viernes, 29 de abril de 2011

Guido visita a Ai


Muestra del silenciado Ai Weiwei moviliza a la clase política alemana
 
 
Gemma Casadevall
Berlín, 29 abr (EFE).- La inauguración en Berlín de la última obra de Ai Weiwei movilizó hoy a la clase política alemana, liderada por el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, mientras crecen las presiones para que se retire una exposición alemana del Museo Nacional de Pekín en solidaridad con el silenciado artista chino.
La presentación de dos piezas -"Rock", en porcelana; y "Tree", en madera- del artista chino vivo más cotizado congregó a una inusitada presencia política sobre un espacio de apenas 60 metros cuadrados de la galería Neugerriemschneider.
El liberal Westerwelle y el alcalde-gobernador de Berlín, el socialdemócrata Klaus Wowereit, acudieron a la cita, con rango de acontecimiento político y en medio de los gestos de solidaridad hacia el artista, de quien no se sabe nada desde su detención en Pekín el 3 de abril, cuando iba a volar de Pekín a Hong Kong.
La combinación de los bloques de blanca porcelana con la presencia de dos grandes árboles, transportados desde el sur de China a la capital alemana, remite a la predilección de Ai por utilizar materiales tradicionales de su país.
"Es una obra que integra el origen natural con la elaboración artística", explicó a EFE Jan Salewski, representante de la galería, a la que la incertidumbre respecto a Ai ha convertido en epicentro de "Gallery Weekend", evento en que participan 44 salas de Berlín.
Por imperativo de la galería, dentro de la sala no se autorizó la presencia de cámaras de prensa, ni antes ni durante ni después de la visita de Westerwelle o el alcalde.
Esta circunstancia, y el interés mediático de la inauguración, generó una paradoja que Ai tal vez habría considerado una metáfora de la censura de que es objeto: fotógrafos "robando" imágenes interiores, encaramados a un muro del patio de la galería y captando su árbol a través de una ventana enrejada.
Las astas de los árboles tras las rejas era lo único que lograron captar, más la entrada del ministro y el alcalde, hasta que los servicios de seguridad privada los hicieron bajar del muro.
En el mismo patio, ante las cámaras que aguardaban, Westerwelle exigió la inmediata liberación del artista, tal como ha hecho en las últimas semanas tanto en comunicados de adhesión como ante el embajador chino, al que llamó a consultas tras la detención.
Los pronunciamientos del jefe de la diplomacia alemana han sido constantes y han llegado con claridad a la familia del silenciado activista, que desde Pekín expresó hoy su agradecimiento a Berlín.
El compromiso de la clase política alemana no la ha llevado, hasta ahora, a retirar la muestra que el propio Westerwelle inauguró en el Museo Nacional de Pekín, dos días antes de la detención de Ai.
El presidente del Parlamento, el cristianodemócrata Norbert Lammert, se sumó hoy a quienes consideran debería clausurarse la muestra, mientras Westerwelle insistía en que cerrar es una medida errónea en la lucha contra la censura.
La opinión de Lammert es compartida con el ministro de Cultura, Bernd Neumann, por el PEN club alemán y por destacados representantes del ámbito cultural alemán.
Sin embargo, ello no ha decidido a sus responsables a retirar la exposición titulada "El arte de la Ilustración", una coproducción entre grandes museos de Dresde, Berlín y Múnich y el Goethe Institut, para la que el Estado alemán aportó 6,6 millones de euros (9,7 millones de dólares).
El debate en torno a la muestra en Pekín y la solidaridad en Alemania hacia Ai han ido in crescendo desde la detención del artista, ocurrida el día después de que medios alemanes informaran de que el artista quería abrir un estudio en Berlín.
Ai es presencia disputada en grandes museos y galerías alemanas desde que en 2007 se convirtió en estrella de la Documenta de Kassel, donde trasladó a vivir a 1.001 chinos durante los cien días de existencia de esa feria vanguardista quinquenal.
Entre las instalaciones recientes más celebradas se recuerda la exhibida dos años atrás en la Kuntshaus de Múnich, cuya fachada cubrió con 9.000 mochilas de colores cubriendo su fachada.
La obra sintetizaba la fuerza poética y denuncia arquetípicas de Ai, quien recordó tanto a los miles de niños muertos al hundirse sus escuelas en el terremoto de Sichuan de 2008 como la corrupción del sector de la construcción que multiplicó los efectos del sismo. EFE
gc/jpm/mlr

miércoles, 27 de abril de 2011

Baden-Württenberg, la prosperidad verde


Los Verdes se lanzan a su "revolución ecológica" desde el próspero sur alemán

 
Gemma Casadevall

Berlín, 27 abr (EFE).- Verdes y socialdemócratas alemanes firmaron hoy el pacto de coalición para el que será el primer gobierno de un "Land" liderado por los ecopacifistas, en el industrioso Baden-Württemberg, con el objetivo de abrir una nueva "era verde" en la que ecología y economía estén equiparadas.
Winfried Kretschmann, futuro jefe verde de gobierno, presentó las líneas de lo que denominó una "modernización ecológica de la sociedad", lo que incluirá la introducción de la democracia directa para favorecer la implicación de la ciudadanía en la vida política.
Cuatro semanas después de derrotar al gobierno de centroderecha -formado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y el Partido Liberal (FDP), como el que lidera Angela Merkel a escala federal- y acabar con seis décadas de dominio conservador, Kretschmann invitó "a todos" a "participar en el cambio político y social".
Por tal cambio entiende Kretschmann la equiparación entre objetivos ecológicos y económicos, en un "Land" (estado federado) del sur alemán identificado con la próspera industria automotriz, por estar ahí las sedes de Porsche y Daimler.
El líder verde -profesor de ética de 62 años, católico y alejado del perfil arquetípico del fundamentalismo ecopacifista- lanzó su primera andanada en una entrevista al popular diario "Bild" el domingo, en la que afirmaba que no le gustaba ir en Porsche -"es como ir sentado en el asfalto"- y apostaba por que se fabricaran menos coches.
Kretschmann relativizó luego esas palabras, al matizar que de lo que se trataba era de avanzar en el desarrollo de vehículos ecológicos, mientras por parte de Porsche se invitaba "a un diálogo constructivo" al futuro jefe del gobierno.
Asimismo, ha levantado ya ampollas su propósito de abrir la puerta a la democracia directa, cuestión que en Alemania es tabú, por los recelos a que ello dé alas a formaciones populistas.
Krestchmann, con los socialdemócratas como socios minoritarios, pretende someter a consulta popular la construcción de la estación de tren de Stuttgart, cuestión que provocó movilizaciones ciudadanas, a favor y en contra, durante meses.
Tal consulta se celebrará, de acuerdo a sus planes, el próximo octubre, pero la CDU ya ha anunciado su intención de recurrir al Tribunal Constitucional en contra de dicho referéndum.
El grupo conservador ha advertido de que hay contratos vinculantes con las empresas implicadas en su construcción y existe un plan de financiación, aprobado por la cámara regional en 2009.
Krechstmann tiene ante sí una compleja elección, puesto que sus filas verdi-rojas sólo tienen un voto sobre la mayoría absoluta.
El líder verde considera, sin embargo, que no sólo logrará la ratificación por parte de la cámara regional, prevista para el 12 de mayo, sino también la necesaria estabilidad para gobernar.
Los Verdes se erigieron en los comicios del 27 de marzo en grandes vencedores, al duplicar los resultados de cuatro años atrás y obtener un 24,2 por ciento.
Con ello invirtieron la correlación tradicional de fuerzas con sus socios naturales, los socialdemócratas (SPD), con un 23,1 por ciento.
Ello no quita, sin embargo, que la fuerza más votada del "Land" siga siendo la CDU, con un 39 por ciento, su peor resultado en el estado federado donde gobernó los 58 años anteriores.
La elección de un verde como jefe de gobierno de un "Land" es no sólo un hito histórico para esa formación, sino también un desafío para el resto de fuerzas políticas, incluidos sus socios.
El triunfo de los Verdes se atribuyó al "efecto Fukushima", ya que los comicios se celebraron bajo el impacto de esa catástrofe nuclear en Japón.
Sin embargo, la emergencia de los ecopacifistas viene de antes, tanto en Baden-Württemberg como a escala federal.
La CDU y el SPD comprobaron ya la erosión de su electorado en las generales de 2009, cuando ambas formaciones obtuvieron récords de bajadas, mientras los Verdes, liberales y La Izquierda crecían.
Desde que formó coalición con Merkel, el FDP ha caído en picado y ahora los sondeos le sitúan por debajo del cinco por ciento -mínimo para obtener escaños- mientras que la Izquierda se estancó.
Los únicos que siguen creciendo son los Verdes, que según los pronósticos podrían designar el próximo canciller, al frente de una coalición con los socialdemócratas como socios menores. EFE
gc/jcb/acm

lunes, 25 de abril de 2011

Guido, el pésimo



LA VANGUARDIA                                         INTERNACIONAL                      25 ABRIL 2011



El peor desde von Ribbentrop


Joana Serra


La impopularidad persigue a Guido Westerwelle, el ministro de Asuntos Exteriores, aún vicecanciller de Angela Merkel y presidente saliente del Partido Liberal (FDP). Christian Hacke, una autoridad en politología alemana, lo define en el último "Der Spiegel" como "el ministro de Exteriores más obtuso desde von Ribbentrop". Es decir, el hombre que dirigió Exteriores entre 1938 y 1945 bajo Adolf Hitler. Con tal paralelismo no se insinúa que la Alemania de Merkel vaya a provocar la Tercera Guerra Mundial, sino que se pretende sintetizar unos rasgos en Westerwelle que lo hacen incapaz para el cargo: terquedad, ignorancia, cobardía, torpeza, falta de miras e inflexibilidad.
"Miren nuestros ministerios de Exteriores, de (Heinrich) Brentano a (Joschka) Fischer a (Frank Walter) Steinmeier. Hombres que conocían la sustancia de la diplomacia, que defendían los intereses de Alemania y su imagen en el mundo", sostiene Hacke, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Bonn, donde Westerwelle hizo su carrera.
La opinión del politólogo podría quedar en eso, el juicio de un experto que poco dice al grueso de la ciudadanía, de no ser que coincide con la vox populi. Con Westerwelle se ha invertido la tradición alemana por la que durante décadas el titular de Exteriores fue el político mejor considerado del país. El gran exponente de ello fue el liberal Hans-Dietrich Genscher, en tiempos de Helmut Kohl, pero mantuvieron la norma tanto el rompedor y verde Fischer, bajo Gerhard Schröder, y como el socialdemócrata Steinmeier, el acomodaticio socio de Merkel en su primera legislatura.

Bajo el liderazgo de Westerwelle, el FDP superó el 14 por ciento en las generales de 2009, su porcentaje récord, y se convirtió en socio de Merkel. Pero en cuanto firmaron el pacto de coalición empezó a caer en picado. Ahora los sondeos condenan a un futuro extraparlamentario, por debajo del 5 por ciento.
A Westerwelle se le reprochó al principio de la legislatura poco interés en Exteriores -su hábitat natural es la política fiscal-. Luego, cuando entró en materia, desconocimiento del terreno.  Según  “Der Spiegel”, la paciencia de sus aliados internacionales -EEUU, Francia y Reino Unido,  especialmente- se acabó con la  abstención alemana en el Consejo de Seguridad que aprobó la resolución para intervenir en Libia le granjeó la antipatía de sus socios.
El descrédito exterior ha discurrido en paralelo con la degradación en sus filas, presionado tanto por la viaje guardia liberal como por sus ex “retoños”. Hace unas semans renunció a la reelección como líder del FDP, lo que conllevará la pérdida del rango de vicecanciller. Ambos cargos pasarán a su colega de Sanidad Philipp Rösler, cuando el congreso del FDP en mayo lo ratifique como líder. 
La pregunta en Berlín es por qué le mantiene Merkel al frente de Exteriores.
Merkel, por cuarto año consecutivo incluida entre los cien personajes más poderosos del planeta según "Times", parece determinada a resistir con Westerwelle lo que queda de legislatura, afirma “Spiegel”. O tal vez aguarda a que los liberales le sigan quiten el último galón.

domingo, 24 de abril de 2011

Apagando a Merkel

Merkel, postatòmica

L'adéu a l'energia nuclear decretat per la cancellera alemanya després de la tragèdia de Fukushima desferma la guerra entre el consorcis energètics

El país busca la fórmula menys costosa d'adaptar-se a la nova línia governamental

Els consumidors canvien d'hàbits i tots els subministradors ecològics van a l'alça

Els grups empresarialsse senten estafats,
perquè es va pactar un tancament esglaonat
La determinació d'Angela Merkel d'accelerar l'adéu a l'energia nuclear ha desfermat la guerra entre els consorcis energètics. Mentre els gegants del sector es barallen entre ells –i amb el seu accionariat– en busca de la fórmula menys costosa d'adaptar-se a la nova línia de la cancellera, els fins ara petits subministradors ecològics, i enemics de les nuclears de sempre, creixen. L'apagada de les plantes atòmiques es dóna per irreversible a Alemanya, sigui quin sigui el color del proper govern federal, i l'única pregunta oberta és quin serà el nou calendari que emeti la cancelleria.
Ni tan sols els quatre gegants –teòrics grans perjudicats per la decisió de Merkel de fer marxa enrere al seu plan de perllongar la vida de les plantes– no estan d'acord en com han de reaccionar a aquesta mesura. RWE, el segon després d'EON, es planteja invertir en plantes atòmiques veïnes –Polònia i Holanda, segons revelava aquests dies Der Spiegel– per no renunciar a aquesta font d'energia dita barata. EnBW, que es reparteix la resta del domini amb Vattenfall, diu que està compromès de sempre amb les renovables, tot i que reclama del govern “impulsos” inversors per compensar els efectes del canvi precipitat.
No hi ha xifres fiables de quins seran els costos de l'apagada accelerada. Fins a finals de maig no està previst que les dues comissions paral·leles que preparen la qüestió –una d'ètica, l'altra tècnica– facin les seves recomanacions al govern sobre el calendari que s'ha de seguir. El ministre d'Economia, el lliberal Rainer Brüderle, va llançar fa uns dies la xifra de 2.000 milions d'euros anuals; el diari Süddeutsche Zeitung l'apujava a 3.000 milions; i Der Spiegel pronosticava que, passi el que passi, qui pagarà la factura serà el consumidor, amb un encariment qualificat de moderat, d'1,5 cèntims per quilowatt hora.
L'adéu a l'energia nuclear passarà factura tant al ciutadà corrent com als consorcis, advertia el ministre de Medi Ambient, Norbert Röttgen, a Der Spiegel. “Tots hi haurem d'aportar la nostra part, perquè no hi ha un camí daurat a l'energia del futur”, diu el polític, de la Unió Cristianodemòcrata (CDU) de Merkel. No hi ha marxa enrere, perquè Fukushima ha mostrat fins a quin punt “són altíssims els costos, en cas de catàstrofe”, diu Röttgen. No només pel que fa a vides humanes o danys materials, sinó a les conseqüències ecològiques que se'n deriven, recorda.
Aquest va ser l'argument que va determinar Merkel, dos dies després de la catàstrofe japonesa, a ordenar la desconnexió dels set reactors més antics del país –d'un total de 17– i a paralitzar la llei que havia aprovat el seu govern, pocs mesos enrere, per prolongar-ne la vida una mitjana de 12 anys.
Els consorcis se senten estafats. El 2000 van pactar amb l'aleshores govern socialdemòcrata-verd de Gerhard Schröder un tancament esglaonat, de manera que la darrera central quedés desconnectada el 2022. El pla va sobreviure la primera legislatura de Merkel, en coalició amb els socialdemòcrates. A la seva reelecció, ara amb els liberals com a socis, va seguir la llei per a prolongar-ne la vida aquests 12 anys de mitjana, a canvi de la introducció d'una taxa –que haurien de pagar els consorcis– que havia de reportar a les arques públiques 3.000 milions d'euros l'any.
El president de RWE, Jürgen Grossmann, àlies el Dinosaure perquè és el darrer defensor de l'energia atòmica a Alemanya, acusa el govern de fer-los perdre milions amb aquests desconcertants canvis d'estratègia. La seva assemblea general, la setmana passada, va quedar emmarcada entre protestes dels antinuclears, que van bloquejar l'entrada a l'accionariat i van interrompre el discurs de Grossmann, entre reclamacions dels accionistes crítics d'oblidar d'una vegada les atòmiques i invertir en renovables.
Noves exigències
En plena esbatussada, els guanyadors de la partida, de moment, són els petits. En les darreres sis setmanes –és a dir, des de la catàstrofe de Fukushima– s'han disparat les contractacions de nous clients, que s'han donat de baixa dels “atòmics” per passar-se als ecològics. RWE recorda que actualment “només” un 15 per cent de la seva energia ve de les nuclears –oficialment, el 21 per cent del consum elèctric del país prové dels reactors–. El client reclama el 0 per cent, i ara mateix, independentment de quan digui Merkel que s'han d'apagar tots els reactors. L'adéu nuclear dóna ales a la competència ecològica i impulsa les perspectives regionals.
El futur està en la descentralització i en la aposta per les renovables a escala local, advertia Greenpeace. Comparteixen aquest parer els lands de l'est, els menys poblats i on amb més força es poden desplegar les renovables, especialment pel que fa a l'energia eòlica i la biomassa. Al sud del país es concentra la població, la riquesa i la indústria, apuntava Erwing Sellering, primer ministre del land de Mecklenburg - Pomerània, a l'econòmicament deprimit est alemany. Ha arribat l'hora, deia, que siguin els veïns del nord i est els qui subministrin l'energia que necessita el sud.
2.000
milions
d'euros anuals calcula el ministre d'Economia alemany que costarà l'apagada nuclear.

sábado, 23 de abril de 2011

Wagner en la caja de cerillas


La pasión de Barenboim por Wagner subsiste en el íntimo Schiller Theater
 
Gemma Casadevall
Berlín, 23 abr (EFE).- El director argentino-israelí Daniel Barenboim reedita su pasión por Richard Wagner desde el reducido espacio del Schiller Theater, su domicilio provisional en el presente Festival de Pascua de Berlín, mientras avanzan las obras de remodelación de la Staatsoper.
Trasladar una "Walkiria" concebida para un gran escenario como la Scala de Milán al Schiller, un teatro condenado al cierre pero resucitado para acoger al equipo berlinés de Barenboim, es tarea sólo superable desde la fe que el Maestro pone en Wagner.
"Richard Wagner necesita, sobre todo, pasión. Eso es lo que yo siento por él desde hace décadas y lo que me aplico cada vez que tomo mi batuta para acometerlo. Sea en Berlín, en Chicago, en Milán o en Israel", explicaba el director unos días atrás, ante la apertura de su Festival de Pascua.
La compleja y atonal "Wozzeck", con una ambiciosa puesta en escena de Andrea Breth y Barenboim al frente de la orquesta, abrió la tradicional cita musical de la Semana Santa berlinesa, el sábado anterior, y se ganó la primera gran ovación del festival.
Con la "Walkiria" de Guy Cassiers, interpretada por René Pape -Votan-, Simon O'Neill -Siegmund- y Anja Kampe -Sieglinde- abriendo el elenco, se entró en la fase crítica, el Viernes Santo, dominada por la pregunta de cómo concentrar la inmensidad de esa pieza de la tetralogía del "Anillo del Nibelungo" es la intimidad del Schiller.
Se trata de un viejo teatro, a unos quinientos metros de la competencia berlinesa de la Staatsoper, la Deutsche Oper, que estaba ya cerrado y con anuncio de demolición hasta que Barenboim decidió reutilizarlo mientras se realizan las obras de la sede de su ópera, al otro lado de la ciudad, en la majestuosa Unter den Linden.
A falta de profundidad escénica, instalaciones de vídeo plasman a un Votan dominando sobre las vidas de los amantes prohibidos. Los déficit de acústica quedan neutralizados por una maestría de Barenboim parece que hasta amplificada por el empeño de músicos y solistas a crecerse frente a las restricciones.
La escenografía toma por momentos perfiles de serie de ciencia ficción, para regresar luego a mágicos bosques donde de la lluvia se pasa al incendio, mientras otros monitores repartidos sobre el patio de butacas reproducen a Barenboim y su batuta.
René Pape fue aclamado, lo mismo que O'Neill, Kampe, Iréne Thedrin -Brunilda- y Ekaterina Gubanova -Frika-, todos ellos cómplices de Barenboim en el empeño de ofrecer un Wagner grandioso, no importa en qué circunstancias.
Se trataba de la primera edición del festival pascual, en sus 16 años de existencia, en ese domicilio provisional. Jürgen Flimm, director general de la Staatsoper, coincide en el parecer del maestro que no se debe renunciar a Wagner, buque insignia de los "Festtage", como el denomina el ciclo pascual.
"Los 'Festtage' nacieron en 1996 del propósito de celebrar un pequeño Bayreuth en Berlín en esos días de pascua. A ello nos ceñimos", defiende Barenboim.
Bayreuth, el festival fundado en 1876 por Wagner en esa ciudad bávara, sigue representando, verano a verano, únicamente a su compositor. Los "Festtage" incorporan piezas como el "Wozzeck", un concierto de cámara del pianista Lan Lang y otro más de la orquesta de la Staatsoper, con la Sinfonía Nr 3 de Anton Bruckner.
El Schiller es el refugio de Barenboim en la dura transición hasta la renovada Staatsoper. El regreso a la sede oficial de la casa, en el corazón del Berlín monumental clásico, se prevé en 2013.
"No soy profeta, aunque proceda de tierra de profetas", bromea Barenboim, respecto a si será un retorno puntual.
Para 2012, junto a la reposición de la "Walkiria" de este año -estrenada en diciembre pasado en La Scala-, así como el "Oro del Rin", se estrenará una "Lulu", con escenificación de Andrea Breth.
No se prevé representar todas las piezas del "Anillo" en ese Bayreuth berlinés y pascual hasta 2013. Será una co-producción con la Scala, sólo que el honor del estreno de las últimas dos piezas -"Sigfrido" y "El ocaso de los dioses"- corresponderá a Berlín. EFE
gc/cr

viernes, 22 de abril de 2011

Sarrazin y el SPD



LA VANGUARDIA                                INTERNACIONAL                            SÁBADO, 23 04 2001


Los socialdemócratas alemanes renuncian a expulsar de sus filasaThilo Sarrazin,
contrario a la emigración musulmana y a quien Merkel critica duramente

Islamófobo indultado

Joana Serra

La socialdemocracia alemana exculpó a Thilo Sarrazin, el multimillonario autor de un best-seller islamófobo al que el Bundesbank logró sacar de su staff, mientras que su partido sigue sin desprenderse de él. En plenas vacaciones de Pascua -temporada baja mediática-, la secretaria general del Partido Socialdemócrata (SPD), Andrea Nahles, se rindió ante Sarrazin, militante con casi cuarenta años en la formación. Es decir, más o menos desde que nació Nahles, ex líder de las juventudes del SPD y representante de su ala dicha izquierdista,  que ejercía de fiscal en el proceso de expulsión al embarazoso militante.
Lo que se había anunciado como largo proceso se zanjó en cinco horas de reunión, a puerta cerrada, entre Nahles y Sarrazin, con una comisión de arbitrio. Nahles, a modo de fiscal, tenía la misión de demostrar que Sarrazin daña al partido. Algo complejo, teniendo en cuenta que no hay unanimidad dentro del SPD al respecto. Se habían previsto cuatro sesiones de juicio sumarísmo. El jueves se saldó la cuestión, con un Sarrazin triunfante tras emitir una declaración escrita. Le bastó “lamentar” si alguien se había podido sentir herido y afirmó que nunca pretendió vulnerar los principios de su SPD.  
Nahles se dio por vencida y Sarrazin revalidó su título de incombustible. El ex directivo del Bundesbank lleva escandalizando desde las filas socialdemócratas mucho antes de que saliera a la calle su "Deutschland schafft sich ab" -traducible por "Alemania se desintegra"-. Es decir, el libro que, entre agosto y final de año pasado, lideró semana a semana las listas de títulos más vendidos de Alemania, hasta un total de 1,4 millones de ejemplares -a 22,99 euros cada uno-, récord absoluto de ventas entre las obras de no ficción de la última década en Alemania. No se conocen estadísticas de cuántos entre quienes lo compraron lo leyeron, pero sus tesis dieron la vuelta al mundo. 
Se fundamenta en conceptos apocalípticos, apuntalados sobre estadísticas de criminalidad, fracaso escolar y demografía tergiversadas sin pudor. "No quiero que el país de mis nietos y biznietos sea mayoritariamente musulmán, donde las mujeres lleven el velo islámico y la vida diaria se marque por la llamada a la oración del muecín", es uno de sus párrafos más conocidos. “La fertilidad de musulmanes es una amenaza para el equilibrio cultural de una Europa que envejece”, sostenía, con el argumento de que el índice de natalidad de los inmigrantes turcos dobla el de los alemanes. En Alemania, con 80 millones de habitantes, viven algo más de tres millones de ciudadanos de origen turcos.
El libro lo convirtió en multimillonario, pero ya antes de su publicación había escandalizado afirmando, por ejemplo, que no tenía por qué respetar a nadie "que vive por cuenta del Estado, no se ocupa debidamente de la educación de sus hijos y produce permanentemente niñas con el pañuelo islámico". Su best-seller simplemente plasma en papel tales posicionamientos, formulados en sus tiempos de responsable de Finanzas de la ciudad-estado de Berlín. Entonces arremetía ya tanto contra inmigrantes como contra desempleados crónicos, a los que tachaba de vagos malversadores del dinero del contribuyente. Tampoco entonces se le expulsó. En 2009 se le abrió ya un expediente por racismo, que superó. 
Con la publicación del libro, el SPD asistió con la cabeza baja a las descalificaciones tanto del presidente del país, Christian Wulff, como a la canciller Angela Merkel, ambos de la Unión Cristianodemócrata (CDU). Las filas conservadoras apremiaron a Sarrazin -conscientes de que con ello dejaban más en evidencia al SPD- y éste acabó renunciando a su puesto en el Bundesbank. El libro se siguió vendiendo bien, hasta que desapareció de las listas de ventas por muerte natural, como ocurre con  todo best-seller.

jueves, 21 de abril de 2011

El Wansee de Liebermann



Alemania rinde culto a Max Liebermann con dos exposiciones, en Bonn y Wannsee

 
Gemma Casadevall

Berlín, 21 abr (EFE).- Alemania rinde culto al pintor judío Max Liebermann, representante de la elite artística del XIX, con una gran retrospectiva en Bonn y otra exposición en Wannsee, el lago a orillas del cual se retiró tras la llegada de los nazis al poder.
La Bundeskunsthalle -Pabellón Federal de Arte- de Bonn, la ciudad renana que ejerció de capital de la Alemania occidental durante la división del país, abrió hoy las puertas a una gran retrospectiva con más de un centenar de cuadros.
La muestra se suma a la inaugurada la semana anterior en la Villa Liebermann de Wannsee, la hermosa mansión a unos 40 kilómetros de Berlín en que vivió la familia del artista y que a la muerte de éste expropiaron los nazis, como hicieron con el resto de propiedades judías.
Se trata de dos muestras complementarias. Mientras la de Bonn recrea en múltiples variaciones los jardines de la villa de Wannsee, la inaugurada a orillas del lago se detiene en los cuadros pintados a orillas del mar, en la costa holandesa, donde pasó todos los veranos entre 1871 y 1914.
Liebermann (1847-1935) llegó a pintar unos doscientos cuadros inspirados en jardines a lo largo de toda su vida y en alternancia con retratos de personajes, generalmente ilustres, de su época. Las piezas de la costa holandesa corresponden a ese largo periodo de estancias estivales en el país vecino.
La retrospectiva de Bonn recorre cronológicamente todas las etapas de su trayectoria pictórica, así como todas las técnicas que empleó -óleos, dibujos y grabados, entre otros- y se extiende asimismo por las terrazas superiores del museo, convertidas en un jardín inspirado en sus cuadros.
La muestra de Wannsee, con un total de 40 óleos y grabados, adopta perfiles de marina, a modo de contrapunto con el entorno de la villa, convertida los años 90 en casa-museo de Max Liebermann y donde las estancias interiores armonizan con los jardines que la envuelven, a orillas del espléndido lago.
En ambos casos, se trata de piezas que no siempre recibieron buenas críticas de sus contemporáneos, para un sector de los cuales Liebermann era un pintor de temática poco arriesgada.
Desde la perspectiva actual y desde un punto de vista técnico, el artista fue un adelantado de su tiempo, en tanto que precursor del impresionismo francés.
Nacido en 1847 en Berlín, Liebermann respondió al arquetipo de representante de la elite ilustrada judía a la que la llegada de Adolf Hitler al poder, en 1933, colocó ante el dilema del exilio o la persecución nazi.
Max Liebermann creció en un hogar privilegiado, con domicilio en la Pariser Platz y con vistas a la icónica Puerta de Brandeburgo, y pese a la oposición familiar, que quería para él un futuro como hombre de negocios, optó por el arte.
Llegó a ser presidente de la Academia Prusiana de Bellas Artes, y fue promotor de los nuevos movimientos artísticos, tanto en tiempos del Kaiser como durante la República de Weimar, hasta que finalmente fue desposeído de sus cargos públicos por los nazis.
No obstante, se le respetó aún el derecho a refugiarse en su villa de Wannsee, en las afueras de la capital del Reich, donde siguió pintando sus jardines, aislado del mundo y enojado con el entorno cultural que se impuso al que fue el suyo.
Murió en 1935 y no llegó por tanto a ver lo que acabaría ocurriendo a escasa distancia de su idílica villa, en otra mansión mucho más imponente que la suya, donde siete años después se reunieron quince altos cargos del Tercer Reich para trazar el plan de exterminio judío, la "solución final", en terminología de Hitler.
Para entonces, a su viuda, Martha Liebermann, ya se le había obligado a vender la casa por orden de las autoridades nazis y al precio de compra 160.000 marcos del Reich, monto que de todos modos nunca se le pagó.
La gran retrospectiva de Bonn quedará abierta al público hasta el 11 de septiembre, mientras que la exposición temporal de la Villa Liebermann no cerrará sus puertas hasta mediados de agosto. EFE
gc/jpm/is
(foto)

Chernobyl y la doctora Merkel


LA VANGUARDIA                          INTERNACIONAL                                21-22 ABRIL 2011


Metamorfosis antinuclear de Merkel


Joana Serra


El repentino miedo europeo a la energía nuclear tiene en Angela Merkel el más claro exponente. Lo suyo ha sido una metamorfosis espectacular, inicialmente atribuida a un interés electoralista -el temido "efecto Fukushima" sobre los comicios de final de marzo en dos poderosos Länder, Baden-Württemberg y Renania Palatinado-, pero que no se ha mitigado tras la derrota de sus filas en las urnas.
Merkel, doctora en Ciencias Físicas y ministra de Medio Ambiente y Seguridad Nuclear en tiempos de Helmut Kohl, ha visto en Fukushima lo que aparentemente no detectó en Chernóbil: el riesgo de una hecatombe de efectos irreversibles, provocada por catástrofes naturales o de otra índole -un atentado o ataque cibernético, por ejemplo-. Dicho de otro modo, la incapacidad de dominar una tecnología que la arrogancia humana durante décadas calibró como controlable.
La canciller alemana ha pasado de apostar por las nucleares -y tachar de retrógrados a quienes siempre abogaron por el "Nein, Danke", los Verdes- a dictar una moratoria sobre su propia decisión de prolongar la vida de los 17 reactores al país. "Siempre fui una de defensora de la energía nuclear. Pero tras Fukushima está claro que hay que repensar el concepto energético y abandonarla cuanto antes", decía estos días, sin presión electoral inminente, pero a las puertas del aniversario de la sacudida de Chernóbil.
Merkel tenía 31 años ese abril de 1986. Vivía en el Berlín oriental y ese mismo año se doctoró en Ciencias Físicas. Llevaba cuatro años divorciada de su primer marido, Ulrich Merkel, un estudiante de Física de quien conserva el apellido, y convivía ya con el catedrático de Química Joachim Sauer, su esposo desde 1998.
Tanto entorno científico no le hizo recelar de los peligros de esa fuente de energía. Mientras en la República Federal de Alemania (RFA) se siguió con pavor el recorrido de la nube radioactiva, en la República Democrática Alemana (RFA) donde creció Merkel se impuso la censura a la catástrofe. 
Aún hoy, muchos de los ciudadanos de la RFA recuerdan claramente -o recrean a quien les escucha- dónde estaba el 1 de mayo de 1986 cuando cayó esa repentina y copiosa lluvia ácida. A la inversa, pocos ciudadanos RDA llegaron a tener conocimiento del fenómeno hasta, si acaso, mucho después.
La propia Merkel ha recordado en alguna entrevista que lo único que percibió como raro fueron los consejos del jefe de Estado, Erich Honecker, recomendando a la población que lavaran dos veces la ensalada.
Seis semanas después del accidente Kohl creó el ministerio de Medio Ambiente y Seguridad Nuclear, el departamento al frente del cual llegó Merkel en 1994.  Como ministra presidió la Conferencia del Clima de la ONU, en Berlín, en 1995, y visitó Chernóbil coincidiendo con el décimo aniversario de la catástrofe, para concluir que se había avanzado en seguridad.
Ni lo que estudió como científica ni lo que vio como ministra le hicieron posicionarse entre los escépticos frente a las nucleares como sí había hecho, por ejemplo, su antecesor en el ministerio, su correligionario Klaus Töpfer. A él, director del programa de Medio Ambiente de la ONU entre 1998 y 2006, puso Merkel ahora al frente de la Comisión Ética creada para "recomendar" a su gobierno el camino a seguir para el apagón acelerado. 
Un vuelco radical, en el que Merkel no está sola. De pronto desaparecieron del espectro parlamentario alemán los apóstoles de las nucleares. Repentinamente hay un consenso generalizado en llevar adelante el apagón acelerado.
Los grandes consorcio energéticos ven sacudidos estos días sus asambleas generales de accionistas con protestas de activistas nucleares, como ocurrió ayer a RWE y anteayer a EnBW, mientras un sector del accionariado reclama de sus cúpulas que inviertan en las renovables, puesto que ese es el futuro. El adiós a las nucleares parece sentenciado en Alemania y la pregunta es ahora cuándo se consumará y quién pagará la factura del vuelco energético.




Ni lo que estudió como científica ni lo que vio como ministra le hicieron posicionarse entre los escépticos frente a las nucleares como sí había hecho, por ejemplo, su antecesor en el ministerio, su correligionario Klaus Töpfer. A él, director del programa de Medio Ambiente de la ONU entre 1998 y 2006, puso Merkel ahora al frente de la Comisión Ética creada para "recomendar" a su gobierno el camino a seguir para el apagón acelerado. 
Un vuelco radical, en el que Merkel no está sola. De pronto desaparecieron del espectro parlamentario alemán los apóstoles de las nucleares. Repentinamente hay un consenso generalizado en llevar adelante el apagón acelerado.
Los grandes consorcio energéticos ven sacudidos estos días sus asambleas generales de accionistas con protestas de activistas nucleares, como ocurrió ayer a RWE y anteayer a EnBW, mientras un sector del accionariado reclama de sus cúpulas que inviertan en las renovables, puesto que ese es el futuro. El adiós a las nucleares parece sentenciado en Alemania y la pregunta es ahora cuándo se consumará y quién pagará la factura del vuelco energético.

lunes, 18 de abril de 2011

Son las cosas de Pekín

LA VANGUARDIA                             INTERNACIONAL                                 18 ABRIL 2011


Las 1.001 silenciosas sillas en Alemania, por Ai Weiwei



Joana Serra




Alemania se pobló de sillas reclamando la libertad de Ai Weiwei, el artista chino detenido en Pekín cuando se disponía a volar hacia Hong-Kong, el 3 de abril. No sólo en Berlín, Múnich y Hamburgo, sino también en ciudades de provincias, como Minden, artistas, intelectuales y activistas secundaron la iniciativa global lanzada vía Facebook y que Alemania adoptó como propia.
"1.001 sillas para Ai Weiwei", se bautizó la convocatoria, en alusión a acción que presentó en la Documenta de 2007. "Fairytale", se llamaba y consistía en trasladar a "vivir" a 1.001 chinos a Kassel, uno para una de las sillas de la dinastía Qiang expuestas ahí durante los cien días de vida de la feria.
Alemania asume como propia la causa de Ai, no sólo por fervor hacia el activista, sino por varias coincidencias que han colocado a Angela Merkel en una compleja situación. Cuatro días antes de desaparecer detenido, presuntamente por delitos fiscales, Ai explicó a un medio alemán su intención de abrir un estudio en Berlín. Una cuestión interpretada como su intención de trasladar ahí su domicilio, a lo que siguió un desmentido matizando que sería sólo un estudio. 
Segunda coincidencia: su detención se produjo poco después de la pomposa inauguración en el Museo Nacional de Pekín, por el ministro de Exteriores Guido Westerwelle, de una exposición patrocinada por cuatro grandes museos públicos alemanes. La muestra, "El arte de la ilustración", se había presentado en Alemania como una crítica, aunque subliminal, contra la censura.

Desde entonces, Westerwelle ha transmitido casi a diario mensajes de apremio a Pekín que van más allá del ritual diplomático. Según "Der Spiegel", la propia Merkel ha intervenido ante la cúpula china.
Ai es una celebridad internacional con amplio eco en Alemania. Un año atrás llenó la fachada de la Haus der Kunst de Múnich con 9.000 mochilas de colores, en alusión a los miles de niños muertos al derrumbarse sus escuelas por el terremoto de Sichuan, en 2008. Fue también en la capital bávara donde se le operó del cráneo, tras la paliza que le propinó la policía china para tratar de acallar sus denuncias.
Y mientras la alta diplomacia se mueve, el ámbito museístico duda. Tanto el presidente del Instituto Goethe, Klaus Dieter Lehmann, como el de la Fundación del Patrimonio Prusiano, Hermann Parzinger, se niegan a cerrar la muestra de Pekín. "Soy partidario de llevar la cultura ahí donde las circunstancias no son las más fáciles", afirma Lehmann. Retirar la muestra podría ser más doloroso, en las relaciones bilaterales que todos los lamentos de Westerwelle.

Ai Weiwei, el activista de las mochilas de colores

Detail largeStudiogast, hablando del caso Ai Weiwei desde el estudio de la DW en la Bundespressekonferenz, para el Tema del Día del Journal

http://www.dw.de/dw/episode/0,,14954429,00.html


 
Fecha 18.04.11 | 22:00 - 22:30 UTC   
  Berlín-Pekín: el arte y la política
China demuestra su poderío. El régimen secuestró a su famoso artista Ai Weiwei, ni siquiera su esposa sabe dónde se encuentra. Pekín lo acusa de haber evadido impuestos. El mundo entero protesta, aunque a la cúpula china parece no importarle.

El momento de la detención de Ai Weiwei fue explosivo para Alemania. El Museo Nacional en Pekín acababa de inaugurar una muestra de arte de la ilustración alemana, cuando las fuerzas de seguridad se llevaron al artista a un lugar desconocido. La muestra, con obras cedidas por museos alemanes y financiada por los contribuyentes alemanes, pretende estimular el diálogo cultural entre ambos países. Pero ahora la política alemana se pregunta cómo debe reaccionar ante este violento procedimiento, si con diálogo o confrontación. Aunque Weiwei no estaba involucrado en la exposición, su detención pisotea el derecho a la libertad, cuyo valor quiere defender la muestra en Pekín. En Berlín se inaugurará una exposición de Ai Weiwei el 29 de abril.

sábado, 16 de abril de 2011

Negociando con los Länder

LA VANGUARDIA                  I N T E R N A C I O N A L                  SÁBADO, 16 ABRIL 2011


El efecto Fukushima obliga a la canciller a buscar un acuerdo con los länder

Joana Serra, servicio especial El vuelco en los planes nucleares de la canciller Angela Merkel, decidida bajo el impacto de Fukushima a desconectar cuanto antes los reactores de su país, incluye la paz obligada con los "Länder". Cinco meses y medio después de aprobar la prolongación de la vida de las centrales nucleares sin pasar por el voto del Bundesrat -la cámara de representación territorial- Merkel pre-anunció ayer un consenso con los "Länder", aún por concretar, para acelerar el apagón atómico. 
"Todos nosotros queremos abandonar lo antes posible la energía nuclear", afirmó, tras reunirse con los líderes de los 16 "Länder" alemanes en Cancillería. "Por supuesto hay diferencias a superar acerca de cómo se llevará a término ese cambio en la política energética. Pero la voluntad de hacerlo es plenamente compartida", añadió.
Por “todos nosotros” entiende la canciller no sólo su gobierno y quienes, dentro de él, defendieron hasta hace semanas la energía atómica, sino también los “Länder” liderados por la Unión Cristianodemócrata (CDU) que ella preside, igualmente partidarios de prolongar la vida de las centrales hasta que estalló Fukushima.


La canciller quiere cerrar las nucleares, y quiere hacerlo lo antes posible. Para ello precisa imperiosamente el visto bueno de los "Länder", puesto que sus filas no tienen la mayoría en el Bundesrat.  De acuerdo con sus planes, el calendario de desconexión será aprobado por su gobierno el 6 de junio, entrará inmediatamente después en el trámite parlamentario y será sometido el 17 de junio al voto de la Cámara Alta, feudo de los “Länder”. 
Los términos y plazos del nuevo calendario para el apagón nuclear se desconocen -Merkel sostiene que esa cuestión no se ha abordado aún, ni siquiera a puerta cerrada-. Todo dependerá, afirma, de los informes que presenten, en paralelo, la comisión técnica creada para revisar la seguridad de las plantas, así como la otra, bautizada de comisión ética, que estudia la viabilidad y desarrollo de alternativas a la era nuclear.
Ambos gremios fueron formados a instancias de Merkel inmediatamente después de la primera alarma del Fukushima, el 11 de marzo, tras ordenar la desconexión inmediata de los siete reactores más viejos del país y dictar la moratoria de tres meses a la ley por la que su gobierno había prolongado unos meses atrás la vida a las centrales.
Al frente de la comisión ética colocó a Klaus Töpfer, ministro de Medio Ambiente en tiempos de Helmut Kohl y entre 1998 y 2006 director ejecutivo del programa de Medio Ambiente de la ONU. Töpfer es desde siempre, incluido en tiempos de Kohl, un escéptico respecto a la energía nuclear. Se da por hecho cuál será su recomendación a Merkel: cerrar lo antes posible. 
Todo apunta a que Alemania asistirá así una paradoja. La misma coalición de centroderecha que pretendía prolongar la vida de las centrales acabará cerrándolas antes de lo que inicialmente había previsto su antecesor, Gerhard Schröder, al frente de su alianza socialdemócrata-verde.
Schröder, tras un largo pulso con la industria, logró en 2000 el consenso con los consorcios energéticos
para desconectar la última de las centrales, a más tardar, en 2021. Merkel, que mantuvo a regañadientes ese calendario en su primera legislatura, en coalición con socialdemócratas, lo echó por tierra tras lograr la reelección y formar alianza con el Partido Liberal (FDP).
El actual gobierno vendió así, en noviembre de 2010, como una "revolución" su nueva ley energética, que prolongaba el periodo de existencia de las centrales entre 8 y 14 años. E introducía, además, una tasa a cargar sobre la industria, a cambio de la explotación adicional de sus reactores y los beneficios que eso le comportaría.
Todo eso fue antes de Fukushima. Alemania no tiene que temer un terremoto ni un tsunami, pero la catástrofe en un país altamente industrializado y con estándares de seguridad altos, en materia atómica,
impiden seguir adelante con esos planes, defiende Merkel.


La factura del vuelco nuclear

La canciller busca la paz con los “Länder” para evitar daños mayores, mientras su ministro de Economía, el liberal Rainer Brüderle, cuantificaba en 2.000 millones de euros al año la factura del apagón acelerado. La cifra es intimidatoria, pero por debajo de los 3.000 millones de euros anuales estimados por el rotativo “Süddeustche Zeitung”. Merkel, por su parte, recriminó sin miramientos a su indiscreto ministro. No pueden darse cifras mientras no esté fijado el calendario, dijo Merkel,   bajo la mirada escéptica de Brüderle.

viernes, 15 de abril de 2011

Empezando a matar a Muamar

L'OTAN promet eliminar Gaddafi malgrat la divisió

Els socis de l'Aliança combinen un altre ultimàtum al règim de Líbia amb un escenari de divergències impossibles de dissimular

Alemanya es comporta com un amfitrió ambigu i faltat d'esperit de lideratge

1
L'OTAN va repetir a Berlín la promesa de fer fora del poder Muammar al-Gaddafi, acompanyada d'un ultimàtum perquè retiri les tropes, enmig d'unes divergències internes entre els socis impossibles de dissimular quan, damunt, estan asseguts entorn d'una taula l'amfitrió de la qual, Alemanya, no es defineix.
El secretari general de l'Aliança, Anders Fogh Rasmussen, va ser l'encarregat de posar rostre i veu al compromís internacional de “caçar” el tirà de Trípoli, i Hillary Clinton va afirmar davant de la, oficialment, dona més poderosa del món –la cancellera Angela Merkel– que no deixaran d'atacar fins fer fora el líder libi.

Rasmussen, molt en el seu paper de secretari al servei de tots els socis, va posar tot l'èmfasi possible en la determinació de destinar “tots els recursos possibles” –és a dir, atacs aeris– a la missió, però al mateix temps va admetre que no disposa dels avions que necessitaria.
Oficialment, la missió internacional impulsada per París i Londres –amb Washington en l'anòmala posició de “comparsa”– disposa de 200 avions i 18 vaixells de guerra. El problema, però, no és tant el nombre d'efectius, sinó la falta de determinació. Una qüestió, un cop més, palesa en la reunió de ministres d'Afers Estrangers de l'OTAN de Berlín, que si no hi ha cap sorpresa d'última hora s'acabarà avui com va començar: amb Rasmussen en conferència de premsa, mentre els ministres donen el seu missatge unilateral als seus països respectius.
Així, mentre ahir el francès Alain Juppé insistia en els missatges de fermesa contra Gaddafi, amb el suport del britànic William Hague, l'alemany Guido Westerwelle tirava pilotes fora i deia que, malgrat les diferències, el propòsit és comú: ajudar el poble libi. Merkel, per la seva banda, rebia Clinton al seu castell, la Cancelleria, des de la posició de dona forta, ara entre parèntesi, vist que la salut del govern alemany no és tan bona com sembla –aquest any ha estat derrotat tres vegades en eleccions regionals.
Westerwelle s'ha encarregat en les darreres setmanes d'afegir ambigüitat al discurs alemany. Primer, es va abstenir en la votació de l'ONU en la qual es va aprovar la resolució en què s'empara la missió internacional. Després, va decidir no contribuir amb soldats a una tropa internacional en què participen disset estats. I, quan ja semblava que no es podia comptar amb Berlín, surt de cop explicant que soldats no, però sí que està disposat a prestar auxili sanitari.
La cita dels ministres a Berlín era oficiosa, però en un moment tan complex de la guerra contra Gaddafi no hi ha cita innòcua. No es pot fer anar a Berlín aquest desplegament de caps de la diplomàcia per passejar sota la Porta de Brandenburg. És a dir, alguna cosa ha de sortir de la reunió, més enllà de la veu de Rasmussen fent promeses. O, de nou, quedarà en evidència que l'OTAN comença a comportar-se amb la mateixa inconnexió interna que la UE, l'altre òrgan que cada cop que diu que parla amb una sola veu demostra el contrari.
Trípoli, bombardejada
Ahir, mentre l'OTAN estava reunida a Berlín, avions de la coalició internacional bombardejaven diverses ciutats líbies, entre les quals Trípoli, segons va informar la televisió estatal líbia, que va assegurar que hi havia hagut víctimes civils. Prèviament, diversos testimonis havien indicat que s'havien produït almenys quatre explosions coincidint amb la presència sobre la capital dels avions aliats.

Petició unànime d'alto el foc


Els dirigents de l'ONU, la Unió Europea, la Lliga Àrab, la Unió Africana i l'Organització per a la Conferència Islàmica reunits ahir al Caire van remarcar la necessitat d'aconseguir un alto el foc a Líbia i començar un procés de diàleg. “Estem preocupats per l'escalada de violència i les víctimes civils a Líbia”, va dir el secretari general de l'ONU, Ban Ki-Moon, que va presidir la reunió celebrada a la seu de la Lliga Àrab, al Caire.
“El règim libi ha perdut la seva legitimitat”, va assegurar la cap de la diplomàcia de la UE, Catherine Ashton, que va remarcar que s'ha de posar fi a la violència contra els ciutadans i respectar els drets humans. Ashton també va resumir les prioritats de la comunitat internacional en l'alto el foc, la protecció dels civils, l'ajuda humanitària i una transició política cap a la democràcia dirigida pel poble libi.
Des de l'inici de la revolta popular a Líbia, el 17 de febrer passat, que ha acabat derivant en un conflicte armat, unes 10.000 persones han mort i moltes estan atrapades enmig dels combats, sobretot a la ciutat de Misrata.
Els participants en la reunió van destacar que aquesta havia estat una demostració que la comunitat internacional “treballa junta per una causa comuna i amb una sola veu per al poble de Líbia”.

Rasmussen pide más aviones

LA VANGUARDIA                  INTERNACIONAL                      VIERNES, 15 ABRIL 2011     


La OTAN pone en evidencia en Berlín su desunión ante la campaña libia 

Joana Serra, Servicio especial

Presionar sobre Muamar en Gadafi y, en paralelo, exhibir disgregación interna no parece el camino más sensato para dar credibilidad al pretendido ultimátum. Eso es, sin embargo, lo que ayer hizo la OTAN, desde Berlín, en la apertura de una reunión de sus ministros de Asuntos Exteriores bautizada como "oficiosa" de la que, pese a todo, debía salir un mensaje contundente.
La escenografía habría sido propicia -Angela Merkel recibiendo en su Cancillería a Hillary Clinton-, de no ser que ni la canciller responde ahora a la imagen de dama de hierro con que se la identificó y, encima, la secretaria de Estado de EEUU tampoco acudía liderando una iniciativa internacional, sino acompañándola. Washington cedió el papel rector a Europa frente a Libia y a esa función quedó sujeta Clinton, puesto que lo contrario habría significado agrietar aún más una OTAN con síntomas de requebrajamiento.
A Anders Fogh Rasmussen, el secretario general de la Alianza, le correspondió abrir la ronda, ayer, redoblando la promesa de no cejar hasta que Gadafi retire a sus tropas hasta los cuarteles. También será él quien deberá cerrar la reunión este viernes, tras una serie de reuniones a puerta cerrada donde probablemente se escuchen aún más mensajes disonantes que lo que trasciende al exterior.
Rasmussen hizo lo que pudo. Presionó ante los socios más reacios a contribuir con más efectivos, al admitir que no dispone de los aviones que precisaría para proteger como es debido a la población civil. Y se comprometió, aparentemente también en el nombre de esos socios que no están dispuestos a nada -o casi nada-, a mantener la operación el tiempo que sea preciso en defensa de esa población y hasta que caiga el dictador.
Con ello siguió las reclamaciones de Londres y París, cuyos titulares de Exteriores -Alain Juppé y Wiliam Hague- esperan de sus teóricos aliados más compromiso. Especialmente delicada era la posición del alemán Guido Westerwelle, anfitrión de una cita que se produce en su momento de máxima debilidad política.
A escala doméstica, porque acaba de sentenciarse su degradación del cargo de vicecanciller y su renuncia al liderazgo del Partido Liberal, en plena crisis interna. A escala internacional, porque cada vez que habla de Libia evidencia su propia ambigüedad.
Westerwelle dejará la presidencia de los liberales y la vicecancillería en mayo, tras año y medio de ser el rostro de todos los disensos en la coalición de Merkel. Por si ello fuera poco, es también la imagen de una Alemania de pronto poco fiable, que deja en la estacada a sus aliados entre críticas y extrañeza, incluso, de los estandartes del ecopacifismo alemán, los Verdes. Un anfitrión que poco podía aportar, en suma, a la necesidad de revestir con algo de credibilidad el ultimátum a Gadafi.
La OTAN precisa refuerzos para atacar las posiciones terrestres del dictador libio y forzarlas, como se pretende, a retirarse a sus cuarteles, en lugar recuperar posiciones conquistadas por los rebeldes.
Necesita más aviones, según ha admitido el general estadounidense James Stavridis, ya que los 200 oficialmente ofrecidos por los aliados no bastan.
Este es el objetivo más o menos declarado de la reunión de Berlín, ansiosa de lanzar una señal más concreta que una foto de familia bajo la fría y lluviosa Puerta de Brandeburgo.
Italia parece proclive a ceder en la dirección de Rasmussen, España no tiene intención de reforzar su presencia -como declaró Trinidad Jiménez, quien no estará ya hoy en la reunión de cierre- y Alemania sigue con su lenguaje ambivalente.
"La confianza no se ha roto. Un problema serio habría sido si Guido Westerwelle hubiera dicho que Gadafi debe mantenerse en el poder", declaraba, no se sabe si irónicamente, Juppé, tratando de quitar hierro a las disonancias en el eje París-Berlín.
Alemania se abstuvo ante la ONU a la hora de votar la resolución contra Gadafi, luego insistió en que no entrará en misiones de combate y, como para aliviar el enfado de sus socios, matizó finalmente su disposición a contribuir en acciones humanitarias.
Merkel, contagiada de la debilidad de su socio liberal, no ha salido bien parada de las ambigüedades ante sus aliados. No logró dar a su encuentro con Clinton el aplomo que se le atribuye, a lo que se sumó que la secretaria de Estado, por encima de sus palabras de firmeza, tampoco prometió un aporte de efectivos.
Londres y París apremian, mientras desde la cúpula militar de la OTAN, se recuerda que no se podrá mantener el ritmo actual de acoso si no hay tal refuerzo.
Hasta ahora, de la cita en Berlín emanó un comunicado suscrito por los socios insistiendo en que a Gadafi no le asiste la menor legitimidad. Mientras tanto, desde Sania, en China, los emergentes BRIC -Brasil, Rusia, India y China- criticaban el uso de la fuerza militar contra Gadafi.

viernes, 8 de abril de 2011

Caro mío


Després de 22 mesos en l'1%, el Banc Central Europeu augmenta el preu del diner un 0,25% per frenar la inflació a les economies més fortes

Es preveu que Trichet situï el tipus d'interès en el 2% en els pròxims mesos


El Banc Central Europeu (BCE) no va donar sorpreses, ni als que comptaven amb una pujada dels tipus, ni als que consideraven que aquesta seria moderada, però no única. Un 0,25%, fins a l'1,25%, és l'augment decretat ahir per Jean-Claude Trichet, el president del BCE, que va dir així adéu al diner barat, gairebé dos anys després de posar-lo en el seu rècord a la baixa. “Hem de garantir l'estabilitat dels preus per a 331 milions de persones”, va argumentar Trichet, apuntalat en l'ortodòxia de la lluita contra la inflació com a màxima consigna de la casa.
L'alça continuada dels carburants i les matèries primeres ha obligat a fer un pas que moltes economies endeutades temien, si més no des de fa un mes. L'adéu al diner barat estava sentenciat des que Trichet va deixar de banda, el març passat, la seva norma dels missatges xifrats i va dir que creia “possible” la pujada dels tipus, en l'1% des del maig del 2009.
L'únic que quedava per esbrinar era si s'entraria en una dinàmica de pujades al llarg de l'any o si es tractaria d'un únic i moderat moviment. Una qüestió que, de nou, queda subjecta als missatges xifrats del president del BCE: “No hem decidit encara si aquest és un primer pas dins una sèrie d'altres pujades dels tipus”, va dir Trichet. Una frase que a Alemanya s'interpretava com un clar preavís del següent moviment del BCE en direcció a nous augments, fins a arribar a un 2% en els propers mesos.
A l'espera que es concretin els successius ensurts, el que queda clar és que a la institució de Trichet preval la inflació per sobre d'altres elements de risc, siguin les revoltes al món àrab, el previsible enfonsament de l'economia japonesa o la persistent crisi del deute sobirà dins l'eurozona. L'encariment del preu del diner complica la concessió de crèdits a butxaques privades i empreses, però, en la filosofia de Trichet, respon a la realitat de l'evolució inflacionista. Aquest març, la taxa interanual de l'eurozona era del 2,6%, el nivell més alt des de l'octubre del 2008. Per quart mes consecutiu, es va depassar el límit “recomanat” pel BCE del 2%.
Trichet sent que té suport en la seva estratègia. Des del seu preanunci de pujada, el mes de març, la moneda única s'ha apreciat un 3,5% respecte al dòlar. A Alemanya, tot plegat es percep com una fidelitat a les economies fortes –com la seva–, més sensibles a la inflació. La locomotora d'Europa preveu un creixement del PIB d'un 2,8% el 2011 i d'un 2% el 2012. La seva salut mana, per damunt de la dels països endeutats.

jueves, 7 de abril de 2011

Angie und Benjamin


Netanyahu y Merkel se alían contra una proclamación unilateral palestina
 
Gemma Casadevall
Berlín, 7 abr (EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanjahu, dieron hoy por saldados desacuerdos pasados, con el compromiso de Berlín de no respaldar ninguna proclamación unilateral de un Estado palestino como pretende promover ante la ONU la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Merkel, apoyada en sus muletas -tras una operación de rodilla la semana pasada-, y Netanyahu comparecieron ante la prensa minimizando las desavenencias que marcaron su encuentro anterior el pasado febrero y quitando hierro incluso, por parte israelí, al propósito de construir nuevos asentamientos.
La canciller apremió a su invitado a seguir "los pasos que marque el Cuarteto de Paz de Oriente Medio" -ONU, UE, EEUU y Rusia-, cuya próxima reunión se prevé la semana entrante y en la que Israel teme que se le venga encima una fuerte presión, en dirección a la activación de las estancadas negociaciones.
Muy en su característico papel de combinar los mensajes de apremio con el bálsamo conciliador, Merkel conminó a su interlocutor primero a reactivar el diálogo, para a continuación, brindarle su pleno apoyo exactamente en aquello en lo que el primer ministro busca aliados: el rechazo a una proclamación unilateral por parte de la ANP.
"Mi Gobierno apoya y apoyará una solución sobre la base de dos Estados, israelí y palestino, recíprocamente reconocidos. Un reconocimiento unilateral no puede ser contribución alguna a ese objetivo", enfatizó Merkel.
La ANP, visto que no hay avance alguno en su aspiraciones, pretende promover ante la ONU el reconocimiento de una proclamación unilateral del Estado palestino, situación frente a la cual Netanyahu precisa un bloque de "aliados".
Merkel recalcó, como lo hace siempre, que "Alemania es un estrecho aliado de Israel, que reconoce su responsabilidad hacia su elemental derecho a la existencia".
A cambio, Netanyahu suavizó los aspectos más criticados de su gestión y afirmó que la política de asentamientos judíos no es "un obstáculo insalvable", sino algo a resolver sobre la mesa de negociaciones.
Frente a las críticas internacionales -incluido EEUU- al reciente anuncio de construir cerca de un millar de viviendas en territorio palestino ocupado, al suroeste de Jerusalén, Netanyahu sostuvo que ese aspecto es "superable", siempre que se logre el "objetivo común" de la reanudación de las conversaciones.
Para el primer ministro israelí, nunca hubo las "severas confrontaciones" entre su gobierno y el de Berlín descritas por medios de ambos países, en el último encuentro entre ambos, en febrero, en que Merkel le reprochó no hacer nada por la paz.
"Nuestras conversaciones siempre han discurrido en un clima sincero y amistoso", afirmó Netanjahu, a lo que Merkel apuntó que entre ambos podía haber habido, y seguía habiendo, "alguna que otra controversia, pero nunca graves disensos".
La canciller, sin abandonar el tono conciliador, apremió a su interlocutor a reactivar "a toda costa" las negociaciones con los palestinos y le emplazó a hacerlo "hasta el próximo septiembre".
La creciente inestabilidad en toda la región y las revueltas árabes convierten "en más urgente que nunca" la reactivación de las negociaciones, indicó Merkel, para quien, en ese contexto, el programa nuclear iraní es "más que nunca" una amenaza.
"Hay que evitar que Irán llegue a dotarse de armamento nuclear", afirmó, para condenar a continuación la "brutal represión de todo movimiento democrático" por parte del régimen de Teherán.
"En Irán aparecieron los primeros movimientos revolucionarios democráticos y fueron sofocados con absoluta brutalidad", recordó la canciller.
Netanjahu, por su parte, incidió en la "incertidumbre" acerca de la dirección que acabarán adoptando las revueltas del mundo árabe, que a su parecer tanto pueden derivar hacia procesos "plenamente democráticos" como hacia "regímenes teocráticos medievales".
El primer ministro acudía a Berlín con el propósito de ganarse aliados en contra de una proclamación unilateral palestina, lo que logró. Tras la visita a la capital alemana, seguirá viaje a la República Checa con idéntico propósito. EFE
gc/jcb/ih

miércoles, 6 de abril de 2011

Tet Kalé

Martelly, de cantant del poble a president d'Haití

‘Sweet Micky' venç a les eleccions davant l'antiga primera dama, Manigat

1
Michel Martelly, o Sweet Micky, el seu nom artístic, serà l'encarregat de tirar endavant la reconstrucció d'Haití, un dels països més pobres i políticament inestables del món. Quinze dies després de la relativament tranquil·la segona volta presidencial, el Consell Electoral Provisional el va donar guanyador, per un 67,57% de vots, respecte del 31,74% de l'antiga primera dama, Mirlande Manigat. És un resultat prou clar per fer callar els qui, ja durant el recompte, buscaven enterbolir els ànims haitians, sempre en tensió, amb denúncies de frau. No és, però, una garantia d'èxit, en un país que té hipotecada la seva imprescindible reconstrucció a un mínim d'estabilitat política que mai no ha viscut en els seus dos segles llargs com a república teòricament independent.
Ningú que passi per Port-au-Prince diria que el terratrèmol va ser fa un any i tres mesos. La capital és un paisatge de pedres i runa amuntegada davant edificis a trossos, com si el sisme en què van morir 316.000 haitians hagués passat abans-d'ahir i no el 12 gener del 2010. Unes 800.000 persones dormen en immensos campaments de lona i plàstic escampats per una ciutat on sembla que l'única elecció és triar entre la tenda i la runa. Cínicament, com comenten des dels voluntaris d'ONG fins a funcionaris de l'ONU, es diria que només s'han reconstruït els hotels de luxe i restaurants, la clientela dels quals no són els haitians.
Martelly, de 50 anys i conegut també com a Tet Kale –“cap rapat”, en crioll, la llengua oficial haitiana juntament amb el francès–, era no només el candidat del poble, sinó també el de l'Organització d'Estats Americans (OEA), que ha vetllat pels comicis. Inicialment, el consell electoral havia donat com a primer i segon candidats més votats a la primera volta Manigat i l'oficialista Jude Celestin. Va ser al recompte, “recomanat” per l'OEA amb una allau de denúncies de frau, que va col·locar Martelly en la cursa cap a la presidència i en va deixar fora Celestin.
A Martelly li correspondrà ara convèncer la comunitat internacional que ha arribat l'hora d'enviar els 5.300 milions de dòlars promesos. Una qüestió que dependrà, en part, del comportament dels altres actors polítics, de Manigat als “ressuscitats” expresidents Jean Claude-Devalier, Baby Doc, y Jean-Bertrand Aristide, tots dos de nou a l'illa.

Bayreuth no se cuadra a Wim

Festival de Bayreuth dice "Nein, Danke" al anillo del Nibelungo de Wenders
  
Gemma Casadevall
Berlín, 6 abr (EFE).- El Festival de Ópera de Bayreuth busca a un innovador para la escenificación de "El anillo del Nibelungo" que presentará en 2013, coincidiendo con el bicentenario del nacimiento de Richard Wagner, pero no está dispuesto a que Wim Wenders convierta la tetralogía del compositor en un film en 3D.
Las codirectoras y biznietas de Wagner, Katharina y Eva-Pasquier Wagner, rompieron las negociaciones con el cineasta, ante el propósito de éste de repetir el experimento de su último documental, "Pina", filmado en tres dimensiones, revelan hoy medios alemanes.
Fuentes del festival se limitaron a comunicar que Wenders no será el encargado de ese proyecto "por diferencias no subsanables", pero rehusaron dar detalles acerca de los motivos "por razones de confidencialidad".
Las negociaciones entre las biznietas de Wagner y Wenders se daban prácticamente por cerradas, y con éxito, el pasado febrero, cuando todo apuntaba que el cineasta dirigiría la nueva producción, anunciada como una de las obras estrella del bicentenario del nacimiento de Wagner.
Según publican hoy "Süddeutsche Zeitung" y "Die Welt", la buena armonía empezó a resquebrajarse en cuanto ambas partes entraron en los detalles técnicos y el cineasta apostó por llevar adelante el proyecto desde su perspectiva favorita, el cine.
Wenders, quien en la pasada Berlinale estrenó con éxito "Pina", el documental en 3D sobre la fallecida coreógrafa Pina Bauch, quería, al parecer, profundizar en la experiencia, ahora, desde Bayreuth.
Katharina Wagner, impulsora de la implantación de nuevas tecnologías, en principio se mostró encantada, puesto que encaja en su concepto de ofrecer los principales estrenos de la casa en versión CD y DVD, además de la proyección en directo en una explanada de la ciudad bávara para cientos de personas.
Wenders no veía posibilidades de ofrecer en la calidad requerida en esa proyección en directo, simultánea a la gala dentro del teatro fundado por Richard Wagner como escenario idóneo para sus óperas.
El cineasta consideraba que el producto no podía estar concluido para una proyección de esas características hasta 2015 o 2016. Es decir, dos o tres años después del gran estreno del bicentenario, lo que para la descendiente de Wagner quitaba relevancia al evento.
Una producción de estas características implicaba un coste, para el festival, de unos 3,5 millones de euros (unos 5 millones dólares), sólo asumible, según "Die Welt", si se podía ofrecer el gran espectáculo, al completo.
No es la primera vez, recuerda ese medio, que Bayreuth se queda en la recta final sin los servicios de un cineasta de talla internacional, después de que en 2004 Lars von Trier renunciara a estrenar un "Anillo" -previsto, entonces, para 2006- por desavenencias con la dirección.
El concepto del director danés implicaba ofrecer la tetralogía wagneriana en absoluta oscuridad, lo que al festival le pareció un proyecto que nacía muerto, desde la perspectiva de la escenografía.
La ruptura con Wenders coloca a las herederas de Wagner ante la necesidad de buscar, rápidamente, una solución de urgencia.
Fuentes del festival admitieron hoy que el tiempo apremia, aunque se da por descartado, según medios alemanes, que sea la propia Katharina Wagner quien asuma la dirección de la nueva producción.
El estreno de la nueva escenificación para la tetralogía, coincidiendo con el bicentenario, es el gran reto de las hermanas Wagner, quienes asumieron la dirección del certamen de manos de su progenitor Wolfgang Wagner, fallecido en 2010.
Con la fórmula de la dirección colegiada se zanjó un conflicto sucesorio que había sacudido la Verde Colina de Bayreuth, como se denomina el teatro fundado por Wagner, durante décadas y ahora se espera esa cita del 2013 como su gran reválida como renovadoras del legendario festival. EFE
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