domingo, 30 de mayo de 2021

A por los antígenos

El test rápido gratis y la vacuna, claves de la nueva normalidad alemana 

Gemma Casadevall


Berlín, 30 may (EFE).- Alemania entrará en junio en pleno levantamiento progresivo de restricciones, con la extensión de la vacuna, también a adolescentes, y la proliferación del test de antígenos gratuito como claves de la nueva normalidad.
La incidencia acumulada se sitúa sobre los 35 contagios en siete días y por 100.000 habitantes, nivel marcado por el Instituto Robert Koch (RKI) de virología para pasar a la siguiente fase de desescalada.
Este domingo, el nivel era de 35,2 casos, frente a los 64,5 de hace una semana o los 37,5 del sábado. El pico de toda la pandemia se registró en diciembre, con 197,6 casos.
La desescalada se aplica a escala regional o local. Empezó cuando el nivel bajó durante varios días consecutivos a menos de 100 casos y se pasará a la siguiente fase cuando caiga a 35. A la inversa, si se supera de nuevo el nivel de los 100 contagios se activa el "freno de emergencia".

TERRAZAS Y PISCINAS, PREVIO TEST O VACUNA

En toda Alemania se respira un aire de liberación tras muchos meses de cierre de la restauración, el ocio, la cultura y los comercios no esenciales. Las piscinas al aire libre reabrieron, lo mismo que las terrazas o restauración exterior, museos y conciertos en espacios abiertos.
Tomarse una cerveza o acceder a la piscina pasa, en parte del país, por la presentación del carnet con la pauta completa -de momento, la cartilla internacional de vacunación, a la espera del certificado digitalizado- o un test de antígenos negativo realizado en las últimas 24 horas.
Acceder a la prueba es fácil, al menos en Berlín: en la capital alemana hay más de mil puntos donde hacérselo. Son desde salones de tatuaje reciclados, a clubes nocturnos -cerrados desde hace 14 meses-, bares, locales vecinos a comercios o iglesias, así como equipos móviles apostados en plazas o parques.
Entre quince minutos y media hora se demora la transmisión del resultado al teléfono móvil. Durante las veinticuatro horas siguientes se accede a la cautelosa nueva normalidad alemana.

LA HORA DE LOS ADOLESCENTES

La vacunación se aceleró en abril y se dinamizará más con la entrada en junio. La población inmunizada queda exenta de presentar el test de antígenos a cada paso o de regreso de un viaje al extranjero, lo que ha desatado las prisas ciudadanas ante las vacaciones.
Hasta el sábado habían recibido una dosis de la vacuna 35,4 millones de ciudadanos -un 42,6 % de la población-, mientras que 14,1 millones -un 17,1 %- tiene la pauta completa.
En algunos "Länder" (estados federados) se levantó en mayo el orden de prioridades -por edad, actividad laboral o grado de vulnerabilidad-. El 7 de junio, quedará suprimido en todo el país y cualquier adulto podrá solicitar su cita.
Los médicos de cabecera están desbordados desde que empezaron a aplicar la vacuna -en abril- y la atención telefónica o digital en los centros de vacunación no siempre responde con la celeridad que espera el ciudadano. Se requiere bastante perseverancia hasta lograr la cita.
La logística podría complicarse el 7 de junio, en que se permitirá solicitar cita para menores de entre 12 y 16 años. Hay un amplio debate sobre si es recomendable abrir esa vía, cuando hay población adulta que no ha conseguido vacunarse.
La autorización de la vacuna de BioNTech-Pfizer por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para esos menores, el pasado viernes, ha disparado las expectativas en Alemania.

HECHA LA LEY, HECHA LA TRAMPA

Con la proliferación del test de antígenos apareció otra forma de fraude. La prueba es gratis para el ciudadano, pero no para el Estado, que subvenciona esos locales.
Por cada prueba realizada se facturan 18 euros y no hay control efectivo sobre las que se practican, ha admitido el ministro de Sanidad, Jens Spahn, tras saltar las primeras revelaciones sobre estafa masiva. La situación será abordada este lunes en una reunión entre Jens y sus colegas de los "Länder", centrada en esos abusos en la facturación.

DESCONTROL Y FIESTAS ILEGALES

El disfrute de la nueva normalidad escapa a menudo de las reglas de distanciamiento. Este fin de semana, la policía desmanteló fiestas ilegales con más de mil concentrados en Hamburgo y Stuttgart.
En otras ciudades hubo intervenciones parecidas, aunque en formato más reducido. EFE gc/jac

Armin Teflon

 La desescalada alemanya fa recuperar terreny al

 conservador Laschet


Es res­pira la nova nor­ma­li­tat, entre tocs d’alerta de la pru­dent can­ce­llera Angela Merkel i dels experts que recor­den que, un any enrere, la deses­ca­lada de l’estiu va pre­ci­pi­tar el nou i dur tan­ca­ment abans d’arri­bar a la tar­dor.

No és la nor­ma­li­tat l’únic que es recu­pera: també ho fa el can­di­dat del bloc con­ser­va­dor de Merkel, el cen­trista Armin Lasc­het. De figura poc carismàtica, ha pas­sat a lide­rar la intenció de vot de cara a les gene­rals del pro­per 26 de setem­bre. Ja no va al dar­rere de la líder dels verds, Anna­lena Baer­bock, sinó que té un pun­tet d’avan­tatge sobre la seva prin­ci­pal rival. És una situ­ació encara fràgil, que no des­carta Baer­bock com a pro­pera can­ce­llera. A Lasc­het se li pro­nos­tica ara un 26 %, davant el 25 % de la can­di­data eco­lo­gista. Però és el pri­mer mis­satge afa­vo­ri­dor per a Lasc­het des que va acon­se­guir impo­sar-se als cor­rents més dre­tans fins a ser ele­git pre­si­dent de la Unió Cris­ti­a­no­demòcrata (CDU) i el can­di­dat del seu bloc a la can­ce­lle­ria.

Lasc­het con­fia ara en un petit cop d’efecte el pri­mer diu­menge de juny. Hi ha elec­ci­ons regi­o­nals a Saxònia Anhalt, un land de l’est. I mal­grat l’embran­zida en aque­lla part del país de la ultra­dreta tot fa pen­sar que la CDU serà par­tit més votat. L’actual govern regi­o­nal és un tri­par­tit entre els con­ser­va­dors, els verds i els soci­al­demòcra­tes. La banda més radi­cal d’Alter­na­tiva per Ale­ma­nya (AfD) empeny per situar-se en pri­mera posició. Però els son­de­jos més con­so­li­dats situen els ultra­dre­tans sis punts per sota dels con­ser­va­dors.

Les regi­o­nals de diu­menge vinent seran les últi­mes elec­ci­ons abans de les gene­rals que han de posar punt final als setze anys al poder de Merkel. Si ara un 42% de la població ha rebut com a mínim la pri­mera dosi de la vacuna, fins ales­ho­res pro­ba­ble­ment s’haurà pogut immu­nit­zar tots els adults que ho desit­gin.

Segu­ra­ment ja no faran falta tots aquests locals on s’ofe­rei­xen gra­tis els tests d’antígens. La majo­ria són espais reci­clats on abans es feien tatu­at­ges, hi havia sales de vide­o­jocs, esglésies o clubs noc­turns, el sec­tor més cas­ti­gat per la pandèmia, ja que fa catorze mesos que estan tan­cats. De moment, reben 18 euros per cada test que fan. Tenen uns equi­pa­ments mínims i un per­so­nal amb una for­mació exprés i que sovint és for­mat per estu­di­ants, actors sense feina i altres autònoms. Hi ha unes quan­tes inves­ti­ga­ci­ons ober­tes per irre­gu­la­ri­tats, perquè no hi ha un con­trol efec­tiu sobre la seva acti­vi­tat. Tot fun­ci­ona una mica segons la dita de “qui dia passa, any empeny”.

sábado, 29 de mayo de 2021

Dónde queda Sachsen-Anhalt

El pulso por la cancillería se asoma al este, último test electoral

Gemma Casadevall

Berlín, 29 may (EFE).- Los candidatos a la Cancillería alemana compiten este fin de semana en mostrar su presencia en Sajonia-Anhalt, un "Land" del este del país donde la ultraderecha exhibe fortaleza y cuyos comicios regionales serán la última cita electoral ante las generales de septiembre.
Armin Laschet, aspirante conservador para suceder a Angela Merkel, la líder verde Annalena Baerbock y el socialdemócrata Olaf Scholz centran los actos de campaña de ese pequeño estado federado, cuyos 1,8 millones de electores están convocados a las urnas el domingo 6 de junio.
Laschet, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) desde enero, necesita un triunfo, tras el doble revés de su formación en las regionales en Baden Württemberg y en Renania Palatinado -sur y oeste-, dos meses después de asumir la jefatura del partido.
Baerbock, la primera líder verde con opciones a ocupar la Cancillería, atraviesa un bache. Su designación como candidata disparó la intención de voto hacia su partido; pero ahora los sondeos la colocan un punto por debajo del teórico sucesor natural de Merkel -26 % para Laschet, frente a su 25 %, según la televisión pública ZDF.
Scholz, ministro de Finanzas, está diez puntos por debajo del conservador y perseguido por el Partido Liberal (FDP), que amenaza con arrebatarle el tercer puesto. Su baza es su experiencia de gobierno, en tanto que vicecanciller en la gran coalición de Merkel, pero eso no le ha ayudado a remontar.

EL RADICALISMO ULTRA BUSCA LA "POLE POSITION"

Laschet habrá recorrido, entre viernes y sábado, el museo Bauhaus de Dessau, cuna de ese movimiento artístico, un centro de vacunación contra la covid, otro de tratamiento contra el cáncer infantil, una antigua explotación minera y un convento. Le acompañará el primer ministro regional, Reiner Haseloff, quien lidera desde 2016 un tripartido entre la CDU, el SPD y los Verdes.
El sondeo de la ZDF pronostica a Haseloff un 29 %, seis puntos más que a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Los socialdemócratas podrían caer al 10 %, mientras que los Verdes quedarían en un 9 %, un ascenso de tres puntos en una región tradicionalmente poco afín para los ecologistas.
Los partidos del tripartito regional optaron por multiplicarse en actos de aforo reducido por la covid. La AfD despliega en su campaña al ala más radical, encabezada por el líder del vecino "Land" de Turingia, Björn Höcke, la bestia negra del partido.
Uno de los copresidentes de la formación, Jörg Meuthen, ha tratado de arrinconarle y defender posicionas moderadas. Desde el ala más radical se han neutralizado esos intentos, en parte porque es un hábil reclutador de electorado ultra.
La AfD exhibe en sus actos otros sondeos -como el de la semana anterior del sensacionalista diario "Bild"- que le colocan empatado a la CDU. La lista del partido incluye a un soldado fichado como ultraderechista, informa el semanario "Der Spiegel", vinculado a otro militar, Franco A., al que se juzga por tramar atentados desestabilizadores, desde una identidad ficticia como refugiado sir

EL FACTOR PRESIDENCIAL

Los comicios del primer domingo de junio son el último test de un año que se cerrará con las generales del 26 de septiembre, en que además se celebran regionales en Berlín, el "Land" de Mecklenburgo-Antepomeria y el de Turingia, ambos en el este.
A este panorama, en el año que marcará la despedida del poder de Merkel, se sumó esta semana el anuncio del presidente Frank-Walter Steimeier, determinado a optar a un segundo mandato. Su elección compete a la Asamblea Federal, una cámara formada por los diputados del Bundestag (cámara baja) y el mismo número de delegados de los "Länder", que se reúne cada cinco años para elegir al presidente.
Steimeier fue ministro de Exteriores de Merkel, además de candidato del SPD a la Cancillería en 2009. Ascendió a la presidencia en 2017 con el consenso del bloque conservador y apoyos de los Verdes y liberales.
No está claro que pueda contar con tanto respaldo. Laschet, los Verdes y los liberales expresaron respeto por su decisión. Pero recordaron que antes están las generales de septiembre. Será tras los comicios nacionales cuando definan si presentan un candidato propio al primer cargo representativo del país. EFE  gc/jac    (foto) (radio)

El precedente herero

 

Berlín reconeix el genocidi colonial 100 anys després

Cent anys després que les tro­pes de l’empe­ra­dor Gui­llem II mates­sin 65.000 here­ros i 10.000 names –un 80% del total d’aques­tes dues ètnies–, Ale­ma­nya va reconèixer per fi el terme geno­cidi per a una acció de càstig ori­en­tada al seu exter­mini.

Va ser entre el 1904 i el 1908, en res­posta a la revolta d’aques­tes pobla­ci­ons con­tra el poder colo­nial ale­many sobre Namíbia. Hi van morir mas­sa­crats guer­rers, però també dones i nens, als seus pobles o envi­ats a morir de set al desert.

Per arri­bar a aquest reco­nei­xe­ment de culpa han cal­gut cinc anys de nego­ci­a­ci­ons més o menys dis­cre­tes entre Ale­ma­nya i Namíbia, envol­ta­des per un parell de rellis­ca­des diplomàtiques de Berlín.

Devo­lució

El pri­mer pas cap a l’acord va ser, el 2017, la devo­lució de 27 res­tes mor­tals de vícti­mes afri­ca­nes que els homes de Gui­llem II van robar i endur-se a Ale­ma­nya per fer inves­ti­ga­ci­ons raci­als o d’altra mena i que van aca­bar emma­gat­ze­ma­des en col·lec­ci­ons antro­pològiques. Abans de fer efec­tiva aquesta res­ti­tució simbòlica, el govern de Namíbia va haver de veure com una dele­gació d’alt nivell del seu país era rebuda per fun­ci­o­na­ris de ter­cera fila a Berlín.

Era evi­dent que Berlín volia tan­car el tema de la manera més dis­creta pos­si­ble, dins la con­si­de­ració que Ale­ma­nya havia tin­gut un paper menys relle­vant que altres grans poders colo­ni­als, com França o Angla­terra. Però la inter­venció de dipu­tats de dife­rents par­tits polítics, al govern i a l’opo­sició, va por­tar-lo al Bun­des­tag (Par­la­ment fede­ral). L’any 2019 es va fer ser­vir per pri­mera vegada, en forma de reso­lució par­la­mentària, el terme geno­cidi.

Res­ti­tució

A par­tir d’aquí es va entrar de ple en el prin­ci­pal obs­ta­cle, des del punt de vista ale­many, a un acord bila­te­ral: l’ús de la paraula res­ti­tució. El terme remet, des de la pers­pec­tiva actual, a les com­pen­sa­ci­ons econòmiques paga­des per Ale­ma­nya a col·lec­tius o països vícti­mes del nazisme. Berlín rebut­java apli­car-lo a aque­lla ope­ració d’exter­mini, tot i ser con­si­de­rada un preàmbul de les grans nete­ges ètni­ques del segle XX, per por d’entrar en una dinàmica de recla­ma­ci­ons col·lec­ti­ves o indi­vi­du­als infi­ni­tes.

Final­ment, l’acord inclou el paga­ment de 1.100 mili­ons d’euros, no com a com­pen­sa­ci­ons indi­vi­du­als als pobles afec­tats o des­cen­dents de les vícti­mes, sinó en forma de pro­jec­tes de desen­vo­lu­pa­ment per a aquest país africà.

Per al minis­tre d’Afers Estran­gers, el soci­al­demòcrata Heiko Maas, l’acord és un “gran èxit”, que pro­mou la recon­ci­li­ació entre Ale­ma­nya i Namíbia “sobre el capítol més negre de la nos­tra història comuna”. L’Estat ale­many ha reco­ne­gut així “la seva res­pon­sa­bi­li­tat històrica” sobre les vícti­mes d’un geno­cidi que va mar­car les pau­tes dels que vin­drien després.

El següent pas serà dema­nar perdó for­mal­ment a Namíbia i els des­cen­dents de les vícti­mes. Es pre­veu que sigui el pre­si­dent Frank-Wal­ter Stein­me­ier qui ho faci, en un viatge ofi­cial a aquest país encara per con­cre­tar.


Steinmeier, el consens post-Merkel

L’encarregat de segellar el reconeixement d’aquest genocidi serà Frank-Walter Steinmeier, el president que va arribar al càrrec el 2017 com a representant del consens polític. Exministre d’Afers Estrangers d’Angela Merkel i socialdemòcrata, va ser clau perquè arribés a formar-se l’actual gran coalició. El candidat del seu partit era Martin Schulz, que va enfonsar els socialdemòcrates en el pitjor resultat històric i volia passar a l’oposició. La ultradreta acabava d’entrar al Parlament com a tercera força. Steinmeier va convèncer Schulz que no hi havia cap altra sortida per a l’estabilitat del país que una altra coalició liderada per Merkel. Ahir, Steinmeier va anunciar que buscarà un segon mandat el 2022. “Són temps moguts i vull acompanyar-los en el camí cap a la postpandèmia”, va dir. L’elecció presidencial és a càrrec de l’Assemblea Federal, formada pels diputats del Bundestag i els representants designats pels lands. Es reunirà al febrer, sis mesos després de les generals del setembre, que marcaran el comiat de Merkel.

jueves, 20 de mayo de 2021

Primer cásting

El pulso entre los candidatos revela la lucha por el centro alemán

Gemma Casadevall 




Berlín, 20 may (EFE).- El primer duelo televisado entre los aspirantes a la Cancillería alemana -la verde Annalena Baerbock, el conservador Armin Laschet y el socialdemócrata Olaf Scholz- mostró el pulso por representar el centro en la era post-Angela Merkel, sea a través del cambio o del continuismo.
Baerbock, líder en intención de voto con un punto de ventaja sobre los conservadores, alternó la moderación con las ansias de marcar distancias; Laschet cometió un par de deslices respecto a Merkel, y Scholz se presentó como un experimentado vicecanciller que aspira a la jefatura.
El escenario del "triell" -o duelo a tres- fue un foro sobre Europa de la televisión pública regional WDR, de Renania del Norte-Westfalia. Es decir, el "Land" del que Laschet es primer ministro, aunque no sacó provecho a jugar en casa.
Había precedido al debate una intervención de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, seguida de una entrevista a Merkel, planteada como resumen de casi 16 años en el poder.

HAMÁS, TERRORISTA O INTERLOCUTOR

Fue ahí donde Merkel, además de ratificar el firme apoyo a Israel, admitió que debía haber una "negociación indirecta" con Hamás -a través de Egipto-. Sin la milicia palestina "no habrá alto el fuego", razonó la pragmática canciller.

Laschet, líder desde enero de la Unión Cristianodemócrata (CDU), aparentemente no estaba al tanto de ese pronunciamiento que precedió a su debate. Preguntado sobre Hamás, recordó que es una "organización terrorista", a la que no puede considerarse interlocutora.

Trató luego de reencauzar la situación, advertido por la moderadora sobre las palabras de la canciller, y admitió que hay "muchas formas de dialogar". Baerbock había sostenido ya antes que además de la negociación visible existe la "diplomacia telefónica" o diálogo indirecto, a través de terceros.

UNION EUROPEA, ADIÓS A LOS VETOS

Los candidatos a las generales del 26 de septiembre son reconocidos europeístas. Pero coinciden en que la UE está lastrada por la "lentitud burocrática" -según Laschet- y "todo ocurre demasiado despacio" -para Scholz-.

Baerbock defendió que hay que avanzar hacia decisiones por mayoría, inclusive si esto va en contra de la postura de Alemania: "Hay que ir más allá de las mayorías cualificadas, que ya se aplican", dijo.
El socialdemócrata Scholz -ministro de Finanzas en la gran coalición-, y el conservador Laschet se mostraron más cautelosos y defendieron la fórmula de las "mayorías claras". Lamentaron, eso sí, que el veto de Hungría hubiera impedido esta semana una declaración de los veintisiete sobre Oriente Medio.

FIDELIDAD TRANSATLÁTICA

No hubo disenso sobre cuál deber ser el socio preferente de la Unión Europea. "Estados Unidos", fue la respuesta común, entre pronunciamientos respecto al relanzamiento del eje transatlático con Joe Biden.
Pero Baerbock marcó la diferencia en cuanto al compromiso de aumentar el gasto en Defensa hasta llegar al 2 % del producto interior bruto, como reclama EEUU. Vincular el gasto de defensa al indicador económico es "absurdo", dijo la líder verde, cuyo partido defiende la retirada del armamento nuclear de su territorio.

MIGRACIÓN Y FRONTERAS EXTERIORES

Europa no puede dejar solos a Grecia, España o Italia en la protección de sus fronteras exteriores, apuntaron los tres. "No podemos renunciar a una solución europea", defendió Scholz, tras admitir que Alemania no ha conseguido hacer cumplir las propuestas de reparto de cargas reiteradas desde que recibió, en 2015, a casi un millón de refugiados.
Frontex -la Agencia Europea de Fronteras- "debe asumir también tareas de salvamento marítimo", apuntó Baerbock, ya que salvar vidas humanas "en una obligación humanitaria inscrita en los valores europeos".

BATALLA CLIMÁTICA

"Si todos éramos ya tan defensores de la lucha contra el clima no entiendo por qué estábamos tan rezagados", afirmó Baerbock, al entrar en la batalla climática. Incidió así en la reforma de la Ley de Protección del Clima, decidida una semana y media después de una sentencia del Tribunal Constitucional que emplazaba a mejorarla para finales de 2022.
Conservadores y socialdemócratas hicieron suya esa sentencia, a lo que siguió la aprobación de una reducción más ambiciosa de las emisiones para alcanzar la neutralidad climática en 2045. Arrastrar esa cuestión en la campaña era arriesgado, con los Verdes capitaneando los sondeos. EFE
gc/jam/si

miércoles, 19 de mayo de 2021

El Doctorado como estorbo

La coalición de Merkel encaja una dimisión en precampaña y por presunto plagio

Gemma Casadevall 





Berlín, 19 may (EFE).- La gran coalición Angela Merkel entra en su recta final con la dimisión de la titular de la Familia, Franziska Giffey, el tercer relevo en un Ejecutivo de la canciller por sospechas de plagio en un doctorado, con posibles efectos colaterales para el Partido Socialdemócrata (SPD) de la ministra.
"Hice mi tesis doctoral con el máximo rigor posible. En los últimos días surgieron de nuevo discusiones sobre mi disertación del año 2010 y he decidido pedir a la canciller el relevo de mi cargo", apuntó en una declaración Giffey, de 43 años y al frente del Ministerio de la Familia, la Juventud y la Mujer desde 2018.

Giffey fue en la primera fase de la presente legislatura una de las ministras más populares de Merkel. Se la consideró favorita para asumir el liderazgo del SPD, pero su reputación quedó en entredicho a raíz de la revisión de su tesis doctoral -sobre política europea- en la Universidad Libre de Berlín (FU).
No se demostró que hubiera plagio, pero sí déficit de rigor académico. Giffey decidió en 2020 dejar de utilizar el título de doctora, con el compromiso de retirarse como ministra de surgir nuevas dudas, lo que se materializó ahora, a pocas semanas de que la Universidad emita un nuevo informe sobre su caso.
"Acepto la petición con gran respeto y al mismo tiempo con gran pesar", declaró la canciller, quien agradeció "de corazón" a Giffey el trabajo realizado "con pasión y compromiso" en ese Ministerio, el mismo en el que Merkel debutó como miembro de un gobierno federal, en 1990, bajo el gobierno de Helmut Kohl.
La retirada de la ministra socialdemócrata se produce a cinco meses de las elecciones generales. Corresponde al SPD designar a un sucesor, lo que el partido ha resuelto dejando que asuma esas competencias la titular de Justicia, Christine Lambrecht.
Nada apunta a que el relevo sacuda a la coalición en su recta final hasta la despedida del poder de Merkel. Ni al bloque conservador de la canciller ni a sus socios les conviene darle a la cuestión un mayor revuelo.
Los conservadores, liderados por el centrista Armin Laschet, ocupan la segunda posición en intención de voto, con dos puntos por detrás de los Verdes de Annalena Baerbock. El SPD está diez puntos por debajo de los ecologistas, con el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, como candidato a la cancillería.


LA PUGNA POR BERLÍN


Giffey ha decidido mantener su candidatura para las regionales de Berlín, que coinciden con las generales del 26 de septiembre. Aspira a ocupar el puesto que ejerce su correligionario, el alcalde-gobernador Michael Müller, al frente de un tripartido con los Verdes y La Izquierda.
Los sondeos apuntan a un pulso por el poder en la capital entre socialdemócratas y verdes. Los ecologistas aventajan a los socialdemócratas, aunque su candidata, Bettina Jarasch, es un rostro poco conocido aún entre el elector común.

EL PLAGIO PASA FACTURA

La pulcritud de los títulos superiores es materia espinosa en Alemania. La propia Baerbock ha tenido ya que salir a defender su curriculum, ante las primeras dudas -ampliamente difundidas por la prensa sensacionalista- sobre su máster en derecho internacional en Inglaterra.
La de Giffey es la primera retirada de un Ministerio federal para el SPD, pero la tercera para Merkel en un miembro de su gobierno.
En 2011 sacudió su gobierno la retirada de su entonces ministro estrella, el titular de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU). Guttenberg negó durante meses las acusaciones de plagio.
Tras un largo tira y afloja, la Universidad de Bayreuth le retiró el título y quedó sentenciado su relevo. Guttenberg ha seguido dando que hablar desde la retaguardia como lobbista para empresas dudosas, entre ellas la compañía de transacciones digitales Wirecard, hundida en un escándalo de fraude masivo.
Más dolorosa para Merkel fue la retirada en 2013 de su ministra de Investigación, Annette Schavan. Persona de confianza, también a escala privada, de la canciller, Schavan renunció por considerar que no podía seguir en el cargo en medio de la controversia en que se vio inmersa.
Sin consecuencias terminaron las sospechas de plagio sobre otros políticos punteros, como la ahora presidenta de la Comisión Europea (CE); Ursula von der Leyen, en sus tiempos como ministra de Defensa de Merkel. EFE
gc/jam/jgb


lunes, 10 de mayo de 2021

El espionaje espía

Ultradreta sota sospita a Alemanya

 Els serveis secrets estrenyen la vigilància sobre els extremistes

Set anys han tri­gat els ser­veis secrets de Saxònia, on va néixer el movi­ment Pegida, a col·locar sota el seu objec­tiu aquesta orga­nit­zació trans­ver­sal i sense pla­ta­forma política. La notícia, aquesta set­mana, que els ano­me­nats Patri­o­tes Euro­peus con­tra la Isla­mit­zació d’Occi­dent (Pegida) que­dava sota la vigilància de l’espi­o­natge en aquest land de l’est ale­many sem­blava una iro­nia.

Pegida ja no treu dese­nes de milers de per­so­nes als car­rers de Dresde, la capi­tal saxona, com feia cada dilluns el 2014 i sobre­tot el 2015, l’any que Ale­ma­nya va rebre prop d’un milió de refu­gi­ats.

La len­ti­tud no es repe­teix, però, amb els Quer­denker, els ano­me­nats pen­sa­dors trans­ver­sals, con­vo­cants de les mar­xes nega­ci­o­nis­tes con­tra les res­tric­ci­ons per la pandèmia. El Minis­teri de l’Inte­rior ha obser­vat que, a més de ciu­ta­dans des­con­tents pel tan­ca­ment de la seva botiga o del seu bar, hi ha una pode­rosa infil­tració ultra­dre­tana, res­pon­sa­ble de l’agres­si­vi­tat crei­xent tant con­tra els mit­jans de comu­ni­cació com con­tra els matei­xos poli­cies. En con­seqüència, aquests ele­ments seran vigi­lats per l’espi­o­natge d’Inte­rior, va adver­tir el minis­teri fa uns dies.

La mateixa estratègia s’ha diri­git cap a Alter­na­tiva per Ale­ma­nya (AfD), el pri­mer par­tit de l’opo­sició al Bun­des­tag (Par­la­ment fede­ral) des de les elec­ci­ons gene­rals del 2017. Pri­mer va decla­rar-se sota vigilància l’ano­me­nat Der Flügel, l’Ala, el cor­rent intern més radi­cal, lide­rat pel Björn Höcke, el cap del par­tit al land de Turíngia, a l’est del país. Després la vigilància s’ha estès per dife­rents regi­ons, fet que com­plica les acti­vi­tats d’un par­tit que té escons a totes les cam­bres regi­o­nals, a més del Bun­des­tag i l’Euro­cam­bra.

La ultra­dreta és la prin­ci­pal amenaça per a la segu­re­tat d’Ale­ma­nya, va adme­tre el minis­tre de l’Inte­rior, Horst See­ho­fer, de la Unió Soci­al­cris­ti­ana de Bavi­era (CSU). No es refe­ria al prin­ci­pal par­tit de l’opo­sició par­la­mentària, com a ene­mic polític, sinó als grups de neo­na­zis que cir­cu­len pel país, als quals s’afe­geix ara el feno­men dels Quer­denker.

Pre­o­cupa molt el crei­xe­ment dels Reichbürger, o Ciu­ta­dans del Reich, un movi­ment que no reco­neix les auto­ri­tats ale­ma­nyes ni les fron­te­res actu­als del país. De ser un grup mar­gi­nal ha pas­sat a infil­trar-se en el nega­ci­o­nisme con­tra la pandèmia, amb tocs d’efecte com ara l’intent d’assalt al Reichs­tag, la seu del Bun­des­tag, de l’any pas­sat.

2020, rècord de delic­tes

El 2020 va haver-hi un rècord de delic­tes atribuïbles a la ultra­dreta, tant atacs xenòfobs com anti­se­mi­tes. L’estadística d’Inte­rior en va regis­trar 23.604, que vol dir un aug­ment del 5,6 % res­pecte a l’any ante­rior.

Uns 3.000 són delic­tes de violència, men­tre que la resta es repar­tei­xen entre pro­pa­ganda, hos­ti­li­tats o insults. El més greu va ser a Hanau, el febrer de l’any pas­sat, quan un ultra­dretà va matar nou per­so­nes en dife­rents locals d’immi­grats o musul­mans.

Que el 2020 s’hagi tan­cat amb un màxim històric no vol dir que l’any ante­rior no hi hagués hagut sotra­ga­des. El juny del 2019, un neo­nazi va matar a la ter­rassa de casa seva, de nit i d’un tret al cap, Wal­ter Lübcke, un polític local de la Unió Cris­ti­a­no­demòcrata (CDU) d’Angela Merkel, com­promès amb l’aco­llida dels refu­gi­ats. Uns mesos després, un altre ultra­dretà va matar dues per­so­nes més, després d’haver inten­tat irrom­pre armat a la sina­goga de Halle, a l’est.

L’espi­o­natge d’Inte­rior ha estat vigi­lant aquests grups, cor­rents o par­tits de manera pun­tual. Que ara ho declari ober­ta­ment no vol dir que tot aquest temps no se’ls hagués “seguit”, espe­ci­al­ment en actes públics. El fet que se’ls declari “sota sos­pita” per­met una obser­vació sis­temàtica i amb mit­jans pro­pis de l’espi­o­natge.

Fi de la innocència


És també part d’una estratègia. Qual­se­vol que vagi als seus actes, mítings o mar­xes sap que pot ser fil­mat, iden­ti­fi­cat, i que, per tant, entrarà en bancs de dades. És la fi de la innocència, pel que fa a les mani­fes­ta­ci­ons del nega­ci­o­nisme con­tra la Covid-19 i també per al vot de pro­testa, sense una base ideològica decla­ra­da­ment ultra, con­tra els par­tits tra­di­ci­o­nals.

Implica un perill per a l’AfD, que tem pas­sar en tot el seu con­junt sota el focus de l’espi­o­natge, cosa que afec­ta­ria no només la militància, sinó també els seus par­la­men­ta­ris, naci­o­nals, regi­o­nals o muni­ci­pals.

La cúpula més o menys mode­rada, repre­sen­tada per un dels copre­si­dents, Jörg Meut­hen, ha inten­tat arra­co­nar l’ala radi­cal. De moment, però, sense cap mena d’èxit.

La branca extre­mista és un bon cap­ta­dor de vots de l’est ale­many. Però també té un efecte afe­bli­dor per al par­tit, que exhi­beix a cada congrés o debat intern la lluita oberta entre la línia que defensa Meut­hen i la del sec­tor més radi­cal.


La socialdemocràcia s’encalla


Gemma C. Serra

L’SPD va ser el primer a designar el seu candidat, Olaf Scholz, per conquerir la cancelleria en les eleccions del setembre. Ahir el van ratificar amb un 96% dels vots en un congrés virtual de “proclamació”. Scholz va presentar-s’hi decidit a guanyar el lloc que ara ocupa la seva cap, Angela Merkel. L’objectiu: corregir “totes les mancances” quant a innovació i justícia social que arrossega Alemanya. L’afirmació és perillosa per al mateix partit –present en cinc dels sis darrers governs, dos amb Schröder i tres amb Merkel–. De moment, res indica que pugui recuperar el lideratge: Scholz ocupa el tercer lloc en intenció de vot i se li pronostica un 16%, 12 punts per sota de la verda Baerbock i 10 menys que el conservador Laschet.


domingo, 2 de mayo de 2021

Annalena, en casa

 Baerbock dispara las expectativas de una canciller verde

Gemma Casadevall





Berlín, 2 may (EFE).- Los sondeos disparan las expectativas de que la líder verde, Annalena Baerbock, alcance la Cancillería que dejará la conservadora Angela Merkel, algo que el ecopacifismo contempla con prudencia, a cinco meses de las elecciones alemanas.
Desde su designación como candidata, el pasado día 19, se suceden los pronósticos a favor de esta mujer de 40 años, nacida en el oeste -Hannover-, pero afincada en el este -Potsdam-, donde durante décadas los Verdes fueron una fuerza residual.
Un 27 % de intención de voto le otorga este domingo el sensacionalista diario "Bild", cuatro puntos por encima del bloque conservador y doce respecto a los terceros, los socialdemócratas.
"Tras la pandemia el dinero no caerá del cielo. Hay que reformar el país y subsanar con realismo sus déficit", apunta Baerbock, en un debate virtual junto al eurodiputado verde Sven Giegold.
Sobre fondo neutro, sin que se perciba si está o no en casa, Baerbock combina las alusiones a su condición de madre de dos niñas con los datos macroeconómicos -terreno en que se mueve con aplomo-.
Las referencias al teletrabajo, a sus hijas, a su madre o incluso a su abuela se suceden. Pero al mismo tiempo es una líder que preserva su esfera privada, en la línea de la discreta Merkel.
"Podemos cambiar la historia, en Alemania y en el resto de Europa", comenta a Efe la candidata a la alcaldía de Berlín, Bettina Jarasch. Su rostro es poco conocido entre sus conciudadanos y su presencia en el acto del Primero de Mayo ante la Puerta de Brandeburgo pasa desapercibida.
Pero podría conquistar la alcaldía en las regionales capitalinas, que coincidirán con las generales de septiembre. Los Verdes lideran también ahí los sondeos con un 27 %, diez puntos más que los conservadores. Por "cambiar la historia" entiende Jarasch detener como fuerza emergente a la derecha radical, en todas sus variantes europeas.
BAVIERA, EUROPA, BERLÍN
El ascenso verde empezó a consolidarse en 2018. Entonces quedaron segundos en Baviera, dominio de la Unión Socialcristiana (CSU), el partido hermano de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel.
En 2019 se alzaron como segunda fuerza en las europeas, tras el bloque conservador. Este gran año electoral 2021 consolidó ya su rumbo ascendente en dos comicios regionales; ahora aspiran a todo.
El experto en demoscopia Matthias Jung, de la televisión pública ZDF, estima para ellos un potencial electorado del 60 %. Eso no significa, aclara a Efe su equipo, que puedan alcanzar ese porcentaje, sino que éste corresponde a ciudadanos que "se imaginan" o "no descartan" votar a los Verdes.
Esa es la clave que puede llevar a Baerbock al poder. Lidera un partido identificado con un voto ambicioso, pero moderado, capaz de desbancar la alternancia clásica entre conservadores y socialdemócratas.
Los Verdes, nacidos en los 80 como movimiento rebelde, defienden ahora la "sensatez medioambiental". Reclutan voto joven, aunque para movimientos como "Fridays for Future" son poco combativos.
Su electorado más leal ha envejecido con el partido -la media de edad de sus votantes era de 48 años en 2017- y su mayor potencial ahora está en la franja de edad entre 20 a 45 años.

DÓNDE QUEDA EL CENTRO

Los Verdes representan un espectro amplio, que podrían perder si derivan en propuestas que les alejen del votante común. Los conservadores, por su parte, corren el peligro de abandonar el centro, advertía la politóloga Andrea Römmele, de la Hertie School of Governance.
La pugna por el liderazgo conservador la ganó el centrista Armin Laschet, al imponerse al derechista Markus Söder. Pero la elección ahora como candidato de un distrito del este del ex-jefe de los servicios secretos, Hans-Georg Maassen, partidario de "dialogar" con la ultraderecha, amenaza con otro cisma interno.

LA SOCIALDEMOCRACIA NO REMONTA

Pese a los buenos augurios, nada garantiza que Baerbock no acabe como Martin Schulz, el último rival socialdemócrata al que derrotó Merkel. También a él le sonrieron los sondeos. Pero el "efecto Schulz" derivó en pinchazo y el peor resultado histórico para su partido.
La baza de su candidato, el ministro de Finanzas Olaf Scholz, es su experiencia de gobierno -Baerbock nunca estuvo en un Ejecutivo, tampoco regional-. De momento, nada apunta a un despegue de Scholz. EFE
gc/jpm/pi


Primero de mayo

 

Berlín obre la precampanya amb molts deutes pendents i presses per girar full

Berlín va ser aquest Pri­mer de Maig una mena d’apa­ra­dor de les incer­te­ses que envol­ten l’“era post-Angela Merkel” i la sen­sació que la seva coa­lició no en té la res­posta. La pandèmia ha evi­den­ciat les man­can­ces deri­va­des de l’obsessió per l’aus­te­ri­tat dels gai­rebé setze anys de man­dat de la can­ce­llera. I això fa que la figura emer­gent, de cara a les elec­ci­ons gene­rals del setem­bre, no sigui ni el can­di­dat del bloc con­ser­va­dor de Merkel –el cen­trista Armin Lasc­het– ni el del seu soci soci­al­demòcrata, el minis­tre de Finan­ces Olaf Scholz.

Els son­de­jos col·loquen en pri­mera posició la líder dels Verds, Anna­lena Baer­bock. I el clam del car­rer reflec­teix allò que s’ha negli­git durant anys: la manca d’inversió en un país indus­tri­al­ment ric, però on algu­nes coses –com la digi­ta­lit­zació– fun­ci­o­nen a pedals.

Hi havia unes vint mar­xes con­vo­ca­des, només a Berlín, ahir. I uns 5.000 poli­cies pre­pa­rats perquè es man­tin­gues­sin a distància les unes de les altres. La més com­pli­cada era la dels Quer­denker –els ano­me­nats “Pen­sa­dors trans­ver­sals”–, un col·lec­tiu que diu que repre­senta els defen­sors de les lli­ber­tats indi­vi­du­als i en què es bar­re­gen ultra­dre­tans, cons­pi­ra­noics i ciu­ta­dans farts de res­tric­ci­ons. Des d’aquesta set­mana estan sota vigilància de l’espi­o­natge d’Inte­rior per la seva radi­ca­lit­zació i agres­si­vi­tat. Des de la pan­ta­lla de la “trans­ver­sa­li­tat” són un focus de fake news, que con­si­de­ren els mit­jans de comu­ni­cació com a còmpli­ces de la “dic­ta­dura” diri­gida per Merkel. Final­ment la con­vo­catòria va aple­gar menys de mil segui­dors, men­tre a la resta de la capi­tal dese­nes de milers de ciu­ta­dans mar­xa­ven con­tra la pre­ca­ri­e­tat labo­ral i social. Hi havia prou mani­fes­ta­ci­ons d’altres grups farts de res­tric­ci­ons, com els dels pro­pi­e­ta­ris de clubs, bars, cine­mes o món de la cul­tura, tan­cats des del novem­bre i sense pers­pec­ti­ves de quan podran reo­brir. Qui volia fer sen­tir la seva veu con­tra la para­lit­zació de la vida pública tenia on fer-ho, sense haver de bar­re­jar-se amb els Quer­denker.

Per Kreuz­berg i Neukölln, els dos bar­ris més multiètnics, va discórrer la tra­di­ci­o­nal marxa de l’esquerra ano­me­nada Pri­mer de Maig Revo­lu­ci­o­nari. Durant anys es con­si­de­rava la més peri­llosa, ja que acos­tu­mava a aca­bar a pedra­des con­tra la poli­cia. Aquest any l’ene­mic anava més enllà dels fac­tors ideològics esquer­rans: la guerra comuna va con­tra l’espe­cu­lació immo­biliària. La sentència del Cons­ti­tu­ci­o­nal, que va tom­bar l’ano­me­nat “fre al preu dels llo­guers” era el tema domi­nant. Berlín ha dei­xat de ser un oasi on el preu de l’habi­tatge és mode­rat. Ha entrat en la dinàmica espe­cu­la­dora d’altres capi­tals euro­pees, i aquesta és, ara per ara, la prin­ci­pal pre­o­cu­pació del ciu­tadà cor­rent.La marxa esquer­rana va ser una mena de con­ti­nu­ació de la que va tenir lloc hores abans, amb milers de bici­cle­tes des de dife­rents punts de la ciu­tat i en direcció als bar­ris rics de la capi­tal. Era una mani­fes­tació com­par­tida entre avis, pares i fills, en què el preu de l’habi­tatge era també el cavall de bata­lla prin­ci­pal.


Merkel i l’Alemanya que rutlla


“Vostès han mantingut el país en marxa”, deia ahir Angela Merkel, en el seu missatge setmanal al ciutadà per vídeo, aquest cop dedicat al Dia del Treballador. La vida pública alemanya està tancada des del novembre, siguin bars, botigues, cinemes o tot allò que no es consideri “essencial”. Però d’alguna manera la vida continua, els serveis bàsics no han deixat de funcionar ni un dia i, sobretot, la indústria, no s’ha aturat. Alemanya rutlla, encara que de vegades el centre de Berlín sembli una ciutat fantasma. El país continua en marxa, sigui perquè els treballadors essencials van a la feina o perquè molts d’altres han convertit la taula del menjador en l’oficina, compartida amb el fill que tampoc no va a l’escola. “Els agraeixo la solidaritat i la paciència”, deia la cancellera en el missatge gravat, en el dia tradicional per a la mobilització al carrer.