jueves, 20 de mayo de 2021

Primer cásting

El pulso entre los candidatos revela la lucha por el centro alemán

Gemma Casadevall 




Berlín, 20 may (EFE).- El primer duelo televisado entre los aspirantes a la Cancillería alemana -la verde Annalena Baerbock, el conservador Armin Laschet y el socialdemócrata Olaf Scholz- mostró el pulso por representar el centro en la era post-Angela Merkel, sea a través del cambio o del continuismo.
Baerbock, líder en intención de voto con un punto de ventaja sobre los conservadores, alternó la moderación con las ansias de marcar distancias; Laschet cometió un par de deslices respecto a Merkel, y Scholz se presentó como un experimentado vicecanciller que aspira a la jefatura.
El escenario del "triell" -o duelo a tres- fue un foro sobre Europa de la televisión pública regional WDR, de Renania del Norte-Westfalia. Es decir, el "Land" del que Laschet es primer ministro, aunque no sacó provecho a jugar en casa.
Había precedido al debate una intervención de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, seguida de una entrevista a Merkel, planteada como resumen de casi 16 años en el poder.

HAMÁS, TERRORISTA O INTERLOCUTOR

Fue ahí donde Merkel, además de ratificar el firme apoyo a Israel, admitió que debía haber una "negociación indirecta" con Hamás -a través de Egipto-. Sin la milicia palestina "no habrá alto el fuego", razonó la pragmática canciller.

Laschet, líder desde enero de la Unión Cristianodemócrata (CDU), aparentemente no estaba al tanto de ese pronunciamiento que precedió a su debate. Preguntado sobre Hamás, recordó que es una "organización terrorista", a la que no puede considerarse interlocutora.

Trató luego de reencauzar la situación, advertido por la moderadora sobre las palabras de la canciller, y admitió que hay "muchas formas de dialogar". Baerbock había sostenido ya antes que además de la negociación visible existe la "diplomacia telefónica" o diálogo indirecto, a través de terceros.

UNION EUROPEA, ADIÓS A LOS VETOS

Los candidatos a las generales del 26 de septiembre son reconocidos europeístas. Pero coinciden en que la UE está lastrada por la "lentitud burocrática" -según Laschet- y "todo ocurre demasiado despacio" -para Scholz-.

Baerbock defendió que hay que avanzar hacia decisiones por mayoría, inclusive si esto va en contra de la postura de Alemania: "Hay que ir más allá de las mayorías cualificadas, que ya se aplican", dijo.
El socialdemócrata Scholz -ministro de Finanzas en la gran coalición-, y el conservador Laschet se mostraron más cautelosos y defendieron la fórmula de las "mayorías claras". Lamentaron, eso sí, que el veto de Hungría hubiera impedido esta semana una declaración de los veintisiete sobre Oriente Medio.

FIDELIDAD TRANSATLÁTICA

No hubo disenso sobre cuál deber ser el socio preferente de la Unión Europea. "Estados Unidos", fue la respuesta común, entre pronunciamientos respecto al relanzamiento del eje transatlático con Joe Biden.
Pero Baerbock marcó la diferencia en cuanto al compromiso de aumentar el gasto en Defensa hasta llegar al 2 % del producto interior bruto, como reclama EEUU. Vincular el gasto de defensa al indicador económico es "absurdo", dijo la líder verde, cuyo partido defiende la retirada del armamento nuclear de su territorio.

MIGRACIÓN Y FRONTERAS EXTERIORES

Europa no puede dejar solos a Grecia, España o Italia en la protección de sus fronteras exteriores, apuntaron los tres. "No podemos renunciar a una solución europea", defendió Scholz, tras admitir que Alemania no ha conseguido hacer cumplir las propuestas de reparto de cargas reiteradas desde que recibió, en 2015, a casi un millón de refugiados.
Frontex -la Agencia Europea de Fronteras- "debe asumir también tareas de salvamento marítimo", apuntó Baerbock, ya que salvar vidas humanas "en una obligación humanitaria inscrita en los valores europeos".

BATALLA CLIMÁTICA

"Si todos éramos ya tan defensores de la lucha contra el clima no entiendo por qué estábamos tan rezagados", afirmó Baerbock, al entrar en la batalla climática. Incidió así en la reforma de la Ley de Protección del Clima, decidida una semana y media después de una sentencia del Tribunal Constitucional que emplazaba a mejorarla para finales de 2022.
Conservadores y socialdemócratas hicieron suya esa sentencia, a lo que siguió la aprobación de una reducción más ambiciosa de las emisiones para alcanzar la neutralidad climática en 2045. Arrastrar esa cuestión en la campaña era arriesgado, con los Verdes capitaneando los sondeos. EFE
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