Las Obregón europeas
La estricta prohibición alemana
Marina Ferrer
En Alemania, país donde rigen ya unas muy rígidas leyes en todo lo que concierne a la adopción, la maternidad subrogada o vientres de alquiler está estrictamente prohibida. Los médicos que la practiquen o posibiliten estas prácticas incurren en delito. No deben temer un procesamiento los llamados “padres intencionales” o personas que recurren a la maternidad subrogada en el extranjero.
Sin embargo, pueden encontrarse en problemas futuros, ya que la legislación alemana no reconoce una relación legal de descendencia a los “padres intencionales”. La madre de un bebé es la mujer que le ha dado a luz. Existe posibilidades de adopción, pero entrañan bastantes complejidades jurídicas hasta que se logra el reconocimiento de la paternidad o maternidad sobre el bebé.
La regulación al respecto está contenida en la Ley de Protección del Embrión de 1990, que sigue vigente pese a sucesivas iniciativas, también desde el sector médico, para una actualización de esa normativa.
El debate en torno a la maternidad subrogada se reactivó bajo las restricciones a los viajes durante la pandemia de la covid-19, que impidió a determinadas familiar acudir a recoger sus bebés, principalmente de Ucrania.
Alemania sigue en temporada de lluvias en una primavera en la que dominan los cielos grises sobre el sol. Pero persiste en el ánimo general la alerta desatada el año pasado, con las aguas del Rin a mínimos y el transporte fluvial paralizado. El de 2022 fue un verano tórrido y sin lluvias, a lo que siguió la prohibición de regar jardines privados y huertos urbanos en las regiones más afectadas. El Rin, un río identificado con la prosperidad, se convirtió en reflejo de una situación impropia en un país cuyos ciudadanos han sido tradicionalmente incansables viajeros vacacionales anhelantes de sol.
En los últimos años la situación cambió. El de 2022 fue el quinto verano inusualmente cálido, tras primaveras escasas en precipitaciones. Ello ha afectado la otra gran fuente de riqueza alemana, los bosques. Un 32 % de la superficie del país es terreno forestal. Los últimos veranos y la sequedad del suelo han hecho estragos: cuatro de cada cinco árboles están “enfermos”, alertó recientemente el ministro de Agricultura, el verde Cem Özdemir. “El bosque es un paciente que necesita atención”, aseveró.

