y muerte del menor.
El portavoz policial confirmó esa noticia y añadió que se había localizado al sospechoso en Jüterbog, en el estado de Brandeburgo (circundante a Berlín), después de que su madre llamara a la policía informando de que su hijo le había confesado ser el autor del secuestro.
Hasta donde se sabe, no hay un trasfondo ultraderechista, se cree que fue una acción individual y no constan antecedentes penales del sospechoso, que no opuso resistencia y se mostró cooperativo.
Admitió su acto ante la policía al ser detenido en la casa donde vivía con su madre, tras lo cual se halló el cadáver en su maletero.
El fiscal instructor, Michael von Hagen, no pudo precisar aún las circunstancias en que se produjo la muerte del pequeño, aunque sí informó de que no fue "ni hoy ni ayer", sino "hace un tiempo".
Se hicieron así realidad los peores pronósticos que rodeaban el caso de Mohamed casi desde que se difundieron su foto y el vídeo del día de su desaparición, en un momento en que su madre le perdió de vista entre la aglomeración del centro de registro.
La familia, originaria de Bosnia-Herzegovina, reside desde hace un año en Alemania y ese día habían acudido ahí la madre, de 28 años, con Mohamed y dos hermanos más a regularizar su situación.
La policía recurrió a la colaboración ciudadana y se ofreció una recompensa de 20.000 euros a quien diera pistas sobre su paradero.
Se habían recibido ya unas 350 informaciones relacionadas con Mohamed, hasta que finalmente hoy se produjo el aviso de la madre del sospechoso.
Las circunstancias de la muerte de Mohamed están por aclarar, así como los móviles de su secuestrador. Por el momento, su caso añadió hoy un rostro de niño al drama incesante de los refugiados.
La noticia de su muerte se produce en un momento de fuertes tensiones en torno a la acogida de los refugiados y también de alarma por los ataques contra peticionarios de asilo, además de trifulcas entre residentes de albergues absolutamente colapsados.
Se estima que Alemania habrá recibido hasta final de año entre 800.000 y un millón de solicitantes de asilo, frente a 200.000 en 2015.
Hasta finales de octubre, según estimaciones policiales, se han producido unos 600 ataques atribuidos a la ultraderecha contra alojamientos de refugiados -entre centros ya habilitados para ese fin y otros en construcción-.
El cómputo es especialmente revelador en la comparación con el total de ataques del año anterior -unos 200- y se ha disparado en los últimos meses, en los que se han producido más de la mitad del total de agresiones.
Ello ha disparado las alertas de los poderes locales y los "Länder", que reclaman más fondos para hacer frente a su acogida, mientras aumentan las tensiones en la coalición de la canciller Angela Merkel, a la que sus aliados de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) exigen frene la llegada de refugiados.
La situación en la frontera entre Austria y Alemania es insostenible, advertía hoy un portavoz policía del puesto de Passau, Heinrich Oenstein, para el cual es "cuestión de tiempo, que muera aquí de frío el primer bebé". EFE

viernes, 23 de octubre de 2015

Haití, cuatro años después


Michel Martelly, presidente de Haití, durante los comicios del 9 de agosto, que fueron anulados.

Haití, hacia un futuro diferente


Luego de las elecciones de este domingo en Haití, Michel Martelly asegura que su sucesor continuará llevando a su país por el sendero de la democracia. ¿Cuál será el futuro del país más pobre de América Latina?
Michel Martelly, presidente de Haití desde 2011, afirma por estos días estar preparado para regresar, el 8 de febrero de 2016, a ser quien era antes: “Sweet Micky”, un cantante. El día antes de esa fecha habrá entregado el cargo a su sucesor, ya que la Constitución de su país no permite la reelección. Lo hará satisfecho, dice, “de haber encarrilado a su país”, el más pobre de América Latina, “hacia la estabilidad democrática”.
Da por hecho que ese sucesor será Jovenel Moise, su delfín y el hombre al que ha respaldado sin reparos en la carrera electoral y cuyo primer espaldarazo -o derribo- se producirá este domingo, 25 de octubre. Ese día están convocados a las urnas los 5.871.450 electores del país, para la primera ronda de las presidenciales, más la segunda de las legislativas en que se elegirán senadores y diputados, así como consejos municipales.
¿Podrá "Sweet Micky" cantar satisfecho?
Que “Sweet Micky” vuelva a cantar satisfecho porque hay un sucesor que sigue el camino por él trazado dependerá de lo que ocurra este domingo. Lo más probable es que el nuevo presidente se conozca tras una segunda vuelta -el 27 de diciembre- y ni siquiera es seguro que Moise la dispute.
Podría impedírselo Jude Celestin, quien ya en 2010 luchó por la presidencia pero debió bajarse de la segunda vuelta por una revisión de los escrutinios que dio el puesto al candidato “sorpresa” Martelly. O Marysse Narcisse, la candidata auspiciada por el expresidente Jean-Bertrand Aristide.
Moise, Celestin y Narcisse son los tres aspirantes con más opciones de alcanzar la presidencia, según los sondeos difundidos en la recta final por Brides y Sigma. Uno significa la continuidad del oficialismo actual; el otro se presenta como gran gestor, formado en Suiza y estratega del primer mandato de otro expresidente, René Préval. La tercera, más allá del parentesco político con el derrocado Aristide, es una figura reconocida en Haití como impulsora de la equidad de género, la medicina familiar y la prevención contra el sida.
Seis millones de personas viven sumidas en la pobreza en Haití.
Seis millones de personas viven sumidas en la pobreza en Haití.
Haití, lejos de la estabilidad política
Que Haití, con seis millones de habitantes sumidos en la pobreza, aún está lejos de la estabilidad política lo evidencia la violencia que rodeó la primera ronda de las legislativas, entre denuncias de irregularidades de la oposición y organismos internacionales. También el hecho de que la participación no alcanzó el 20 %, ya sea por miedo a la violencia, que suele marcar el día a día y por tanto también los comicios en el país, ya sea por desinterés.
Los comicios del 9 de agosto quedaron anulados en varios distritos y deberán repetirse ahora. Se celebraban ya con años de retraso y sucesivos aplazamientos. Martelly gobierna por decreto, lo que permite la Constitución, en un país donde siguen presentes las huellas del devastador terremoto de 2010, con 300.000 muertos, y la siguiente gran catástrofe nacional: la epidemia de cólera.
“Serán las primeras elecciones del Haití moderno en que estarán presentes todas la líneas políticas”, afirma el analista político Nino Karamaoun, francés y afincado en Haití desde 2011. No se refiere con ello únicamente a la denominada “jungla de candidatos” a la presidencia -54 en total, de los cuales 4 se retiraron en los últimos días-, ya que su inmensa mayoría no tienen ninguna opción. Que sean tantos refleja, más bien, la “fragilidad política” de un país sin estructuras partidarias reales. Pero, por lo menos, dice el analista, sí están representadas todas las opciones tradicionales, desde el progresismo o socialdemocracia hasta el liberalismo empresarial.

El terremoto de 2010 dejó graves daños en Port-au-Prince, la capital de Haití.


Esfuerzos por un futuro diferente

La reconstrucción tras el terremoto es visible. "A la construcción de un panorama político propio le queda aún un largo trecho”, apunta Juan Ernesto Caballero, arquitecto de Honduras que ha trabajado en rediseñar barrios enteros que habían sido arrasados por el terremoto “como si hubiera quedado marcada sobre ellos la huella de un gigante”.
La gran apuesta, coinciden el analista político y el arquitecto, es la articulación de un futuro propio. Haití, colonizado por españoles y luego por franceses, se convirtió en el primer país independiente de América Latina en 1804. Ha vivido tantas revoluciones sangrientas como ocupaciones -incluidas las de EE. UU. Ha conocido dictadores como François Duvalier y su hijo, vivió una suerte de instauración democrática con Aristide -luego aniquilada por él mismo- y todo tipo de intentos de “nuevo comienzo”. Ahora tiene ante sí el reto de empezar a caminar por cuenta propia, sin muletas que a veces auxilian, a veces estorban, llámense comunidad internacional o directamente EE. UU. Por lo pronto, la seguridad nacional sigue tutelada por la MINUSTAH -misión internacional de la ONU en Haití- y sus comicios, por el Consejo Electoral Provisional (CEP), por encima de los requerimientos de los grandes organismos de observación electoral -OEA o UE, de nuevo presentes en el país- a que deje atrás el atributo de “provisional”.

lunes, 19 de octubre de 2015

Un añito

Pegida exhibe fuerza en su primer aniversario y en medio de la crisis de los refugiados

Gemma Casadevall


Dresde (Alemania), 19 oct (EFE).- El movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida) exhibió hoy su poder de convocatoria en Dresde (este de Alemania), revitalizado por la crisis de los refugiados y desafiando a los miles de manifestantes que trataron de neutralizar su marcha.
La capital sajona se convirtió así en escenario de las dos caras de la Alemania actual -la que predica tolerancia y la que exige el cierre de las fronteras-, coincidiendo con el primer aniversario de las marchas de tinte xenófobo.
Entre 15.000 y 20.000 seguidores de Pegida, según diversas estimaciones, tomaron la Theaterplatz, en el corazón monumental de la ciudad, con banderas alemanas y pancartas protestando contra la acogida de refugiados o caricaturizando a la canciller Angela Merkel a lo "Teresa de Calcuta", imagen tomada de una reciente portada de "Der Spiegel".
En las plazas adyacentes, también en el centro monumental de Dresde, unos 14.000 ciudadanos, en su mayoría jóvenes, bailaban al son del "Clandestino" de Manu Chau y trataban de silenciar con sus gritos las consignas de la concentración islamófoba.
Un millar de antidisturbios se emplearon en mantener separados a los dos bandos, entre amagos de cargas contra grupos de jóvenes -algunos encapuchados- que trataban de sortear el cordón de seguridad o los que se encaramaban a farolas y andamiajes de edificios en obras para saltar a la Theaterplatz.
  "Somos ciudadanos normales, buenos alemanes, no nos acompleja defender nuestro país, nuestra bandera y nuestra cultura", protestaba a gritos, desde dentro de la concentración islamófoba, un hombre de unos treinta años, con la cabeza rapada y rodeado de unos quince compañeros de aspecto similar.
"No os queremos en Dresde ni en ningún otro lugar de Alemania. Sois la vergüenza del país", clamaba otro joven desde detrás del cerco impuesto a los contramanifestantes, convocados por diversas organizaciones cívicas bajo la consigna "Corazón en lugar de odio".
Ni todos los seguidores de Pegida tenían aspecto de neonazis, ni todos los contramanifestantes parecían igual de pacíficos. Al menos un seguidor de Pegida resultó gravemente herido cuando trataba de sumarse a la concentración de los suyos y fue atacado por varios jóvenes, aparentemente de la marcha contraria, según fuentes policiales.
Dresde fue así ese lunes una muestra de la escisión abierta entre la ciudadanía de Alemania desde que se dispararon los pronósticos de refugiados que recibirá este año al país -entre 800.000 y un millón- y con ello las tensiones en una potencia económica que se siente desbordada en sus capacidades.
Pegida, que unos meses atrás parecía haber entrado en estado agónico, se ha revitalizado en medio de la crispación y ha regresado a las calles de Dresde, impasible al rechazo generalizado que genera en el resto del espectro político alemán, con excepción de la euroescéptica Alternativa para Alemania (AfD).
Hoy era un día especial, porque festejaba -a su manera- su nacimiento, en octubre de 2014, entonces secundada por apenas un par de centenares de seguidores.
Semana a semana, sus manifestaciones de los lunes fueron cobrando después mayor fuerza, hasta derivar en marchas de decenas de miles de personas y dejar de ser considerado un fenómeno minoritario para desatar la alarma de las filas gubernamentales y la oposición parlamentaria.
La canciller Merkel ha conminado repetidamente a sus compatriotas a no secundar esas marchas, que en enero pasado llegaron a la cifra récord de 25.000 manifestantes.
A partir de ahí entró en una fase de declive entre trifulcas internas y el escándalo derivado de la difusión en las redes sociales de una foto de su impulsor, Lutz Bachmann, posando disfrazado de Adolf Hitler.
A su reaparición ahora han seguido nuevos toques de alarma del Gobierno de Merkel, cuyo ministro de Justicia, Heiko Maas, advirtió hoy de que Pegida "siembra el odio, que después se convierte en violencia".
El aniversario del movimiento islamófobo llega dos días después de que un hombre con pasado neonazi hiriera de gravedad a cuchilladas a la candidata a la alcaldía de Colonia y responsable de la acogida de refugiados en esa ciudad, Henriette Reker. EFE
gc/nl/si
(foto) (audio)

domingo, 18 de octubre de 2015

La xenofobia de todos los días, un sábado cualquiera





La tensió creixent a Alemanya, mentre continuen arribant allaus de refugiats i s'improvisen campaments a prova de “l'hivern germànic”, va quedar reflectida ahir en l'atac a ganivetades contra una política local, Henriette Reker, responsable de buscar-los aixopluc a Colònia. Poc abans de les 9 del matí, un home de 44 anys, sense feina i presumiblement pertorbat, es va llançar contra Reker, de 58 anys i aspirant a l'alcaldia de la ciutat.
És difícil saber si era l'acció d'un forassenyat, sense més atributs, o d'un assenyat ultradretà. Per a les autoritats de Colònia, tot apunta a un acte xenòfob, tant per la descripció dels presents com perquè així ho va dir l'agressor després de ser detingut.
Reker va ingressar ferida de gravetat a la Clínica Universitària de Colònia, i cinc persones més –dos acompanyants, dos ciutadans i un policia– també tenen lesions. Les eleccions –ella n'era la favorita, tot i ser independent, perquè li donen suport conservadors, verds i lliberals– es mantenen. Però, fora de l'impacte a escala local, l'atac va sacsejar tot el país.
La cancellera Angela Merkel serà avui a Turquia, disposada a apropar-se més del que havia fet fins ara, ni ella ni la seva Unió Democratocristiana alemanya (CDU), al president Recep Tayyp Erdogan. La crisi dels refugiats ha convertit aquest etern aspirant a ingressar a la Unió Europea (UE) en una peça fonamental per a la cancellera, necessitada de trobar solucions domèstiques. Les pressions exercides per la conservadora Unió Socialcristiana de Baviera són insostenibles i la seva CDU sembla haver-se'n encomanat.
Merkel ha passat d'actuar com un fre a les aspiracions turques de ser escoltada a la UE, a dir-se disposada a “entendre” el que demana Erdogan. Siguin els 3.000 milions d'euros que vol per atendre en el seu territori els refugiats arribats de Síria o l'Iraq, sigui la declaració d'aquest país com a “segur”, malgrat les denúncies per violacions als drets humans. Turquia és país de pas cap a Europa i, si és un lloc segur i ben finançat, només en casos molt excepcionals podrien obtenir els seus refugiats l'estatus d'asilats a Alemanya.
L'atac a la candidata hauria passat desapercebut fora de Colònia un parell de mesos enrere. El nivell de crispació al país puja, com ho fan els pronòstics dels acollits aquest any a Alemanya –entre 800.000 i un milió–. Ahir, tots els partits es mostraven agermanats en el rebuig a l'atac. Era una mena de resposta previsible, que no amagava, però, la por que el pròxim capítol pugui ser pitjor. Els atacs a centres de refugiats s'han disparat en paral·lel als pronòstics de peticionaris arribats als país. També han pres nova embranzida les manifestacions islamòfobes de Pegida, el moviment xenòfob que fa uns mesos es donava per mort i que per demà ha convocat una manifestació a Dresden, coincidint amb el primer aniversari de les seves marxes.

De pronto, la alcaldesa Reker


Alemania, escenario de una crispación política y social desconocida para Merkel

Gemma Casadevall


Berlín, 18 oct (EFE).- La incesante llegada de refugiados a Alemania ha generado una creciente crispación en el país, reflejada en tensiones políticas y sociales, pero también en ataques xenófobos como el sufrido por la candidata a la alcaldía de Colonia, Henriette Reker, responsable de su acogida en la ciudad.
Mientras la canciller Angela Merkel viajaba hoy a Turquía, al encuentro del presidente Recep Tayyip Erdogan y en busca de remedios a las oleadas de refugiados, Alemania era este domingo un espejo de los desafíos, políticos y logísticos, que confluyen en el país.
En primer lugar, el impacto tras el ataque xenófobo sufrido por la candidata a la alcaldía de Colonia Henriette Reker, de 58 años e independiente, que partía como favorita en esos comicios locales.
La víspera electoral, en un último paseo en busca del elector, un desempleado de 44 años, que al parecer militó en los noventa en las filas neonazis, le causó heridas en el cuello que hicieron temer por su vida, tras lanzarse a cuchilladas sobre ella y sus acompañantes.
Los comicios en Colonia se saldaron hoy con clara mayoría para Reker, según los resultados parciales, pero más allá de los efectos de esa victoria en la ciudad la agresión sacudió a todo el país.
El estupor ante el ataque -que el mismo agresor explicó como un acto xenófobo- se extendió a todo el espectro parlamentario alemán, mientras el ministro del Interior, Thomas de Maiziére, lo calificaba de exponente de la crispación creciente que se respira en el país.
Los ataques ultraderechistas contra centros de asilados se dispararon en los últimos meses -más de 200 en el primer semestre del año- y también las amenazas y acciones de acoso a alcaldes y políticos locales que defienden su acogida.
Los campamentos y centros de asilados improvisados repartidos por toda Alemania, en municipios grandes y pequeños, están desbordados y el pronóstico sobre el cómputo de solicitantes que recibirá el país este 2015 los sitúa entre los 800.000 y el millón de personas.
La llegada del duro invierno obliga a actuar con rapidez y acelerar los procesos de evaluación de esas solicitudes, mientras día a día se suceden situación tensas entre los residentes.
Solo este fin de semana se registraron dos enfrentamientos graves: un somalí murió tras ser atacado por otro residente, en un albergue de Baja Sajonia (norte), mientras que un afgano quedó herido de gravedad en circunstancias parecidas en Turingia (este).
Las precarias condiciones en que a menudo quedan alojados o la lucha diaria ante los centros de registro donde deben guardar cola, de madrugada, simplemente para obtener turno para presentar su solicitud han derivado en batallas campales entre peticionarios.
Merkel, cuyos sucesivos gobiernos frenaron las aspiraciones de Turquía a ingresar en la UE, se muestra ahora más receptiva ante sus peticiones de apoyo financiero y político para atender en su territorio a los refugiados que buscan llegar a Europa.
La canciller necesita distender la situación también entre sus propias filas, donde han arreciado las críticas por la generosa acogida de refugiados que hasta ahora defendió, como ha comprobado estos días en sucesivos actos de partido.
Pocos en la Unión Cristianodemócrata (CDU) se atrevían hasta ahora a discutirle a Merkel la línea a seguir, pero de pronto se ha topado con una fuerte resistencia, como si la formación que preside desde 2000 se hubiera contagiado de la línea divergente de su hermanada y más derechista Unión Socialcristiana de Baviera (CSU).
Las Juventudes de la CDU, ante cuyo congreso habló Merkel el viernes, terminaron hoy sus sesiones con una resolución instando a marcar un tope al cómputo de refugiados que puede acoger el país, cuestión que la canciller considera impracticable.
A la canciller se le han venido encima presiones a las que no estaba acostumbrada, además de exigencias de los poderes locales, que reclaman más recursos para atender a los refugiados.
En cambio, cobraron vigor fuerzas que parecían agónicas, como la euroescéptica Alternativa para Alemania (AfD) o el movimiento de los Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida).
Recientes sondeos vuelven a situar a AfD por encima del 5 % -mínimo para obtener escaños-, mientras que Pegida tiene convocada mañana una marcha de "celebración" del primer aniversario de su nacimiento, en Dresde (este), después de varias semanas después de semanas de haber aglutinado ya a miles de seguidores en esa ciudad. EFE
gc/si

sábado, 17 de octubre de 2015

En pos de Erdogan


Merkel viaja a Turquía, país clave en la crisis de los refugiados

Gemma Casadevall

Berlín, 17 oct (EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel, viaja mañana a Turquía para reunirse con el presidente, Recep Tayyip Erdogan, una pieza clave a ojos de Berlín en la búsqueda de soluciones para la crisis de los refugiados.
Merkel, cuyos sucesivos Gobiernos actuaron de freno a las aspiraciones turcas de ingresar en la UE, ha dado estos días un giro a favor de los postulados de Erdogan, mientras a escala interna han crecido las presiones internas sobre la canciller, para que contenga la oleada de peticionarios de asilo llegados a Alemania.
En un acto de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido que preside, la canciller expresó el viernes su "comprensión" hacia la petición de apoyo financiero -3.000 millones de euros- de Turquía a la UE para hacerse cargo de los refugiados que atiende ya ese país y que preferentemente tratan de alcanzar Europa.
"Debemos hablar de ello", sostuvo Merkel, pese a que esa cifra triplica lo inicialmente propuesto por Bruselas, y después de que su Gobierno defendiera la posibilidad de que Turquía pase a ser considerado "país de origen seguro".
Berlín hasta ahora se había mostrado reticente a éstas y otras aspiraciones de su socio de la OTAN -y candidato eterno al ingreso en la UE-, además de lugar de origen del mayor colectivo de ciudadanos de raíces extranjeras del país -tres millones, un tercio de ellos nacionalizados alemanes-.
Esos recelos parecen haberse disipado ante la necesidad de descongestionar la situación creada por los refugiados llegados a la primera economía de la UE, que según los pronósticos, recibirá este 2015 entre 800.000 y un millón de peticionarios de asilo.





  Sobre la línea de acogida generosa representada por Merkel han llovido las críticas de su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) y también de la CDU, mientras los sondeos apuntan a una caída de popularidad, situación anómala para la canciller.
El viernes, el Bundesrat (cámara alta) dio el visto bueno a la ley elaborada a toda prisa por el gobierno de Merkel, que acelerará la tramitación de solicitudes, pero también agilizará las expulsiones de quienes vean rechazada su solicitud.
En este contexto llegará la canciller a Turquía, país que tiene en su territorio a 2,5 millones de refugiados sirios o iraquíes.
En Estambul se reunirá con Erdogan y su primer ministro, Ahmed Ahmet Davutoglu, con la lucha contra el terrorismo de Estado Islámico (EI) y la crisis de los refugiados como ejes de la visita.
Que Ankara pida recursos a la UE es algo "que puedo comprender", dijo la canciller ayer, en uno de los múltiples actos de partido en estos días de Merkel, ansiosa de recuperar la armonía con sus filas.
Turquía debe, como contrapartida, cooperar activamente con Grecia en la protección de las fronteras exteriores de la UE, prosiguió Merkel, cuestión no precisamente fácil, ni para Ankara ni para Atenas, en medio del conflicto persistente en torno a Chipre.
Merkel cuenta con el apoyo co-gubernamental Partido Socialdemócrata (SPD), cuyo jefe de grupo parlamentario, Thomas Oppermann, expresó su aquiescencia hacia esa línea con Turquía.
Desde Amnistía Internacional (AI), por contra, se instó hoy a la canciller a abordar la situación de los derechos humanos ante Erdogan, así como la represión que según la organización sufre la oposición turca y los periodistas independientes.
La secretaria general de AI en Alemania, Selmin Çaliskan, recordó en un comunicado las recientes víctimas de los enfrentamientos entre el ejército turco y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), así como la situación de la población kurda en su conjunto.
Todo ello hace inviables, según AI, las "reflexiones" sobre una calificación de Turquía como país seguro, cuestión que recortaría a casos excepcionales el número de refugiados llegados a través de ese país a quienes se reconocería el estatus de asilado. EFE
gc/msr

viernes, 16 de octubre de 2015

Quién pagará la factura del taller

VW revisarà 8,5 milions de dièsels trucats a tota la UE
                  
Volkswagen va decidir ahir passar a l'acció, amb el compromís de retirar els 8,5 milions de vehicles que circulen per Europa amb el motor dièsel afectat per l'escàndol del frau en les emissions dels gasos contaminants. Va ser, segons la companyia alemanya, una decisió presa per voluntat pròpia. L'anunci va coincidir, però, amb una sèrie d'operacions encadenades, en paral·lel, a Alemanya, Itàlia, Àustria i el Regne Unit.
Ahir mateix, poc abans d'una reunió de la cúpula directiva de Volkswagen, el ministre de Transports alemany, Alexander Dobrindt, havia deixat clar que no es podia anar amb solucions a mitges davant l'escàndol. Dobrindt va informar que l'Oficina de Vehicles de Motor, departament assignat al seu ministeri, havia rebutjat la solució proposada per VW una setmana enrere, que deixava a criteri del conductor la decisió de portar o no el cotxe al taller. En lloc d'això, s'obligava la companyia a procedir a la retirada i reparació de tots els cotxes afectats que es calcula que circulen per Alemanya, uns 2,4 milions.
Gairebé en paral·lel a aquesta decisió, des d'Itàlia es van portar a terme escorcolls a les seus de la companyia alemanya per ordre de les autoritats fiscals. A Àustria, fonts del govern reclamaven també la retirada dels vehicles afectats. Al Regne Unit, el director executiu de la marca, Paul Willis, va haver de comparèixer davant el Parlament per prometre també “solucions” al problema.
Crida general
En aquest context d'autoritats nacionals pressionant, amb més o menys contundència, la direcció de Volkswagen va tirar pel dret i, a mitja tarda, va sortir amb la crida a revisió dels 8,5 milions de cotxes que se suposa que circulen pel gran mercat prioritari de la companyia: els vint-i-vuit estats membres de la Unió Europea. Fora de l'àmbit comunitari, cada país analitzarà com s'implementen les solucions promeses. A la Unió, serà la companyia la que contactarà directament amb els usuaris. O aquest qui pot fer-ne un seguiment, des dels webs de VW o de les tres altres marques afectades: Audi, Seat i Skoda.
La xifra dels 8,5 milions vehicles és més alta que l'exigida per les autoritats, segons van informar fonts de Volkswagen, que asseguraven que ho feien de manera “voluntària” per complir amb el seu compromís de resoldre la qüestió. Els cotxes afectats són les diferents versions –d'1,2, 1,6 i 2,0 litres– del motor dièsel EA-189. Les autoritats alemanyes van insistir en l'exigència de retirar-los el programari manipulador i fer el que sigui necessari perquè els cotxes respectin els nivells d'emissions que se'ls demana.

domingo, 11 de octubre de 2015

Reedición del Tatort del 12.10.1990


Schäuble, 25 años después del atentado que le ató a una silla de ruedas

Gemma Casadevall

Berlín, 11 oct (EFE).- El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, encarna en Alemania la disciplina y el sacrificio desde el atentado sufrido hace ahora 25 años, que le dejó atado a su silla de ruedas, pero no le impidió seguir ejerciendo de hombre fuerte, tanto del entonces canciller Helmut Kohl como ahora de Angela Merkel.
Fueron tres disparos, lanzados minutos antes de las diez de la noche del 12 de octubre de 1990, con un revólver del calibre 38 a medio metro de distancia del político y en un mitin en Oppenau, una pequeña población de la Selva Negra, ante unos 300 asistentes.
Un disparo le atravesó la mejilla derecha, pero no le tocó el cerebro; otro le quedó incrustado en la columna vertebral; el tercero fue a parar al estómago del guardaespaldas, que se interpuso entre él y el agresor.
El lugar de los hechos era el restaurante "Gasthof Brauerei Bruder", en el distrito electoral de Baden-Württemberg (sur) por el que Schäuble tenía desde 1972 -y tiene aún- su escaño de diputado.
"No siento las piernas", fueron sus primeras palabras, desde el suelo del local, abatido por los disparos de un hombre de 36 años, Dieter Kaufmann, un enajenado con antecedentes por drogas, vecino de la región, que actuó movido por manía persecutoria hacia el político.
Schäuble tenía entonces 48 años, era ministro del Interior de Kohl y, dentro y fuera de la Unión Cristianodemócrata (CDU), se le consideraba el heredero del llamado "canciller de la reunificación".
Hacía nueve días que había entrado en vigor el Tratado de Unidad, tras una negociación vertiginosa con las cuatro potencias que derrotaron al nazismo -EEUU, Francia, Reino Unido y la Unión Soviética-.
Schäuble fue el arquitecto del Tratado por el que se extinguió la República Democrática Alemana (RDA) y fue él quien estampó su firma en el acuerdo, por parte de la República Federal de Alemania (RFA).
En Oppenau no había un dispositivo especial de seguridad, pese a su relevante posición de entonces y a que en abril de ese año el líder socialdemócrata Oskar Lafontaine había sufrido una agresión similar, también en un mitin y también por una perturbada.
Schäuble jugaba en casa y Oppenau era una cita de rutina, lo que aprovechó Kaufmann, sin profesión conocida, en libertad desde 1984 y en tratamiento por esquizofrenia, que acudió al acto en bicicleta y disparó al político con el arma de su padre -alcalde local-.
A la frase del "no siento las piernas" siguió el urgente traslado de Schäuble a un hospital local y de ahí a la clínica universitaria de Friburgo, donde se le extrajo la bala de la columna vertebral.
Tanto él como su guardaespaldas, un policía de 28 años que probablemente le salvó la vida, estaban fuera de peligro, se informó horas después. Al autor del ataque se le había detenido de inmediato.
Schäuble, un apasionado del fútbol y disciplinado jugador de tenis, padre de cuatro hijos, la menor de los cuales estaba ese día en el mitin, quedó paralizado de cintura para abajo.
Se enteró de que nunca más volvería a andar tras despertar del coma inducido al que se le sometió. Su reacción, según ha explicado en entrevistas, fue preguntar por qué no le dejaron morir esa noche.



Superó ese sentimiento inicial de derrota y unos meses después reapareció en campaña, aclamado como un héroe.
A partir de ahí agrandó su perfil de sucesor de Kohl, pero éste no le pasó las riendas de la CDU hasta caer derrotado en 1998 frente al socialdemócrata Gerhard Schröder.
Schäuble asumió la jefatura de la CDU justo antes de estallar el caso de su financiación irregular bajo la "era Kohl". Renunció al cargo, salpicado por el escándalo, mientras Merkel se convertía en su líder con una llamada a emanciparse del patriarca.
De soldado de Kohl -con el que rompió a raíz del escándalo- pasó a serlo de Merkel, primero en la oposición y luego ya en el poder, como ministro del Interior y luego de Finanzas.
El golpe sufrido con el atentado, más los de la política, redondearon su aureola de luchador. Entre sus compatriotas se le apoda "el poder en silla de ruedas", mientras a escala global representa el dogma de la austeridad, también en la esfera privada.
Su agresor fue condenado e ingresó en un psiquiátrico, del que salió hace unos años. Su guardaespaldas murió de cáncer en 2004. EFE
gc/egw/ah

domingo, 4 de octubre de 2015

El dilema catalán,una semana después

http://www.funkhauseuropa.de/sendungen/estacionsur/estacionsur106.html


En la Funkhaus nos seguimos preguntando quién ganó. El que levantó los brazos más alto tiene cruda la investidura





viernes, 2 de octubre de 2015

Adiós a Gregor

El Parlamento alemán aprueba con nota la reunificación sin obviar sus puntos flacos

Gemma Casadevall


Berlín, 2 oct (EFE).- El Bundestag (cámara baja del Parlamento alemán) dio hoy un aprobado con nota alta a la reunificación del país, en la víspera del 25 aniversario del Tratado de Unidad, aunque sin obviar sus puntos flacos y la persistente desigualdad entre el este y el oeste.
La cámara baja repasó los logros del cuarto de siglo de la nueva Alemania, con coincidencia entre los grupos parlamentarios en que el principal de ellos fue que el antiguo territorio comunista entró ese 3 de octubre de 1990 en la órbita de la libertad y la democracia.
"No soy una ingenua. Sé que no hemos logrado aún la equiparación de sueldos y jubilaciones", indicó la socialdemócrata Iris Gleicke, responsable del Gobierno para la activación del este Alemania.
Será preciso mantener los estímulos económicos a esta mitad del país, indicó Gleicke, al presentar al plenario su informe anual sobre la situación este-oeste y admitir que no todo en la evolución social y económica que arrancó en 1990 fue positivo.
"Y, sin embargo, tenemos mucho que festejar mañana", prosiguió, ante las conmemoraciones de la entrada en vigor del Tratado, cuyo acto político central tendrá lugar en Fráncfort, mientras que en Berlín se celebrará una gran fiesta ciudadana.
Se recordará así un proceso que se cerró once meses después de la caída del Muro de Berlín -el 9 de noviembre de 1989-, que implicó la extinción de la República Democrática Alemana (RDA) y la integración de su territorio y población en la República Federal de Alemania (RFA).
La reunificación fue "una ganancia para todos", apuntó el líder de la Izquierda, el postcomunista Gregor Gysi, quien en los años siguientes a la reunificación tuvo que luchar contra los intentos por arrinconarle políticamente.



La división del país no arrancó de una imposición de la RDA, prosiguió, sino que fue el "castigo" de las potencias aliadas tras la II Guerra Mundial, un conflicto que arrancó de la monstruosidad del nazismo, recordó, y que dejó 50 millones de muertos.
Gysi se despidió con su discurso como líder del grupo parlamentario izquierdista, función con la que se ha ganado -también entre sus enemigos político- el reconocimiento como uno de los oradores más brillantes y temidos del Bundestag.
Su retirada como líder de la primera fuerza de la oposición -aunque seguirá como diputado- reflejó también la extinción progresiva de la clase política etiquetada de "heredera" de la RDA.
Un cuarto de siglo después de la reunificación, Alemania está liderada por una mujer crecida en territorio del este, Angela Merkel, y su primer cargo representativo fue un pastor protestante de esa mitad del país, el presidente Joachim Gauck.
Ni uno ni otro son identificables con la RDA: Merkel entró en la política tras la caída del Muro, como viceportavoz del gobierno de transición de Lothar de Maizière; Gauck fue un destacado disidente, al que el canciller Helmut Kohl puso en 1990 al frente de la tutela de los archivos de la Stasi -la policía política de la RDA-.
Gysi superó con los años el ostracismo político, pero nunca se liberó del todo de la etiqueta de heredero del régimen o confidente de la Stasi con los que, hasta hoy, se trató de deslegitimarlo.
Sin embargo, también él dio su aprobado a una reunificación que "trajo libertad y democracia" y que "supuso un enriquecimiento personal para muchos, como yo mismo", añadió, jugando con el sentido, metafórico y literal, de ese término.
También aludió Gysi -como hicieron, en mayor o menor medida, el resto de oradores de las filas gubernamentales o de la oposición- a los desniveles en sueldos y jubilaciones o a la pérdida a los valores morales colectivos que, en su opinión, existieron en la RDA.
Las cifras del informe anual reflejan los desniveles entre las dos mitades del país: el producto interior bruto (PIB) por habitante del este se duplicó desde 1990, pero sigue un tercio por debajo del oeste alemán; el desempleo bajó a mínimos y se sitúa en un 9,8 %, frente al 5,9 % del oeste.
Son claros avances, desde la situación inicial que arrojó al ciudadano del este a la frustración, ya que en lugar del "paisaje floreciente" prometido por Kohl se pasó a niveles de paro del 30 %.
Los costes de este proceso son tan gigantescos como lo fue el desafío diplomático de negociar a seis bandas -las dos Alemanias y las potencias aliadas (Francia, Reino Unido, Estados Unidos y Unión Soviética)- hasta cerrarse el Tratado de Unidad.
Un reciente estudio de la Universidad Libre de Berlín estimaba en 2 billones de euros el total de transferencias recibidas por el este, así como programas de estímulo económicos, de los cuales entre un 60 y el 65 % se destinaron a prestaciones sociales y pensiones. EFE
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