lunes, 22 de agosto de 2016

En busca del aliado perdido


Merkel tanca l'agost amb una ofensiva diplomàtica entre els socis de la UE





GEMMA C. SERRA - BERLÍN

La cancellera alemanya, Angela Merkel, va encetar la seva ofensiva diplomàtica amb tota discreció, un sopar de treball sense cobertura en els mitjans de comunicació, dijous passat, amb el president del Consell Europeu, Donald Tusk. Avui passarà a un format en tripartit molt mediàtic, a l'illa italiana de Ventotene i a bord del portaavions Garibaldi amb el president francès, François Hollande, i el primer ministre italià, Matteo Renzi. Dos dies després anirà a les repúbliques bàltiques; d'allà passarà a Varsòvia (on hi ha una cimera del Grup de Visegrad, que integren Polònia, Hongria, Eslovàquia i República Txeca) i entre divendres i dissabte rebrà a Berlín sis líders europeus, els d'Holanda, Suècia, Dinamarca, Eslovènia, Bulgària, Àustria i Croàcia.
A la ronda hi falta Espanya, massa embolicada en la seva pròpia política interna. I també el Regne Unit, tema clau si es tracta de parlar del futur de la UE, com es farà en la cimera de Bratislava, el 16 de setembre. Cal tenir en compte, però, que Merkel ja va tenir la seva estrena amb la premier, Theresa May, al juliol, en una trobada destinada a posar fil a l'agulla a la sortida britànica del bloc comunitari.
Des d'aquella reunió amb May les coses han canviat, també per a Merkel. L'endemà de la trobada entre les dues líders va tenir lloc l'atemptat de Niça (Costa Blava), el 14 de juliol, en què un camió va envestir una multitud que celebrava el dia de la festa nacional francesa i va causar la mort a 85 persones. Un dia després, l'intent de cop d'estat a Turquia. I cap a finals de mes, dos atemptats gihadistes a Baviera en pocs dies de diferència, comesos per dos refugiats, sense altres víctimes mortals que els mateixos autors de l'atac, però políticament explosius, perquè van desfermar la por al gihadisme ocult entre els contingents de peticionaris d'asil arribats a Alemanya –1,1 milions l'any passat.
El tema que concentra totes les preocupacions de la cancellera és el terrorisme, l'extensió del radicalisme islàmic dins la UE i les seves “infiltracions” entre els col·lectius de refugiats. Oficialment, Merkel continua defensant l'acord entre la UE i Turquia per aturar les onades de refugiats cap a Grècia. A escala interna, es treballa amb un “pla B”, va informar aquest dissabte el setmanari Der Spiegel, per si s'enfonsa el pacte subscrit entre Brussel·les i Ankara, amb segell de Berlín.
La inestabilitat interna de Turquia va tenir el seu màxim exponent en l'intent de cop d'estat del 15 de juliol. Els atemptats com el perpetrat dissabte a la nit a Gaziantep mostren fins a quin punt és incontrolable la situació al país. A més, el comportament quasi dictatorial del president turc, Recep Tayyip Erdogan, fan impracticable qualsevol intent de redreçar el diàleg. Berlín es mou en terreny pantanós. “No volem portar els problemes interns de Turquia als nostres carrers”, va dir el ministre alemany de l'Interior, Thomas de Maizière, en declaracions ahir al diari Bild i en al·lusió a un possible extensió dels conflictes interns, en el col·lectiu de més de tres milions de ciutadans d'origen turc que viuen a Alemanya. “Turquia és un soci estratègic, tant a l'OTAN com en la crisi dels refugiats”, insisteix el portaveu de Merkel, Steffen Seibert, cada cop que es qüestiona la relació “especial” de Berlín amb el país.
Ahir era dia de mostrar solidaritat, enmig del bany de sang en què va convertir-se un casament a Gaziantep. Més enllà dels missatges de tota la comunitat internacional sota l'impacte de la matança és evident que l'acord amb Turquia no rutlla i que, per part europea, es veu com un remei pitjor que la malaltia l'aspiració turca d'aconseguir l'alliberament de visats als seus ciutadans.

sábado, 20 de agosto de 2016

A cara descubierta. O fuera.


Un altre cop al burca


viernes, 19 de agosto de 2016

La clave está en la semántica

Merkel busca vías sensatas para restringir, sin prohibir, el burka

Gemma Casadevall

Berlín, 19 ago (EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel, recurrió al consenso en busca de una fórmula restrictiva del uso del burka, en medio de la alarma generada por el radicalismo islámico y ante las presiones en sus propias filas por impulsar una prohibición total que Berlín considera inviable. 
El burka es "un obstáculo para la integración", apuntó el ministro del Interior, Thomas de Maizière, tras dos días de reunión con sus colegas de los "Länder" de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU). 
Es elemento "constitutivo de una sociedad abierta" mostrarse "con el rostro descubierto", añadió, dejando una vez más de relieve sus recelos a toda forma de velo integral, pero también su convicción de que no todo lo que se rechaza debe ser prohibido. 
Ésta había sido la posición defendida ya por De Maizière hace una semana, cuando advirtió de que una eventual prohibición sería con toda probabilidad derogada por el Tribunal Constitucional. 
El ministro es consciente, además, de que tampoco tendría el respaldo cerrado de su gran coalición, puesto que los socios socialdemócratas rechazan su prohibición. 
En busca de fórmulas sensatas para atajar miedos, el ministro pretende impulsar el veto al burka en manifestaciones, escuelas, guarderías, oficinas tales como registro civil, tribunales, controles de tráfico o cualquier otra situación en que se requiera identificar a una persona. 
La propuesta, contenida en la llamada "Declaración de Berlín" acordada entre De Maizière y los representantes de los estados federados, es una solución de compromiso entre los partidarios de la prohibición del velo integral y la posición del Gobierno federal. 
"Una mujer con velo integral tiene pocas posibilidades de integrarse en la sociedad alemana", había sentenciado ayer la canciller, para añadir que la búsqueda de una fórmula restrictiva quedaba bajo la competencia de su ministro. 
Merkel trató de atajar así las presiones del ala más derechista de sus filas y especialmente de las delegaciones regionales de la CDU en Mecklenburgo-Antepomerania y la región de Berlín. 
En ambos "Länder" gobiernan grandes coalición bajo liderazgo socialdemócrata y en ambos se celebran elecciones regionales el próximo septiembre.


Los sondeos apuntan a que los socialdemócratas defenderán su dominio, pero con una fuerte caída de votos, lo mismo que sus socios conservadores, mientras que se vislumbra un nuevo avance de la derecha radical representada por Alternativa por Alemania (AfD). 
Merkel entró esta semana en la campaña electoral de su formación en Mecklenburgo-Antemporania, el "Land" donde tiene su distrito electoral, en medio de las presiones de los "Länder" para que se lance un mensaje contundente contra el radicalismo islámico. 
De Maizière insistió hoy en los puntos esenciales de las propuestas presentadas la semana pasada para reforzar la seguridad: aumentar la presencia policial y la vigilancia por vídeo en espacios públicos, además de agilizar la expulsión de los extranjeros que delincan o sean una amenaza para el país. 
El ministro defiende asimismo el levantamiento del estricto secreto médico para detectar tendencias suicidas entre los refugiados, algo que en rigor ya se practica cuando se considera que una persona entraña un problema grave de seguridad, para terceros o para el propio paciente. 
De Maizière quiere articular mecanismos específicos para que, en caso de que se detecten transtornos en peticionarios de asilo, éstos se comuniquen al departamento de Migración y Refugiados y, de ahí, a las fuerzas de seguridad. 
El catálogo del ministro sigue a la presiones bávaras por endurecer las leyes tras los dos ataques yihadistas registrados a finales de julio en Alemania, ambos en Baviera. 
El primero ocurrió en Würzburg y fue obra de un refugiado afgano de 17 años, que se lanzó con un hacha y un cuchillo contra los pasajeros de un tren regional y que murió abatido por la policía. 
Días después, un sirio de 27 años, al que se habían detectado tendencias suicidas, murió en Ansbach al explotar la bomba que llevaba en su mochila cuando pretendía acceder a un festival al aire libre. 
La sucesión de estos ataques disparó las exigencias de la CSU de imponer límites a la acogida de refugiados, cuestión que Merkel rechazó de nuevo, en medio de la conmoción por esos ataques y de la caída persistente de su popularidad. EFE gc/si

viernes, 12 de agosto de 2016

Las recetas de Thomas


La dreta de Merkel busca un blindatge contra el gihadisme

jueves, 11 de agosto de 2016

Descontrol llamando a base



Las filas de Merkel buscan vías para detectar al yihadista oculto entre los refugiados

Gemma Casadevall


Berlín, 11 ago (EFE).- El partido conservador de la canciller alemana, Angela Merkel, busca fórmulas para detectar al yihadista oculto en el colectivo de refugiados, ante la alarma por los recientes ataques en Baviera y el clamor de la ciudadanía que pide el reforzamiento de la seguridad en el país. 
Levantar el estricto secreto médico para identificar a asilados con tendencias suicidas, agilizar la expulsión de quienes delincan o sean una amenaza para el país y mejorar la vigilancia sobre el mercado negro de armas fueron algunas de las propuestas presentadas hoy por el ministro del Interior, Thomas de Maizière. 
"Hay que hacer todo lo posible por mejorar la seguridad", afirmó el ministro, quien denominó su iniciativa -contenido en 16 páginas- de "catálogo de propuestas", algunas de las cuales son normas nuevas y otras un endurecimiento de las existentes. 
Para De Maizière, hay que actuar con celeridad, dentro de la actual legislatura, para dar una respuesta ágil a la situación evidenciada por los ataques yihadistas de Würzburg o Ansbach (Baviera), ambos cometidos por refugiados. 
Según el ministro, de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que lidera Merkel, se trata de normativas "asumibles" por los miembros de la gran coalición que lidera la canciller, incluido el Partido Socialdemócrata (SPD). 
De Maizière aludió ahí a los recelos explícitos de esta formación contra el propósito de levantar el precepto de confidencialidad médico-paciente o de restringir el acceso a la doble nacionalidad, como propone el ala más derechista de la CDU. 
Recordó que, en lo que respecta al secreto médico, ya están liberados de este precepto los terapeutas y otros especialistas en casos de gravedad, si se detectan tendencias suicidas y otros transtornos que implican un problema grave de seguridad, para terceros o para el propio paciente. 
Conviene ahora, añadió, abordar la cuestión de manera específica con quienes tratan a peticionarios de asilo, agilizar la detección de los casos graves y optimizar los tratamientos a personas traumatizadas por los conflictos de su país de origen. 
Esas situaciones deben ser comunicadas al departamento de Migración y Refugiados y, de ahí, a las fuerzas de seguridad, según el plan del ministro, quien insistió en que ello no vulnera la práctica actual. 
El catálogo de propuestas de De Maizière coincide en bastantes puntos con el borrador de la llamada "Declaración de Berlín", filtrada ayer por los medios, que será abordada por el ministro y sus colegas de los "Länder" gobernados por la CDU en una reunión convocada para los 18 y 19 de agosto. 
De Maizière se distanció del punto relativo a restringir o incluso suprimir el acceso a la doble nacionalidad -"el sistema actual funciona y no hay motivo para reabrir esa discusión", dijo-. 
Admitió que otro punto defendido por sus correligionarios, la prohibición del burka y demás formas de velo islámico integral, es difícil de imponer, aunque sí lo hayan hecho otros países europeos. 
"No se puede prohibir todo lo que se rechaza. Yo mismo rechazo el uso del burka", afirmó, tras destacar en que le resulta "preocupante" utilizar esas prendas en lugares públicos. 
El catálogo del ministro y la "Declaración de Berlín" reflejan el interés en las filas de la canciller de dar respuesta a la alarma desatada a finales de julio por dos ataques yihadistas en Alemania. 
El de Würzburg fue obra de un afgano de 17 años, que se lanzó con un hacha y un cuchillo contra los pasajeros de un tren regional y causó cinco heridos, hasta ser abatido por la policía. 
El de Ansbach lo cometió un sirio de 27 años, muerto al detonar la bomba que llevaba en la mochila y con la que pretendía acceder a un festival al aire libre. 
Tanto al refugiado sirio como al autor del tiroteo de Múnich -un germano-iraní que mató a nueve personas antes de quitarse la vida, en ese caso sin un trasfondo yihadista- se les habían detectado tendencias suicidas. 
La sucesión de estos ataques disparó las exigencias de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), formación hermanada a la CDU y hegemónica en ese próspero "Land", de imponer límites a la acogida de refugiados, cuestión que Merkel rechaza. 
Un reciente sondeo de la televisión pública alemana reflejó una fuerte caída de popularidad de la canciller, mientras la seguridad es ahora la gran fuente de preocupación del ciudadano en este país. EFE 
gc/psh 
(audio) (foto)

sábado, 6 de agosto de 2016

Seehofer, again


Merkel trontolla




Un daltabaix de 12 punts en el sondeig de popularitat més fiable d'Alemanya, el de la televisió pública ARD: Angela Merkel ha caigut en un mes del 59% que tenia al juliol a només un 47%. I el que és encara més perillós: el seu gran rival intern, el bavarès Horst Seehofer, és a només dos punts de la cancellera (45%).

No són xifres dramàtiques si es té en compte que les pròximes eleccions generals són el 2017 i encara poden passar moltes coses. Però sí que reflecteixen una erosió desconeguda en la cancellera, en un moment en què la doctrina bavaresa de mà de ferro contra els refugiats sembla que pren força entre el ciutadà corrent. Tres atacs en una setmana –dos dels quals amb rerefons gihadista, a Würzburg i a Ansbach, i tots dos comesos per refugiats– han fet decantar la balança a favor de la posició bavaresa, per molt que Merkel no es vulgui desviar d'una frase que marca la seva tercera legislatura: “Ens en sortirem”, amb referència a la capacitat d'Alemanya per afrontar el repte d'acollir els refugiats. En cap dels dos atacs esmentats hi va haver víctimes mortals tret dels dos autors dels atemptats: un afganès de 17 anys que es va abraonar amb una destral contra els passatgers d'un tren regional i un sirià de 27 anys que volia entrar amb una bomba a la motxilla en un festival a l'aire lliure.

El fet que el tiroteig a Munic, amb nou morts a més de l'atacant –un alemany d'arrels iranianes que odiava turcs i àrabs–, no tingués rerefons islàmic conegut no salva Merkel de la caiguda de popularitat. Tot Alemanya se sent objectiu del terrorisme, començant per Baviera, el land per on van entrar principalment els 1,1 milions de refugiats que va rebre l'any passat el país.


Enmig de les alarmes, Merkel va tornar a deixar en suspens la seva intenció de presentar-se a la reelecció el 2017. No és el moment de decidir-ho, va afirmar en la mateixa roda de premsa en què es va refermar en el seu “ens en sortirem”, dies després del tercer atac a Baviera. També en aquests mateixos dies, Seehofer no va concretar si el seu partit, la CSU, presentarà una candidatura compartida amb la CDU de Merkel. Les dues formacions agermanades s'han presentat de bracet, des de fa dècades, a les generals. Ara Seehofer sembla que exigeix a la CDU un canvi de líder i un gir cap a la dreta, no només per convicció, sinó també en vista de l'empenta que agafen les noves formacions de la dreta radical alemanya i de la resta de la UE.

Merkel no pot pensar a presentar-se sense el suport de la CSU. L'hostilitat persistent, de fa mesos, de Seehofer envers la cancellera s'ha transformat gairebé en guerra oberta. “Seehofer, canceller?”, es demanava avui en un comentari el Frankfurter Allgemeine, paradigma de la premsa conservadora seriosa. A Merkel li ha caigut al damunt el foc dit amic de dos falsos aliats: el del líder bavarès, que en realitat fins ara acceptava la cancellera perquè era garantia de victòria electoral, i el del president turc, Recep Tayyip Erdogan, amb qui la cancellera vol mantenir obert el diàleg, tot i que cada cop són més els socis que veuen inviable qualsevol pacte amb Ankara. Hi ha alguna manera de salvar l'acord entre Turquia i la UE en matèria de refugiats? Té sentit, fins i tot, mantenir en vida artificial les negociacions perquè ingressi al club comunitari, literalment en via morta? Les dues qüestions ja planaven sobre el futur de les relacions amb
el bloc comunitari, amb un Erdogan cada cop més provocador. La purga per l'intent de cop d'estat del juliol converteix en gairebé impensable l'adhesió, encara que sigui a llarg termini, de Turquia. I, per molt que mig Europa estigui de vacances, algú havia de dir les coses pel seu nom.

Va ser el canceller austríac, Christian Kern, quan va qualificar de “ficció diplomàtica” les negociacions d'adhesió amb Turquia. “Els estàndards democràtics de Turquia estan molt lluny de justificar-ne una adhesió”, va afegir. I va anunciar una iniciativa concreta, en la cimera de la UE al setembre a Bratislava, com a escenari per plantejar la fi de la “ficció”. Turquia és candidata a l'ingrés des del 2005, però les negociacions gairebé no han avançat. Des que Merkel és al poder (justament el 2005), Alemanya ha insistit en la fórmula de l'“associació privilegiada” i ha rebutjat l'ingrés com a membre de ple dret. Ni tan sols l'acostament interessat a Erdogan en la crisi dels refugiats va suavitzar el rebuig alemany.

Arribats a aquest punt, la cancellera ha defensat la viabilitat del pacte sobre els refugiats enmig d'unes relacions bilaterals cada cop més enrarides. Les demandes d'Erdogan contra paròdies televisives a Alemanya i els atacs com a “traïdors” als diputats alemanys d'origen turc després de la condemna del Parlament al genocidi armeni han omplert, setmana rere setmana, els informatius alemanys. Des del 15 de juliol, aquests estira-i-arronses semblen més aviat criaturades en comparació de la flagrant vulneració dels esquemes democràtics a què al·ludeix l'austríac Kern. És clar que el canceller també vol plantar cara a la ultradreta del seu país. Però també és evident que la pregunta de fins quan es mantindrà formalment oberta la porta a Turquia pesa sobre la UE.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Ursula, en precampaña


La ministra alemana de Defensa impulsa la intervención del Ejército frente al terrorismo
Gemma Casadevall




Berlín, 3 ago (EFE).- La ministra alemana de Defensa, Úrsula von de Leyen, ha acelerado sus planes para permitir la intervención del Ejército en el país en caso de amenaza terrorista, pese a las restricciones impuestas por la Constitución y el rechazo explícito a ello de sus socios socialdemócratas y de la Policía.
"En una situación excepcional, como sería una alarma terrorista, es posible la intervención del Ejército. Es importante y necesario que estemos preparados para esa eventualidad", afirmó la ministra durante una visita al Comando Territorial del Ejército, en Berlín.
En esas dependencias militares -el cuartel general francés, en los años de la división del país entre las potencias vencedores de la II Guerra Mundial- se centralizarán, según Von der Leyen, las operaciones de las Fuerzas Armadas alemanas para esos casos.
Que la ministra convocara ahí a los medios, a pesar de que se trata de planes plasmados únicamente en su "Libro Blanco" para el futuro del Ejército, ilustra hasta qué punto Von der Leyen quiere acelerar los preparativos y llevarlos a la realidad.
A finales de agosto se propone la titular de Defensa que la cuestión sea abordada en la conferencia que mantendrán el ministro federal de Interior, Thomas de Maizière, y sus colegas de los "Länder".
Ahí deberán marcarse calendarios concretos para la puesta en marcha hacia finales de año de este tipo de operativos, que estarán siempre "bajo el mando" de la Policía, aseguró, y por un "tiempo limitado", mientras dure la situación de alarma o ataque terrorista.
Será el estamento policial el que dictamine cuándo, dónde y durante cuánto tiempo debe solicitar ese apoyo del Ejército, enfatizó la ministra, para recordar que ello implicará también una coordinación con las autoridades de los "Länder".
Situaciones como las vividas el pasado julio en Baviera -el tiroteo de Múnich, con nueve muertos además del autor del ataque, o los atentados yihadistas de Würzburg y Ansbach, en que murieron los atacantes- justifican, en opinión de la ministra, la activación de esos preparativos.
Von der Leyen considera que para ello no es precisa una enmienda en la Constitución: "No tenemos la mayoría necesaria para impulsarla", admitió, consciente de que el cogubernamental Partido Socialdemócrata (SPD) no lo avalará.
La Carta Magna permite ya la intervención del Ejército dentro de Alemania en casos de amenaza para la seguridad del país, añadió Von der Leyen, que aludió además a la sentencia de 2012 del Tribunal Constitucional legitimándolas en caso de atentados graves.
Von der Leyen apeló a la necesidad de actuar con "pragmatismo", dada la situación de alerta general vigente para toda Europa frente al yihadismo.
La intervención del Ejército dentro del país topa con el rechazo abierto de la Policía, que considera que es competencia estrictamente suya, y los recelos del SPD, cuyos ministros de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, y de Economía, además de vicecanciller, Sigmar Gabriel, se han pronunciado reiteradamente en contra.
La insistencia de la ministra coincide no solo con la alarma creada por los ataques registrados en Baviera, sino también con el cisma abierto entre Angela Merkel y la Unión Socialcristiana bávara (CSU), hermanada a las filas conservadoras de la canciller y fuerza hegemónica en ese próspero "Land".
La CSU llevaba meses instando a Merkel a imponer un límite a la acogida de refugiados, tras los 1,1 millones de peticionarios de asilo llegados al país en 2015, principalmente a través de Baviera.
Tras los atentados de Würzburg y Ansbach -el primero cometido por un afgano y el segundo por un iraní-, la CSU exige mano dura en la política de asilo y un reforzamiento de los dispositivos de seguridad.
El disenso es tal que la formación bávara insinúa incluso que para las elecciones de 2017 podría no apoyar una candidatura conjunta con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel -que tampoco ha definido aún si se presentará a la reelección-.
Von der Leyen ha sonado reiteradamente como posible sucesora de Merkel, por lo que su iniciativa se interpretaba, en las filas de la SPD, como un propósito de ganar perfil entre quienes exigen reforzar la seguridad del país. EFE
gc/si


(vídeo)

martes, 2 de agosto de 2016

Exhibición de fuerza


Erdogan mobilitza Colònia