[Ecuador] El CNE ecuatoriano, un “guardián” que marca la diferencia
“No espero de ustedes una mesa de aplausos, sino de críticas y sugerencias “, saludó Juan Pablo Pozo esta semana a los observadores internacionales que seguirán el ballotage ecuatoriano. “Una elección debe ser una oportunidad pacificadora “, en palabras del presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), de 38 años y en el cargo desde 2015. Él mismo fue observador por media América Latina y considera esa presencia internacional determinante para evaluar si en una elección, se respetó “la voluntad del pueblo“ y que sus resultados así lo plasman.
Nada que ver con su homónima venezolana, que dirige el CNE desde tiempos de Hugo Chávez, Tibisay Lucena. No sólo porque Caracas considera la observación internacional una “injerencia “, sino sobre todo porque ese organismo más que actuar de “guardián“ del voto, parece consagrado, bajo la presidencia de Nicolás Maduro, a evitarlo.
Pozo invitó a seguir los comicios a la Organización de Estados Americanos (OEA), a la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y restantes organizaciones que, como Transparencia Electoral para América Latina, despliegan a sus observadores por todo el país.
El gobierno de Rafael Correa no sigue la pauta de la Venezuela de Nicolás Maduro, por mucho que a sus respectivos organismos electorales la oposición les tache de oficialistas. Los informes coincidentes tras la primera vuelta constataron que fueron unos comicios limpios, con algunas “inconsistencias “, no susceptibles de “haber alterado deliberadamente el proceso “, en terminología de la OEA. La CNE fue un buen “guardian de la voluntad del pueblo “, concluía la organización que dirige Luis Almagro, cuya misión en Ecuador encabeza el expresidente dominicano Leonel Fernández.
Un tono lógicamente diplomático, de acuerdo a lo habitual, que contrasta con la crispación entre los dos rivales, en la recta final ante la elección. El opositor Guillermo Lasso, líder de “Creando Oportunidades “, no deja pasar un día sin denunciar lo que califica la “dictadura de un partido político único“y llamando a sus seguidores, desde twitter, en mítines o en los medios, a “tomar la calle“, en caso de que el CNE pretenda “robarle“ la victoria. El oficialista Lenín Moreno, vicepresidente de Correa entre 2007 y 2013, contraataca alertando contra el “candidato de los banqueros “, en alusión a quien fue presidente del Banco de Guayaquil, el mayor de Ecuador.
A Moreno se le atribuye un abuso masivo de los medios oficialistas; a Lasso se le vincula con cuentas “offshore “en el paraíso fiscal de Panamá.
Desde la CNE se recibe a la observación internacional entre llamadas compartidas a no dejar que la violencia manche la elección democrática. Ecuador decide este domingo; la maltrecha Venezuela se desangra.

