sábado, 31 de agosto de 2024

La victoria más probable y peligrosa


El este de Alemania, ante unos comicios dominados por la agenda ultra



Un seguidor del partido ultra Alternativa para Alemania (AfD), durante un mitin en Dresde, este jueves. / FILIP SINGER / EFE


Gemma Casadevall
Berlín 31 AGO 2024 

Sajonia y Turingia, dos estados del este de Alemania, celebran este domingo unas elecciones regionales etiquetadas de clave ante el empuje de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que podría dispararse al primer puesto. Han quedado además enmarañadas por el atentado yihadista de Solingen. El ímpetu del radicalismo derechista se daba por hecho desde hace meses, ya que en esa mitad de Alemania su discurso antiinmigración ha calado en todos los estratos sociales, no solo entre los sectores de ideología neonazi.

El ataque de un sirio armado con un cuchillo y declarado 'soldado' del Estado Islámico (EI) ha crispado aún más los ánimos, mientras el Gobierno de Olaf Scholz sigue debilitado por sus conflictos internos y la oposición conservadora se afianza como primera fuerza a escala nacional. A un año para las próximas elecciones generales, en Alemania se respira incertidumbre sobre cómo afrontará su previsible mazazo en las urnas el tripartito entre socialdemócratas, verdes y liberales que lidera Scholz.

Escaso peso demográfico, pero gran relevancia política


Entre Turingia, Sajonia y Brandeburgo, el 'Land' donde se celebrarán elecciones regionales el 22 de septiembre, suman 7,1 millones de electores, en un país con más de 60 millones de ciudadanos con derecho a voto. Pero los comicios regionales suponen el siguiente barómetro en las urnas tras las europeas del pasado junio, donde quedó en evidencia la erosión del Gobierno de Scholz. El bloque conservador formado por la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU) se alzó como primera fuerza, con un 30% de los votos, casi el doble que la AfD, en segunda posición. Los socialdemócratas de Scholz, así como verdes y liberales, se hundieron a mínimos históricos.

De Mannheim a Solingen


Las europeas se celebraron en Alemania bajo la sacudida de la muerte de un policía acuchillado por un afgano de 25 años en Mannheim. Una semana después, las urnas dieron a la ultraderechista AfD dos puntos más de lo pronosticado por los sondeos. Las elecciones de este domingo tendrán lugar tras la matanza de Solingen, ciudad que, como Mannheim, está al otro extremo del país, en el oeste, pero cuyo nombre ha pasado al primer plano en el cierre de campaña. Los últimos sondeos de la televisión alemana ZDF, en base a encuestas realizadas tras este atentado, no presentan, sin embargo, cambios destacables: la AfD sigue en cabeza en Turingia, seguida de la conservadora CDU, mientras que en Sajonia hay lucha por el primer puesto entre la derecha radical y la moderada.

Endurecimiento del asilo y deportaciones


El Gobierno había anunciado ya la reanudación de las deportaciones de criminales convictos afganos y sirios tras el atentado de Mannheim de junio. Este viernes se expulsó ya a un grupo de 30 personas hacia Afganistán, por primera vez desde el regreso de los talibanes al poder. También acordó el Ejecutivo la prohibición de cuchillos en eventos y recintos públicos, así como recortes de subsidios de peticionarios de asilo rechazados y la agilización de las expulsiones en curso. Se estima que hay en el país unos 50.000 refugiados en espera de ser deportados. Hasta ahora, un 60% de las expulsiones planificadas fracasaron por problemas de papeleo, logísticos o porque no se localizó al afectado en la fecha prevista, como fue el caso del sirio de Solingen.

El 'no' a Ucrania de los autoproclamados pacifistas


Los resultados de esas elecciones regionales no deberían afectar en la política exterior, puesto que no entra en las competencias de los 'Länder' o estados federados. Pero el rechazo al envío de armas a Ucrania hermana a la ultraderecha y a la nueva izquierda populista que lidera Sahra Wagenknecht. Ambos partidos ocupan los extremos del espectro parlamentario y reclaman para sí el título de "pacifistas", puesto que abogan por las negociaciones de paz con Moscú. Eso les ha colocado en la órbita de los partidos prorrusos y desbancado a la formación que tradicionalmente abanderó el pacifismo en Alemania, los verdes, comprometidos con el apoyo a Kiev. Entre los ultras de la AfD y la izquierda de Wagenknecht podrían sumar, según los sondeos, la mitad del voto del este. Hasta ahora, la mayoría de los alemanes han respaldado el compromiso de su Gobierno con Ucrania.

El extremismo acelerado de la AfD

El gran protagonista de estos comicios ha sido el líder de la AfD en Turingia, el radical Björn Höcke, una figura que dentro de su partido ha contribuido al arrinconamiento de los llamados "moderados". De conseguir la posición de fuerza de ser el más votado en su 'Land', como apuntan los sondeos, sería un hito para el conjunto de la AfD y sobre todo para la línea de Höcke. Pero tendría consecuencias también a escala nacional y europea, puesto que decantaría a la AfD hacía posiciones que le apartan de la transversalidad necesaria para lograr resultados como los que obtiene en el este. Actualmente la AfD no está integrada en ninguno de los dos grandes grupos de la derecha populista europea, los llamados Conservadores y Reformistas de la italiana Giorgia Meloni ni los Patriotas por Europa del húngaro Viktor Orbán y la francesa Marine Le Pen. A falta de aliados fuertes, la AfD optó por crear su propio grupo, los Soberanistas.

La izquierda agónica y la pujante


Turingia se convirtió en 2014 en el primer, y hasta ahora único 'Land', con un jefe del Gobierno de La Izquierda, el pragmático Bodo Ramelow. Logró su reelección en 2020, con socialdemócratas y verdes como aliados y al frente de un gobierno en minoría, pero respaldado en situaciones puntuales por los conservadores. Sigue contando con un amplio respaldo entre sus conciudadanos, pero no tiene perspectivas de seguir en el cargo, lastrado por la crisis aparentemente terminal que sufre su partido.

La escisión de la Alianza Sahra Wagenknecht, liderada por esta carismática política, ha sido la estocada final al izquierdismo reformista surgido en lo que fue territorio comunista tras la reunificación alemana. A Wagenknecht se le pronostica un papel clave para cualquier coalición que garantice una mayoría sólida sin contar con la AfD. La Izquierda salvará el honor en Turingia, pero está herida de muerte en el conjunto del país.





viernes, 30 de agosto de 2024

Los Wagenkecht-Lafontaine y el segundo desgarro izquierdista

El factor Sahra Wagenknecht: el izquierdismo prorruso alemán probablemente imprescindible en Turingia y Sajonia



Sahra Wagenknecht (derecha) y la candidata de su partido en Turingia, Katja Wolf, tras ser rociadas con pintura roja en un mitin en Erfurt este jueves. / AP
 Gemma Casadevall

Si algo demuestra Sahra Wagenknecht es que no se arruga ante un ataque. Lo mostró en 2016, cuando un militante antifascista le estrelló una tarta de chocolate en la cara en un congreso de su partido de entonces, La Izquierda. Y volvió a hacerlo esta semana, cuando otro hombre le lanzó pintura roja a metros de distancia del escenario de su mitin en Erfurt, la capital de Turingia. Tras el tartazo en su congreso regresó a la sala con un nuevo e impecable traje, mientras que al lanzamiento de pintura respondió asegurando que no se dejará intimidar.
"Sahra kommt" ("Viene Sahra") es la frase omnipresente en los carteles del partido que lleva su nombre, Alianza Sahra Wagenknecht (BSW). Se formalizó como partido en enero de este año, tras escindirse de La Izquierda clásica y agónica. El lema de su programa es "Sensatez y justicia".
Apenas ocho meses después de su fundación, se perfila como imprescindible para articular una mayoría, al menos en el este alemán donde se celebran elecciones regionales este septiembre. El próximo domingo se estrena en Sajonia y Turingia, a lo que seguirán los comicios de Brandeburgo, el 'Land' que rodea Berlín, el 22 de septiembre.
Los sondeos sitúan al BSW en un 18% en Turingia y en el 12% en Sajonia. A la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se le pronostica el primer puesto al menos en Turingia, por encima del 30%. De ser así, el resto de las fuerzas democráticas deberá negociar con Wagenknecht una alianza multicolor para obtener una mayoría capaz de neutralizar a la AfD. O ver cómo la ultraderecha alcanza su primer gobierno de un 'Land'.
Tratar con Wagenknecht no será fácil ni para los conservadores de la CDU ni para los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz: la BSW apuesta por negociar con Vladímir Putin la paz para Ucrania y cortar los suministros de armas a Kiev. Es un giro en política exterior no contemplado por Berlín, pero que aparentemente respalda casi la mitad de la población del este, el antiguo territorio comunista. Tanto la AfD como BSW se presentan en campaña como "pacifistas", lo que en el caso de la ultraderecha va envuelto en sospechas de financiación irregular, tramas de espionaje y campañas de desinformación procedentes de Moscú.
A escala nacional, la BSW no tiene tanto respaldo. En las pasadas europeas se situó en un 6%, mientras que su estimación de voto de celebrarse ahora elecciones generales está en el 8%. De convertirse también en imprescindible para forjar mayorías a escala nacional, habría serios problemas de convivencia en política exterior.
"Crecí con el miedo a una guerra atómica. Ahora ese temor vuelve a ser real", afirmó Wagenknecht desde Jena, su ciudad natal, en el estado de Turingia. Los planes de la OTAN de estacionar misiles de largo alcance en territorio alemán y la posible respuesta de Moscú fundamentan, dice, ese temor. Vladímir Putin desencadenó la guerra, pero Occidente tiene "una parte de culpa en ella", afirma.

Dos escisiones, entre la propia y la de Lafontaine

Wagenknecht, de 55 años es hija de una alemana y un iraní 'desaparecido' tras un viaje a Teherán cuando ella solo tenía tres años. Creció en la Alemania comunista y lleva más de tres décadas en política. Primero representó al postcomunismo fiel a los orígenes e incómodo para el reformismo izquierdista posreunificación alemana. Hace un año abandonó La Izquierda por considerar "flojo" su discurso frente a la guerra de Ucrania. Antes que eso, había topado con su partido en política de asilo, ya que defiende el freno a la migración irregular y las expulsiones de refugiados rechazados. Su línea dura en política migratoria y su perfil de partido prorruso la acercan a la AfD. Pero Wagenknecht sostiene que en el suyo no hay lugar para neonazis.
Es la indiscutida líder de la BSW, pero tras ella hay otra figura que ha marcado la política alemana desde hace décadas: Oskar Lafontaine, su pareja desde 2012 y marido desde 2014. Lafontaine tiene una de esas biografías superpobladas de trifulcas políticas y ataques, incluida una cuchillada en el cuello de una mujer aparentemente desequilibrada en un mitin en 1990. En 1999 protagonizó su primer desgarro político, al dimitir como jefe del Partido Socialdemócrata y como ministro de Finanzas en protesta por la línea centrista de su correligionario y entonces canciller, Gerhard Schröder. Fundó La Izquierda entre la disidencia que arrastró consigo y el poscomunismo del este. Su segunda escisión es la que comparte ahora con su mujer, aunque formalmente esté en la retaguardia.

Afganistán, país seguro

Alemania expulsa a 28 delincuentes convictos a Afganistán



El canciller de Alemania, Olaf Scholz (archivo) / Christoph Reichwein/dpa-Pool/dpa
  Gemma Casadevall

Alemania reanudó este viernes las deportaciones de criminales convictos a Afganistán, suspendidas desde 2021 tras el retorno de los talibanes al poder, y en medio del endurecimiento de las medidas contra los migrantes irregulares, especialmente de este país y de Siria. Ya en junio, a raíz de la muerte a cuchilladas de un policía en Mannheim a manos de un refugiado afgano, el canciller Olaf Scholz anunció que se retomarían las expulsiones de "criminales" a sus países de origen. Este viernes precisó, tras conocerse la noticia, que la operación había sido "cuidadosamente preparada" y desde la absoluta confidencialidad, "por razones obvias".
La operación realizada ahora incluyó a 28 afganos que cumplían condena. Fue confirmada por el portavoz del Gobierno, Steffen Hebestreit, y se produce en pleno impacto por el atentado cometido hace una semana en una fiesta popular de Solingen. Fue cometido por un sirio, poclamado 'soldado' del Estado Islámico, que se lanzó contra la multitud armado con un cuchillo y mató a tres personas.
Aunque desde el Gobierno de Scholz no se han concretado detalles sobre quiénes fueron los expulsados, en el grupo hay un notable número de condenados por delitos tales como participación en una violación en grupo de una menor de 14 años, sometida por los efectos de una droga, según informaciones de la televisión pública ARD, recabadas entre las autoridades regionales de todo el país. Son varios los casos de delitos sexuales, incluidos a niños, además de intentos de asesinato y reincidencia, así como secuestro o robo con violencia. Los deportados procedían de diversos puntos del país e inicialmente iban a ser 33 las expulsiones, pero cinco de ellas fracasaron. Según medios alemanes, cada uno de los afectados recibió 1.000 euros como dinero de bolsillo, una cantidad que se considera justificada para que puedan hacerse cargo de sus gastos "existenciales" en la transición que dure hasta su entrega definitiva a las autoridades de su país, en su caso Afganistán.
El propio Scholz anunció esta semana que negociará con la oposición conservadora nuevas fórmulas para agilizar las expulsiones de migrantes irregulares y endurecer las leyes de armas. El jueves, su coalición presentó un nuevo paquete de medidas que incluye la prohibición total de cuchillos en eventos públicos y recortes en los subsidios a solicitantes de asilo rechazados y en espera de expulsión.

Mediación de Qatar

La deportación del grupo de afganos se ha realizado en un avión que despegó del aeropuerto de Leipzig, en el este del país, tras meses de negociaciones secretas con mediadores de Qatar, según informa el semanario 'Der Spiegel'. El portavoz del Gobierno ha agradecido el apoyo de los "socios regionales clave" y ha asegurado que está trabajando en más deportaciones de este tipo.
La operación se produce además a tres días de los comicios regionales en dos estados del este, Turingia y Sajonia, donde el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) podría lograr la primera posición. En sus actos de campaña tras el ataque de Solingen, los líderes de AfD han azuzado el sentimiento islamófobo.
Un último sondeo de la televisión pública ZDF, realizado tras el atentado de Solingen, confirma la primera posición para la AfD en Turingia, donde lidera ese partido el cabecilla del ala más radical, Björn Höcke. En Sajonia, en cambio, se mantiene el pulso por la primera posición entre la ultraderecha y la conservadora CDU.

jueves, 29 de agosto de 2024

Dresde, la cuna de casi todo, no siempre bueno

La AfD busca la victoria con su tono más islamófobo aprovechando Solingen



La líder del partido ultraderechista Afd, Alice Weidel, junto a su candidato regional en el cierre de su campaña en Dresde. / FILIP SINGER
  Gemma Casadevall
Dresde (enviada especial) 29 AGO 2024

Alemania asiste "al hundimiento de su civilización“, con un Gobierno "incapaz de detener ataques a cuchilladas y violaciones“ y una oposición "que son los mismos que nos llevaron aquí“. Con estas consignas, desde el corazón de Dresde, la líder de la ultraderechista Alternativa para Alemania, Alice Weidel, pidió el voto en las elecciones regionales del próximo domingo para su candidato, Jörg Urban. "Nosotros no somos nazis. Los nazis son los que nos difaman“, siguió ante un millar de seguidores. En las primeras filas y hasta el centro de la plaza, ciudadanos identificables como corrientes, algunos con enormes banderas alemanas. Por los alrededores, adolescentes y cabezas rapadas, mirando desafiantes a un banda de viento 'enemiga‘ que trataba de hacer inaudible a Weidel, entre pancartas contra la presencia de los nazis. Un cordón policial separa a ambos grupos, mientras a lo lejos desfilan turistas por el conjunto monumental de la capital sajona.
El domingo se celebran unas elecciones cruciales para la AfD en Sajonia y el vecino 'land' de Turingia. Los sondeos apuntaban ya a una victoria de la ultraderecha, que podría ser mayor bajo el impacto del atentado yihadista de Solingen, en el oeste del país. El gobierno de Olaf Scholz ha reaccionado con la prohibición de los cuchillos en eventos públicos y el compromiso de acelerar las expulsiones de migrantes irregulares. "Es la declaración formal de su incompetencia. Al islamismo no le detienen las prohibiciones“, dice Weidel.
Las alertas por los 'lobos solitarios‘ entre los refugiados resurgieron tras el atentado de Solingen, del que se confesó autor un sirio de 26 años, presunto 'soldado‘ de Estado Islámico (EI). Se da por seguro el ascenso de la AfD a primera fuerza en Turingia, bajo el liderazgo de su cabecilla más radical, Björn Höcke. En Sajonia, la AfD y la conservadora la CDU pugnan por el primer puesto. Urban, el candidado sajón, no tiene el carisma de Höcke. Weidel acudió a reforzarle.

El este alemán


A escala nacional, la AfD es segunda fuerza tras la CDU, pero en Sajonia se disparó ya a la primera posición en las pasadas elecciones europeas. El domingo podría repetir victoria, por primera vez, en un 'land‘ alemán. "El este vota distinto. Y no es de ahora. Le pegamos el primer golpe de realidad a (Helmut) Kohl cuando se vino a pasear sus falsas promesas“, comenta a EL PERIÓDICO Herbert Zafig, voluntario del partido sobre los 60 años. Alude al lanzamiento de huevos con que recibieron en 1991 al canciller de la reunificación en la ciudad sajona de Halle. Ocurrió un año después de firmarse el Tratado de Unidad. En lugar de fervor, a Kohl le esperaban abucheos, más un par de huevos que se le estrellaron sobre el traje y el rostro. El canciller contraatacó, se lanzó con sus 1,90 metros de altura sobre los manifestantes.
Quienes protestaban no eran ultras, sino izquierdistas descontentos con la "reunificación express" que finiquitó la comunista República Democrática Alemana (RDA). Pero eso no le importa al votante de la AfD. Para él, la imagen de los huevazos a Kohl es emblemática de una ira que arreció bajo Angela Merkel, una canciller originaria del este, pero considerada por muchos como una discípula "occidentalizada“ de Kohl.

Cuna de la islamofobia

De la plaza donde la AfD pide el voto partió hace unos diez años el movimiento islamóbo Pegida, que llegó a congregar multitudes. Luego tomó fuerza también ahí la AfD, tras la decisión de Merkel de no cerrar las fronteras a los refugiados en 2015. Cada visita de la canciller a la ciudad derivó en desfile de protestas y carteles mostrándole la horca.
"En el este alemán pervive el antiamericanismo arquetípico de la RDA y el respeto, o miedo, a Rusia. Eso les acerca a la AfD, partido contra la ayuda a Ucrania“, explica a este diario el politólogo sajón Werner Patzelt, figura polémica por su cercanía tanto a Pegida como a la Hungría del ultranacionalista Viktor Orbán. "Lo que pervive en el este, y se ha dejado crecer, son unas bolsas de neonazis que hostigan a izquierdistas, movimientos pro-derechos humanos y colectivos LGTBI“, rechaza otro politólogo, el berlinés Hajo Funke, autor de varios libros sobre la ultraderecha parlamentaria y sus corrientes sumergidas.
En Dresde, el turismo atraído por su núcleo monumental y sus joyas barrocas tapa esas situaciones. En la llamada 'Suiza sajona' y sus alrededores, el acoso es la realidad diaria. Se respira en ciudades como Bautzen, Halle o Pirna, puntos calientes o 'no go areas', donde las camaraderías neonazis intimidan hasta la puerta de casa a políticos rivales y organizaciones cívicas. En Zwickau, un grupúsculo neonazi recluta en estos tiempos revueltos su propio Círculo Teutón, alertaba este jueves la televisión pública NDR.

El festín de Höcke

 Cita enverinada a l’est d’Alemanya

miércoles, 28 de agosto de 2024

Las urnas acechan

Scholz negociará con la oposición cómo impulsar las expulsiones, garantizando el asilo "individual"



  Gemma Casadevall 

“No podemos seguir tal cual (…) Hemos aumentado las expulsiones de migrantes irregulares. Pero siguen siendo insuficientes“, afirmó este miércoles el canciller Olaf Scholz. El atentado terrorista del pasado viernes en Solingen, con tres muertos a cuchilladas y ocho heridos, no hubiera ocurrido "si se hubiera ejecutado la expulsión como estaba previsto“, añadió el dirigente alemán, para agradecer a continuación al líder de la oposición conservadora, Friedrich Merz, su propuesta de "trabajar juntos“.
La atención en Alemania tras el atentado de Solingen, reivindicado por Estado Islámico (EI), estaba centrada este miércoles en la reunión mantenida el día anterior entre Scholz y Merz. A juicio del líder de la oposición, hay que reducir sustancialmente la migración irregular, cerrar a cal y canto la llegada a nuevos refugiados de Siria y Afganistán y forzar a los socios de la UE a cumplir los Acuerdos de Dublin. Es decir, devolver a todo solicitante al país por el que ingresó en territorio comunitario (Bulgaria en el caso del sirio de 26 años que perpetró la matanza de Solingen). Alemania, sin fronteras exteriores de la UE, recibió en 2023 a 266.000 migrantes irregulares, mientras que el número de refugiados llegados desde 2015 y que siguen en el país está en un millón y medio.
Scholz incidió ya el martes, en declaraciones a la televisión pública, en las dificultades que entraña pretender el cumplimiento de Dublin. Y también que Alemania seguirá garantizando el derecho individual al asilo, de acuerdo a la Convención de Ginebra, la Constitución alemana y las regulaciones europeas. Rechazar a nuevos solicitantes no es jurídicamente viable. La búsqueda de soluciones no puede implicar "un cuestionamiento de las leyes o acuerdos internacionales“, aseguró Scholz.
El canciller anunció que su Gobierno se reunirá "en muy corto tiempo“ con representantes del bloque conservador y de los poderes regionales. No aludió a la invitación de Merz de llevar al Parlamento medidas impulsadas entre socialdemócratas y conservadores, prescindiendo de sus socios verdes y liberales. Pero empleó siempre la palabra "Gobierno", lo que implica a su tripartito.

Un 60% de deportaciones planificadas fracasan

Teóricamente unos hay unos 300.000 solicitantes rechazados que deberían abandonar Alemania. En su gran mayoría seguirán ahí en régimen de "tolerados“, mientras que la cifra de los que sí deben ser deportados es de unos 56.000. En los primeros seis meses del año se expulsó a 9.500 personas. Un 60% de las operaciones planificadas fracasaron por problemas burocráticos, cambio de planes del vuelo previsto, enfermedad del afectado o, como en el caso del sirio de Solingen, porque no los encontraron en casa.
El impacto causado por el atentado planea sobre las elecciones regionales del próximo domingo en Turingia y Sajonia, ambos en el este del país. Desde hace meses se pronosticaba que la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) sería la primera fuerza al menos en Turingia. No se han difundido nuevos sondeos representativos tras el atentado de Solingen. Pero el propio Merz recordó el precedente del atentado a cuchilladas cometido por un afgano en Mannheim, en que murió un policía, una semana antes de las europeas. El bloque conservador de Merz quedó en primera posición, como se preveía. Los ultras quedaron segundos, también de acuerdo a lo previsto, pero con dos puntos más de lo pronosticado.

lunes, 26 de agosto de 2024

A la desesperada

Scholz promete acelerar las deportaciones tras los fallos revelados por el atentado de Solingen



El canciller alemán, Olaf Scholz, durante la visita que ha realizado este lunes a Solingen. / HENNING KAISER / AP
 Gemma Casadevall

"Fue terrorismo, terrorismo contra todos nosotros (…) Siento ira y rabia hacia los islamistas. Algo así no puede volver a ocurrir", aseguró este lunes el canciller alemán, Olaf Scholz, desde la plaza de Solingen donde el pasado viernes tres personas murieron apuñaladas por un presunto 'soldado' de Estado Islámico (EI). Que alguien como el autor confeso del atentado, un sirio de 26 años, siguiera en el país tras frustrarse su expulsión es una de las cosas que no deben volver a suceder. En primer lugar, porque esas personas seguirían vivas. En segundo, porque el caso de Assi al H. refleja el cúmulo de obstáculos burocráticos, errores o negligencias que complican el plan anunciado hace meses por Scholz para las "deportaciones a gran escala" de refugiados radicalizados, migrantes irregulares que cometan delitos graves o los que no cumplen los requisitos para poder quedarse en el país.
Assi al H. está en prisión desde el domingo "por orden de la Fiscalía General", recordó Scholz. La justicia actuará "con rigor" sobre él.

Instrumentalización ultraderechista

Junto al impacto causado por su atentado, están sus repercusiones políticas a una semana de la serie de elecciones regionales del este en que la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) podría alzarse como fuerza más votada, por primera vez en su historia. En Turingia, el 'Land' donde se da por segura la victoria de la AfD, empezó a extenderse el lema "Höcke o Solingen". Aluden a su líder, Björn Höcke, cabecilla del ala radical de la AfD y aspirante a alcanzar el poder en su feudo.
El socialdemócrata Scholz compareció en Solingen acompañado del primer ministro de Renania del Norte-Westfalia (RNW), Hendrik Wüst, de la Unión Cristianodemócrata (CDU). Exhibieron así sentido de Estado ante una tragedia en la que cada estamento político tiene su parte de culpa. El Gobierno de Scholz, porque sigue sin avanzar hacia las expulsiones a gran escala. El de Wüst, porque los fallos que facilitaron a Assi al H. seguir en el país ocurrieron bajo la competencia de las autoridades de su región. El autor confeso del atentado ingresó como refugiado en Alemania en 2022 procedente de Bulgaria. Tenía fecha para procederse a su entrega a las autoridades búlgaras, pero se las arregló para no estar localizable ese día en su centro de acogida. No hubo una segunda citación y meses más tarde se le concedió la protección subsidiaria.
Así de fácil se puede esquivar en Alemania una orden de expulsión, clama ahora la AfD. Tanto desde el tripartito entre socialdemócratas, verdes y liberales de Scholz como desde el bloque conservador se recuerda que no hay soluciones fáciles a problemas complejos, como pretenden los ultras. En 2023 se practicaron 16.430 expulsiones, un aumento respecto a las 12.945 de 2022. Para el presente año se prevé otro incremento, esta vez del 30 % --en el primer trimestre sumaron ya 6.300--. El total de personas que deberían abandonar Alemania se estima en 243.000, aunque un 80% de ellas probablemente permanecerán en situación de 'toleradas' por razones humanitarias u otros motivos. Las deportaciones "a gran escala" previstas por Scholz quedarían sobre las 50.000. Nada que ver con el objetivo de "remigración" de millones de ciudadanos de origen extranjero que busca el neonazismo.
Tampoco es practicable el plan del jefe de la oposición conservadora, Friedrich Merz, de no admitir a más sirios ni afganos. Merz lanzó esta propuesta el domingo, tras la detención de Assis al H. Poco después se le recordó desde la CDU del 'Land' de RNW que no es jurídicamente posible y que contraviene tanto la Convención de Ginebra sobre Asilo como la Constitución alemana. En Alemania viven cerca de un millón de sirios, mayoritariamente llegados desde la crisis de refugiados de 2015, además de medio millón de afganos.

La lección de Solingen

En medio de la conmoción por el atentado del viernes, en Solingen han dominado las muestras de dolor por las víctimas pero también las alertas contra la ultraderecha. A una convocatoria de las juventudes de la AfD acudieron el domingo unas 30 personas, a las que les salieron al paso centenares de contra manifestantes.
Solingen no es el este de Alemania. Es una ciudad traumatizada por el atentado racista cometido en 1993. Cinco turcas, entre ellas tres niñas de 12, 9 y 5 años, murieron mientras dormían en el incendio de una vivienda provocado por cuatro neonazis, tres de ellos adolescentes. El nombre de la ciudad seguía asociado a esa tragedia, a la que se ha sumado ahora el atentado reivindicado por EI.

Todos fuera

El atentado de Solingen reactiva el plan de deportaciones y da alas a la ultraderecha

Joana Serra


La evidencia de que la matanza perpretrada por el autor confeso del atentado reivindicado por Estado Islámico (EI) en Solingen, en el oeste de Alemania, se habría evitado si se le hubiera expulsado, en el día previsto, a Bulgaria planea sobre una semana decisiva para el tablero político alemán. „Siento ira, rabia… Esto es terrorismo“, acertó a decir Olaf Scholz, sin perder su habitual sangre fría, desde el lugar donde el viernes un sirio de 26 años se lanzó a cuchilladas sobre la multitud concentrada en una fiesta popular. Tres muertos y varios heridos fue el balance de su ataque. Su autor había tomado un cuchillo del centro de refugiados donde residía, a unos 200 metros del lugar de la matanza, y salió a cumplir con su cometido como „soldado“ de EI: matar a cuanta gente le fuera posible. En medio dejó herido a otro refugiado iraní, Siavash Hosseini, quien cooperó como testigo en las más de 24 horas que distaron entre el atentado contra la „Fiesta de la Diversidad“ y el momento en que Issa al H se entregó a la policía.
Scholz acudió a Solingen no solo a expresar su rabia, sino también para comprometerse a agilizar el plan de expulsiones que había anunciado meses atrás. Acelerará asimismo su gobierno la prohibición de las armas blancas en la vía pública, anunciada por su ministra de Interior, Nancy Faeser, hace unas pocas semanas y ante el aumento de ataques de todo tipo con cuchillos o navajas.
Issa al H debería haber abandonado Alemania en junio del 2023. Llevaba entonces un año en Alemania, donde entró procedente de Bulgaria, país al que por tanto le correspondía hacerse cargo de su acogida. Esquivó la expulsión no estando en su centro en la fecha marcada para ir a recogerlo. Nadie más llamó a su puerta ni hubo una segunda cita. No se le reconocía un radicalismo ni había incurrido en delitos. Expiró así el plazo para su entrega a Bulgaria y se le concedió protección subsidiaria.
Si todo fue producto de una estrategia estudiada o simplemente ocurrió, es algo que deberá aclarar la investigación de la Fiscalía General. Lo mismo ocurre con la veracidad de la reivindicación de EI o el grado de vinculación a esa red terrorista, que suele reconocer como „propios“ atentados cometidos por jóvenes radicalizados o simples consumidores de sus canales de comunicación y propaganda.
Por lo pronto, Scholz tiene ante sí la papeleta de agilizar unas expulsiones que a menudo fracasan por la marea burocrática en que quedan sumergidas y los preceptos jurídicos, razones humanitarias o falta de acuerdo con terceros países donde deportarles. A finales de 2023 había en el país unas 230.000 personas con orden de abandonar Alemania, de las cuales se sabía de antemano que a 195.000 no se les podía expulsar por distintas razones. En el primer trimestre de 2024 se han ejecutado 6.300 órdenes de expulsión, según cifras recientes.
Scholz y las autoridades de Renania del Norte-Westfalia, el „Land“ donde está Solingen, han optado por mostrar cohesión, pese las diferencias políticas entre el canciller socialdemócrata y el primer ministro regional, Hendrik Würz, de la conservadora CDU. Al fin y al cabo, la tarea de llevar a cabo las deportaciones es competencia del „Land“.
En cambio, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se frota las manos ante sus efectos en las elecciones que se celebran el próximo domingo en Turingia y Sajonia, en el este de país. Serán los primeros en la serie de comicios de este septiembre que pueden impulsar al radicalismo derechista al poder, tanto en esa mitad de Alemania como en la vecina Austria, donde el último domingo de septiembre se celebran comicios nacionales.

La posible victoria en el este alemán y luego la Austria es un objetivo al alcance de la mano de una ultraderecha centroeuropea ansiosa de nuevos hitos.
Los sondeos favorecian ya antes de la matanza de Solingen a la AfD, un partido no adscrito a las grandes familias europeas del populismo derechista por su radicalismo. Las mejores opciones para alcanzar su primera victoria regional en Alemania las tiene el líder de Turingia, Björn Höcke, cabecilla del ala más radical de AfD.
En Austria, aspira al puesto de canciller el jefe nacional del FPÖ, Herbert Kickl, superviviente de la última coalición de gobierno que lideró el conservador Sebastian Kurz y que se hundió en 2019 entre una acumulación de escándalos por corrupción.
Los sondeos situaban ya a la AfD en primera posición en Turingia, con un 30 % de los votos, siete más que los que se pronosticaba a la derecha moderada de la CDU. A los socialdemócratas de Scholz se les vaticina un nuevo mínimo histórico.
En Sajonia, el primer puesto está en disputa entre la AfD y la CDU. Se perfila asimismo un fuerte ascenso del populismo izquierdista de Sahra Wagenknecht, BSW, un partido que comparte con la AfD el discurso antimigratorio y el perfil de partido prorruso. A las elecciones en Sajonia y Turingia les seguirán las de Brandeburgo, el 22 de septiembre, donde también la AfD lidera la intención de voto.
Las regionales del este alemán tienen escaso peso demográfico en el conjunto de Alemania. Entre los tres estados federados suman algo más de 7,1 millones de electores, en un país con 60 millones de ciudadanos con derecho a voto. Pero el ascenso de la AfD, sumado a la irrupción de un nuevo partido populista con el potencial de la BSW, sacudirá el tablero político alemán.
En Alemania se cruzan los comentarios acerca de un posible fin prematuro de la coalición de Schloz, que acumula un sinfín de disensos presupuestarios y enemistades personales públicas. La convocatoria de las próximas elecciones generales está fijada para el 28 de septiembre de 2025.
Mientras que en Alemania se considera que el este podría darle la estocada final a la alianza de Scholz, en Austria se perfila un adiós a la coalición actual liderada por el conservador Karl Nehammer y con los verdes como aliados.
Al FPÖ de Kickl se le sitúa sobre el 29 o 30 %, hasta cinco puntos por delante tanto de conservadores como de socialdemócratas. A diferencia de la AfD alemana, sometida a un estricto cordón sanitario por el resto de los partidos parlamentarios, la derecha radical austríaca ha formado parte de sucesivas alianzas a escala nacional. Tiene además una posición de fuerza en la Eurocámara, tras formar junto con el húngaro Víktor Orbán y la francesa Marine Le Pen, entre otros, el nuevo grupo parlamentario de los llamados los „Patriotas para Europea“.
Kickl representa la revitalización del FPÖ, uno de los partidos más antiguos y consolidados entre las formaciones de ese espectro a escala europea, pero que parecía hundido tras la ruptura de coalición de 2019. El detonante fue el llamado „caso Ibiza“, cuando apareció un comprometedor video mostrando a su líder de entonces, Hans Christian Strache, trapicheando apoyos a su campaña con una mujer que se hacía pasar por la sobrina de un oligarca ruso.
Kickl se presenta ahora como el regenerador del partido, con un programa electoral de línea dura, que promulga la „remigración“ de ciudadanos extranjeros, el bloqueo a la reubicación de migrantes irregulares en su territorio y el cerrojo a nuevos solicitantes de asilo en su territorio. Propugna el retorno de Austria a la neutralidad política, se opone a su pertenencia a la UE y también a las entregas de armas y ayuda financiera a Ucrania

domingo, 25 de agosto de 2024

Del Solingen de los Genc al Solingen de Issa

La Fiscalía decreta prisión para el autor del atentado de Solingen 


El autor confeso del atentado de Solingen es trasladado en helicóptero a Karlsruhe para ser interrogado por el fiscal general. / ULI DECK / DPA / AP
 Gemma Casadevall

La Fiscalía General alemana decretó el ingreso en prisión del sirio de 26 años que se ha confesado autor del atentado terrorista a cuchilladas de Solingen, mientras se investigan sus vínculos con el Estado Islámico (EI), la red yihadista que anoche se atribuyó la autoría. El detenido había entrado en Alemania en 2022 y quedó el sábado detenido como presunto autor del ataque a cuchilladas contra una fiesta popular en que murieron tres personas y quedaron heridas otras ocho, cinco de las cuales de gravedad.
Se sospecha que su propósito era “matar al mayor número posible de personas que, desde su perspectiva, son infieles”. Con ese objetivo, apuntó con su cuchillo y lo clavó "directamente al cuello, a la espalda y al pecho" de los asistentes la llamada "Fiesta de la Diversidad", según un comunicado de la Fiscalía. Anteriormente se había avanzado que la investigación está "analizando intensamente" su participación en el atentado.
Al detenido se le investiga por los presuntos delitos de asesinato triple, intento de asesinato múltiple y militancia en EI. Ha sido identificado por los medios alemanes como Issa al H., recibía protección subsidiaria desde 2023 por proceder de una región en guerra. Las autoridades no tenían hasta ahora indicios de comportamientos radicales o conexiones con el yihadismo.
Según el semanario "Der Spiegel", el sospechoso debería haber sido entregado en junio 2023 a Bulgaria, país por el que ingresó en territorio de la UE y al que correspondía su acogida por el Acuerdo de Dublín. Las autoridades búlgaras dieron luz verde, pero cuando iba procederse a su entrega desapareció de su centro de refugiados. Expiró el plazo previsto para su expulsión y obtuvo la protección subsidiaria.
Estas informaciones comprometen a las autoridades de Interior, por sus reiteradas promesas de agilizar los procesos de expulsión, especialmente de refugiados radicalizados. En el primer trimestre del año se ejecutaron 6.300 expulsiones, un aumento de un tercio a efectos interanuales. Pero es una cifra baja, siendo que hay 243.000 órdenes de expulsión. La gran mayoría no son viables por razones humanitarias, burocráticas o porque el país receptor los rechaza. Desde la oposición conservadora se ha instado al gobierno del canciller Olaf Scholz a detener de inmediato la acogida de refugiados sirios y afganos.
Scholz acudirá este lunes a Solingen, donde durante este domingo se han sucedido las concentraciones en recuerdo de las víctimas. En el ataque murieron dos hombres de 67 y 56 años, así como una mujer también de 56 años, todos ellos de la región de Renania del Norte-Westfalia, donde se encuentra Solingen. Las cinco personas que quedaron heridas de gravedad están ya fuera de peligro.
El sensacionalista diario 'Bild' afirma que, antes de lanzarse a cuchilladas sobre la multitud concentrada en la "Fiesta de la Diversidad", había gritado 'Allah Akbar' (Alá es grande), según declaró un testigo presencial a la policía.
El atentado se produjo la noche del viernes y a la mañana siguiente se detuvo a un adolescente de 15 años y procedente de Kirguistán, residente en una casa de acogida. Se le imputa no haber denunciado los planes del atentado. Dos mujeres alertaron a la policía de que el joven se había encontrado poco antes del ataque con su autor, quien le contó sus propósitos. Un comando del cuerpo especial de la policía SEK irrumpió horas después en otro centro de refugiados, donde se localizó el arma, un cuchillo de cocina, según el diario "Bild", y se detuvo como posible testigo a otro sirio.

Ropa manchada de sangre

El presunto autor se entregó a una patrulla policial poco antes de la medianoche de sábado a domingo. Llevaba la ropa sucia y manchada de sangre, ya que supuestamente había permanecido más de 24 horas oculto en un patio.
El atentado de Solingen ha sacudido Alemania en medio de la alarma creada por el incremento de los delitos, agresiones y ataques con arma blanca. El Gobierno de Scholz había anunciado ya un plan para prohibir su porte en la vía pública, mientras desde la oposición conservadora se reclama más contundencia en la expulsión de refugiados u otros migrantes irregulares que hayan delinquido o radicalizado.
Todo esto ocurre a una semana de las elecciones regionales en dos estados del este del país, Turingia y Sajonia, donde los sondeos apuntan a que la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), defensora de la vía más dura contra el asilo y las expulsiones masivas de los irregulares, quedará en primera posición.
Para Solingen, la matanza del viernes es otro trauma, que sigue al impacto por los atentados racistas de 1993. Cinco mujeres turcas murieron entre las llamas, en un ataque incendiario contra su casa perpetrado por cuatro neonazis. Para muchos alemanes, el nombre de Solingen sigue remitiendo hasta ahora al que por entonces fue el peor atentado racista de la Alemania moderna.

Un domingo en Apolda

La confrontación toma la calle del este ante una posible victoria ultra



El líder de AfD en Turíngia, Björn Höcke. / GEMMA CASADEVALL
 Gemma Casadevall
Erfurt / Weimar 25 AGO 2024 

Cada vez que se sube a un escenario Björn Höcke, el líder más radical de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), tiene ante sí a dos auditorios: sus seguidores, un electorado transversal que va de ciudadanos corrientes a neonazis, y el bloque de los abucheadores, al otro lado de la misma plaza donde la AfD celebra el mitin. A ambos sectores dirige Höcke su primer mensaje: "Nosotros defendemos la auténtica democracia; los que me silban son sus destructores", afirma. Añade, mientras arrecia el chaparrón de abucheos: "Si llegamos al poder no les prohibiremos. Pero recortaremos los subsidios a la izquierda 'antifa'", sostiene, mientras el cordón policial intermedio establecido para separar ambos grupos, vigila que no se cuele nadie 'armado' con un silbato junto al mitin de la AfD.
La escena se repite en Apolda, una ciudad del 'Land' de Turingia, a 40 kilómetros de su capital, Erfurt, o en Heiligenstadt, su siguiente estación en esta semana. En la de Jena, Höcke tuvo que refugiarse en su vehículo y marcharse sin dar su mitin. La muralla antidisturbios fue insuficiente para contener a los contramanifestanteses. Hubo cargas policiales y gritos de "Vosotros, policías, defendéis a los fascistas". El líder de la AfD optó por retirarse, de común acuerdo con el operativo policial.
"A Höcke se le da bien el victimismo", explica a EL PERIÓDICO Stefan Kuhirt, coordinador en Apolda del llamado 'Bunte Weimarer Land', traducible por 'El colorido país de Weimar', un proyecto comprometido contra el racismo, por la tolerancia y por los derechos del colectivo LGTBI. Viene convocando una "fiesta popular" en paralelo a cada mitin de la AfD.

Sondeos a favor

Höcke, candidato y líder de la AfD en Turingia, es el cabecilla del ala más radical de un partido al que, de por sí, rechazan las grandes familias de la ultraderecha europea por su radicalismo. Podría lograr para su partido su primera victoria en un 'Land' alemán en los comicios regionales, con 1,7 millones de electores, que se celebran el domingo 1 de septiembre. La AfD podría alcanzar el 30% de los votos, siete por encima de los conservadores de la CDU, según la televisión pública ZDF. Al tripartito del Gobierno de Olaf Scholz le espera un desastre: un 6% para los socialdemócratas, mientras que Verdes y Liberales quedarían fuera de la Cámara regional. Al actual jefe del Ejecutivo regional, el izquierdista Bodo Ramelow, se le pronostica un 14%, tres puntos menos que el BSW, la escisión surgida de su partido y liderada por Sahra Wagenknecht.
No hay garantía de gobernabilidad para nadie, a no ser que Wagenknecht se decante por apoyar a los ultras en lugar de hacerlo por las fuerzas democráticas. Las elecciones de Turingia, como las que se celebran también el domingo próximo en la vecina Sajonia, son la primera prueba para Wagenknecht. 
Comparte con la AfD consignas antiasilo y el rechazo al apoyo a Ucrania.
Las protestas del 'Bunte Weimarer Land' quieren ser una señal de coraje cívico frente a la AfD. El nombre de Weimar remite a la república de entreguerras que fulminó la llegada de Adolf Hitler al poder, en 1933. Se la identifica tanto como cuna de la gran cultura alemana, puesto que ahí vivieron los poetas Goethe y Schiller, como del movimiento vanguardista de Bauhaus. En esta semana previa a las regionales tiene lugar un festival de danza, teatro y seminarios progresistas, donde se alerta de lo que supondría un ascenso al poder ultra.

'Remigration'

"Cuando la AfD habla de eliminar subsidios a los 'antifá' se refiere al conjunto del progresismo democrático", afirma el coordinador de ese proyecto. Los museos de Weimar tal vez no se resientan, en una ciudad que contabiliza más de 750.000 pernoctaciones turísticas al año por su sello de 'ciudad cultural' alemana. Pero sí proyectos como la Kuntshaus o sala de exposiciones de Apolda.
"Hay que romper lo que nos rompe", sostiene Marko K., miembro de los 'antifa' que sí se enfrenta a botellazos, si conviene, contra la muralla de los antidisturbios. Su cartel no es un letrero multicolor como los del 'Buntes Weimar', sino en rojo y negro con las letras 'FCK-AFD' --por 'Fuck AfD' (jódete AfD')--. "Höcke puede dar en sus mítines ante 'gente corriente' una impresión más o menos moderada, pero cuando está en su salsa usa consignas hitlerianas", recuerda el 'antifa'. El líder de la AfD en Turingia fue recientemente condenado por proferir este tipo de consignas en actos públicos y comparte posiciones con el líder de los identitarios austriacos Martin Sellner, defensor de la 'remigration' o deportación no solo de millones de migrantes irregulares, sino también de ciudadanos de origen extranjero.
"No tenemos nada contra los extranjeros, pero deben cumplir nuestras reglas de convivencia", asegura Höcke, sobre el escenario de Apolda. En el centro de la ciudad quedan abiertos en fin de semana dos bares-restaurante-heladería, ambos con personal esencialmente turco. No, la población de Apolda no debe temer que les cierren el único local abierto donde tomar algo.

Paradoja LGTBI

"Defendemos la familia formada por un hombre y una mujer. Mis hijos, dos adolescentes, grandes muchachos, saben a qué sexo pertenecen", dice a continuación el líder, entre aplausos entusiastas de los suyos. "No rechazamos la homosexualidad, pero defendemos la familia tradicional y la necesidad de aportar más hijos propios al país", aclara a EL PERIÓDICO Peter Gerhard, líder en ese distrito de la AfD, a la pregunta de si eso no entra en contracción con la figura de la líder del partido, Alice Weidel, lesbiana y casada con una mujer de origen asiático.

sábado, 24 de agosto de 2024

Una pausa para la fauna


El oso y el lobo, entre la protección de la especie y la defensa política de su caza en Suecia y Austria



Un oso pardo. / URIADNIKOV SERGEY / 123RF


Gemma Casadevall
Berlín 24 AGO 2024 

Mientras Suecia reparte licencias para cazar al 20% de su población de osos pardos, en Austria el populismo ultraderechista clama por "liberalizar" las rígidas medidas europeas contra la caza del lobo. Para el FPÖ austríaco, el partido ultraderechista que según los sondeos se convertirá en primera fuerza en las elecciones nacionales de septiembre, la prohibición en la UE de abatir a los lobos refleja la "arrogancia" de Bruselas frente a los intereses de campesinos, ganaderos y resto de la población del ámbito rural o los suburbios urbanos, que sufren los estragos que causan estos animales. En sentido parecido se han pronunciado las autoridades de Países Bajos, tras denuncias de los vecinos de Utrecht que aseguran merodea un lobo por una zona forestal. Mientras, organizaciones medioambientalistas ponen el grito en el cielo y recuerdan que la población de lobos, como la de osos, estaba en peligro hace apenas unos años. Solo las medidas estrictas a escala europea contra su caza generalizada han evitado su extinción, recuerda la Fundación para la Defensa de la Fauna de Países Bajos.

Las alertas de las oenegés defensoras de la naturaleza saltan semana a semana. En el caso sueco, coincidieron con la apertura de la veda de la caza, que contempla abatir 486 osos pardos. La temporada se inició el miércoles y se extenderá hasta el 15 de octubre. La cifra final de ejemplares muertos será previsiblemente mayor, ya que se mantiene también la posibilidad de disparar contra otros ejemplares si se demuestra que uno de estos animales supone una amenaza para animales de granja, tras reiterados ataques.

De alcanzarse para el fin de la temporada la cifra prevista, la población de osos pardos en el país escandinavo se habrá reducido a unos 2.000 ejemplares. Esto significa una caída de la reserva de animales vivos del 40% respecto a 2008, cuando tras años de trabajar para su recuperación se alcanzó el objetivo de los 3.300 ejemplares vivos en la naturaleza. Fue un camino difícil, emprendido por la determinación de las organizaciones medioambientales como Wide Fund for Nature (WWF) y sucesivos gobiernos nacionales, después de que en la década de 1920 se detuviera su caza indiscriminada ante el peligro de su completa desaparición.

En los últimos cinco años, las licencias para la caza del oso han ido en aumento, hasta situarse sobre las 700 en 2023. Este alto número de permisos no está avalado por el peligro de sobrepoblación de estos plantígrados en Suecia, como sí ocurre en Rumanía, donde su Parlamento aprobó recientemente el sacrificio de 450 ejemplares por considerar que su alto número en bosques y hasta en suburbios de ciudades medianas era un peligro para las personas.

El tradicionalista voto del cazador

En Austria, donde hace unos años se temía por la desaparición de sus lobos, la cuestión de su caza ha entrado en el ámbito político, ante los comicios del próximo 29 de septiembre. El FPÖ, partido ultraderechista que en el pasado formó parte de sucesivos gobiernos, podría ahora incluso liderar el siguiente, si logra sumar aliados. Los pronósticos le sitúan entre el 29% y el 30%. Es decir, unos cuatro puntos por encima de conservadores y socialdemócratas. Actualmente gobierna el país una coalición entre conservadores y verdes bajo el canciller Karl Nehammer.

Este partido, integrado en el grupo de los Patriotas Europeos del húngaro Viktor Orbán, tiene desde tiempos de su fundador, Jörg Haider, uno de sus bastiones en la región de Carintia, Kärnten en austríaco. Es una región de tradición cazadora, donde las restricciones europeas a la caza del lobo se consideran una intromisión del aparato burócrata de Bruselas.

El programa electoral del FPÖ se basa en el principio de que Austria no debe ser "el receptor de órdenes" procedentes de la UE o de sus tribunales, sea en materia migratoria o cualquier otro ámbito que afecta lo que considera su "soberanía nacional". Varias regiones austriacas vienen defendiendo regulaciones específicas para la autorización de lanzar disparos de advertencia cuando un lobo se acerca a menos de 100 metros de una población o cruza la valla de una granja. Se autoriza asimismo a disparar a matar si el animal da muestras de querer atacar o de comportamiento agresivo. Son situaciones difícilmente verificables a posteriori, ya que finalmente lo que vale es el testimonio del cazador o sus acompañantes.

De arrogancia fue calificada por el FPÖ la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), advirtiendo de que existe una prohibición generalizada de la caza del lobo y que solo pueden abatirse estos animales bajo muy estrictas condiciones. La corte, con sede en Luxemburgo, recordó asimismo que la UE ha suscrito el Convenio de Berna, que califica al lobo de especie protegida.

El refugiado sirio como detonante

Se entrega un sirio de 26 años tras el atentado de Solingen



Policia i ambulàncies al lloc de l’atac, ahir a la nit a Solingen. | GIANNI GATTUS / AP

 Gemma Casadevall

Un sirio de 26 años, identificado como Issa al H., se entregó este sábado a la policía alemana como presunto autor del ataque a cuchilladas registrado el viernes en la ciudad alemana de Solingen, que costó la vida a tres personas y dejó heridas a ocho, cinco de las cuales de gravedad. Se trata de un sirio musulmán, que llegó a Alemania en 2022 y que estaba registrado como solicitante de asilo, según informaciones del semanario "Der Spiegel" y del diario "Bild". En el momento de entregarse, vestía ropa sucia y con muestras de sangre, añade "Spiegel", que se remite a fuentes de la investigación. Al parecer, las autoridades alemanas no tenían constancia de una posible cercanía con el extremismo islámico. El ministro del Interior del 'Land' de Renania del Norte-Westfalia (RWE), Herbert Reul, confirmó la detención del presunto autor del atentado, aunque sin revelar más detalles, en declaraciones a la televisión pública ARD.

La organización terrorista Estado Islámico (EI) se había atribuido la autoría del atentado, informaron previamente las agencias Reuters y AFP. No hay pruebas de una relación con su presunto autor material, pero en un escueto comunicado le calificaron de "soldado del EI" y aseguraba que su ataque es una "venganza de los musulmanes por Palestina".

La Policía alemana había informado hasta ahora de dos detenciones, la un adolescente de 15 años de Kirguistán, así como de otro residente de un centro de asilados, que según medios alemanes se trataría de un sirio. Al primero se le detuvo por la mañana en una casa de acogida, bajo sospechas de estar relacionado con el ataque con cuchillo. Fuerzas del cuerpo especial de la policía SEK entraron ya a última hora de la tarde en otro albergue de asilados situado a unos 150 metros del lugar del atentado, donde localizaron el arma utilizada para el ataque y procedieron a la segunda detención, según la televisión pública ARD.

Fuentes de la Fiscalía de Düsseldorf habían reconocido anteriormente que se investiga el caso como atentado, del que no se descarta un trasfondo terrorista. De reforzarse esta sospecha, el atentado deberá ser asumido por la Fiscalía General.

La detención del adolescente de 15 años se produjo en su domicilio, después de que dos mujeres alertaran a la policía de que le habían escuchado hablar con el presunto agresor cerca de donde se produjo el ataque y que éste le explicó sus planes. El fiscal Markus Caspers, en rueda de prensa, rechazó dar detalles sobre el detenido por tratarse de un menor de edad. Explicó que se le retiene bajo sospecha de no haber denunciado los planes de los que presuntamente tuvo conocimiento.

El atentado ocurrió poco antes de las 21.40 de la noche del viernes. A esa hora, la policía recibió alarmas de que un hombre se había lanzado de forma indiscriminada contra los asistentes a la llamada "Fiesta de la Diversidad". Según testigos presenciales, se lanzó directamente sobre varias personas para clavarles el arma en la zona del cuello. El atacante logró huir entre la multitud.

En el momento de ocurrir el ataque intervenía el DJ Topic, quien siguió con su actuación para evitar que se desatara el pánico, hasta que 15 minutos después se suspendió el concierto y el resto de la fiesta.

Tres asistentes murieron, una mujer de 56 años y dos hombres de 56 y 67 años, residentes en esa misma región.Otras ocho personas resultaron heridas, cinco de las cuales en estado crítico, mientras un número indeterminado de asistentes tuvieron que ser atendidos en el mismo lugar donde se desarrollaba un concierto por ataques de ansiedad, rasguños u otras lesiones producidas en medio del pánico que se desató.

Miles de personas se habían concentrado en el caso antiguo de Solingen, ciudad cercana a Düsseldorf, la capital del 'Land' de Renania del Norte-Westfalia. Las autoridades locales estiman en unas 80.000 el número de personas que iban a participar en la fiesta, en la que se celebraban los 650 años de la fundación de Solingen.

La Policía pidió a la población que proporcionara indicios o imágenes del momento de la agresión a través de un portal de internet creado de forma especial para tal efecto, en un intento de reforzar los criterios de búsqueda. Al mismo tiempo, el ministro del Interior del 'Land', Herbert Reul, apremió a los ciudadanos a no entrar en especulaciones ni difundir imágenes no verificadas.

"La cuestión ahora es cómo conseguir atrapar al agresor. Alguien ha atacado arbitrariamente a personas, surgido de la nada, y los ha matado sin que tengamos idea del motivo", explicó Reul.
Potente dispositivo policial

El diario sensacionalista "Bild" había apuntado la noche del viernes, basándose en testigos presenciales, que el atacante era una persona "de aspecto árabe", lo que hasta ahora no ha confirmado ninguna fuente oficial. Según ese medio, el agresor fue descrito por algunos testigos como un hombre de complexión atlética y barba cerrada, vestido de negro y con una gorra.

"El atacante acuchilló a personas de forma aleatoria. Por eso en estos momentos partimos de un atentado", afirmó la misma noche del viernes el comisario Sascha Kresta, portavoz de la policía de Wuppertal, que señaló que según sus informaciones el agresor trató de herir de forma deliberada a las víctimas en la zona del cuello.

Alarma por los ataques a cuchilladas

La ministra del Interior del Gobierno alemán, la socialdemócrata Nancy Faeser, expresó su absoluta "consternación" por una ataque que incide en la alarma creada por el incremento de los ataques a cuchilladas. La propia titular del Interior anunció hace unos días su propósito de prohibir llevar en público armas blancas, cuya hoja supere los 6 centímetros de largo. Desde la oposición conservadora se considera que no es suficiente y que deben prohibirse absolutamente todas. En 2023 se registraron en Alemania casi 14.000 ataques con arma blanca, un 16% más que el año anterior. Más impactante es el aumento de lesiones físicas por cuchillos, navajas u otros objetos cortantes: hubo 8.951 lesionados, un incremento interanual de casi el 20%. Se considera que una prohibición podría evitar agresiones o peleas, pero no ataques planificados. El canciller Olaf Scholz, en un mensaje a sus ciudadanos, aseguró que el atacante será castigado con todo rigor y se pronunció asimismo por endurecer las leyes de porte de arma blanca.

El ataque de Solingen se produce a una semana de las elecciones regionales en dos estados del este del país, Turingia y Sajonia, donde la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) podría convertirse en primera fuerza. Este partido basa su programa en consignas antimigración y utiliza datos estadísticos de la policía para sostener que un alto porcentaje de los delitos con arma blanca proceden de la población de raíces extranjeras o de refugiados a los que se rechazó su petición de asilo, pero que siguen en el país.

Aluden ahí a la reciente muerte de un policía en Mannheim, atacado a cuchilladas por un afgano de 25 años, así como precedentes anteriores de agresiones, a veces mortales, en trenes y otros lugares y cometidas por extranjeros.

Algunos mensajes difundidos el viernes en redes sociales relacionaban el ataque de Solingen con la alarma desatada en Viena por los planes de un joven de origen macedonio de perpetrar un atentado, con arma blanca o explosivos, en los accesos a un concierto de Taylor Swift, lo que derivó en su cancelación. Expertos vienen alertando del alto grado de riesgo que implican las acciones de los llamados "lobos solitarios" en grandes concentraciones al aire libre.

Un finde de agosto

Alarma por un acuchillamiento masivo con tres muertos, bajo sospecha de atentado terrorista

Joana Serra

Mientras en Alemania se discute sobre cómo frenar el aumento de delitos, ataques mortales o atentados yihadistas con arma blanca, un acuchillamiento indiscriminado en una fiesta popular dejó tres muertos y ocho heridos, además de la sospecha de que un trasfondo terrorista. El ataque ocurrió en una concurrida fiesta popular de Solingen, la noche del viernes. Hasta el sábado, la única descripción que circulaba procedía del diario sensacionalista „Bild“, según el cual el atacante era un hombre joven, de complexión atlética, barba cerrada y „aspecto sureño“, lo que en Alemania se entiende como alguien de raíces no alemanas.
Las autoridades no facilitaron detalle alguno sobre el agresor, huido tras el ataque y al que un poderoso operativo policial trata de capturar. La explicación dada oficialmente es que son varias las „descripciones contradictorias“ surgidas de testigos presenciales.
Tampoco se han dado detalles personales del único detenido confirmado oficialmente hasta el sábado. Se trata de un muchacho de 15 años, bajo sospecha de haber sabido de los planes del atacante poco antes del atentado. La Fiscalía de Düsseldorf, a cuyo distrito está adscrito Solingen, no descarta un trasfondo terrorista, por ser ésta la tesis más sólida ante un ataque indiscriminado contra una multitud.
Supuestamente, dos mujeres escucharon cómo el joven detenido hablaba de esos planes con alguien poco antes de producirse el ataque. No se ha informado oficialmente de si era persona era el agresor, ya que eso es materia de la investigación. Las dos mujeres alertaron a la policía, tras lo cual se produjo la detención del adolescente por no haber denunciado esos planes.
El ataque ocurrió poco antes de las 21.40 del viernes, cuando la policía recibió varias alertas de los asistentes. En esos momentos actuaba un DJ llamado Topic, a quien se le indicó desde la organización que siguiera con su concierto para evitar que una reacción de pánico agravara la situación.
Minutos después, la organización anunció la suspensión del festejo popular, la llamada „Fiesta de la Diversidad“, con la que se conmemoraban los 650 años de la fundación de Solingen. El evento iba a recibir a lo largo de sus tres días de duración a unos 80.000 visitantes, principalmente de la región de Renania del Norte-Westfalia, el "Land" más populoso de Alemania.
La reconstrucción de lo ocurrido apuntaba a un atentado, no a un acto súbito de locura o de una reyerta o ajuste de cuentas. Las tres víctimas mortales son una mujer y dos hombres de entre 56 y 67 años. El ataque dejó además ocho heridos. Cinco de ellos se debatían el sábado entre la vida y la muerte. Los servicios de emergencia tuvieron que atender asimismo a otras personas por contusiones provocadas en medio de la confusión y bajo conmoción emocional.
El agresor logró huir entre la multitud. Se desplegó de inmediato un poderoso dispositivo policial, se acordonó todo el centro y empezaron a recabarse testimonios de las personas presentes.
El ministro del Interior del „Land“ renano, el conservador Herbert Reul, llegó al lugar esa misma noche y advirtió contra la difusión de „especulaciones“ en medios o redes sociales. La titular de Interior del gobierno central, la socialdemócrata Nancy Faeser, expresó asimismo su consternación. El canciller Olaf Scholz, aseveró que se actuará con toda contundencia y ratificó el plan de su gobierno para endurecer las leyes de armas, también cuchillos o navajas.
Justo hace unas semanas, la ministra Faeser había informado de que se estudia la prohibición del porte de armas blancas en la vía pública. Los delitos con cuchillos o navajas han escalado aceleradamente. En 2023 se llegó a la cifra de 9.000 personas heridas con arma blanca, un incremento interanual de cerca del 20 %.
Una prohibición no evitaría ataques planificados, como el de Solingen, admite Faeser y representantes del cuerpo policial. Pero sí reduciría el de peleas u otras situaciones que derivan en el uso de esa arma, de llevarla encima.
El ataque de Solingen se produce a una semana de las elecciones del domingo 1 de septiembre en dos estados del este de Alemania, Sajonia y Turingia, donde la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) podría dispararse a la posición de primera fuerza. Esta formación alerta en su campaña del aumento de la criminalidad, así como del yihadismo. Usa la estadística policial, que refleja cómo una alta proporción de estos delitos son cometidos por personas con raíces no alemanas. En base a ello reclama la expulsión acelerada de migrantes irregulares o de otros ciudadanos de raíces extranjeras que, según la AfD, constituyen „sociedades paralelas“ y no acatan las leyes y reglas de convivencia alemanas.
La ultraderecha se ampara asimismo en recientes casos de atentados perpetrados por extranjeros, como el cometido por un refugiado afgano en Mannheim, que asesinó a un policía a cuchilladas. También en la alarma generada en esta temporada estival, rica en conciertos al aire libre y, por tanto, donde la acción de un yihadista en solitario puede generar una tragedia.

viernes, 23 de agosto de 2024

Solingen, de nuevo

Al menos tres muertos por un apuñalamiento múltiple en un festival en la ciudad alemana de Solingen



Al menos tres muertos en un apuñalamiento múltiple en la ciudad alemana de Solingen / PI STUDIO


Gemma Casadevall


Un ataque con cuchillo en una fiesta para celebrar los 650 años de la ciudad de Solingen (oeste de Alemania) ha dejado al menos tres muertos y ocho heridos, cuatro de ellos en estado crítico según datos de la Policía.
La Policía ha calificado el ataque de "atentado" y ha desplegado un gran operativo con numerosos agentes armados, vehículos especiales y el apoyo de helicópteros para encontrar al autor de los hechos, aunque fuentes policiales indican que al menos una persona ya ha sido detenida en relación a lo ocurrido.
"La Policía tiene desplegadas un gran número de fuerzas alrededor del casco antiguo de Solingen, entre ellas fuerzas especiales. En estos momentos se está interrogando a víctimas y a testigos", informó la Policía de la región de Renania del Norte - Westfalia (NRW) en un comunicado. Además, la Policía ha pedido a la población que proporcione indicios o imágenes del momento de la agresión a través de un portal de internet creado de forma especial para tal efecto, en un intento de reforzar los criterios de búsqueda.
"El atacante acuchilló a personas de forma aleatoria. Por eso en estos momentos partimos de un atentado", dijo por su parte el comisario Sascha Kresta, portavoz de la policía de Wuppertal, que señaló que según sus informaciones el agresor trató de herir de forma deliberada a las víctimas en la zona del cuello. "En estos momentos hay tres víctimas que fueron heridas de forma letal y seis heridos graves, así como gente que está en shock", afirmó en declaraciones a la prensa.
El hombre, según la policía, después de apuñalar a varias personas en el cuello logró evadirse en medio del pánico. Los hechos ocurrieron cuando se estaba realizando un concierto que formaba parte del festival y que fue interrumpido para pedirle a la gente que dejara el centro de la ciudad. "No quiero que cunda el pánico, mantengan la tranquilidad. Pero tenemos un ataque a cuchillo con varios heridos, tenemos que interrumpir el festival. Váyanse por favor lentamente a casa", dijo uno de los responsables del festival, Phillip Müller.
El festival tuvo que suspenderse y se le pidió a la gente que evite el centro de la ciudad y permanezca en casa. "En Solingen estamos todos consternados. Queríamos celebrar el aniversario de nuestra ciudad y ahora tenemos que guardar duelo por los muertos y lamentar los heridos, Tengo lágrimas en los ojos y el corazón roto. Pienso en los que han muerto y rezo por los que aún luchan por su vida", dijo el alcalde de Solingen, Tim Kurzbach, en Facebook.
El primer ministro del estado federado de Renania del Norte-Westfalia (NRW), Hendrik Wüst, dijo en su cuenta de X que todo el "land" está ahora unido en un sentimiento de consternación y duelo. "Se trata de un acto de violencia brutal y sin sentido que nos ha golpeado en el corazón", dijo.
El ministro de Interior de NRW, Herbert Reul, se ha desplazado a Solingen. "Uno quisiera que no fuera verdad lo que se ve aquí. Pienso en los deudos de las víctimas y en los heridos. Sólo nos queda esperar que los heridos de gravedad de salven", dijo.
Por el 650 aniversario de Solingen se esperaban durante el fin de semana al menos 80.000 visitantes. El festival debía prolongarse hasta el domingo con diversos conciertos y espectáculos.
El ataque se produjo poco días después de que la ministra de Interior, Nancy Faeser, anunciara planes para restringir el porte de cuchillos largos en la vía pública. Según estadísticas de la policía, el año pasado se registraron 9.000 casos de lesiones con arma blanca en Alemania.

La jungla en colorines

Gamescom, un imperio donde probar el último videojuego o postularse como espía



Asistentes a la feria del vídeo juego Gamescom, en Colonia. / FASSBENDER / AFP

Gemma Casadevall

Gamescom revalidó esta semana su título de gran feria europea del videojuego en Colonia, a modo de escaparate para novedades que llegarán al público en unos meses, pero también como lugar donde postularse como espía de los servicios secretos alemanes. El BND, o servicio de inteligencia de Interior, tiene su propio expositor entre el total de 1.400 estudios, editoriales y marcas especializadas que exhiben sus productos en los 230.000 metros cuadrados de recinto ferial que ocupa Gamescom en esa ciudad de Renania, en el oeste de Alemania.
El del BND no solo ofrece al visitante la posibilidad de experimentar simulacros de atentado o cómo resolverlos, sino también de presentarse como aspirante a ingresar en ese servicio. "Tenemos necesidad de personal, especialmente expertos en IT“, indicó su portavoz, Julia Linner, a la radiotelevisión pública regional WDR. El BND tiene una plantilla de 6.500 empleados, de los cuales 4.000 ejercen en Berlín, y el resto se reparten entre su sede en Baviera y otros puntos del país. No es la única firma alemana que puede llamar la atención al visitante del país: también se anuncian con expositor propio el fabricante de armas Rheinmetall, principal suministrador por parte de Alemania a Ucrania, y hasta el ejército nacional, la Bundeswehr, asimismo necesitada de reclutar talentos.
Para el núcleo duro de los visitantes, unos 370.000 hasta el cierre de la feria este domingo, según estimaciones de los organizadores, el gran atractivo de Gamescom son los preestrenos de 'Star Wars Outlaws', de Ubisoft, y de 'Dragon Ball Sparking! Zero' de Bandai Namco. No acuden presencialmente a Colonia dos gigantes asiáticos, Nintendo y Sony. Pero las emociones son suficientes para, a juicio de Gamescom, romper el techo de los 320.000 visitantes del año pasado y volver a las cifras pre-pandemia. O sea, unos 50.000 visitantes más que en 2023.

De Microsoft a los desarrolladores independientes

La inauguración fue el pasado martes, con el ministro de Economía y Protección del Clima, el verde Robert Habeck, como representante del tripartito del Gobierno de Olaf Scholz entre socialdemócratas, ecologistas y liberales. Ahí se presentaron nuevos títulos, como 'Borderlands 4' y 'Mafia: The Old Country'. Acaparan el máximo espacio presencial Microsoft, con su Xbox, con unos 50 videojuegos a disposición del visitante. Gamescom, como ocurre con la Feria Internacional del Libro de Fránkfurt, es un evento híbrido para profesionales y público de a pie. A los primeros días reservados a desarrolladores, gigantes o firmas independientes siguen las jornadas abiertas a jugadores aficionados o curiosos, entre el jueves y el domingo. El viernes se habían agotado ya todas las entradas hasta el sábado. Pero seguía abierta la venta de un último contingente para la jornada de cierre, a 29,50 la unidad para todo el día -o 21,00 en tarifa reducida- o incluso a 9,50 euros, para la reservada a la tarde/noche del domingo.
La filosofía de Gamescom es la de ser una feria abierta tanto a los profesionales en pos de contactos y negocios, como a quienes buscan simplemente su oportunidad de experimentar y probar lo último en videojuegos. O, tal vez, probar suerte como espía al servicio de la seguridad alemana.

La Bahn y yo

Moverse en tren, el 'hazmellorar' alemán



Trabajadores ferroviarios hacen una pausa en las tareas de renovación de la línea ferroviaria Riedbahn de Deutsche Bahn AG en Walldorf, Alemania / Alex Kraus / Bloomberg
  
Gemma Casadevall

Entre dos y tres millones de veces se han alterado los horarios regulares de salida o llegada de los trenes en Alemania en lo que va de año. Es decir, no salieron o no llegaron a la hora prevista. El porcentaje de los que no llegaron puntualmente se situó en el 53% el pasado junio. Y la situación está lejos de mejorar, ya que para el próximo año se anuncia una gran operación para la puesta al día de sus vías, andenes y señales a lo largo de los 39.200 kilómetros que forman la red de ferrocarriles de la Deutsche Bahn (DB). Se anuncia un zafarrancho para el sufrido usuario alemán.
Las vergüenzas de la Deutsche Bahn quedaron expuestas al exterior con ocasión de la Eurocopo de fútbol
"Es la lotería", resumía esta semana el diario 'Süddeutsche Zeitung' (SZ), en un extenso artículo sobre el marasmo en que se ha hundido el servicio ferroviario, tras décadas negligiendo sus autoridades las inversiones en esa pieza fundamental que es el tren para la movilidad de mercancías y pasajeros, así como para la transición hacia una energía verde. Es un capítulo que se ha ido dejando aparcado por otros cometidos supuestamente más inminentes, desde la crisis del euro a la de la pandemia o la energética, en un país donde la austeridad es dogma desde tiempos de Angela Merkel en el poder. También ha influido el ahorro en el mantenimiento, práctica iniciada a mediados de 1990, al reestructurarse como sociedad anónima, con la vista puesta en su salida a Bolsa. En el consejo de vigilancia de la DB se admite ahora que se ha "perdido el control" sobre la situación, según cita SZ, rotativo de referencia en Alemania.

Una ocasión para el 'galgenhumor'

Lo realmente revelador es cómo encaja el ciudadano alemán estas informaciones: encogiéndose de hombros o con lo que en Alemania se denomina 'galgenhumor', el chiste de un ahorcado ante una situación sin salida, cuando ya solo le queda el sarcasmo.
Las vergüenzas de la Deutsche Bahn, cuyo accionista al 100% es el Estado, son de sobra conocidas por cualquier ciudadano del país. Durante la pasada Eurocopa de fútbol salieron hacia el exterior tras varios artículos de enviados especiales de medios extranjeros como 'The Guardian', sorprendidos de que algo así ocurriera en un país que tuvo fama de eficiente. Impuntualidad, servicios colapsados, trenes obsoletos, estaciones desoladas y un concepto de ferrocarril de alta velocidad o ICE que causa risa en Francia o Suiza: puede alcanzar los 300 kilómetros por hora, pero la media está en los 127 km/h.
El 'galgenhumor' se ha trasladado al personal de la DB. Se percibe cuando se comunica al pasajero por megafonía la enésima razón por la que un tren no circula con puntualidad -por retraso del anterior, por objetos en la vía, porque no había disponible a la hora prevista el maquinista asignado o por cualquier otra incidencia-. O, sobre todo, por todo lo contrario: por el tono irónico que pueden usar cuando anuncian que ese tren "sí llega con total puntualidad“ a su destino. Las risas de los pasajeros alemanes tal vez sorprendan a los viajeros de otras nacionalidades, pero no al sufrido usuario habitual de la red alemana.

Inversiones necesarias

Que se necesitan rápidas inversiones es obvio. Para este 2024 se destinarán 16.000 millones de euros a reparaciones puntuales de los trayectos más urgentemente necesitados de revisión. Empezaron, justo al día siguiente de terminar la Eurocopa, por el corte total del tramo entre Fránkfurt y Mannheim, de 70 kilómetros y por el que a diario pasaban 300 trenes y 16.000 pasajeros. Los ICE que circulaban por esa línea pasan a una ruta alternativa, lo que significa 30 o 40 minutos más para el pasajero. Algo que en Alemania, vista la 'lotería' de los horarios, tampoco sorprende tanto. Fue el primero de la serie de 16 tramos que sufrirán alteraciones en lo que queda de año. Hasta 2030 serán 40 los tramos cortados, en ocasiones durante cinco o más meses. Los expertos coinciden en estimar en unos 100.000 millones de euros lo que la DB precisaría para ponerse al día.
Por lo pronto, el gobierno del socialdemócrata Olaf Scholz, con el liberal Christian Lindner al frente del Ministerio de Finanzas, mantiene sujeto el freno a la deuda. Sus socios verdes, el partido del ministro de Economía y Protección del Clima, Robert Habeck, reclaman impulsar de una vez el ferrocarril. Con un servicio como el actual, es complejo convencer a un país con 84 millones de habitantes y 59 millones de vehículos a motor que se apeen del coche privado para moverse en tren.

jueves, 22 de agosto de 2024

La indefensión del menor

Las 'Canarias' de Europa: los puntos calientes de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Grecia



Rescate de la oenegé Sea Watch y la Guardia Costera italiana frente a Lampedusa. / SEA-WATCH / EFE


Irene Benedicto    Leticia Fuentes    Gemma Casadevall    Lucas Font

Las tensiones en Europa por la gestión de la inmigración han marcado este curso político, en el que los Veintisiete aprobaron el largamente negociado pacto migratorio, que endurece el control y el proceso para acceder al asilo. Uno de los principales escollos para el visto bueno final fue la reubicación de las personas migrantes, que finalmente se resolvió con una solidaridad a la carta que permitirá a los países más reacios esquivar la reubicación pagando 20.000 euros por refugiado rechazado.
El objetivo de las reubicaciones es atender una demanda largamente reclamada por los países que, como España, soportan una mayor presión migratoria al ser puerta de entrada o destino final.

Estos son los otros puntos calientes de la inmigración en Europa:

Italia

Lampedusa, una isla con una extensión de apenas una cuarta parte de Formentera y que también vive del turismo, continúa siendo el principal puerto de llegada de migrantes en Italia. El Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni saca pecho por estar frenando las llegadas. En los primeros siete meses del año han arribado a las costas de esta isla más de 21.000 personas, un 64% menos en comparación con el mismo período del año anterior, según explicó la semana pasada el ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi. Además, el Ejecutivo ha repatriado al 20% de los migrantes llegados a sus costas, añadió en una conferencia de prensa que dio en remoto y rodeado de fuerzas del orden.
Este freno llega después de que el pasado 2023 fuera el segundo año más difícil de la década, solo por detrás de 2016, en plena crisis de los refugiados. Los 6.000 habitantes censados en Lampedusa se ven desde hace casi una década superados por un número de llegadas que ellos solos no pueden gestionar, por lo que piden ayuda al Gobierno central y a la Unión Europea. En 2023, último año con las cifras cerradas, desembarcaron en Lampedusa 108.498 personas (el 69% del total de migrantes que llegaron a Italia, que ascendió a 157.651 migrantes, según datos de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados).
La mayoría de las embarcaciones zarparon de las próximas costas de Libia y sobre todo Túnez, países que atraviesan su propia crisiss políticas y que mantienen en un limbo a migrantes procedentes del sur de África. Algunos huyen de la guerra o la hambruna en Sudán, Etiopía, Somalia, Chad, Eritrea o Níger. Y ambos, como Marruecos lo es para España, se han convertido en países de tránsito. IRENE BENEDICTO

Grecia


La isla de Lesbos, del tamaño de Gran Canaria (unos 1.600 km cuadrados) pero con una décima parte de su población, es desde 2015 el punto caliente de las llegadas a Grecia. En lo que va de año, han llegado más de 5.000 migrantes, una quinta parte del total llegados al país helénico, 25.536 personas.
Las cifras han repuntado este año, pero siguen siendo más bajas que en otros Estados del sur de Europa, en un país que se presenta a sí mismo como un ejemplo a la hora de frenar las migraciones. El ministro griego de Migración se congratulaba a finales de año de sus éxitos frenando la migración irregular y el tráfico de personas, comparándose directamente con España, Italia y Croacia.
Sin embargo, organizaciones humanitarias ponen en cuestión estas políticas, que califican de represivas y que Grecia está aplicando en alianza con Turquía. La indignación se agravó el verano pasado cuando murieron 600 personas, un centenar de ellas menores, en el hundimiento de un barco donde viajaban migrantes frente a las costa griegas, en el que ha sido el accidente marítimo más mortífero registrado en el Mediterráneo desde 2015.
Médicos Sin Fronteras es una de las organizaciones que continúa denunciando la falta de transparencia en la investigación de este suceso, que considera una consecuencia directa de las políticas migratorias 'disuasorias' de la UE, que "obligan a la gente a emprender rutas mortales en lugar de garantizar una vía segura a las personas en movimiento", dijo entonces en un comunicado Duccio Staderini, coordinador general para Grecia y los Balcanes. IRENE BENEDICTO

Francia

Francia es un país clave en las rutas migratorias dentro de Europa, no solo por su ubicación geográfica sino por su historia colonialista y sus políticas. De ahí que, el país cuente con cuatro principales rutas migratorias, por las que llegan unas 300.000 personas al año. La ruta del Mediterráneo Central que cruza Italia y la del Mediterráneo Occidental que lo hace por España son las principales. Sin embargo, la de los Balcanes y la famosa ruta del canal de la Mancha son líneas de paso, es decir, atraviesan Francia pero el destino final son otros países, como Alemania o el Reino Unido.
Estas dos últimas generan una gran controversia en el país, puesto que los migrantes que las recorren suelen acabar formando asentamientos y no llegan a integrarse en la sociedad francesa durante el tiempo en el que están en el territorio, como es el caso de los distintos campamentos en Calais, en los que se estima que viven entre 300 y 800 migrantes.
Las autoridades miran con preocupación al canal de la Mancha, una de las rutas más peligrosas, y que solo en 2023 se cobró una veintena de vidas. Números que aún están muy lejos de alcanzar los del Mediterraneo, pero que Médicos Sin Fronteras quiere evitar: "No queremos que se convierta en un nuevo cementerio humano, como el Mediterráneo", explica Feyrouz Lajili-Djalaï, responsable del centro de menores de MSF en Calais.
Según los datos del Gobierno francés, en 2023 el número de entradas de migrantes irregulares en Francia aumentó ligeramente frente al año anterior, especialmente personas procedentes de Afganistán, Guinea y Turquía. También han crecido los permisos de residencia, un 2,5%. Sin embargo, a pesar de que "el número de entradas está aumentando en Francia, representan casi el 0,5% de la población total del país", la cifra e muy inferior a la de otros países de la OCDE y de muchos países vecinos, como Suecia (0,89%), el Reino Unido ( 0,77%), Alemania (0,77%) o España (0,89%), explicó Jean-Christophe Dumont en 2023, director de migraciones internacionales de la OCDE.
Ante el aumento de la llegada de migrantes, de los asentamientos y de las solicitudes de asilo, Francia ha intensificado los controles fronterizos y su ley de inmigración, en respuesta a la crisis migratoria en Europa. Esto incluye vigilancia en los Alpes, Pirineos, y especialmente en la costa del canal de la Mancha. A pesar de los riesgos, muchos migrantes continúan utilizando estas rutas en su intento de llegar a otros países europeos o solicitar asilo en Francia. LETICIA FUENTES

Alemania


Alemania registró en 2023 la entrada de un total de 266.224 inmigrantes irregulares, lo que supone un aumento del 33% respecto al año anterior. Es un claro descenso respecto al año récord que fue 2015, cuando ingresaron alrededor de un millón de personas. Pero en realidad no son cifras comparables, ya que entonces esas llegadas se precipitaron por la gran crisis migratoria precipitada por la guerra civil en Siria, a lo que se sumó la decisión de Alemania de mantener abiertas sus fronteras cuando otros países las cerraban. La gran mayoría de esos inmigrantes se registraban a su llegada como demandantes de asilo. En 2023, en cambio, se presentaron unas 23.000 nuevas solicitudes de asilo.
Actualmente, la inmigración irregular llega principalmente impulsada por las mafias de tráfico de personas, según las cifras presentadas esta semana por el Ministerio del Interior. El principal país de procedencia sigue siendo Siria, con 54.200 personas, seguida de Turquía, con 35.700 y Afganistán, de acuerdo a las cifras de 2023. Casi la mitad de ellos ingresaron a través de la frontera polaca, una tercera parte desde Austria y el resto desde la República Checa u otros países socios de la UE.
En total, Alemania tiene en su territorio más de un millón y medio de refugiados, entre los llegados en la gran crisis migratoria de 2015 y los años siguientes. En ese total no se incluye el también millón y medio de ucranianos que ha recibido el país desde el inicio de la invasión a gran escala rusa, en 2022. Están exentos, de acuerdo a la regulación europea, del procedimiento de solicitud de asilo. GEMMA CASADEVALL

Reino Unido

El condado de Kent, en el sureste de Inglaterra, es el principal punto de llegada irregular de inmigrantes al Reino Unido por su cercanía con el norte de Francia. Según datos del Ministerio del Interior, el 81% de las casi 40.000 personas que llegaron al país sin autorización entre julio de 2023 y junio de 2024 lo hicieron en pequeñas embarcaciones a través del canal de la Mancha. La gran mayoría de ellas son trasladadas a puertos como Dover o Folkestone antes de instalarse en alojamientos temporales en distintos lugares del país.
La ley británica establece una política de "dispersión" para los recién llegados, con el objetivo de evitar saturar los puntos calientes de llegada en el sureste de Inglaterra. De los cerca de 100.000 solicitantes de asilo pendientes de una decisión, tan solo 6.000 están alojados en esta zona. Sin embargo, sí se han producido episodios de saturación en el pasado en el condado de Kent. A finales de 2022 –hasta ahora el año con más llegadas irregulares–, el centro de procesamiento de inmigrantes de Manston llegó a estar al doble de su capacidad, lo cual obligó a instalar tiendas de campaña en el exterior y provocó brotes de enfermedades como la difteria.
Las administraciones locales del condado también presentaron quejas ante el Gobierno de Londres por la saturación de sus servicios sociales en la acogida de menores no acompañados. El Ejecutivo dotó de más recursos a los ayuntamientos y mejoró el reparto voluntario de menores entre administraciones de todo el país, pero la Asociación de Gobiernos Locales insiste en que los fondos no cubren el coste de atender el creciente número de niños que llegan a través del canal de la Mancha. LUCAS FONT