lunes, 29 de septiembre de 2008

Ni Baviera es lo que fue

La CSU cierra una era de mayorías absolutas en Baviera y abre un díficil debate

Gemma Casadevall

Berlín, 29 sep (EFE).- La Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) admitió hoy la debacle sufrida con la pérdida de la mayoría absoluta en un estado donde durante décadas nadie les hizo sombra, y abrió un proceso de reflexión, acompañado por el ruido de sables en sus filas.
"Por el momento no habrá dimisiones", afirmó Erwin Huber, líder del partido hermanado con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel. No es hora de recurrir a "consecuencias personales", dijo, sino de abrir un proceso de discusión que confluirá en un congreso extraordinario el 25 de octubre.
A su lado, un alicaído primer ministro, Günther Beckstein, reafirmó que iniciará cuanto antes conversaciones con los Electores Libres (FW) y el Partido Liberal (FDP), como posibles socios de gobierno, cuestión que debe resolverse también de prisa, puesto que el nuevo Parlamento debe constituirse el 20 de octubre.
Merkel admitió también que su ala bávara no había logrado ganarse la confianza del elector para gobernar en mayoría -como lo hizo durante más de 40 años- y llamó, de paso, a "aprender la lección" para las generales de 2009.
Ni la jefatura de la CSU, en Múnich, ni la del partido matriz, la CDU, en Berlín, trataron de disimular la conmoción por los resultados en las regionales bávaras, en las que la formación obtuvo un 43,4 por ciento de los votos, su peor resultado desde la pasada década de los años cincuenta.
La enorme distancia que les separa de la segunda fuerza, el Partido Socialdemócrata (SPD), con un 18,6 por ciento, sirvió al secretario general de la CDU, Ronald Pofalla, para ridiculizar la euforia desatada en las filas "rivales" por el traspiés conservador.
"Franz Walter Steinmeier debería admitir antes que nada la implacable derrota de su partido más que festejar nuestra debacle", dijo Pofalla, ante la reacción del ministro de Asuntos Exteriores y candidato del SPD.
Steinmeier hizo alardes de júbilo "cuando su partido cayó en un nuevo récord histórico", dijo Pofalla, y con ello recordó "al Gerhard Schröder de 2005", quien se dio prematuramente por vencedor ante Merkel, en esas generales, cuando en realidad había perdido.
A escala federal, la campaña para las legislativas ya ha empezado para Steinmeier, designado para luchar por la cancillería, y también para Merkel, quien reconoció que deberá "afinar estrategias".
En Baviera, se acabó abruptamente para la CSU la Oktoberfest y el ambiente de fiesta cervecera que suelen adoptar sus mítines para entrar en la dificultosa tarea de cerrar filas.
El tándem Becktein-Huber asumió el liderazgo en 2007, tras un tira y afloja desde varios flancos contra el líder absoluto, Edmund Stoiber.
Primero fue una "rebelde" en sus filas, Gabriela Pauli, quien exigía transformaciones radicales en el partido. Pauli salió derrotada -y acabó en los FW-, pero las presiones siguieron.
La "era Stoiber" se cerró con un congreso, del que Beckstein salía designado primer ministro y Huber elegido presidente, con un 58,2 por ciento de los votos.
El porcentaje era frágil, en un partido acostumbrado a liderazgos fuertes, pero aún a distancia del logrado por el ministro de Agricultura, Horst Seehofer, con un 39,1 por ciento. Pauli se quedó en el 2,5 por ciento.
Seehofer no digirió esa derrota y entretanto ha crecido el círculo de quienes ven en él a la figura dinamizadora.
"Nada puede quedar tal cual", sentenciaba ayer, lapidario, este persistente rival interno de Huber, que nunca ha disimulado su intención de seguir luchando por una renovación real de la CSU.
Igualmente contundente fue hoy Stoiber, al afirmar estar viviendo "el momento más amargo de mi carrera política", por haber visto derrumbarse "el mito de la CSU".
Algunos medios ven en esta declaración un anuncio de que, en el futuro, influirá más directamente en la vida interna de la CSU, sin concretarse desde qué posición o contra quién. EFE
gc/ih/jc
(foto) (audio)

domingo, 28 de septiembre de 2008

Si Franz Josef levantara la cabeza

Baviera dejó de ser feudo absoluto de la CSU, obligada a buscarse un socio


Gemma Casadevall

Berlín, 28 sep (EFE).- El estado de Baviera dejó hoy de ser feudo absoluto de la Unión Socialcristiana bávara (CSU), partido hermanado a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel, que durante 42 años gobernó en solitario en el estado más tradicionalista y a la vez más próspero de Alemania.
Las elecciones regionales de este domingo apearon a la CSU de la mayoría absoluta, al obtener un 43 por ciento, su peor resultado desde los años 50 y una caída de más de 17 puntos respecto al 60,7 por ciento obtenido en 2003 por el entonces primer ministro y líder de la CSU, Edmund Stoiber.
El Partido Socialdemócrata (SPD) se mantuvo como segunda fuerza a distancia, con un 18,7 por ciento, según resultados provisionales de las televisiones públicas ARD y ZDF, lo que significa que ha cedido casi un punto respecto al 19,6 por ciento de cinco años atrás y sumó un nuevo récord histórico a la baja.
Los grandes beneficiados son, por contra, los partidos pequeños y concretamente la plataforma Electores Libres, que de fuerza extraparlamentaria salta al 10,3 por ciento, otro mazazo para la CSU, puesto que parte de su electorado se ha ido a esa formación.
El Partido Liberal (FDP), hipotético socio natural de la CSU para formar gobierno, obtuvieron asimismo escaños, tras 14 años fuera del Parlamento bávaro, se disparó a un 8,1 por ciento.
Menos espectacular ha sido el ascenso de los Verdes, que del 7,7 por ciento subieron al 9,2 por ciento, mientras que la Izquierda, aglutinante de la disidencia del SPD y los pos-comunistas, que debutaba en Baviera, quedó en el 4,7 por ciento, rozando el listón mínimo del cinco por ciento para obtener escaños.
Nada impedirá a la CSU seguir gobernando en Baviera, pero sí se rompió la especie de simbiosis identificadora entre ese estado y la formación fundada por el "padre de la patria" Franz Josep Strauss, de cuya muerte se cumple este 3 de octubre el 20 aniversario.
El resultado podría acarrear consecuencias para el dúo formado por el primer ministro, Günter Beckstein, y también para el presidente del partido, Erwin Huber.
Ambos políticos comparten el liderazgo del gobierno y el partido desde la retirada de Edmund Stoiber, hace un año, forzado por las presiones internas a favor de un cambio generacional.
Stoiber llevaba 14 años al frente del gobierno y ocho como jefe del partido, pero cedió tras un largo tira y afloja, iniciado por la "rebelde" de la CSU, Gabriele Pauli, ahora en los Electores Libres, y luego continuado por otros que apremiaban a modernizar el partido.
Tras conocerse las primeras proyecciones, Huber llamó a mantener la calma y aseguró que no habría decisiones precipitadas, en alusión a quienes ya durante la campaña pronosticaban alguna dimisión en la cúpula, en caso de perder la mayoría absoluta.
Beckstein admitió, con su habitual sinceridad, que los resultados no eran los deseados, pero trató de desdramatizar el hecho de que a partir de ahora la CSU deberá hacer como cualquier otro partido en el poder en Alemania y gobernar con un socio.
Al margen de las consecuencias en Baviera, los comicios tenían carácter de barómetro entre el votante ante la maratón de 2009, en que confluyen varias elecciones municipales, presidenciales -por parte de la Asamblea Federal-, las europeas, cuatro regionales y finalmente las generales, en septiembre.
El ministro de Asuntos Exteriores y candidato a la cancillería del SPD, Franz Walter Steinmeier, se apresuró a calificar eufóricamente lo ocurrido en Baviera de "terremoto político".
Las palabras y el gesto de Steinmeier, a quien los sondeos no dan por ahora ninguna posibilidad de arrebatarle la cancillería a su jefa, Merkel, sonaron exagerados, sobre todo teniendo en cuenta que su SPD no estuvo precisamente entre los que sumaron puntos. EFE
gc/chs

viernes, 26 de septiembre de 2008

Al borde del precipicio

La CSU de Baviera, ante el "pánico" de quedar en el 49 % y perder su feudo


Gemma Casadevall

Berlín, 26 sep (EFE).- La Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) tiembla ante una posible pérdida el domingo de su mayoría absoluta, víctima del crecimiento de los partido pequeños, convertidos ahora en verdugos de la formación que durante 42 años ha dominado en solitario en el estado más próspero de Alemania.
Lo que en cualquier otro lugar del mundo occidental sería un espléndido resultado para un partido, un 49 por ciento es una pesadilla para el dúo directriz de la CSU, formado por su primer ministro Günter Beckstein y el líder de la formación, Erwin Huber.
Este es el porcentaje que vaticinan las encuestas en los comicios regionales del domingo a la tradicionalista CSU, hermanada a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel.
Beckstein y Huber tomaron las riendas del gobierno y de la formación hace apenas un año, tras retirarse Edmund Stoiber por presiones internas que exigían un cambio generacional.
Stoiber fue durante 14 años jefe del gobierno y durante ocho también del partido y obtuvo en los anteriores comicios un 60,7 por ciento. Ello no le evitó que en sus filas crecieran las prisas por abrir una nueva etapa y que fuera revelado por la cúpula bicéfala.
El problema de Beckstein y Huber no reside en que la segunda formación, el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) esté en disposición de arrebatarle su condición de primera fuerza del país.
Los mismos sondeos que pronostican a la CSU entre un 49 o incluso un 47 por ciento apuntan a que el SPD quedará en un 19 o un 20 por ciento.
El presidente designado de los socialdemócratas, Franz Müntefering, se marcó en el mitin de clausura de Nuremberg, donde respaldó a su candidato en Baviera, Franz Maget, un techo "ambicioso" de superar el 20 por ciento.
Para los socialcristianos la pesadilla no es el SPD sino el crecimiento de partidos en otros tiempos "enanos" en un estado identificado con el conservadurismo.
A los Verdes se les pronostica hasta un once por ciento, al Partido Liberal (FDP) un siete por ciento, a la plataforma Electores Libres un cinco por ciento y al partido La Izquierda entre un 4 y un cinco por ciento.
El peligro real para la CSU viene precisamente de La Izquierda, aglutinante de la disidencia socialdemócrata y los pos-comunistas del este de Alemania.
Si durante años ni se consideraba la posibilidad de que una formación de tales raíces pudiera suponer un quebradero de cabeza al partido fundado por Franz Josef Strauss, ahora su eventual entrada en el Parlamento acentuaría el peligro de perder la mayoría absoluta.
Beckstein podría seguir gobernando en solitario de obtener un 49 o un 48 por ciento, en función de si aparece o no una sexta formación para repartir la "tarta" de los escaños.
De ocurrir eso, deberá apoyarse en un socio, probablemente su solícito aliado natural, el FDP, que ya ha expresado su disposición a hacerlo si logra los escaños ansiados.
Caso de perder el dominio absoluto, los medios alemanes oscilan en vaticinar un terremoto en la CSU -incluida la dimisión de Huber- o apuntar a que tratarán de desdramatizar y aceptar que Baviera ya no es el feudo de Strauss, sino un estado como otros donde se gobierna con aliados.
Fuera de los efectos en el cosmos bávaro, los comicios del domingo tendrán su habitual lectura extrapolable al ámbito federal. Se trata de último barómetro del año antes de la maratón electoral de 2009.
El próximo año confluyen en Alemania varias elecciones municipales, más las presidenciales -no por sufragio directo, sino por la Asamblea Federal-, las europeas, más cuatro regionales en otros tantos "länder" y las generales, en septiembre.
A pesar de que el SPD tiene poco que decir en Baviera, será la primera cita con las urnas desde la designación del actual ministro de Asuntos Exteriores, Frank Walter Steinmeier, como candidato a arrebatarle la cancillería a su jefa, Merkel. EFE
gc/ih/ig

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Preparándonos para el otoño


Torna Grass i torna „Herr Lehmann“

Gemma C. Serra

A primera vista, a la tardor literària alemanya no s’ha bellugat res. Al primer lloc a les llistes de vendes continua, des de fa molts mesos, „Feuchtgebiete“ –„Zones humides“, DuMont BuchVerlag-, la novel.la de Charlote Roche sobre la noia que presumeix de no rentar-se després de l’acte, perquè li agrada sentir l’esperma.
Però un parell de noms omplen l’actualitat:  Günter Grass, amb „Die Box“ –„La caixa“-, la segona part de „Tot pelant la ceba“, i Sven Regener amb una nova recreació del bohemi i sant bebedor Herr Lehmann, titolada de „Der kleine Bruder“ –„El germà petit“, Eichborn-
L’aparició del nou llibre del Nobel de Literatura 1999 no ha desfermat l’escàndol de l’anterior, que va ser controvèrsia nacional per la confessió de Grass, autoritat moral del país, del seu passat a les SS. A „Die Box“, Grass esbrina de nou en la seva història, gràcies a una càmara fotogràfica capaç de prendre fotos del passat i del futur.
Regener torna també al personatge a qui havia dedicat ja dos llibres, Herr Lehmann. A la primera novel.la, un best-seller que va acabar al cine, el seu heroi es movia en el microcosmos de punks, turcs i okupas que era el barri berlinés de Kreuzberg, just abans de la caiguda del Mur. Ara el fa reviure a principis dels 80, quan deixa la còmoda Alemanya occidental per buscar refugi al Berlin oest, l’oasi encorsetat en formigó per a antimilitaristes, eterns estudiants o ganduls que no volien anar la mili.
Un tercer títol, „Adam und Evelyn“ –„Adam i Evelyn“, Berli Verlag-, d’Ingo Schulze, és allò que la crítica en diu el llibre „obligat“ de la temporada. El rerafons és, de nou, el Mur. Els protagonistes, una parella que no sap si fugir, sigui a l’oest, sigui de la pròpia parella. I Schulze, un autor nascut el 1960 a Dresde, a l’Alemanya de l’Est, en fa una metàfora qualificada de genial de l’expulsió del paradís d’Adam i Eva.
Fora del terreny de les llistes de vendes hi ha un tresor editorial: una nova edició de l’obra completa de Friedrich Hölderlin en 23 volums, a cura de Dietrich Eberhard Satller, que hi ha treballat 33 anys. El preu: 2.350 euros, per a una feina titànica, assumida per Stroemfeld Verlag.

martes, 23 de septiembre de 2008

Misión imposible


Bavièra, el pòker del SPD reloaded

Gemma C. Serra



El Partit Socialdemòcrata Alemany (SPD) encara no ha tingut ni temps d’estrenar el seu lideratge reloaded i ja té a la cantonada una revàlida teòricament impossible de guanyar: les elecciones el diumenge vinent a Bavièra, on des de fa 46 anys governa en solitari la Unió Socialcristiana bavaresa (CSU), la quintaessència del tradicionalisme catòlic del land més pròsper del país i partit agermanat a la Unió Cristianodemòcrata (CDU) d’Angela Merkel
No fa ni un mes que el SPD es va desfer del seu líder, Kurt Beck, culpable d’haver accentuat la caiguda de popularitat del partit, i va designar-ne com a relleu Franz Müntefering, un ex-president reciclat a qui s’identifica com home fidel a la línia de Gerhard Schröder. „Münte“, com li diuen, ha de retrobar el diàleg amb les bases i ser el company lleial que prepari el camí a un altre ex de Schröder, el ministre d’Exteriors Franz-Walter Steinmeier, futur candidat del SPD per reconquerir la cancelleria que ara ocupa la seva sòcia de coalició, Merkel.
I ara resulta que la primera prova de foc del tàndem Münte-Steinmeier és justament a l’estat on mai a la vida el SPD por arrencar una victòria. Mala sort o un error de càlcul, un més, en la línea d’ensopegades de la socialdemocràcia alemanya? Doncs potser ni una cosa ni l’altra. Cap enquesta del país donaria el SPD com a partit guanyador en terres bavareses, per davant de la CSU que va fundar el „pare“ de la pàtria, Franz Josef Strauss. Però alguns sondeigs apunten a una pèrdua de la majoria absoluta per al partit hegemònic bavarès. Tot un terratrèmol per al primer ministre del land, Günter Beckstein, un any després que prengués el relleu a qui durant 16 anys va defensar la majoria absoluta per a la seva formació, Edmund Stoiber.
Qualsevol puntet per sota de la majoria absoluta per a la CSU tindria caire de catapulta moral per al SPD, independentment de quin sigui el seu percentatge com a força „perdedora“ en un estat on s’entén com a llei natural que no pot guanyar.
Teòricament, el SPD no pensava designar un candidat a la cancelleria fins passades les eleccions bavareses. El cop de timó contra Beck del tàndem reloaded, rescatat dels temps de Schröder, ha accelerat el procés. Alguns anal.listes ho veuen com una nova jugada de pòker dels homes de l’ex-canceller. D’altres adverteixen que l’aposta pot sortir-li tan malament com va ser-ho la decisió de Schröder, el 2005, de convocar eleccions anticipades, convençut com estava aleshores que Merkel, dona, de l’est i teòricament sense carisma, no podia prendre-li el lloc.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Mucha policía y pocas personas




Colonia boicotea el congreso contra islamización convocado por ultraderecha

Gemma Casadevall



Colonia (Alemania), 20 sep (EFE).- La ciudad alemana de Colonia se movilizó contra la ultraderecha y boicoteó el denominado Congreso contra la Islamización de Europa, convocado para este sábado y cancelado "in extremis" ante los primeros amagos de batalla campal entre los antidisturbios y jóvenes de la izquierda radical.

La policía colonesa, que había preparado un contingente de 5.000 agentes, optó por prohibir la concentración de la ultraderecha en el Heumarkt, la céntrica plaza de su casco urbano, cuyos accesos habían quedado bloqueados desde la mañana por sentadas de manifestantes que llamaban a la "resistencia pacífica".
Decenas de miles de personas habían seguido la convocatoria de partidos democráticos, iglesias de todas las confesiones y sindicatos a plantar cara a la ultraderecha, que pretendía reunir a correligionarios de toda Europa contra la construcción de una gran mezquita para los 120.000 musulmanes de la ciudad y alrededores.
Junto a la multitud pacífica, salpicada por tropas de gente disfrazada de acuerdo a la tradición carnavalesca colonesa, se concentraron junto al Heumarkt grupos de "autónomos" violentos.
A primera hora del sábado empezaron las escaramuzas entre los "autónomos" encapuchados, que levantaron barricadas y se lanzaron contra los antidisturbios. Para entonces, apenas un centenar de radicales de derecha habían llegado al Heumarkt, de los 1.500 que esperaban los organizadores del congreso contra la islamización.
La policía optó por suspender la concentración convocada por "Pro Köln" -"Pro Colonia", plataforma ultraderechista con representación en el consistorio colonés-, al no poder garantizar la seguridad ni de los ultraderechistas ni de los contramanifestantes pacíficos.
Al alcalde de la ciudad, el conservador Fritz Schramma, le pareció una feliz solución, después de haber recordado, en la concentración pacífica de la mañana, que Colonia no quería a "Eurofascistas" en la ciudad.
La noche del viernes hubo ya algún conato de violencia por parte de estos grupos, que asimismo se habían lanzado a pedradas contra los organizadores de "Pro Köln", que pretendían celebrar una conferencia de prensa en una barcaza en el Rin.
La organización ultraderechista había ido de traspiés en traspiés. Primero, al no conseguir ni que Jean Marie Le Pen, líder del Front National francés, se diese por enterado de su invitación para actuar de orador. Después, al no lograr alquilar un local para celebrar su congreso.
Colonia se cerró a cal y canto a los intentos de "Pro Köln" de convertirla en escaparate de sus proclamas contra la denominada islamización de Europa, las sociedades paralelas, las bandas criminales árabes y turcas, los velos y el burka.
El objetivo directo del congreso era la construcción de una gran mezquita en la ciudad, con dos minaretes de 55 metros de altura y una cúpula de 35 metros, que según la ultraderecha dominará la imagen de la ciudad, por encima de su catedral.
El templo fue aprobado por el Ayuntamiento tras algunas concesiones del colectivo musulmán, como asegurar que las llamadas al rezo no serán audibles fuera del recinto y que sus prédicas se harán con traducción al alemán.
Los partidos democráticos y organizaciones cívicas habían llamado a plantar cara a la ultraderecha de acuerdo al espíritu festivo colonés: es decir, con aires de carnaval y fiesta ciudadana.
Su concentración tuvo lugar ante la espléndida catedral colonesa, pero luego el epicentro de trasladó a las inmediaciones de la Heumarkt, a unas manzanas de distancia, puesto que se trataba de plantar cara a la ultraderecha lo más cerca posible del "enemigo".
Grupos de mujeres con narizotas rojas de payaso bailaron y flirtearon con los antidisturbios, que aguantaban estoicamente mientras mantenían su tenaza al Heumarkt. Jóvenes disfrazados de bailarinas de la danza del vientre se mezclaron con representantes del colectivo musulmán, en una especie de carnaval integrador.
La calma policial se rompió ante los brotes violentos de los "autónomos" y empezaron las cargas. Los coloridos disfraces desaparecieron de escena y pasaron a primera línea la estética negra de los encapuchados antifascistas, mientras los colectivos de vecinos les increpaban al grito de "No a la violencia". EFE
gc/rz/rml

Jornada tranquila renana


Colonia dejó en ridículo a ultraderecha islamófoba y boicoteó su congreso




Gemma Casadevall

Colonia (Alemania), 20 sep (EFE).- La ciudad alemana de Colonia se movilizó contra la ultraderecha y boicoteó el anunciado Congreso contra la Islamización de Europa, convocado para este sábado contra la construcción de una mezquita y cancelado "in extremis" ante los amagos de batalla campal con manifestantes de izquierda.
La policía colonesa, que había preparado un contingente de 5.000 agentes, optó por prohibir la concentración de la ultraderecha en el Heumarkt, la céntrica plaza de su casco urbano, cuyos accesos habían quedado bloqueados desde la mañana por sentadas de manifestantes que llamaban a la "resistencia pacífica".
Decenas de miles de personas habían seguido la convocatoria de partidos democráticos, iglesias de todas las confesiones y sindicatos a plantar cara a la ultraderecha, que pretendía reunir a correligionarios de toda Europa contra la construcción de una gran mezquita para los 120.000 musulmanes de la ciudad y alrededores.
Junto a la multitud pacífica, salpicada por grupos de gente disfrazada de acuerdo a la tradición carnavalesca colonesa, se concentraron al lado del Heumarkt grupos de "autónomos" violentos.
A primera hora del sábado habían empezado ya las escaramuzas entre los "autónomos" encapuchados, que levantaron barricadas y se lanzaron contra los antidisturbios. Para entonces, apenas un centenar de radicales de derecha habían llegado al Heumarkt, de los 1.500 que habían anunciado los organizadores del congreso.
Por la tarde, y pese a la suspensión del congreso, unos 500 radicales de izquierda insistían en los alborotos, hasta quedar cercados por la policía, que practicó algunas detenciones.
La policía optó por suspender la concentración convocada por "Pro Köln" -"Pro Colonia", plataforma ultraderechista con representación en el consistorio colonés-, al no poder garantizar la seguridad ni de los ultraderechistas ni de los contramanifestantes pacíficos.
Al alcalde de la ciudad, el conservador Fritz Schramma, le pareció una feliz solución, después de haber recordado, en la concentración pacífica de la mañana, que Colonia no quería a "Eurofascistas" en la ciudad.
La noche del viernes hubo ya conatos de violencia por la izquierda radical, que asimismo se había lanzado a pedradas contra una conferencia de prensa de "Pro Köln" en una barcaza en el Rin.
La organización ultraderechista había ido de traspiés en traspiés. Primero, al no conseguir ni que Jean Marie Le Pen, líder del Front National francés, se diese por enterado de su invitación para actuar de orador. Después, al no lograr alquilar un local para celebrar su congreso.
Colonia se cerró a cal y canto a los intentos de "Pro Köln" de convertirla en escaparate de sus proclamas contra la denominada islamización de Europa, las sociedades paralelas, las bandas criminales árabes y turcas, los velos y el burka.
En algunos bares se negaron a servir bebida a los pocos ultras que se presentaron en la ciudad, los taxistas se negaban a transportarlos y en los hoteles les cancelaron las reservas.
El objetivo del congreso era protestar contra la construcción de una mezquita, con dos minaretes de 55 metros de altura y una cúpula de 35 metros, según la ultraderecha excesivamente dominante.
El templo fue aprobado por el Ayuntamiento tras algunas concesiones del colectivo musulmán, como asegurar que las llamadas al rezo no serán audibles fuera del recinto y que sus prédicas se harán con traducción al alemán.
Los partidos democráticos y organizaciones cívicas habían llamado a plantar cara a la ultraderecha de acuerdo al espíritu festivo colonés: es decir, con aires de carnaval y fiesta ciudadana.
Su concentración tuvo lugar ante la catedral colonesa, pero luego el epicentro de trasladó a la Heumarkt, puesto que se trataba de plantar cara a la ultraderecha lo más cerca posible del "enemigo".
Grupos de mujeres con narizotas rojas de payaso bailaron y flirtearon con los antidisturbios, que aguantaban estoicamente mientras mantenían su tenaza al Heumarkt. Jóvenes disfrazados de bailarinas de la danza del vientre se mezclaron con representantes del colectivo musulmán, en una especie de carnaval integrador.
La calma policial se rompió ante los brotes violentos de los "autónomos" y empezaron las cargas. Los coloridos disfraces desaparecieron de escena y pasaron a primera línea la estética negra de los encapuchados antifascistas, mientras los colectivos de vecinos les increpaban al grito de "No a la violencia". EFE
gc/rz/ma

Diego, el cuerpo extraño

Maradona, a la Buchmesse

Gemma Casadevall

La cultura catalana ja va viure la seva sobredosi de polèmica a la Buchmesse de l'any passat. No hi ha convidat sense polèmica, va recordar aleshores Juergen Boos, el director de l'autoproclamat més gran aparador editorial del món, la Fira del Llibre de Frankfurt. Aquest any li arriba el torn a Turquia, mentre l'Argentina té precuinada la primera controvèrsia per al 2010.

A Turquia, parlar de literatura vol dir recordar que pràcticament tots els seus autors de renom internacional han estat en algun moment víctimes de la justícia del seu país. Per exemple, el premi Nobel Orhan Pamuk, la veu incòmoda oficial de Turquia, present entre els 250 autors convidats. La Buchmesse vol, a més, repartir protagonisme entre els turcs turcs -els de Turquia- i els turcs alemanys, el col·lectiu estranger més nombrós del país, com ara el popularíssim Feridun Zaimoglu.

A Turquia li queden un parell de setmanes per llimar asprors, l'Argentina té dos anys per redreçar relliscades que han fet de bon començament. La Buchmesse no és ni una Expo ni una fira de turisme, sinó un lloc on es va a comprar i vendre drets editorials. Malgrat tot, a la directora del comitè organitzador argentí, Magdalena Faillace, se li va acudir -diuen que per encàrrec de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner- que l'Argentina necessitava una sèrie d'icones on apuntalar la seva presència. Van guanyar per càsting d'immediatesa Evita, el Che Guevara, Carlos Gardel i Diego Armando Maradona.

Com si la literatura argentina no tingués referents prou importants, i uns quants van posar-se les mans al cap. Els magazíns culturals alemanys van demanar-

se què deu tenir el kirchnerisme contra els escriptors, peronistes i no. I Faillace va ampliar la llista dels referents amb Jorge Luis Borges i Julio Cortázar. Maradona a la Buchmesse? Per què no? Al gran aparador editorial hi ha lloc per a tothom.

També per a un parell d'escriptors.-


La finestra, suplemento de Cultura, Avui

martes, 9 de septiembre de 2008

Lech, ese gran hombre

Ja ens ho deia en Kaczynski

Gemma C. Serra

Ja ens ho deia Lech Kaczynski, president polonès i germà bessó de l’ex primer ministre del país, Jaroslav. Amb Rússia no es poden fer bromes, cal buscar la protecció dels Estats Units. Fins ara, els seus col.legues europeus se’l miraven com si fos una mena de paranoic perillós a qui no tenien cap altre remei que acceptar, perquè així són les democràcies. Ara fins i tot se l’accepta com a portaveu oficiós de les pors dels nous socis arribats de l’est –les repúbliques bàltiques- i altres aspirants directament amenaçats per Moscou, com Geòrgia.
Kaczynski s’ha creat un nou eix al seu voltant i això li ha donat una nova dimensió dins el panorama dels 27 socis de la UE. A la darrera cimera, centrada en la crisi de Geòrgia, va apostar per la moderació i es va sumar a la línea més o menys templada de no recórrer a les sancions contra Moscou, malgrat que, diu ara, a ell li hauria agradat anar més lluny.
El president polonès ha estrenat un look de moderació que afavoreix el seu país. D’una banda, ho fa amb la condescència de qui se sent refermat en allò que sempre havia defensat –l’acostament protector als Estats Units-; de l’altra, perquè sap que un país com el seu, que depén energèticament de Moscou, tampoc no poc jugar amb foc.
Aquest dijous arriba a Varsòvia el ministre d’Exteriors rus, Serguei Lavrov, per parlar de l’escut antimíssils que els Estats Units plantaran a Polònia –malgrat les queixes de Moscou-. Això li donarà una nova oportunitat de demostrar fermesa en la seva decisió i alhora la moderació pròpia de qui se sent, finalment, recolzat por la força dels fets.
Amb Moscou no es pot jugar. La crisi caucàsica té ja una altra víctima política entre els líders pro-occidentals, el president ucranià Viktor Iúsxenko. La seva coalició amb la primera ministra Iulia Timoisxenko es va ensorrar la setmana passada i això dóna ales a l’oposició pro-rusa de Viktor Yanukovich. No es pot abaixar la guàrdia, diu Kaczynski, defensor fins ara de l’ingrés ucranià a la OTAN i la UE.
I mentre el polonès veia refermades totes les seves opinions, un jubilat de luxe, l’ex-canceller alemany Gerhard Schröder, va tornar a pujar a l’escenari per dir, en un acte d’un hotel de luxe, que Occident s’equivoca i que la culpa de tot és del president georgià Mikhail Saakaixvili, que va jugar amb foc a Ossètia del Sud. Occident es va equivocar ja amb el reconeixement „precipitat“, diu, de Kosovo; ho ha tornat a fer amb l’escut antimíssils que posa nerviós Moscou i ha caigut de nou en la trampa de Saakaixvili, sosté Schröder. L’ex-canceller socialdemòcrata també ens vol avisar. Cal recordar Schröder no és exactament una veu imparcial: és un gran amic de Vladimir Putin i, des que es ja jubilar, membre del consell de vigilància de Gazprom, el consorci que pot tancar la clau del gas rus a Europa.

De regreso de Jerusalén (I)


La difícil herència d’Olmert



El primer ministre israelià, Ehud Olmert, deixarà en pocs dies el seu càrrec i també el lideratge del seu partit, Kadima. Sis sumaris per corrupció el forcen a retirar-se dos anys i mig després que assumís el poder en entrar en coma Sharon. Al seu predecessor se’l recordarà com l’home que va desfermar la segona Intifada, amb el seu „passeig“ per l’Esplanada de les Mesquites de Jerusalem. A Olmert, com qui va menar Israel a la seva primera derrota bèl.lica, contra el Líban, i que ara a corre cuita vol redreçar el procés de pau. Una herència complexa per a un país en conflicte permanent des de la seva fundació.



Gemma C. Serra


„Els meus amics i companys de l’esquerra radical diuen que Olmert no els ha decebut, perquè des del primer moment sabien que tot era una farsa. Que no hi havia cap perspectiva de pau, per tant tampoc cap decepció. Jo crec que, si més, deixa la situació de tal manera que cap successor gosarà tirar enrera el que s’ha compromés a fer. I això ja és bon troç.“ Meir Margalit, membre del Comité Israelià contra la Demolició de Cases (ICAHD) i segon del partit israelià d’esquerres Meretz a Jerusalem, relativitza així els qui qualifiquen de nefasta la gestió d’Olmert.   
                                              

Entre les qüestions que ja no es poden tirar enrera hi ha, diu Margalit, el pla de retirada de total Gaza i del 93 per cent de Cisjordània. „El contrari seria condemnar-nos tots a l’Apartheid. I ja sabem que els apartheids esclaten“, argumenta. Es conscient que la part palestina rebutja, sobre el paper, tot el que no sigui un territori lliure d’assentaments jueus i d’acord a les fronteres d’abans de la Guerra dels Sis Dies, el 1967. „Però tots estem esgotats. I és una situació de partida“, insisteix.
Parla des de l’optimisme moderat de qui està políticament a les antípodes de Sharon i Olmert, però que admet amb tristesa que „en el fons, si hi ha hagut algun progrés per la pau, ha estat per part de la dreta“. Siguin els acords amb Egipte, sigui la retirada de Gaza, dictada per Sharon.
Coneix Olmert  en el terreny personal –„vam compartit consell municipal en els seus temps d’alcalde de Jerusalem, quan jo ocupava un dels tres escons de Meretz“, diu- i no té dubtes respecte al que va estar el seu gran error de càlcul: „Té un ego gegantí. Volia sincerament desbloquejar la pau per entrar en la història com el polític més gran d’Israel des de Ben Gurion. Però va ensopegar en la guerra contra el Líban i ara no li queda temps per remuntar“, resumeix.
Olmert va esdevenir líder de Kadima -el partit fundat per Sharon després de marxar del Likud- i primer ministre d’Israel com a hereu „natural“ del seu predecessor en coma De manera interina, el decembre de 2005, en ser ingressat Sharon d’urgències. Al gener següent va ser confirmat en el càrrec. I Sharon mentrestant continua en coma.
Des d’aleshores, ha anat del continuỉsme amb el plan de retirada de Gaza, a suspendre el replegament dels colons jueus i, finalment, a ficar-se de peus a la galleda en la guerra contra les posicions de Hizbulà al Líban, l’estiu del 2006. Va ser la primera desfeta d’un exèrcit que fins aleshores no havia perdut cap guerra en els seus 60 anys d’existència i ofensives amb tots els seus veỉns.
Pressionat pels escàndols, Olmert va anunciar fa uns mesos que no es presentarà a les primàries de Kadima, el 17 de setembre. Paral.lelament va accelerar una búsqueda desesperada d’acords amb el president palestí, Mahmud Abbas, que el permitin de poder dir que deixa el camí encetat al seu successor, que si no hi ha sorpreses serà la seva ministra d’Afers Exteriors, Tzipi Livni.
Els processos a Olmert per corrupció interessen més aviat a la política local, mentre que Livni és encara una incògnita. Al primer ministre se li acaben els dies per poder fer alguna cosa més que marxar amb la cua entre cames. Haurà mantingut fins al final el seu calendari d’entrevistes periòdiques amb Abbas, d’acord al compromís mutu de reprendre el procés de pau assumit en la conferència d’Annapolis, el 2007, i al desig exprés del president del seu aliat natural, el president George W. Bush. Però no es poden esperar solucions miracle sota la seva mà a qüestions com ara la situació de Jerusalem, la ciutat „santa“ a què no volen renunciar ni Israel ni els palestins, l’estatus de la qual quedaria aparcat com a capítol darrer en un conflicte que ofega totes dues poblacions, la israeliana, empresonada entre enemics, i la palestina, ofegada per la pressió ocupant. Mentre Abbas i Olmert es fotografien mentre es donen la mà, Cisjordània va dels trets a l’aire per l’alliberament de presos històrics a la desesperació per la presència dels colons jueus. I Gaza sobreviu com pot al bloqueig d’Israel, càstig draconià a la franja controlada per Hamas.


Les minories contra la segregació


Margalit, nascut a l’Argentina, representa el col.lectiu de jueus que de combatre contra els palestins com a soldat israelià va passar a l’activisme des de Meretz i l’ICAHD, una organització que en deu anys ha reconstruỉt 150 cases de palestins que l’exèrcit israelià havia tirat abaix. „Ells les tiren, nosaltres les reconstruỉm“, diu, per afegir que cap de les famílies a qui se’ls va demolir la casa eren terroristes.
A partir de novembre, amb les eleccions a Jerusalem, compta tornar al consell i ocupar el segon dels tres escons de Meretz del total de 31 que té el consistori, dominat per partits ortodoxes.
Des de la seva situació de minoria, lluiten per una solució „creativa“ a la segregació en dos Estats –israelià i palestí-, per exemple en forma de confederació. Una divisió que permeti la convivència, sense una separació tan traumàtica com l’anomenat „mur de protecció“  que Israel va començar a construir-se el 2002, malgrat totes les condemnes internacionals. Una gran valla de formigó que, com una serp, envolta  Cisjordània, sense respectar-ne les fronteres del 1967, i que s’endinsa en el territori palestí que abarcar assentaments jueus consolidats a l’est d’aquesta inmensa muralla. Una construcció que, quan s’hagi completat, haurà costat 2.000 milions de dòlars, de gairebé 700 kilòmetres de llarg i que combina l’implacable formigó, amb les alambrades, les torres de vigilància i els „checkpoint“ o passos de control, que desesperació de la vida diària dels palestins que treballen a territori israelià, amb tots els papers i permisos convenients.
De la mateixa manera que Margalit treballa en la reconstrucció de cases tirades a terra per l’exèrcit del seu país, dones israelianes com les de l’organització MachsomWatch vigilen, documenten i denuncien les violacions dels drets humans contra palestins en els checkpoint. D’altres, les „Dones de Negre“, es manifesten cada divendres vestides de dol i al cor de Jerusalem, a unes mansanes de la casa on viu el primer ministre, contra l’ocupació dels territoris palestins. „Venim totes les setmanes, desde fa vint anys, a aguantar les impertinències de la policia i els insults dels ultraortodoxes o l’extrema dreta“, explica Ruth El-Raz, fundadora d’aquest moviment.
„La gent jove marxa de Jerusalem, ofegada pels ortodoxes, ultraortodoxes o radicals nacionalistes laics“, diu Margalit. Assegura, irònicament, que els ortodoxes han començat a tractar bé a partits com el seu, perqué els laics són necessaris per equilibrar la balança fiscal. „Els ortodoxes són força dominant, però Jerusalem no pot sobreviure sense clases actives“.
La presència de la població religiosa en aquesta ciutat és creixent des de fa uns anys, fins i tot angoixant per al jovent laic. Periòdicament sorgeixen discussions que van més enllà de l’anècdota –com la prohibició de la venda de llevat o productes amb aquest ingredient, en shabat, perquè atempten contra els seus preceptes-  i evidencien el poder d’aquests grups.
Els ortodoxes no són minoria i en canvi continuen tenint els privilegis fiscals i socials de temps de Ben Gurion –estan exemptos, a més, de fer el servei militar, en un país la supervivència del qual està identificada amb la potència del seu Exèrcit-. Han asumit la tasca de „donar fills a Israel“ com a missió patriòtica i religiosa, com si busquessin també aquí equilibrar la balança a favor del seu país, en permanent por al creixement demográfic dels palestins –un 20 per cent de la població d’Israel és àrab, majoritàriament musulmana-.
Tel-Aviv, Haifa i les altres ciutats de la costa mediterrània creixen com a refugi dels israelians que aspiren a una vida „normal“, lluny del mur „protector“, dels checkpoints i de la pressió religiosa. Gent jove a qui, des de Jerusalem, sovint d’identifica amb un afany d’hedonisme, que també es pot interpretar com una forma d’ignorar l’apartheid

De regreso de Jerusalén (II)


Els assentaments, una altra promesa trencada


Gemma C. Serra

„El retorn dels refugiats és irrenunciable. Però, entre nosaltres, de vegades em conformaria a veure marxar les caravanes“, explica Marwan, monitor del camp de refugiats de Balata, prop de Nablús, la ciutat más gran de Cisjordània i envoltada d’assentaments jueus. El retorn dels més de quatre milions de refugiats, desplaçats des de la fundació d’Israel (1948) i la Guerra dels Sis Dia (1967) ençà, és reivindicació irrenunciable, repeteix mig avergonyit  aquest educador, encarregat d’un dels projectes internacionals de Balata, amb prop de 20.000 habitants comprimits entre carrers de menys d’un metre d’amplada. Però la presència dels colons jueus, dispersos per les muntanyen entre Nablús i Ramala, on té la seu la ANP, és una provocació.
A Nablús son freqüents les incursions de l’exèrcit israelià. Les cases del seu casc urbà estan farcides de fotos de „resistents“, col.locades sobre les runes de cases dinamitades en operacions de càstic de l’exèrcit. Algunes d’aquestes formen part del circuit alternatiu que ensenya Majdi, també col.laborador al camp, als occidentals que s’acosten a aquesta ciutat de Cisjordània.
Ramala, on està enterrat Yasser Arafat, és el centre neuràlgic de les ONG i d’històrics alliberaments de presos palestins; Betlem rep diàriament la visita de centenars de turistes que volen visitar el lloc on va néixer Jesucrist; Nablús, al cor de Cisjordània, és encara sinònim de toc que queda. A totes tres ciutats, com al Jerusalem est, els assentaments són part de l’entorn.
Les ONG no es cansen de presentar xifres que demostren fins a quin punt Olmert no ha complert la promesa de desmantellar els assentaments. Les seves dades van dels 271.000 colons al doble, entre assentaments consolidats i les caravanes dites „espontànees“.
Oficialment, el govern de Olmert negocia indemnitzacions a canvi de que els colons es repleguin, d’acord a les pressions internacionals a aquesta política de fets consumats, que les ONG qualifiquen de annexió territorial. De moment, la realitat és el paisatge de caravanes i assentaments, amb una xarxa de subministrament elèctric que per a la població estable palestina és una mena de miratge.



domingo, 7 de septiembre de 2008

El viejo Münte

Müntefering, un leal "apaga-fuegos" y ex lugarteniente de Schröder





Gemma Casadevall

Berlin, 7 sep (EFE).- El ex vicecanciller y ex ministro de Trabajo alemán Franz Müntefering ha recuperado su puesto como líder del Partido Socialdemócrata (SPD), de acuerdo con su ya habitual papel de leal "apaga-fuegos" en tiempos de crisis.
Lugarteniente del socialdemócrata Gerhard Schröder en sus tiempos en la cancillería, y luego segundo en la gran coalición de la actual canciller, la cristianodemócrata Angela Merkel, Müntefering vuelve a la palestra diez meses después de la dimisión de su cargo en el gabinete ministerial.
Las razones dadas entonces para su retirada fueron aceptadas, dentro del SPD y del gabinete, con respeto: Müntefering alegó que quería atender a su esposa, Ankepetra, gravemente enferma de cáncer, para abandonar sus responsabilidades en la gran coalición.
Hace apenas un mes falleció su mujer y se dispararon las conjeturas sobre su regreso al SPD, en crisis de liderazgo permanente desde la derrota de Schröder frente a Merkel, en 2005.
Esta misma semana Müntefering reapareció en un mitin para las elecciones en Baviera -el 28 de septiembre- y hoy saltó la noticia de que sucederá a Kurt Beck en la presidencia del SPD.
Será su segunda experiencia en el cargo, que ya ocupó entre 2004 y 2005, y el quinto presidente del SPD en un quinquenio de crisis permanente de identidad, del total de 13 que ha tenido la formación en toda su historia.
Müntefering fue artífice de la gran coalición entre la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) y el SPD. Desde esta función ejerció de vicecanciller y ministro de Trabajo hasta noviembre de 2007, cuando dimitió.
Tanto en esta etapa de segundo de Merkel como en sus anteriores funciones se le ha identificado siempre en la línea de Schröder y como defensor a ultranza de las reformas sociales que implicaron duros recortes de prestaciones y la caída de electorado del SPD.
Nacido el 16 de enero de 1940 en el seno de una familia trabajadora católica y muy conservadora de Renania, entró en política a finales de los años sesenta.
Diplomado en Comercio Industrial, su patria política es el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, que durante mucho tiempo fue el máximo bastión del SPD.
Müntefering -el hombre de la bufanda roja o el alma del SPD, como se le denominaba hasta que abandonó su Presidencia- cuenta con una larga experiencia parlamentaria y en la gestión pública.
Ocupó por primera vez un escaño en el Bundestag en 1972 y entre 1992 y 1995 fue ministro de Trabajo, Sanidad y Asuntos Sociales en Renania del Norte-Westfalia.
Schröder le llamó en 1998 para orquestar la campaña que le llevaría a la cancillería y, conseguido ese objetivo, le convirtió en ministro de Transportes de su primera legislatura.
En septiembre de 1999, Schröder, ya por entonces necesitado de un brazo sólido al frente del SPD en que apoyarse, lo nombró secretario general del partido, un puesto creado a su medida.
En 2002, Müntefering pasó a ser jefe del grupo parlamentario socialdemócrata con el objetivo de lidiar con el ala izquierda que se resistía a las reformas sociales de Schröder.
Este papel quedó reforzado tras asumir en marzo de 2004 la jefatura del partido.
A su talante mediador se debe sin duda parte del relativamente buen resultado alcanzado en las elecciones del 18 de septiembre de 2005 por el SPD, derrotado por un escaso margen por la CDU de la aspirante Merkel. EFE
gc-rz/jcb/ik

viernes, 5 de septiembre de 2008

Disco solicitado


Sexo sin tapujos entre sesentones calienta el otoño alemán





Gemma Casadevall

Berlín, 05 sep (EFE).- La película "Wolke 9", del alemán Andreas Dresen, calienta la cartelera del otoño alemán con una inusitada historia de sexo y pasión entre sesentones, rodada sin tapujos y rompiendo tabús sobre el erotismo en la Tercera Edad.
La película no es apta para quienes piensan que el amor entre ancianos significa presentar "a abuelitos tomados de la mano paseando por un parque", advertía el director, representante de la generación de cineastas alejados del anquilosamiento que a menudo se ha atribuido al cine germano.
"Estoy más cerca de 'Intimacy' de Patrice Chéreau o de 'Escenas de un matrimonio' -de Ingmar Bergmann- que de filmes románticos de amor entre abuelitos", añadió Dresen, ante el estreno de su film, que esta semana llegó a los cines comerciales de toda Alemania.
El realizador alemán sacaba así a colación dos exponentes de cine de sexo explícito -especialmente el primero-, que colocan la cámara directamente sobre la epidermis del personaje y retratan el acto sexual, en busca de autenticidad.
Dresen, como Chéreau y Bergmann, ha buscado personajes directamente arrancados de la vida real. La diferencia sobre esos precedentes es que sus protagonistas superan ya los sesenta años, en el caso de la mujer -Inge, interpretado por Urusula Werner- y los setenta, para su amante -Karl, interpretado por Horts Westphal-.
Su avanzada edad y el hecho, en el caso de ella, de estar casados no les impide lanzarse a una historia de sexo, pasión y amor con un frenesí que haría palidecer de envidia a muchos adolescentes.
"Es amor y erotismo en estado puro, a plena luz del sol, con la ventana abierta, en el lago, donde sea...", explica Dresen, autor originario de la RDA que ya sorprendió con la autenticidad y frescura de películas como "A mitad de camino" y "Verano en Berlín".
Amor sin velos, que desnuda a ambos personajes y los coloca en esa "Novena Nube" -"Wolke 9"-, equivalente al séptimo cielo del erotismo.
La historia es sencilla y, como en los anteriores filmes de Dresen, está filmada con cierto aire de la escuela escandinava Dogma. Se apuntala en la interpretación del dúo protagonista, más el esposo engañado -Horts Renhberg- y la hija de Inge -Stefi Kühnert- desbordada por las revelaciones de su madre.
Todo empieza cuando Inge, una costurera que se cree felizmente casada, acude a hacerle un arreglo en los pantalones a quien inmediatamente después se convertirá en su amante.
A partir de ahí, la historia discurre entre los habituales dilemas morales de alguien que no quiere herir a un esposo al que quiere y respeta, pero tampoco renunciar a la pasión.
Nada que no se haya visto cientos de veces en el cine, sólo que plasmado con el vigor de un director de 45 años que cree en la vitalidad sexual de sus mayores.
El estreno de la película ha acaparado la atención de la cartelera alemana en la apertura de la temporada de otoño, tal vez porque el calificativo que se puede colocar a ese amor entre ancianos no es precisamente de "otoñal".
El izquierdista "Die Tageszeitung" le dedicó en exclusiva su portada con el título en inglés "Yes, we can", que parafrasea el eslogan del candidato a la Casa Blanca Barack Obama.
"Die Welt" titula su crítica como "El amor no tiene edad" y los restantes grandes rotativos se deshacen en elogios hacia un film calificado mayoritariamente de "valiente", por la arriesgada apuesta de un director que no duda en retratar los sudores del setentón y los temblores de su algo más joven pareja.
Dresen ha vuelto a dar en el clavo, al menos en lo que concierne a la crítica, después de haberse llevado el Premio "Flechazo" (Coup de coeur) del Festival de Cannes, donde se exhibía en la sección "Un certain regard". EFE
gc/jcb/dm

martes, 2 de septiembre de 2008

Nuestro Wagner más privado

El festival bavarès tria el tàndem de Katharina i Eva Wagner per dirigir-lo

Bayreuth tria la tranquil·litat

Gemma C. Serra

Bayreuth no es va permetre un cop d'Estat i va optar per tancar el més de mig segle amb Wolfgang Wagner a la direcció amb una mena de solució col·legiada entre les seves dues filles, Eva i Katharina, de 63 i 30 anys. El consell d'aquest festival operístic, consagrat en exclusiva al culte a Richard Wagner, no es va voler ficar en més enrenous en el llarg conflicte entre les hereves i es va decidir ahir per una transició tranquil·la que teòricament posarà fi a més de deu anys de culebró familiar.
L'alternativa era una altra besnéta del compositor de l'Anell, Nike Wagner, que va presentar batalla recolzada en el prestigi de Gérard Mortier, el seu tàndem en cas de victòria. Ni tan sols aquest argument va fer canviar d'opinió el Consell, que feia anys que lluitava per veure fora de la direcció Wolfgang i no volia arriscar-se que el iaio de Bayreuth els recordés que el seu càrrec és vitalici.
Eva Wagner-Pasquier (esquerra) i Katharina Wagner posant després de conèixer la notícia
Wolfgang Wagner, de 89 anys i amb fama de colèric, dirigia el festival en solitari des que el 1966 va morir el seu germà Wieland -és a dir, el pare de Nike-. Tots dos van reobrir Bayreuth després de la derrota del nazisme i a ell li va quedar la feina de fer oblidar al món que Hitler havia sigut l'amo del festival mentre va tenir poder.
Del seu primer matrimoni, amb Ellen, va néixer Eva; del segon, amb Gudrun, va tenir Katharina, a qui ell considerava l'hereva natural i indiscutible. A Nike, senzillament, l'havia proscrit de Bayreuth.
Wolfgang ha estat anys ignorant les pressions del Consell perquè passés el relleu a Eva, amb força prestigi en el món operístic. L'any passat la mort sobtada de Gudrun li va treure l'energia per continuar la lluita en solitari. I les dues germanes van firmar les paus. Ara, completada la temporada estiuenca del festival, el patriarca ha firmat la jubilació.
Bayreuth renuncia així a la renovació que hauria portat Mortier i es queda amb Christian Thielemann. És a dir, el director estrella del festival bavarès, nen mimat de Wolfgang i també preferit de Katharina, amb el permís de la seva germana gran i, ara, amiga, Eva.


Notícia publicada al diari AVUI, pàgina 39. Dimarts, 2 de setembre del 2008

lunes, 1 de septiembre de 2008

Hermanastras, en realidad



Bayreuth abre una era con las hijas del patriarca Wolfgang en la dirección


Gemma Casadevall

Berlín, 1 sep (EFE).- El Festival Richard Wagner de Bayreuth abrió hoy una nueva era al decantarse por una dirección bicéfala entre Katharina y Eva Pasquier-Wagner, las dos hijas del patriarca Wolfgang Wagner, quien durante más de medio siglo ha llevado las riendas de esa meca de los wagnerianos de todo el mundo.
El Consejo de la Fundación del Festival optó por la vía de la dirección colegiada para zanjar la "guerra de sucesión" que durante más de una década ha planeado sobre la Verde Colonia bávara en la que Richard Wagner fundó el teatro que consideró idóneo para sus óperas.
El tándem de las dos hermanastras contará con el puntal, con rango de asesor artístico, de Christian Thielemann, el director estrella desde hace varias temporadas en la difícil plaza de Bayreuth.
Con ello quedaron frustradas las aspiraciones de la tercera descendiente y biznieta del compositor, Nike Wagner -sobrina de Wolfgang e hija de su hermano Wieland-, quien había presentado una candidatura alternativa apuntalada en el prestigio del director belga Gérard Mortier.
Katharina, de 30 años, y Eva Wagner-Pasquier, de 63, e hijas del segundo y primer matrimonio de Wolfgang, respectivamente, se repartirán las competencias de dirección y la ejercerán de forma colegiada, aseguraron fuentes del Consejo tras anunciar su decisión.
Con ello se cierra la era de supremacía en la Verde Colina de Wolfgang Wagner, quien tras los años de sumisión a Hitler reflotó el festival como co-director junto a su hermano Wieland. Desde la muerte de éste, en 1966, ejerció el cargo en solitario y con rango de vitalicio.
La guerra de sucesión entre las tres descendientes del compositor era la comidilla en los entreactos de todas las temporadas de ese festival operístico consagrado en exclusiva al culto a Wagner.
Wolfgang se aferraba a su contrato vitalicio, pese a las presiones del Consejo para que pasara a la jubilación, que se acentuaron en 2001 con su decisión por un relevo a favor de Eva Wagner-Pasquier, hija de su primer matrimonio con Ellen Drexel.
La primogénita del patriarca conocía a la perfección los entresijos de Bayreuth, pero había roto con su padre tras la muerte de su madre y posterior matrimonio de Wolfgang con su hasta entonces colaboradora, Gudrun.
En los últimos años se había consolidado una especie de triunvirato Wolfgang-Gudrun-Katharina, destinado a perpetuar el poder absoluto del patriarca.
El pasado diciembre empezó a desatarse la situación con la muerte, a los 63 años, de Gudrun, que ejercía de directora "consorte" de Bayreuth.
El viejo Wolfgang accedió a retirarse al término de la última edición, que se cerró este agosto, y las dos hermanas firmaron una especie de armisticio con la solución de compromiso bicéfala.
Pese a que se insiste en que será una dirección colegiada, se estima que Katharina asumirá la tarea de renovar el Festival, mientras que a Eva le corresponderá la de preservar su peculiar ambiente, una combinación de elitismo y provincianismo bávaro.
Katharina ha dirigido ya varias óperas de su tatarabuelo -y se ha ganado abucheos del exigente público de Bayreuth-, mientras que Eva participó en el "Anillo del Nibelungo" de Patrice Chéreau, la más mítica entre las producciones que han pasado por la Verde Colina.
La anécdota en la última fase de la guerra por el poder en la meca wagneriana vino de la mano de una candidatura sorpresa en el último minuto, presentada por correo electrónico por otro descendiente del compositor con el que hasta ahora no se contaba.
Richard Bauer, de 44 años y al parecer hijo natural de Wieland Wagner, hizo llegar un correo electrónico al Consejo expresando su voluntad de asumir la dirección, lo que acumuló un capítulo más al culebrón.
No se contaba con una decisión a favor de este aspirante sorpresa, mucho menos consistente que la de Nike, quien desde hace décadas luchaba por la dirección de Bayreuth, ahora apuntalada en el prestigio de Mortier.
El belga es el director designado de la New York City Opera y cuenta con un sólido prestigio en el mundo de la música clásica tras dirigir, entre otras casas, la Ópera de París o el Theatre de la Monnaie de Bruselas, así como los Festivales de Salzburgo. EFE
gc/agf